sábado, 28 de junio de 2008

Antonio Colinas. Desiertos de la luz. El Cultural


Hola a todos:

De las dos reseñas de poesía que trae El Cultural esta semana, dejamos la de Camilo José Cela para los amantes de la disciplina inglesa. Nos centraremos en el último poemario de Antonio Colinas, "Desiertos de la luz". Publica Tusquets. Realiza la crítica Túa Blesa.

Colinas es crítico de El Cultural y no es mal crítico desde luego. Pero la objetividad que puede tener un compañero suyo la ponemos en cuarentena. Ser crítico de poesía siendo poeta no da dinero, o da muy poco. Pero da un inmenso poder poético. Por eso hay tortas en la cola de entrada a los suplementos y los más "listos" de nuestros jóvenes compañeros van haciendo su hueco en suplementos, webs y diarios de menor calado. En ese juego que tan poco nos gusta está el señor Colinas, por mucho que se dedique a poesía extranjera.

Objetividad a priori del crítico, en este caso, en nuestra opinión: 2 / 10

Como resumen de la reseña de Túa, este final con una metáfora brillante y arrebatadora: "Quien se aventure a atravesar estos desiertos sin duda quedará iluminado por su luz poética.". Arrebatados quedamos.

Nuestra objetividad se ve influenciada por este hecho: 4 / 10

Vamos a hacer esta contracrítica más breve de lo habitual porque nos ha aburrido tanto el libro, nos ha irritado hasta tal extremo, especialmente en su primera parte, que no queremos contagiar nuestro aburrimiento haciendo un análisis poema a poema.

De hecho, uno de los primeros errores del libro es la insistencia del autor sobre los mismos temas, las mismas palabras, los mismos finales, hasta que rápidamente lamentamos tener que quedarnos hasta el final del libro en vez de devolverlo inmediatamente a la librería. Como si fuera una litografía numerada, cada poema parece uno más de una serie 1/x.

Ya nos habían advertido nuestros amables lectores de que la foto de Antonio mirando el cielo, como poseído por un haz divino, era sospechosa. Y nada más y nada menos que eso es lo que ha ocurrido. El Espíritu Santo se ha apoderado del alma del poeta, y de algunas cosas más porque como intento de libro místico, una de nuestras debilidades, el libro es un auténtico fiasco. Como libro de poesía, también.

A veces se habla de Machado, con cierta mala leche, como el mejor poeta del siglo XIX. Quizás habría que considerar si Colinas podría ser, desde luego no el mejor, pero sí un poeta muy anterior a los tiempos que vivimos.

El libro se divide en dos partes. La primera, y todavía peor que la segunda, se titula "Cuaderno de la vida". La segunda, "Cuaderno de la luz".

Los mayores errores del libro, según nuestro juicio crítico, son la sobreabundancia de clichés, la falta de recursos técnicos, la falta de originalidad en la temática, la falta de originalidad en la forma, la métrica forzada y anquilosada, el amaneramiento, etc

Cuando nos referimos a clichés queremos decir esto exactamente: "Nuestra patria debiera ser el mundo"; "tú germinabas silenciosamente / en mi interior"; "y cantaba, cantaba / tu palabra en la luz y en las sombras sonoras"; "que me abren la granada / cárdena de su sangre"; "nuestra sed de infinito"; "es un espacio en que la nada es todo / y el todo es la nada"; "portando entre las palmas de sus manos / una llama"; "donde el ocaso viene a posar / las brasas de los suyos", "...y por estas brasas / del sol último enrojeciendo el horno del pórtico"; "Y era el otoño de él"; "Era el otoño ya maduro de ella"...

Como dice el propio poeta, "tanta y tanta palabra desgastada".

En el aspecto técnico, el texto abusa hasta lo insospechado tanto del oxímoron como de la paradoja, tan de moda por lo que parece: "pero el hombre aún no sabe que no sabe", "un fuego /que arde y que no quema", "en un tiempo sin tiempo"; "antes que esta luz /.../se torne negra"; "saber que este cuadrado / de la plaza es un círculo de hogueras"; "que arde / sin arder, que quema / sin quemar"; "...palomas con escarcha / que arden sin arder...", "pero a la vez tus dedos eran llamas,"; "hasta llorar por siempre de alegría / lágrimas negras", olé el Cigala; "...música que suena / para aquel que no escucha, que le habla / a quien no habla y que muy dulcemente / le abre los ojos para siempre a aquel / que los tiene cerrados a la luz."; "¿Acaso estás ofreciendo su nada a una nada / que es todo para él?"; "esas eternas piedras vivas / que están muertas, / esas eternas piedras muertas / que están vivas"; "en la que, siendo noche, luce el día"; "de un vivir sin vivir"...

