jueves, 18 de diciembre de 2008

Nos ponemos navideños: José Ángel Valente y Juan Eduardo Cirlot


Teníamos problemas para redactar el post de esta semana. Ha habido muy pocos libros reseñados últimamente en los suplementos que seguimos. De esos libros, los que hemos leído no nos han gustado especialmente. Teníamos la opción de seguir nuestra vía crítica o establecer una pequeña pausa para recomendar algún libro de regalo. Era tan grande la atracción al tópico que hasta nosotros hemos caído.

Al final decidimos que los libros que recomendaríamos cumplirían todas estas premisas: ser de poetas ya fallecidos, ser españoles, suponer un regalo de "peso" y, finalmente, novedosos desde el punto de vista editorial.

En esa clasificación tan particular como discutible destacamos dos libros recientes:

"Del no mundo", de Juan Eduardo Cirlot. Edita Siruela: Incluye la producción poética de Juan Eduardo desde 1961 hasta 1973 (exceptuando Bronwyn obviamente). La cuidadísima edición y la enorme categoría de este poeta nos llevan a pensar que este libro sería uno de esos regalos que nos gustaría recibir. Si se incluye Bronwyn la alegría será doble.

El tomo II completa la obra completa de José Ángel Valente editado por Círculo de Lectores: Aunque algunos podrán decir que el segundo tomo se titula "Ensayos", lo cierto es que Valente habría escrito poesía aunque hubiera tenido que redactar un parte meteorológico. El volumen incluye unas 800 páginas extra de textos críticos dispersos o inéditos en la excelente edición de Andrés Sánchez Robayna, con prólogo de Claudio Rodriguez Fer. Si se incluye el primer volumen de poesía completa en verso y prosa la alegría del receptor también será doble.

Esta es nuestra breve lista, con la exigencias de nacionalidad, singularidad editorial y carácter póstumo que nosotros mismos nos hemos autoimpuesto para evitar susceptibilidades, que seguro que habrá. Como siempre, vuestra voz es más importante para completar o para anular directamente nuestros consejos.

27 comentarios:

Anónimo dijo...

Dos excelentes regalos. Anonimito los pedirá, entre otras cosas, y no es seguro que los reciba (hay demasiadas tentaciones en forma de ediciones de DVD... ¿podrán Godard y Angelopoulos con Valente y Cirlot? Ya veremos...

Aunque se dice que "El no mundo" no tiene que ver con el ciclo Bronwyn, en él habitan las mismas obsesiones del singular mundo de Cirlot. Bronwyn implícita, explícita... astillada en demasiados fragmentos imposibles, en agua oscura y en las tinieblas de la memoria, en lo desfallecido.

Me gusta que digáis que Valente escribía poesía en sus ensayos. Me gustan ese tipo de afirmaciones. No sé qué tendrán que decir los celosos guardianes de la ortodoxia poética que pululan por estas páginas. Siempre infalibles en el error, seguro que alguno se atreve a ilustrarnos, también, en este punto, con previsibles y paupérrimos resultados.

Escribí un propósito para el año nuevo, pero a la vista de que no iba a pasar la censura y me iba a granjear la automática enemistad de la mitad de los lectores de este blog (y el igualmente automático aplauso de la otra mitad), lo borro y os dejo un ecuménico, pulcro, lapidario y tedioso feliz Año Nuevo.

Anónimo dijo...

PD: no sé si tiene el "peso" necesario, pero igual me permito recomendar otro libro que creo que reúne, o se acerca, los requisitos impuestos: la cajita de Luis Feria de Pre-Textos. Otro de los olvidados de la poesía en este país.
Salud.

Anónimo dijo...

Aprendiz dijo:


Me parecen muy acertadas vuestras propuestas:

- Los dos tomos de la Obra Completa de Valente ya los tengo.

- Bronwyn de Juan Eduardo Cirlot también. No en cambio "Del no mundo" del mismo autor.

Espero a que algún Rey Mago me llene el calcetín.

Muchas felicidades a todos

Anónimo dijo...

