
Esta semana El Cultural nos trae un libro completamente prescindible de un autor cuyo único interés radica en su biografía, en las personas que conoció, y en algunos aspectos de sus "performance". Como aspirante a poeta, por mucho que intente compensar su total ausencia de brillantez tratando de llamar la atención sobre como se bebe la sangre de la menstruación o "cagan" en nuestra boca una vez que nos han cortado la cabeza, no tiene para nosotros ningún interés. Si a eso añadimos que la crítica la realiza una experta en mundo bíblico y beatnik, curiosa pero no tan alejada coincidencia, abandonamos por completo la actualidad rabiosamente modelna que El Cultural nos ofrece de su segunda editorial favorita, o primera, ya veremos como termina el año.
Así que nos retrotraemos en el tiempo a un libro cuya crítica realizó Antonio Colinas hace ya unos meses, cuando estábamos metidos hasta las rodillas leyendo libros para los mejores premios 2007. El libro es "Tarea de esperanza" y es una antología de toda la obra de Yves Bonnefoy con la excepción de su último libro. Traduce Arturo Carrera.
Independencia del crítico en nuestra opinión: 9 / 10
Nosotros tampoco tenemos problemas de objetividad en este caso.
Como viene siendo habitual en libros de este tamaño, más de 500 páginas, vamos a abstenernos de hacer una análisis detallado para no extendernos en exceso.
Comienza el libro con el poemario "Anti-Platón". Nos detenemos brevemente en este libro porque merece la pena. En contra de la opinión de la crítica, para nosotros Anti-Platón puede ser el mejor poemario de toda la carrera de Yves. La manera en la que interpreta y lee el surrealismo, y la extraordinaria elegancia que utiliza cuando lo vuelca en versos, es apabullante. Al contrario de lo que piensa Colinas, que se alegra de que el poeta abandonara el surrealismo porque conducía a la "esclerosis creativa", de nuevo la paja en el ojo ajeno, no podemos sino lamentar que el poeta no siguiera retorciendo el tono de "Anti-Platón" hasta llevar el surrealismo a nuevas alturas. Como filósofo, o estudioso de la filosofía que es, el poeta está absolutamente en contra del concepto platónico de ideas, que él ve como obstáculos. Así comienza el libro:
"Se trata de este objeto: cabeza de caballo más grande de lo natural donde se incrusta toda una ciudad, sus calles y sus murallas corriendo entre los ojos, adaptando el meandro..."
Su siguiente poemario, "Del movimiento y la inmovilidad de Douve" es quizás su poemario más famoso hasta la reciente aparición de "Las tablas curvadas". En él se inventa un personaje, Douve, a través del cual el poeta se enfrente a la muerte. Douve no es sólo una persona, sino que adapta varias formas a lo largo del poemario. Sin abandonar el surrealismo, Yves viene a resistir la muerte sin la presencia neoplatónica de un Dios trascendente. Lo hace además con un esteticismo muy alejado de la cursilería y sin embargo bello, que destaca muy especialmente en la primera parte, "Teatro":
IX
"Blanca bajo una bóveda de insectos, mal iluminada,de perfil,
El vestido manchado por el veneno de las lámparas,
Te descubro tendida,
La boca más alta que un río quebrándose a los lejos sobre
la tierra"
En "Ayer reinante desierto" (1958) destacan poemas como "El puente de hierro", "La belleza" o "La imperfección es la cima". En Devoción (1959), el poeta enumera y describe sus devociones, y destacamos el poema I ("a los trenes mal iluminados de cada atardecer"). En Piedra Escrita (1965) destacan "Juan y Juana", "La paciencia, el cielo" y "La luz transformada":
"Es Juan y Juana y de sus caras grises
Cae el yeso del día y vuelvo a ver
El vidrio de los antiguos veranos."
Su siguiente poemario es ya de 1975, "En el señuelo del umbral". Los poemas se hacen muy largos, probablemente en exceso, y se cargan de un enorme simbolismo. Tras un libro de relatos, llegamos a otro de los poemarios importante del libro: "Lo que fue sin luz" (1987). Son poemas en los que, tras el abandono de Provenza, el poeta habla de recuerdos a los que se añade un aire onírico:
"Este recuerdo me asedia, que el viento gira
De golpe, allá lejos, sobre la casa cerrada.
Un estruendo de tela sobre el mundo,
Se diría que la trama del color,
Acaba de desgarrarse hasta el fondo de las cosas"
Sin duda el mejor poema de este libro es "Pasando cerca del fuego", una hermosa reflexión sobre el amor. Es muy posible que éste libro marque ya lo que será buena parte del estilo del poeta en el resto de su poesía. La poesía se hace más sencilla, generalmente con un fondo rural, y los objetos cotidianos son transformados en algo trascendente.
A este libro le sigue "Allá donde cae la flecha" (1988), en donde a veces el poema tiene como marco una metáfora gigante en la que el poema es incrustrado como si fuera un cuadro dentro de un marco. En general los poemas son más sencillos y abundan las referencia metalingüísticas. De "La vida errante" (1993) quizás destaca la original reescritura que el poeta hace del mito de Helena.
Y ya en 2001 llegamos a su poemario más famoso desde que escribió "Del movimiento y la inmovilidad de Douve" y el que le llevó a la consagración en su país: "Las tablas curvadas". El libro es el poemario final de una trilogía, y es casi resumen de la carrera del poeta, en el que ofrece una gran variedad de estilos y formas poéticas, que van desde la rima hasta el maravilloso poema en prosa que da título al libro. Unas tablas curvadas que pertenecen a un barco que navega por un mundo hundido a veces, de inquietantes presencias, en especial las de los niños, con una referencia específica a San Cristobal en el poema en prosa (¿por qué este tipo de libros no llevan una buena lista de notas como en otros países?), y con otras referencias cruzadas como Ceres o incluso Woodsworth. En el poemario, formal en su mayor parte, y de gran sencillez, el poeta consigue fusionar estados como la vida y la muerte, la esperanza y la desesperación, y la oscuridad y a luz.
Es imposible realizar una valoración en profundidad de una obra tan vasta como la de este poeta en tan poco tiempo. Yves Bonnefoy es sin duda un poeta importante dentro de la poesía de la segunda mitad del siglo XX. Formalmente ha sido un gran experimentador de diversas variaciones de la métrica francesa. Además, una poesía reflexiva como la suya se enriquece de sus conocimientos de filosofía. Sus etapas más surrealistas son para nosotros las mejores, en especial los dos primeros poemarios. En sus últimos libros, el poeta tiene la tendencia a escribir todos sus poemas con las mismas palabras fetiche, lo que hace que en poemarios largos como "Las tablas curvadas" la lectura pueda llegar a hacerse pesada. Es como si la poesía del poeta hubiera dejado de evolucionar durante las últimas décadas o hubiera evolucionado poco. Aún así, estamos ante un libro de poesía muy por encima de la media que traemos a este blog, con muchos poemas de una gran altura lírica, y sin duda es un libro recomendable:
Valoración del libro "Yves Bonnefoy. Tarea de esperanza. Antología poética": 8, 25 / 10