Alguna metáfora es realmente de taller de poesía: "y que nos va quedando poca leña / entre las manos para alimentar / la mínima hoguera del espíritu."; "en la quilla / del mirador"; "si la quilla del barco que es esta azotea"; "fundiéndose en el mismo horno de cobre del sol"...

Por supuesto, no falta el amaneramiento, muy en la línea de los algunos de los últimos libros de Tusquets: "respirar dulcemente la música que huye / a los prados remotos del firmamento"; "Si pudiese apoyar mi frente en ti / y perder el sentido! / ¡Si pudiese / extraviarme por siempre en tu pureza"; "donde / dialogan los rayos y el pinar"; "como si en ellos bebiese mi rostro / tardes del paraíso"; "¡tanto cielo azul / tallado a diamante..."; "Y si fuésemos sólo ese color /escarlata de la flor del granado"...

Cuando hablamos de métrica forzada hablamos de "mas Dios es la no guerra"; "Se alza entonces una brisa süave /.../ que no cae, mas que en bruma se deshace"; "sea un bello cuadrado: ágora de más vida". El léxico y la sintaxis se retuerce lo que haga falta con tal de que la cifra de sílabas sea impar. Da igual que todo suene igual y además antiguo. La métrica es mucho más que eso, señores. Es una ciencia y un arte, no una mísera regla de tres.

Todo ello saturado de palabras que se repiten, algunas hasta la saciedad, como luz, hoguera, fuego, música, misterio, laberinto, oro, piedra/s, cigarra...

Hay algún poema que aislado, olvidando que ya ha sido de alguna manera leído en otro lugar del poemario, funciona, como puede ser el caso de "Desiertos de la luz", "En el Mar Muerto", "En Bruselas" o "Tiempo del cielo". Y también hay poemas que sonrojan, y que nos llevan a preguntarnos para qué sirve un editor, o si debería cambiar el nombre de su profesión, como es el caso de "La lámpara de barro", una "originalísima" variación sobre el Padrenuestro.

Acabamos el libro, y al contrario que los buenos místicos, no queremos saber nada más de la luz de Antonio, de su hoguera, su fuego, su verdad y descubrimientos en las tierras de Israel. Un poeta grande se distingue del resto por su originalidad de forma y fondo. En nada de esto se distingue Antonio y nos trae además uno de los peores poemarios que hemos leído desde hace tiempo, que establece una peligrosa línea de continuidad con el Vicente Gallego de "Si temierais morir" y que le pone en bandeja a Visor el mercado poético de los grandes nombres mediáticos. Poemarios como éste hacen bueno a Montero y a Benítez Reyes.

Valoración del libro "Desiertos de la luz": 3,5 / 10

PD.- Tras dos semanas de sequía, vuelve Babelia con poesía. Una larga reseña del último libro de Ángel González...

29 comentarios:

Anónimo dijo...

Con todos los respetos, Colinas debería haber parado su viaje poético en Tarquinia; lo que sigue es repetición sin diferencia. Difícil es la mística y la poesía trufada de pensamiento y de filosofía, acerca del ser y de la propia palabra pensante; fácil, por el contrario, aplicar una plantilla de figuras retóricas para crear sensaciones con sorpresa, pues no siempre la paradoja y la contradicción apuntan a la esencia y al misterio.

Os recomiendo aquí, para curar la frustración, una novelita de Jiménez Lozano sobre san Juan de la Cruz, "El mudejarillo" (Anthropos) o también "El lenguaje de las fuentes" de Martín Garzo, (Cátedra).

Pido ayuda: la frase maliciosa sobre Machado, ¿es de Octavio Paz o de Cernuda o de ninguno de los dos?

PD. Como afirman los de Addison, es urgente abrir otro canal de crítica para ampliar el campo de visión y que los que aspiran y esperan tengan aquí una oportunidad.

Anónimo dijo...

Jo jo jo, vuelven los Addison de antaño, cuando pasaban y arrasaban y no crecía la hierba, o el verso o lo que fuere... ¡Hip hip! Que mala leche tan refrescante, hijos míos, padres míos... eso sí, observo que utilizáis alguna palabra que habríais censurado en los comentarios (quizá "fiasco"),pero me parece bien...

Una pena porque mira que me gustan los desiertos; la luz del espíritu santo, un poco menos. Volveré a mi bienamado Eckhart y a algunas lapidarias brevedades de Angelus Silesius, "ateos por la gracia de Dios", como diría Buñuel.