Qué guapos eran estos dos poetas de jóvenes, en lugar de sus libros, me los pido a ellos directamente. ¿Tanta magia tendrán los Reyes como para traérmelos? Imagino que me tendré que conformar con el calorcito del brasero. Como lectura navideña recomiendo la poesía mística de San Juan o Santa Teresa, a ver si se nos pega algo de su silencio en medio de tanto ruido. Besos, y feliz año, Jaula.

Anónimo dijo...

Sabia elección. Dos grandísimos poetas y dos enormes desconocidos para el común de los habitantes de este curioso país.

Anónimo dijo...

Muy buena elección.
Eduardo, Valente desconocido...
¿Eres escocés? ¿Todavía no se vende la obra de Valente en Edinburgo? Curioso país Escocia.

Anónimo dijo...

Algunos tomáis clavos para desayunar. Que mala leche.

Es un tema más sencillo. Hay miembros de su generación mucho más conocidos que Valente. Me refiero, por ejemplo, a Pepe Hierro o a Caballero Bonald o Ángel González. Si te pones a la salida de un metro, y preguntas por alguno de estos tres últimos autores, creo que tendrás al menos un 1% de respuestas positivas, si no más. En el caso de Valente, creo que estaría más en el 1 por mil o incluso menos, y eso que fue premio Príncipe de Asturias. No era un poeta popular.

Respecto a Cirlot, sin duda estaría incluso por debajo de Valente aunque entre los poetas sea muy conocido.

Espero que ahora se entienda mejor.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo contigo, Eduardo. A Valente o a Cirlot no los conoce ni Dios fuera de los poetas.

Algo de culpa tienen que ver esa casta política que hace que se enseñe poesía facilona y apolillada en los institutos, o la poesía del poeta autonómico o municipal.

Es curioso que siendo dos grandes poetas, caídos en el olvido del público general, su visión sobre la utilidad de la poesía sea tan divergente. Esto he encontrado en wiki. Son palabras de Cirlot:

"Si publico pocos ejemplares es porque creo que en la actualidad, es muy difícil o casi imposible interesar con una poética nueva, sobre todo si ésta versa sobre experiencias espirituales y no sobre problemas de la masa. La humanidad quiere convertir a los poetas en periodistas, agentes de publicidad o sacerdotes, géneros muy distintos y respetables en diversos grados. Pero el poeta no es nada de ello. Es solo alguien que responde a preguntas formuladas por algo que se asemeja a la nada. Y su voz tiene resonancia que no podría evitar aunque quisiera. A eso se le llama hermetismo."

Amen.

Anónimo dijo...

Joan, ¿te puedo hacer una pregunta? ¿Qué consejos darías a un joven poeta? No es que yo quiera ahora ponerme a escribir ni nada, es sólo que se me acaba de ocurrir, y bueno, tengo curiosidad.

Respecto a lo que decía Eduardo, comparto la triste impresión de que a pesar de su inmenso prestigio e indiscutible calidad, apenas se lee a Cirlot y a Valente. Haced la prueba entre vuestros amigos y conocidos. Incluso entre los jóvenes poetas, muchos ni siquiera saben de su existencia, no digamos ya haberlos leído. Claro que la ignorancia y la falta de curiosidad de buena parte de los poetas jóvenes, y no tan jóvenes, de este país, es algo que clama al cielo (si me permitís, me refiero a los que he tratado personal e im-personalmente; por supuesto las excepciones son muchas y muy gratas; pero luego te encuentras blogs titulados "Mundo iconoclasta" y gestionados por poetas jóvenes, donde abundan los poemas de Luis Muñoz y Sánchez Rosillo, singular rebeldía iconoclasta...).

Decía Bolaño que un autor muere cuando muere el último de sus lectores. Cifraba la hipotética muerte de Joyce en, digamos, el año 4225, cuando morirá un anciano en el suburbio de Londres, último lector real de Joyce. No sé con Valente, pero es posible que el último lector de Cirlot muera en el siglo XXI.

Salud

Lola Torres Bañuls dijo...

Hola Soy XX.

Sinceramente yo no conocía a Cirlot pero si que lo leeré. A Valente si lo conocía.


Anonimito, no creo que se termine en el olvido Cirlot sobre todo si hay blogs como este de Addison.
Siempre hay un lugar para la poesía, para la mejor poesía.
Y blogs hay un montón que no valen nada, pero también algunos que son la excepción.

