Comencemos antes que nada por el premio Reina Sofía. ¿Con qué facilidad la mayor parte de poetas inclina sus rodillas y traga lo intragable con tal de estar ahí?. Es un ejercicio de hipocresía sorprendente.
Esta facilidad por la que el Estado controla a los presuntos intelectuales a través de premios a una carrera que suponen el paso o no a un estrellato, efímero, debería de llevar a cierta reflexión. ¿El fin justifica los medios? ¿Dónde está su independencia?. ¿Dónde su rebeldía?. ¿Por qué babean de esa manera al entrar al salón de columnas del Palacio Real?.
Sobre el jurado, unas cuantas coincidencias con respecto al Cervantes, incluido el aburrido Victor Garcia de la Concha, Gamoneda (que nos gusta como poeta y nos aburre también cuando habla), Josefina Aldecoa , etc.
Entre los candidatos al premio, un poeta que no nos gusta, Antonio Carvajal, que con un total de cinco candidaturas optaba al premio por primera vez. Sorprendente. ¿De dónde habrá sacado tantas candidaturas?.
Por detrás del granadino se situaba el excelente poeta chileno Nicanor Parra, con tres candidaturas. Seis poetas concurrían con dos propuestas: Demetri Fabrega (Panamá), Giovanni Quessesp Esguerra (Argentina), Homero Aridjis (México), José Carlo Gallardo (España, ¿quién es?), Mario Benedetti (Uruguay) y Renée Ferrer (Paraguay).
Con una candidatura optaban los españoles Rafael Guillén, Pablo García Baena, José Manuel Caballero Bonald (sigue en muy buena forma), Félix Grande, Luis Alberto de Cuenca (que tendrá que esperarse a que gane Rajoy) y José Luis López Anglada (¡¡¡¡cielos!!!!). Completaban la lista los peruanos Antonio Cisneros y Blanca Varela, claro, el nicaragüense Ernesto Cardenal, los ecuatorianos Jorge Enrique Adoum y Efraín Jara y los argentinos Alfonso Nassif, Juan Gelman, Horacio Castillo y Edgar Morisoli, entre otros. En otras palabras, los de siempre.
Sobre Blanca Varela, por supuesto, es una poeta excelente, procedente de un pais que ha dado uno de los mejores poetas en lengua española de toda la historia: César Vallejo. Llevamos unos 40 años en los que la poesía que se hace en sudamérica es notablemente mejor que la poesía que se hace en España. Quizás las condiciones de verdadera marginalidad que allí han tenido que vivir los poetas y su alejamiento del poder han dado como muestra una colección de poetas de enorme calidad y atrevimiento.
Mientras aquí, seguimos sufriendo los efectos todavía duraderos de la poesía de la experiencia, que sigue aposentada en la mayoría de jurados de premios de poesía ahogando a las voces atrevidas de nuestro panorama lírico. Puro conservadurismo.
Por cierto, que a Blanca le concedieron también el premio Federico García Lorca (debería de estar prohibido utilizar el nombre de Federico en vano) que patrocina el Ayuntamiento de Granada. El premio lo entregó, como no, el concejal de cultura del PP, Juan García Montero. Sí, habéis leído bien. PP y Garcia Montero. El hermanísimo del "izquierdísimo pero menos" Luis García Montero.
Luis no es tan mal poeta como dicen algunos pero con todos nuestros respetos, sí nos parece el poeta más sobrevalorado en España de los últimos 40 años.
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