Salve...

Anónimo dijo...

Más que mala leche, habría que hablar de verdades como puños, esas verdades que la crítica oficial, muy al contrario de lo que ocurre en países como EE.UU o Reino Unido, calla de manera patética y gregaria.

El libro de Colinas efectivamente es tan malo como dicen los addison, o incluso peor. La religión puede tener efectos perniciosos sobre los poetas y éste es un claro ejemplo. Pero no echemos la culpa de todo a Dios. No es una sorpresa un poemario tan malo de éste buen traductor y crítico, pero decepcionante poeta poemario tras poemario.

La cita sobre Machado es de Octavio Paz.

Anónimo dijo...

Amigo Joan:

Entiendo que Colinas te parezca clásico, amanerado a veces en el lenguaje, etc., pero decir que es un poeta decepcionante poemario tras poemario sinceramente no lo veo. Para mí, con todos sus defectos, es uno de los grandes.
Por lo demás, estoy de acuerdo con los Addison respecto del último libro. Lo ojeé en la librería y no me lo llevé. Me pareció ver lo que dicen, incluso más...

Dejo aquí uno de los buenos poemas de Colinas (para mí, claro), de Noche más allá de la noche (1983).

X

Mientras Virgilio muere
en Bríndisi no sabe

que en el norte de Hispania alguien manda grabar

en piedra un verso suyo esperando la muerte.

Este es un legionario que, en un alba nevada,

ve alzarse un sol de hierro entre los encinares.

Sopla un cierzo que apesta a carne corrompida,

a cuerno requemado, a humeantes escorias

de oro en las que escarban con sus lanzas los bárbaros.


Un silencio más blanco que la nieve, el aliento

helado de las bocas de los caballos muertos,

caen sobre su esqueleto como petrificado.

Oh dioses, qué locura me trajo hasta estos montes

a morir y qué inútil mi escudo y mi espada

contra este amanecer de hogueras y de lobos.

En la villa de Cumas un aroma de azahar

madurará en la boca de una noche azulada

y mis seres queridos pisarán ya la yerba


segada o nadarán en playas con estrellas.


Sueña el sur el soldado y, en el sur, el poeta

sueña un sur más lejano; mas ambos sólo sueñan

en brazos de la muerte la vida que soñaron.

No quiero que me entierren bajo un cielo de lodo,

que estas sierras tan hoscas calcinen mi memoria.

Oh dioses, cómo odio la guerra mientras siento

gotear en la nieve mi sangre enamorada.


Al fin cae la cabeza hacia un lado y sus ojos


se clavan en los ojos de otro herido que escucha:

Grabad sobre mi tumba un verso de Virgilio.

Anónimo dijo...

Quizás una de las cosas más interesantes de la crítica sea el reproche, poco velado, abierto, hacia la labor del editor.

Si la misión del editor consiste en lograr que nombres conocidos publiquen en su editorial pero no contribuye a editar, sino que tan sólo "compra" marcas, su labor se parece más a la de un agente o un cazatalentos.

Un libro tan malo, en mi opinión, como éste, malo como para dejarlo de leer, ante un editor de verdad, no pasaría el corte. Pero aquí alguien puede escribir un par de buenos libros de poesía, sea Colinas o Gallego, y echarse a dormir sobre los laureles. Esto tampoco ocurre en otros países. Si un poeta considerado como bueno escribe un libro como èste, difícilmente lo publica en una editorial de prestigio.

Y es eso, el prestigio, lo que Tusquets pierde paulatinamente publicando libros como éste. Da la sensación de que la labor de edición, la que da su nombre al editor, no existe. De ahí al suelo, hay muy poco espacio.

Con sus últimos libros Tusquets demuestra que su colección, su sello, no es garantía de calidad. Que los dueños reflexionen sobre ello, si es que les importa un poco.

Anónimo dijo...

Joan, ¿sería descortés preguntarte por tus poetas favoritos, nacionales y extranjeros? Es que dado tu nivel de exigencia, siento curiosidad y quiero, no te ofendas, aprender de mis mayores. TAmbién me gustaría conocer el "canon" de Jordi y Helena más en profundidad (aunque una parte se trasluce en vuestras intervenciones).

Seguro que me estoy perdiendo cosas buenas porque no las conozco, ayudad a los menesterosos que no somos poetas y hemos leído principalmente prosa.

A veces nos dejamos la piel criticando y luego no sabemos qué es lo que nos gusta a cada cual. Mojaos un poquito, anda.