Es verdad de unos autores te saltas a otros. Es fascinante.


Un saludo

Anónimo dijo...

Eduardo, no es mala leche, es simplemente estupor.

Si revisas las hemerotecas, verás que Valente convocaba a gran cantidad de periodistas cada vez que pisaba el suelo español (vivía en Suiza). Por si te quedan dudas, Velente es uno de mis poetas de cabecera, y sin duda para mí de lo mejor de esa generación junto con Claudio Rodríguez, a la que por cierto no pertenecía José Hierro, que habría que emplazarlo en la generación inmediatamente anterior (ya que hablamos de generaciones, término discutido y discutible).
Al propio José Hierro, no le conocía nadie fuera del ámbito poético hasta el final de su carrera, cuando empezó a dar recitales con Sabina y le dieron el Cervantes. En cualquier caso, lo raro para un poeta no sería el caso Valente, sino el caso Hierro al final de sus días, con imágenes del poeta ocupando las fachadas de algunos edificios en Madrid.

Y puestos a hacer pruebas, vete a la puerta del metro y pregunta por Claudio Rodríguez (que tiene poemas dentro del propio metro, que por supuesto nadie lee ni recuerda), o Francisco Brines.

No es por ser capullo, aunque por mi tono lo pude parecer (pido disculpas por el tono de mi entrada de ayer), pero el gran poeta que fue Valente gozó de un reconocimiento que en absoluto es menor al de otros compañeros de "generación".

No obstante, AdW ha recomendado un libro de ensayos, lo que sí es ya algo más arriesgado, y lo que, dicho sea de paso, me parece un acierto.

El caso de Cirlot es distinto, y ahí estoy totalmente de acuerdo contigo y con todos los que han intervenido después.

Abrazos y reitero mis disculpas.

Anónimo dijo...

Joder, anonimito, menuda cuestión.

Si alguien me hace esa pregunta, que por otra parte no es infrecuente, suelo responder que no soy quién para contestar. Si insisten dos veces más les respondo.

Si quieres ser un poeta bengala, también poeta petardo, de mucho ruido y corta duración, sólo hay que imitar lo que hacen los poetas bengalas. Primero, arrimarse a un poeta mediático. Alabarlo, escribir una tesis doctoral sobre él, decirle que es el mejor, escribir un artículo, cartas, dibujos, irse de putas/chaperos con él (suelen ser hombres), ser seductora si eres chica y esas cosas.

Segundo, ser poeta crítico. A partir de ese momento, estarás en todas esas patéticas antologías en las que siempre están los mismos y que ellos mismos hacen y se incluyen (y no me refiero sólo a la última seudoantología granadina), las editoriales querrán publicarte, los editores desearán premiarte, todo el mundo te mencionará, estarás en el top de recomendaciones de los patéticos blogs de empatía poética, serás jurado, etc etc

Tercero, trabajar a tiempo parcial, aunque sea de repartidor, para una de las grandes editoriales. Ofrecer tus servicios aunque sea a cambio de nada (ídem con la prensa para ser crítico). Traducir gratis a cambio de un libro, despachar en la librería del editor...

Cuarto, imitar. Bien sea imitar al poeta al que peloteas, o a su poeta favorito, o bien imitar al poeta internacional de culto (como se ha hecho en España con Ashbery por parte de unos submodernos). El caso es que tu poesía puede ponerse como referente de algún gran nombre que introduzca caché en tus reseñas.

Quinto, trabajar o bien en una universidad o bien en una institución que te permita invitar con el dinero de todos a los poetas a los que quieres hacer la pelota, a quienes te devolverán el favor, ocupar un magnífico y presentador segundo plano, y manejar el cotarro. Dirigir festivales de poesía tampoco es mala idea y luego surgen viajes gratis de lo más interesante. Es importante nunca gastar dinero propio. Para eso está el Estado.

Podría extenderme pero cualquier trepa poético tendrá más que suficiente con lo comentado e incluso podrá añadir de su cosecha.