Anónimo, el poema de Colinas me recuerda poderosamente La muerte de Virgilio, de Broch. Por cierto, aprovecho para recomendarlo por enénisma vez: un libro inagotable que surca todos los géneros y te sumerge en una experiencia insólita como lector. Y tiene mucha poesía, sí, de la buena, sea lo que sea esa "cosa" llamada poesía.
Buen libro para el verano... literatura Hi-Tech, me decía un amigo con indisimulada sorna ;)

Anónimo dijo...

Querido anónimo:

Me refería a que cada nuevo poemario está un escalón por debajo de la calidad del anterior, siempre bajo mi subjetividad. Desde Selpulcro en Tarquinia, 1976, creo que la trayectoria ha sido descendente. Incluso el propio Sepulcro creo que está envejeciendo, como pasan con muchos libros de los culturalistas, bastante mal. El poema que señalas de Noche más allá de la noche, parece que el gusto por las paradojas no es algo nuevo en él, es para mí un ejemplo de envejecimiento prematuro.

Sobre mi canon, anonimito, no creo que te descubra nada que no sepas. Pero si se me ocurre algo lo dejaré aquí.

Anónimo dijo...

Joan, a mí también me interesa tu canon, y al no ser tan asiduo en este blog como anonimito, quizás no me he enterado.
Un abrazote y gracias por tu opinión bastante refrescante.

PUDIMOS, ;-) !

Anónimo dijo...

Jo, la crítica esta vez ha estado calentita... No me imagino nada similar en ningún suplemento cultural. Hay nombres intocables... qué bueno descubrir otras perspectivas.
A mí Sepulcro en Tarquinia sí me gusta, y bastante, incluso con su aire envejecido, como dice Joan, pero tengo una pregunta para los Addison... ¿qué libros de Colinas salvaríais de la hoguera?
Ah, otra pregunta más... ¿Conseguisteis la antología de Czeslaw Milosz? Esta semana venía otra crítica en el suplemento del ABC y siento curiosidad.
Saluditos

Anónimo dijo...

Página 121. Antonio dice: "En "La cripta" se alude a un hecho probado históricamente...la emperatriz Elena...dio con los restos de la Cruz..."

Alguien que alude a las leyendas más débiles del cristianismo como hechos históricos no es de extrañar que produzca estos poemas.

Addison de Witt dijo...

Querida Miriam:

No somos expertos en toda la obra de Antonio Colinas. No nos hemos leído sus doce poemarios, o la cifra que sea exactamente. Hemos leído sus primeros y sus últimos libros y tan sólo hemos leído poemas sueltos de sus libros intermedios.

De todo lo que hemos leído nos quedamos con Astrolabio y con Sepulcro en Tarquinia, es decir, lo que escribió hace treinta años aproximadamente. Nos parecen dos buenos poemarios a pesar de que algunos tics culturalistas es verdad que huelen a rancio con el paso del tiempo.

Sus tres últimos poemarios publicados en Tusquets nos interesan muy poco. Incluso podríamos hablar de una involución de su poesía, y en este sentido estaríamos de acuerdo con el amigo Joan.

Besos

Anónimo dijo...

Gracias por la crítica addisons, ha sido de las buenas, ejemplos claros y opiniones contrastables. Es un lujo poder contar con este tipo de críticas.
También me parece muy niteresante lo del editor, que tiene pinta de ser imposible de solucionar. Creo que se confunde el respeto al poeta con la falta de ética profesional en el editor. Y que en último término más que de respeto se trata de indiferencia hacia los poemas, que son la única realidad de los poetas. Es decir, que pasan de analizar y de criticar a quienes publicarán.
Uno se imaginala imagen soberbia y altiva de un Eliot despreciativo y gruñón, que criticaba a sus poetas y publicaba en Faber cosas como Auden o Larkin, y se echa a llorar comparándolo con nuestro panorama patrio.
Lázaro.

Anónimo dijo...

Querido Lázaro:

Estoy de acuerdo contigo y los addison sobre la labor editorial del editor. Pero tengo la sensación de que nuestras "prima donnas" no están acostumbradas a que nadie les diga nada, mucho menos que un poemario es infumable.

Y cuando esto es así, la calidad de la poesía se resiente. Por eso, cuando anónimo al principio decía que para él Colinas era un grande, habría que preguntarse, ¿comparado con quién? No creo que haya ahora mismo ningún poeta de la generación de Colinas o inmediatamente anterior con capacidad para ser grande a nivel internacional, que es lo que da la grandeza. Entrar en la librería de City Lights en San Francisco y ver sus libros bien colocados. Eso es un indicio de que las cosas van bien. Si alguno de estos se pasa por allí se llevará una desagradable sorpresa. No existen. Cernuda, Alberti o Lorca sí están.