Si a quien pregunta los focos le dan igual, si prefiere no estar con foto en las electivas afinidades, si se la soplan los premios, si se la soplan las editoriales que huelen a premio a priori, en fin, si tiene alma de poeta, mi consejo sería el siguiente: salvo que sea un genio, nunca ha sido el caso, que no publique nada hasta los treinta. Que escriba pero que no publique. Segundo: que lea como un enfermo. Si tiene que robar libros, que los robe, y si no, que compre y devuelva, que compre y devuelva. Tercero: Que no publique nuevos poemarios si no es con un intervalo de 5 años desde el último. Los libros tienen que descansar para que veamos bien la mierda que hemos escrito. Y finalmente, que sean osados, atrevidos y auténticos.

Dicho queda. Rilke lo decía mejor y sin tacos.

PD.- Si alguno se siente aludido o cree que lo dicho se acerca a él, es porque podría ser un poeta petardo.

Anónimo dijo...

Gracias, Joan. Me he partido de risa leyéndote. Sabio e instructivo como siempre. ¿Y sabes una cosa? La mayor parte de mis poetas favoritos responden a los últimos criterios que apuntas: no publicar hasta los treinta o más, espaciar los años entre libros, no estar en esas afinidades... es decir, que hay otros caminos en lugar de la autopista fácil, del pijerío literario y la foto de portada. Claro que algunos no han publicado a los treinta y otros lucen ya obras commpletas a esa edad. O tempora...

Escuchad: esta semana Babelia vuelve a no reseñar ningún poemario. Puesto que nadie se mueve por aquí, ni por ningún lado, creo que voy a escribir una carta al director para denunciar esta situación y estoy pensando en abrir un blog para quien quiera sumarse, porque a mí sólo, que no soy nadie, no me harán caso. En cualquier caso, es una idea, pero como parece que los poetas no os ponéis a la tarea, movidos por vuestro terco anonimato, nos va a tocar a los lectores hacer algo.

Saludos

Anónimo dijo...

No puedo sino estar completamente de acuerdo con usted esta vez, Joan -algo que no suele sucederme, porque confieso que sus juicios y su tono habitual me producen una cordial antipatía. A su inteligente y aguda tipología podría añadírsele algún caso más, quizá tener o administrar un blog..., pero voy a callarme, no vaya a ser que este comentario mío no pase adelante. Saludos.

Anónimo dijo...

hOLA

XX Dice;
BUeno pregunta Anonimito, ayer cuando la leí pensé voy a esperar a ver que dice el Sr. Joan.

A mi me gusta más la segunda opción. Me resulta más facil pero no por escribir sino por leer y seguir leyendo. Y mientras tantos garrabatear hojas y hojas de word.
Es muy complicado esto de saber si lo que uno escribe vale o no vale. Supongo que con los años...

La primero opción no me gusta por eso de las relaciones públicas. Que c--- en todas partes parece ser que lo de pelotear sirve en cierta medida.

Nada que voy a seguir en mi cueva intentando tropos y malabarismos varios con el lenguaje.

Feliz Navidad aunque sea tópico.

Anónimo dijo...

Buenísimo Joan. Se deben haber sentido identificados unos cuantos muchos. Mi única duda es que creo que su estrategia, al menos a corto plazo, es más eficiente. A largo plazo, todos muertos.

Como éste es el post abierto actual, he de comentar que me ha dejado perpleja la respuesta de Andrés Neuman en la entrada de Watanabe. No me creo ese buen rollo, tío. Te explico por qué. Una persona que le gustan tanto los focos y los premios, que es un gran vendedor de sí mismo, me produce desconfianza. Esta mañana he estado en una librería y he hojeado tu libro, entre otros. Te soy sincera y perdona mi crudeza. Que hayáis elegido a Luis Antonio de Villena y a García Posada para la cinta roja que recorre la portada de tu libro, con todo lo que ha llovido sobre estos dos personajes en los últimos años, me ha dado vergüenza ajena. Te lo digo con todos mis respetos pero es lo que he sentido. Es una demostración de lo que para mí representas en la poesía y cómo te mueves dentro de ella.

Y cambiando de tema, voy a hacer mi recomendación particular de libros. Salvo por el hecho de que no son españolas, están muertas, fueron grandes poetas, son buenas ediciones y están a la altura de un buen regalo navideño. Las tres son mujeres. Lo siento. Si se regalan los tres, la alegría será triple. El orden es alfabético. El primero, la poesía completa que ha sacado Igitur de Elizabeth Bishop. El segundo el comentado Vive o muere de Anne Sexton publicado en Vitruvio. Y el tercero, las Cartas de Amor y Literatura de Marina Tsvietáieva publicado por La Poesía, señor Hidalgo. Tres libros muy distintos pero con los que he tenido momentos de intensidad poética que hacía tiempo que no tenía.