Y en parte es porque están acostumbrados al peloteo y a lo que los americanos llaman "brown nose". Autocrítica, una crítica de verdad y unos editores valientes en su labor de edición es lo que, en parte, necesita la poesía española.

Anónimo dijo...

Mi querida y admirada Helena:

creo que esta vez te has dejado llevar por el mal humor:

"No creo que haya ahora mismo ningún poeta de la generación de Colinas o inmediatamente anterior con capacidad para ser grande a nivel internacional, que es lo que da la grandeza".

¿Ahora la grandeza lo da ser conocido internacionalmente? ¿Estar en las librerías de San Francisco? Según ese baremo, no hay ningún poeta de mérito en España tras la generación del 27, y tienen razón los apocalípticos que pululan por el blog con sus profecías aterradoras de "malos tiempos para la lírica" (se deduce que sólo ellos, y sus amigos, son los únicos buenos poetas, faltaría más).

Si ser conocido internacionalmente es el mérito, el gran escritor español actual es Pérez Reverte. Y vendería mi alma al diablo (que no la quiere ni regalada) porque no es así.

La generación del 27 ha sido conocida fuera por el inmenso y masivo apoyo institucional, editorial y crítico que ha recibido, no sólo por la calidad (calidad que a veces hay que poner en entredicho, ¿tengo que recordar que el bienamado Cernuda escribió poemas como éste?:

Lo cretino en ti
no excluye lo ruin.

Lo ruin, en tu sino,
lo excluye lo cretino.

Así que eres, en fin,
tan cretino como ruin.)

Perdonadme pero lo tengo que decir: a veces tengo la impresión de que nos dejamos llevar por un discurso tremendista en el que el presente es infame y el pasado sagrado e intocable. Vamos hacia el trazo grueso y la brocha gorda, y de este tren, queridos amigos, con la mano en el corazón, yo me bajo.

Besos a todos.

Anónimo dijo...

De verdad que no había mal humor en mi comentario querido amigo anonimito. En el tuyo un poco, reconócelo. Pero sí creo, y en eso parece que no estamos de acuerdo, que lo que da a un poeta su grandeza en su capacidad para ser universal. Estar muy traducido, ser estudiado en universidades de muchos países son síntomas claros. Todos sabemos como funciona la universidad española. No puede ser una fuente canónica de sus propios poetas y nunca, creo, ha conseguido serlo a largo plazo.

Lo de City Lights era un sencillo ejemplo. Como sabrás mejor que yo, en ese tipo de librería no encontrarás, ni en muchas otras especializadas en poesía de muchos países, libros de Reverte. No creo que sea una buena comparación. Y tú lo sabes.

Creo que por otra parte Cernuda se defiende solo. Y no conozco a ningún poeta que no tenga poemas de la calidad que señalas. Sería absurdo por mi parte incluir un poema excelente de Cernuda. Absurdo y demasiado fácil.

Yo no creo que exista ese tremendismo del que hablas salvo en el propio tremendismo de utilizar esa palabra. La misma Tusquets que publica a Colinas o a Gallego también publica a dos de tus poetas favoritas, ninguna de las cuales forma parte, que yo sepa, del culturalismo setentero. El que ellas, u otros poetas, pasen a formar parte del canon "universal", es algo que yo, desde luego, no estoy en condiciones de decir ni de prever. Veo más posibilidades entre los poetas mayores en edad (Gamoneda, Valente si tuviera más apoyo...) a los culturalistas y entre los poetas de menor edad que ellos, sin incluir a los chicos de la experiencia, pero es una opinión más. Influyen tantos factores, no sólo la calidad, que es imposible de decir. Por supuesto, y como respuesta a esa maldad tan mala y de pillo, yo no estaré en ese canon. Como mucho en el de mi pueblo, que es muy pequeño y nada universal.

Anónimo dijo...

Entiendo, Helena, lo que me dices, pero algo se me rebela contra la ecuación "Calidad = universalidad = resonancia internacional". Según esta ecuación Balzac debería ser superior al relativamente desconocido Marcel Schwob como escritor (siendo este último el germen del propio Borges en algunos aspectos).
¿Es universal la alambicada prosodia de Jorie Graham? Parece difícil que pueda convertirse en esa poeta traducida y estudiada en todas las universidades del mundo; su inmensa calidad, en cambio, me parece fuera de toda duda.

No me quería meter con Cernuda. Sólo era por poner un ejemplo de poeta totémico, intocable y sagrado que también tuvo momentos bajos, indignos de él, como esos versos poco inspirados (no creo que un Gamoneda incurriera en deslices análogos); era para poner en evidencia la construcción de las estatuas en poesía, que a veces adoramos con excesiva sumisión mientras torpedeamos sin piedad a los contemporáneos o no les perdonamos el mínimo desliz.


En cuanto a las autoras que me gustan, tienen dos problemas para ser canonizadas: 1º ser mujeres, y no quiero abrir ningún debate estéril en este sentido, pero tú sabes muy bien, Helena, que los púlpitos y los libros de texto se abren más fácilmente al santo fallum y sus arcontes, y no digo más; 2ª Hacer algo diferente y que en virtud de ello es puesto sistemáticamente bajo sospecha por los guardianes de la ortodoxia y celosos valedores de la poesía "comme il faut", que de paso blindan sus fueros con mecanismos de desterritorialización-reterritorialización (vg. Deleuze).
Así que no te preoucupes: ellas serán barridas y olvidadas y en cambio en los libros de texto se estudiará a Vicente Gallego y Carlos Marzal, como muy acertadamente (y arrimándose al árbol que sabe frondoso y longevo) dijera Elena Medel que harían sus hijos.

En mi comentario no había mal humor, Helena, con lo que yo te admiro... sí había el salto automático y un tanto grotesco, como siempre, del muñeco con resorte al abrir la cajita...

besos

Agustín S. A. dijo...

Queridos Adisson:

¿Para cuándo esa sección de poetas proscritos, no reseñados en suplementos famosos? Tengo ganas de leer algunas reseñas vuestras sobre algunos autores que nunca van a aparecer en Babelia ni en El Cultural. Y la verdad es que ya cansa comprobar el gusto de estos suplementos y sus críticos. Tengo una buena lista para preguntaros. Hay vida más allá de sólo dos suplementos.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Como mujer sólo puedo hablar por mi experiencia personal. Y he encontrado más facilidades para publicar, para tener atención en los medios, para figurar en antologías femeninas, que mis compañeros masculinos. Realmente no creo no sólo que exista una discriminación sino que habría eso que llaman discriminación positiva, que tampoco me parece bien aunque me favorezca.

De otros países no puedo hablar pero hay muchas poetas norteamericanas, ya que has mencionado a Jorie, que aparecen en varios cánones internacionales como el famoso de Bloom, por mencionar uno que ya sé que es controvertido. No sé si será el caso de Jorie Graham pero podría serlo. Veo más probable a Sharon Olds, o a Denise Levertov, por citar sólo dos nombres de poetas vivas pero no descartes a nadie y menos por su sexo.

Pero tampoco tenemos que irnos tan lejos ni irnos a tiempos modernos. Ahí esta el caso de Rosalía de Castro. O cruzando el charco, Sor Juana Inés de la Cruz.

Realmente no creo que sea un tema de género. Creo que es un tema por una parte de ser un poeta excelente en todo, con voz propia y capaz de aportar algo nuevo, y por supuesto, algo, o bastante, de suerte.

Besos

Anónimo dijo...

Yo creo que no es así, Helena, porque me hablas del tema de las antologías o la presencia mediática efímera, y ahí puedes llevar razón con la discriminación positiva, etc. Me refería a otra categoría, a otra hermeneusis: la canonización, a quedar para la posteridad; y aquí son hombres los que deciden y son hombres los que quedan. Fíjate en la nómina de los que van a quedar: Angel González, Gil de Biedma, Claudio Rodríguez, José Hierro, seguramente Valente, Gamoneda, etc etc, todos hombres. Es mucho más difícil que una mujer se consolide al nivel de los nombres anteriormente mencionados: ¿acaso Julia Uceda o María Victoria Atencia están a la par de aquéllos? Lo dudo mucho.

Las poetas tienden a brillar unos años y luego se apagan sin entrar en esos cánones.

Y estoy aún menos de acuerdo en que un poeta se consagre por tener una voz propia y aportar algo nuevo. Ya sabemos cómo reaccionan muchos poetas ante las voces nuevas: con suspicacia e incomprensión. Agredir antes de intentar comprender. Si un poeta sigue la tradición es un versificador caduco; si es innovador y tiene voz propia, es un vendedor de humo. Ya veréis si Riechmann gana el Nacional este año, cómo sacarán los dientes (si gana Juan Antonio González Iglesias será un premio justo, claro, ya nos conocemos).