Felices fiestas y me apunto a tu idea, anonimito.

Anónimo dijo...

Cuán por encima del resto de los poetas mortales estáis y cuanto estudiáis los devaneos de los pobres engañados, que se creen que la gloria es otra cosa que una mujer. Os desafío a reconocer, querido Joan, que alguna vez habéis resbalado en alguno de esos roles, cayendo de bruces sobre vuestro propio fracaso. ¡Qué bien os acogió entonces vuestro verdadero lenguaje! ¡Dejad que los jóvenes poetas se diviertan y se vendan! Los que deban volver al poema, ya lo harán enriquecidos. Creedme cuando os digo que toda esa morralla tiene la misma virtud del abono o la misma bondad dela alquimia. O que, como ha recogido el siempre socorrido refranero español, "no hay mal que por bien no venga". Hay que tener fe y ponerle a todo más cariño, Joancito, Jaula.

Anónimo dijo...

Lo último que se sabe de Babelia es que han ofrecido la dirección a Luis García Montero. De momento no ha aceptado (también parece que se le ha ofrecido en una cátedra en Madrid y la dirección de la Casa de América en la misma ciudad). Todo por supuesto compatible con su dirección paralela de Visor.

Las implicaciones que tendrían esa dirección son complejas: con seguridad más poesía. Y con seguridad más amiguismo. Si cabe.

Lo que sí parece claro es que la dirección no está contenta con la marcha del suplemento, y los que escriben en él tampoco. El cambio, como ya se criticó por aquí, iba hacia una mayor presencia de lo visual en detrimento del texto, pero lo visual no ha compensado nada. La calidad está en mínimos. Son tiempos de dudas, en mitad de una crisis económica en Sogecable sin precedentes. Los cambios que se han producido van en esa dirección: menos firmas y, por tanto, menos dinero a pagar. En El Cultural no están mejor, ni a nivel económico ni cultural, pero son fantásticos disimulando.

Anónimo dijo...

Bueno, chicos, no es muy brillante ni muy currado pero aquí lo tengo:

http://cartababelia.blogspot.com/

Si os queréis sumar y hacemos una carta conjunta, mejor que mejor. Si no, la enviaré a título particular y listo. En el blog podéis comentar lo que consideréis oportuno e incluso volver a redactar la carta, lo que queráis. Pero por favor, si queréis participar que sea en serio, no vayáis a meterle caña a anonimito porque borraré directamente todos los comentarios que no tengan relación con el tema. A mis incondicionales detractores, que sigan erosionándome aquí, con el permiso de Addison.

Y para los más perezosos copio aquí el contenido de la entrada:

Como todos sabéis, desde que cambió el formato de Babelia, los contenidos culturales del suplemento han sufrido un menoscabo considerable. En concreto, la poesía se ha vuelto prácticamente invisible y no es raro que pasen quince días o más sin una sola reseña. Y cuando éstas aparecen, la variedad y el riesgo en la selección suelen brillar por su ausencia. "El País" es un medio de referencia y esta queja debería estar capitaneada por poetas y críticos, porque les atañe, como atañe a este mero lector que pretende, aunque sea quijotesco, quejarse por este asunto. Creo que se trata de un tema que trasciende los intereses de los grupos y clanes poéticos: afecta a todos por igual y sería bueno, por una vez, enterrar los recelos tribales y ponerse de acuerdo en un asunto de vital importancia. Gustosamente me borro de la iniciativa si alguien quiere recoger el testigo. En todo caso, y como lector, propongo un posible borrador de carta al director, sujeto a los cambios y sugerencias que estiméis oportunos si os animáis a participar.

"A los responsables de El País y Babelia:

Desde que se produjo el cambio de formato en Babelia, se viene observando una progresiva desaparición de las reseñas de poesía en el suplemento. Y cuando éstas aparecen, no se caracterizan por la variedad editorial y el riesgo de la selección. La literatura es un hecho plural y El País, como medio de referencia, acostumbraba a ser un reflejo de ello; la ausencia de críticas de poesía priva a los lectores de una herramienta esencial en todo periódico que se precie. Las estadísticas dicen que los lectores de poesía apenas representan un uno por ciento del total, pero precisamente un periódico que cumple una función cultural y no atiende sólo a los criterios impuestos por el mercado debe dar respuesta a las demandas de las "minorías cualificadas" y al hecho diferencial de la poesía como medio de expresión literaria. La ausencia de estas reseñas empobrece el suplemento y resulta un hecho cuando menos singular que sea precisamente "El País" el periódico de tirada nacional que más descuida este género literario. Sería deseable que todos los géneros y estilos tuvieran una representación puntual que diera cuenta de la diversidad de voces del panorama literario español, también en el minoritario mundo de la poesía".

Pues eso es todo. La verdad es que me ha quedado una carta bastante fea y mal redactada, pero hoy no doy más de mí. Ya diréis que os parece. De verdad que creo que sería bueno dejar las rencillas a un lado por una vez y arrimar el hombro. Esto os interesa a todos.

Querida Helena: estás hecha una leona. Por supuesto que voy a leer esos tres libros maravillosos que recomiendas: ya los tenía apuntados para futuras compras (por mi parte, me permito recomendarte "El canto y la ceniza", antología de Ajmátova y Tsvétaieva de la que ya hablé en alguna ocasión y que, si no me falla la memoria, no habías leído. Te gustará, de verdad. También recomendables, porque no sólo de poesía vive el hombre, los aforismos completos de Elias Canetti en edición de bolsillo y un libro que me está pareciendo delicioso: "La historia de la filosofía occidental" de Bertrand Russell, que combina ironía y erudición, como dijera Borges...). Es de lamentar la no demasiado buena distribución de Vitruvio; todavía no he visto el de Anne Sexton en librerías, y al encargarlo me han dicho que no saben cuánto tardarán en traerlo... Paciencia.

Anónimo dijo...

Me debo haber explicado mal, amiga Jaula. Probablemente no lo leíste pero ya escribí aquí en su día que yo también había pecado. Quizá por eso mismo, y por los años que arrastro, creo que puedo hablar sin que mi palabra sea acto de fe. Sólo un humilde consejo, que además me han pedido.

Cuando dices "dejad que los jóvenes se diviertan" tienes la misma idea en mente que yo. Pero los jóvenes que se toman la poesía como el caso primero no se divierten. Sufren de manera espantosa porque no aparecen en una determinada antología, o porque no han ganado un determinado premio o publicado en tal o cual editorial. Sufren de verdad. Y la poesía puede ser dura en el acto creativo pero no debería de serlo en su vivencia. Y para muchos jóvenes que conozco lo es, precisamente por buscar ese éxito que, en realidad, no lo es, y que suele recaer en bastante ocasiones en quien menos lo merece.

pd Gracias por tu iniciativa, anonimito. Conociendo al gremio, anticipo la posibilidad de que termines mandando la carta por tu cuenta, pero la historia se construye más por esfuerzos individuales que por los colectivos.

Anónimo dijo...

Me imagino que estará hecho así a propósito, pero está muy complicado hacer un comentario de apoyo en el blog, anonimito.

Anónimo dijo...

Lo siento, anónimo, es más bien un problema de blogger, no sé cómo hacer para que se puedan dejar comentarios anónimos sin necesidad de abrirse una cuenta.

Si te parece, dejo un correo para que se sume quien quiera o comentemos lo que gustéis:

walserillo@yahoo.com

Y perdonad la impericia, soy torpe organizando cosas así, nunca lo he hecho.

Salud

Anónimo dijo...

Para Joan.

Estimado Joan: ¿Qué te parecen los poemas que han quedado finalistas en este concurso? Creo que hay una "Visora" (Josefa Parra Ramos) entre ellos, que no sé muy bien qué hace una barda de esta "categoría" presentándose a un concurso tan nimio como éste.

Los poemas están en

http://www.canal-literatura.com/

y también los puedes leer en La Verdad de Murcia, cuya dirección es:


http://www.laverdad.es/murcia/ocio/siete-espanoles-final-certamen-200812191238.html


Gracias de antemano por tu comentario, si lo das.