Más bien creo que la consagración depende de estar inserto en una red de poder que te catapulte, tener suerte y ser bueno, por este orden.

Y tener presente aquello que decía, no sin fundamento, John Kennedy Toole: "Cuando alguien da muestras de genio, todos los necios se conjuran contra él".

Cambiando de tercio, ¿qué opinión os merece el blog las Afinidades Electivas? A mí me ha servido para confirmar mis sospechas y ver quién tiene amigos, quién pelotea y quien no. Muy instructivo.

besos para ti Helena, y gracias por tu paciencia con este ingrato ignorante :)

Addison de Witt dijo...

Querido Agustín:

Hacemos lo que podemos y vamos a aprovechar una primera recogida de libros para los premios del año que viene para buscar tesoros escondidos.

Si tenéis sugerencias de libros, por favor enviadlas a nuestro buzón de correo electrónico (buzondewitt@gmail.com) o si queréis mandar directamente un poemario, lo podéis hacer a: recepciondepoemarios@gmail.com

Vuestra colaboración es importante porque, aunque suene a insufrible coletilla, entre todos, podemos.

Estamos ya en julio y no nos gustaría sacar tesores en mitad de las vacaciones, pero intentaremos tener algo para cuando todo el mundo regrese a la rutina alienante.

Muchas gracias y por favor continuad.

Anónimo dijo...

Hola, Anonimito
Yo coincido contigo en tu apreciación del blog de Las Afinidades Electivas. Darse una vueltita por ahí es suficiente para ver cómo se organizan las redes del yo te nombro-tú me nombras. Casi invariablemente los nombramientos son mutuos. Y luego hay casos como el de Elena Medel, que la chica es nombrada por tropecientos poetas y nosotros no alcanzamos a ver muy bien del todo el porqué.
Aprovecho para dar las gracias a los Addison por su respuesta y para reiterar mi humilde preguntita sobre O. V. De L. Milosz, que luego me di cuenta de que me despisté y lo nombré mal, qué desastre... <:-(
Ah, una pequeña maldad que me cuenta una amiga... dice que hará la continuación del libro "Dinero" de García Casado, y que lo va a titular "La transferencia, dios, la transferencia"
Y ahora a pagar el alquiler!!
Saluditos

Agustín S. A. dijo...

No os meto prisa, al contrario, supongo que cada vez tenéis más proyectos y no es fácil compatibilizar todo. Os felicito y no sabéis la alegría que tenemos mucha gente que escribe al leeros y después comentaros entre nosotros.

Sin ánimo de ser maleducado ni meterme donde no me llaman, quisiera dar mi opinión sobre "La afinidades electivas": estoy de acuerdo en lo que se ha dicho más arriba, sirve claramente para ver los amiguismos y quienes son los más famosillos, los que más se mueven, los que mejor saben hacerse con el favor del resto. Habéis dado un nombre evidente, y algunos otros hay que destacan de forma excesiva (oh, maestros de la palabra...)

Añado: a). la persona que lo organiza me parece un tipo bastante amable. b). no creo que tenga importancia aparecer en la lista de éxitos poético-internaúticas, más bien al revés, a más de uno le hacen mucho daño los aplausos. c). es un blog de doble filo: seguramente quien lo ideó no tuvo mala intención, pero es muy divertido este segundo camino que ha tomado él solito, el del coveo sin disimulos.

Ahora bien, hablo en nombre de varios amigos, el fenómeno de internet en poesía en los últimos tiempos es este blog.

Ánimo Addison.

Anónimo dijo...

Hoy va a estar complicado, querido anonimito. Va a ser el calor.

Yo estaba hablando de dos cosas. La presencia femenina en la actual poesía española y el canon de verdad.

Como en el primer tema estamos de acuerdo, hablemos del segundo.

El canon del que hablas, y por utilizar, prometo que sin maldad, tu expresión, tiene más que ver con una "presencia mediática efímera". La decisión de quién quedará en la posteridad no la va a tomar ni Montero, ni Gamoneda, ni cada uno de sus respectivos seguidores. Es algo bastante más complejo en el que tienes que abrir el campo a todos los estudiosos de literatura occidental, no a la pandi de amiguetes que pulula por nuestros campos.

En este sentido, discrepo por completo de que exista una discriminación femenina. Es más, el número de profesoras de literatura en las universidad, y de investigadoras, no creo que sea muy distinto al de hombres. Y no me extrañaría que fuera superior.

En otras palabras, en otros países donde el número de mujeres poetas es similar al de hombres, el canon está muy equilibrado.