Anónimo dijo...

Para los que no encuentren el libro de Cirlot y quieran hacer/recibir un buen regalo, el primer tomo de la poesía completa de Siruela, "En la llama", con su poesía entre 1943 y 1959, también es un libro MARAVILLOSO.
Uno lo abre al azar y se encuentra con cosas como esta:
"Amante de mis ojos,
mi espíritu te funda
en el fondo del mundo".
Y qué decir de Valente, el más grande...
Muchas gracias por las recomendaciones, muy acertadas (me sumo a la de anonimito de "El canto y la ceniza", poesía demoledora...)
Y un saludete a Joan...A más de uno le habrá escocido tu tipología de jóvenes poetas...

Anónimo dijo...

Anonimito:

1- Vete a escritorio
2- Haz click en configuración
3- Haz click en comentarios
4- En "Persona que puede hacer comentarios" marca: "Cualquiera - incluidos los usuarios anónimos"

También tienes otras opciones en esa página.

5- Asegúrate de que abajo de esa página haces click antes de salir en "Guardar configuración"

En principio te debería funcionar. Suerte.

Anónimo dijo...

Gracias, Anónimo, arreglado. No había explorado las diversas opciones, gracias de verdad, ya se pueden dejar comentarios de todo tipo.

Creo que estaría muy bien hacer una carta conjunta, pero soy realista y no sé si la cosa va a ir muy lejos... En todo caso, la enviaré a título individual y dejaré constancia del resultado, previsiblemente negativo. Al menos no nos pueden quitar el derecho al grito.

Salud

Anónimo dijo...

“La crisis de la prensa española es de tal calibre en estos momentos que, si no se toman medidas inmediatas, muchas empresas informativas tendrán que cerrar sus puertas” Esta afirmación (...) sintetiza la gravedad del panorama informativo español actual. El espectacular descenso de tiradas, y la disminución de publicidad -principal elemento financiero de un periódico- son algunos de los indicadores de esta crisis, que en último término es una crisis del lector”. Esta actualísima radiografía de los medios impresos fue publicada en El País el 12 de enero de 1978. Como se ve, a la prensa le pasa lo que al teatro: siempre ha estado en crisis.



Quizás porque ha sonado demasiadas veces la alarma procedente de este redil sin que el rebaño resultase herido, nunca se ha hecho mucho caso a los gritos de auxilio del sector. El último pastorcillo mentiroso en anunciar la llegada del lobo ha sido Pedro J. Ramírez aunque en esta ocasión y, sin que sirva de precedente, al director de El Mundo se le han escapado algunas verdades, la fundamental que los editores de este país han antepuesto la venta de edredones a la de información, incluido él mismo. Por cierto que, tras el fracaso de la enésima historia de la Transición, a la que Vicky Prego se ha dedicado en cuerpo y alma durante casi dos años, el último ‘edredón’ de Ramírez ve la luz este domingo: un millón de menús de la Escuela de Cocina Telva, en DVD y fichas.



Pues bien, las promociones han facilitado ingresos y han permitido ganar compradores de diarios (lo de lectores es más discutible) o, al menos no perderlos. De su importancia en la cuenta de resultados de los grandes medios daba cuenta hace un par de años el entonces consejero delegado de Prisa, Juan Luis Cebrián, reconociendo que El País ya facturaba más por este concepto que por las ventas de ejemplares. Pero el panorama ha cambiado radicalmente.



Lo que está ocurriendo ahora es bastante simple de explicar. Las promociones están fracasando porque las estanterías de los lectores no admiten más cacerolas ni coleccionables repes, y ello ha redundado un sensible descenso de las ventas que no admite más maquillajes. Simultáneamente, la crisis y la pérdida de lectores han provocado una vertiginosa caída de la publicidad, que según el Libro Blanco de la Prensa Diaria de 2009 se situará en el 16% como media, pero que será mayor en algunos grupos. Según cifras del propio Ramírez, la factura publicitara de El Mundo, El País y el ABC se ha reducido en más de un 30% respecto al último año.