Si hablamos del canoncito que se montan a corto plazo, ese que tiene ver mucho también con las antologías que comentabas publicadas en nuestro país, pues sí, hay cierta discriminación, pero también creo que el número de poetas mujeres era bastante menor al de hombres.

Cuando seamos mayorcitos, ya verás como el canon internacional de poetas españoles es diferente, y verás como premia a aquellos poetas que han sabido ser realmente diferentes y originales, no respecto a los poetas patrios, que es más sencillo, sino a nivel total. O al menos esos son los poetas que aparecen en los cánones internacionales más reconocidos. Mujeres y hombres. El señor Colinas o el señor Montero no creo que vayan a aparecer.

Como ves, ¡no podemos estar más en desacuerdo! Besos

Addison de Witt dijo...

Miriam,

Perdona pero no sabemos si la pregunta sobre Oscar Milosz es a nosotros y cuál era la pregunta.

Vamos, que tenemos un despiste importante. Si la pregunta era para nosotros, por favor recuérdala a estos pobres almas de Dios, cuyas neuronas comienzan a sufrir el paso del tiempo.

Beso

Anónimo dijo...

Ay, Helena, si quiero creer que así sea... ¿pero cuáles son esos cánones internacionales? Repasé una antología francesa de poesía española contemporánea y el 80 % eran poetas de la experiencia (el resto, culturalistas) ¿Y qué poetas españoles suenan a nivel internacional? En esto estoy completamente a oscuras, si me das alguna pista o me citas algunos nombres, me harás feliz...

Y respecto a lo de Afinidades, habría que rebautizarlo, se me ocurren varios nombres pero me callaré porque no pasarían el filtro higiénico que los manes de la página decorosamente nos imponen. Hostia, es que es muy descarado. He hecho la prueba mirando las afinidades de las primeros 80 poetas (hasta que me he cansado): observo complacido que mi poeta favorito no aparece mencionado ni una sola vez; mi segundo poeta favorito, dos veces. Hay varias maneras de interpretar este dato singular, por supuesto, algunas más delirantes que otras.
Mucha Elena Medel pero, sorprendentemente, mucho Riechmann y bastantes veces Julieta Valero (lo cual es una sorpresa grata para este anonimito; casualmente, ella sí es lectora de mi poeta favorito, a juzgar por la cita de apertura de su último y magnífico libro. Cosas veredes)

Lo que parece claro es que la página es un trampolín para hacer amigos y carrera. De eso saben mucho Elena Medel y Carlos Pardo. Si es que hay que arrimarse a las buenas ascuas, que las otras no calientan. Debería haber una facultad para que las nuevas generaciones se licenciaran de poetas y nos ahorraran este bochorno.

Un abrazo, companys

Anónimo dijo...

PD Me encabezoné y el poeta número 133 menciona, por primera vez en la lista, a mi poeta "nacional" preferido; mi segundo poeta preferido alcanza las 4 nominaciones. Siguen triunfando Riechmann, Medel, Ada Salas... Julieta Valero también ha subido bastante.

Como curiosidad, sólo tres o cuatro casos citan a poetas extranjeros.

Para ponerme a hacer esta tontería a las 3 de la mañana hay que tener muchas ganas (o mucho insomnio). Mejor cambio de camello :)

De regalo, una cita de Roberto Juárroz (en un libro de Antonio Porchia): "La desunión de poesía y filosofía en nuestros tiempos es uno de los grandes males de la literatura y de nuestra época".

Ahí es nada, maestro. Brindo por usted.

Anónimo dijo...

He visitado las Afinidades Electivas. Es una página cansina de arte masificado. Pero no capto por ninguna parte el cuestionamiento moral al que la sometéis. Hay poetas variopintos y muchos poetas que no pintan nada. Como en el panorama nacional. Los poetas son una especie mortalmente aburrida. No sabía que hubiera tantos. Me voy a dar a la bebida. Adiós, Jaula

Addison de Witt dijo...

Gracias a todos por vuestra participación, en especial, a Agustín, que es nuevo.

Miriam, estamos detrás de Czeslaw Milosz. Esperamos tener suerte y sentimos el retraso.

Sobre lo que comentáis, división de opiniones, parece. Nadie contento con el último libro del poeta, eso sí. Y respecto a sus primeros libros, división de opiniones pero en general parece que Antonio tiene su público entre sus primeras obras. Ojalá vuelva a estar en forma.

Abrazos a todos.

Salvaje Oeste dijo...

Memorable esta reseña, Addison. Ojalá que algún día se publicara una antología de vuestras mejores contracríticas.