Por si fuera poco, a esta vía de agua hay que añadir los boquetes de las alocadas políticas empresariales, que confiaban en que la gallina de los huevos de oro fuera además inmortal y capaz de mantener adquisiciones disparatadas como la de Recoletos por parte de Unidad Editorial o pesos muertos y muy caros como la televisión digital de Polanco. De momento, los periódicos siguen ganando dinero pero no pueden pagar a los bancos. Esa es la situación al día de hoy.



Se trata tan solo de los aspectos locales de una crisis global de los medios impresos tradicionales, golpeados duramente por Internet y, en muchos países, por la irrupción de una prensa gratuita que ha satisfecho las necesidades básicas de información de buena parte de la población. Por volver al caso de España, mientras el crecimiento en número de lectores de los periódicos de pago ha sido más bien discreto en la última década, los cuatro grandes diarios gratuitos acumulan ya nueve millones de asiduos, según la última oleada de la Encuesta General de Medios. Es decir, hay más gente dispuesta a leer pero muy poca dispuesta a pagar por una información que puede encontrarse en otros canales a coste cero.



El presidente de la Washington Post Company, Donald Graham, no ha tenido reparos en afirmar recientemente que “el modelo económico de la prensa escrita ya no funciona” ni en añadir después que el Post y Newsweek perderán dinero en 2008 y que “sería un desafío para nosotros demostrar algún progreso en un clima muy difícil para la publicidad en 2009”. En los últimos seis meses, la caída de tirada de los 507 diarios estadounidenses ha sido del 4,6% mientras que la publicidad se contraía en el último trimestre más del 18%. Por rematar el cuadro sirvan estas pinceladas: el grupo del Tribune se ha acogido a la ley de quiebras; The New York Times ha hipotecado su sede de Manhattan para obtener liquidez; más de 15.000 empleados de medios de comunicación se han ido a la calle; y el prestigioso Christian Science Monitor ha anunciado que en abril dejaría de imprimirse en papel y sólo será accesible a través de Internet.



La situación en Francia no es mucho mejor, tal y como se puso de manifiesto en un reciente congreso de editores celebrado el pasado mes de octubre en Lyon. La irrupción de Internet ha metido a los diarios en un callejón sin salida aparente: las ediciones digitales no compensan la crisis porque un lector en línea reporta diez veces menos ingresos que un lector de papel. Los asistentes al congreso apelaron a la creatividad en los contenidos, a la reorganización de las redacciones y la creación de nuevos productos para despejar la incógnita de una ecuación aparentemente irresoluble: los ingresos no dan para cubrir los costes fijos pero los lectores buscan informaciones diferenciadas, y por tanto más caras, para seguir comprando el diario.



Esta es, sin duda, una de las claves de la supervivencia. La nueva lucha de los medios impresos ha de ser por la calidad y no por la cantidad. Y para ello hay que limpiar las estructuras y los propios periódicos que, como señala la periodista Irene Lozano en un denso artículo publicado en enero de este año en la Revista de Occidente, son lo más parecido al departamento de souvenirs de El Corte Inglés, donde se amontona información relevante junto a noticias intrascendentes, castañuelas y tortilla de patatas junto a la guía del Museo del Prado.



En este mismo trabajo se da cuenta de los resultados de un estudio del Pew Reserch Center sobre la evolución del interés ciudadano por determinado tipo de noticias. El autor, Michael J. Robinson, observó que entre 1986 y 2006 no había habido ningún cambio en dicho interés, sino que habían sido los medios los que habían cambiado. En definitiva, que los lectores seguían muy de cerca las noticias de catástrofes y las económicas (empleo y precios) y que la información política y de conflictos (guerras terrorismo y violencia social) interesaba mucho más que los cotilleos, de los que ahora campan a sus anchas en las páginas de los denominados medios serios.


La crisis de la prensa escrita no es tanto económica sino de información. Los ciudadanos no pagarán por lo que pueden conseguir gratis. No bastará la marca, como profetizaba Ramírez, al que habría que recordarle que sus disparatadas tesis del 11-M no podría soportarlas ni la Coca-Cola. Los periódicos necesitan para sobrevivir información, análisis y opinión de primera calidad. Su drama es que algunos de estos ingredientes ya pueden encontrarse en Internet si se busca bien. A la vista está.

Juan Carlos Escudier