lunes, 17 de septiembre de 2007

Sobre el comentario de Luis María Anson respecto al premio Cervantes

Antes que nada, el comentario de Luis María puede leerse a través del siguiente hipervínculo:

http://www.elcultural.es/HTML/20070913/Letras/Letras21160.asp

Tenemos sentimientos mixtos respecto a este comentario, similar al que realizó cuando este blog apenas acababa de nacer.

Por un lado, Luis María es valiente al llamar nada más y nada menos que "farsa" al premio más importante de la lengua española. Y lo hace además apoyado en razones que son difíciles de refutar.

Pero al artículo le falta una mayor perspectiva crítica. Si el premio más prestigioso es, en sus palabras, una farsa, ¿cómo serán los demás?.

Habla Luis María de que el premio está controlado a nivel político. ¿Y qué ocurre con todos los premios nacionales?. ¿Y qué ocurre con los premios Príncipe de Asturias?. Por poner un par de ejemplos muy notorios.

¿Y qué ocurre, por otra parte, si "privatizamos" esos premios?. ¿Pasan a ser limpios por que sí?. ¿La "mano invisible" de Adam Smith y la providencia divina arreglan todo con la privatización?. Se nos ocurren unos cuantos premios privados de poesía o de novela que podrían ser calificados de la misma manera con la que el señor Anson califica el premio Cervantes.

En otras palabras, salvo que los premios literarios no adopten unas normas mínimas y rigurosas de funcionamiento y transparencia, públicos y privados, y nosotros vamos a proponer unas normas en ese sentido, la sombra del amiguismo, del chanchullo, de la beca en vez del premio, del empujón al autor de la editorial, del premio al crítico que escribe en un diario importante, al o a la que queda mejor en la foto, en definitiva, toda eso que ahora mismo rodea a varios premios, ese marketing casposo, no dejará de ocurrir. O eso, o un día a los escritores se les hincharán las narices y dejarán de presentarse a los premios más sospechosos.

Por otra parte, seguimos pensando en el origen franquista de los Premios Nacionales y no vemos ninguna razón por la cual el Estado deba decir, a través de oscuros mecanismos, cuáles han sido los mejores libros del año. Nos parece intolerable, anacrónico y bochornoso.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que no ha sido muy acertado esta columna de Ansón con la columna del periodista que escribe bajo el seudónimo de Juan Palomo en el mismo número:

"Comienza la temporada como acabó: pantagruélica. ¡Qué afán el de los editores por cebar a los pobres periodistas, a cuenta de unas novedades a menudo indigestas! Vamos, que los restaurantes madrileños no dan estos días abasto con tanta presentación, aunque los de Global Rhythm dejen para el próximo jueves, 20 su tradicional celebración “del siempre trágico final del verano” y con la excusa de “invitaros a un buen vino, aprovecharemos la ocasión para agasajaros y abrumaros con nuestras suculentas novedades”. Uf, y yo casi sin almax."

Y me pregunto yo, tan arpía que soy, si tanta invitación "pantagruélica", los regalos navideños y los de las presentaciones, en fin, todas estas cosillas que reciben los periodistas para hacer su esforzado trabajo, luego tendrán algo que ver con las críticas que se realizan, con los libros que se eligen para hacer reseñas...

Es tan sólo una pregunta de una Farsa cualquiera. Por cierto, lo del Almax es muy viejo. Ahora se lleva el Omeprazol

Anónimo dijo...

Para una persona que es valiente y que decide escribir lo que otros piensan y no se atreven a decir, deberíamos ser mas comprensivos. Creo yo.

Anónimo dijo...

Buenos días:

no estoy de acuerdo con la enmienda a la totalidad en cuanto a los premios nacionales: los hay merecidos y los hay que no. Los hay que han recaído en personajes que responden a un perfil político y otros a un perfil más despolitizado. Minimizar las obras premiadas y tenerles inquina a sus autores me parece, con todo respeto, bastante reduccionista, y da la impresión de que en este blog no le perdonáis a algunos que tengan un premio nacional. Estamos de acuerdo en que los premios Príncipe de Asturias y el Cervantes son algo más mediático, pero ¿no se merecen el nacional gente como Jose Luis Pardo en ensayo o algunos de los últimos nacionales de poesía? A nuestro entender, sí, por la valía de esas obras en concreto, y no por ninguna artimaña política. A veces nos cegamos con la política y olvidamos que muchas veces estos premios recaen en buenos libros.

Enhorabuena otra vez por el blog, y saludos...

Anónimo dijo...

Como ejemplo de jurado independiente que será utilizado en las cátedras de ética de las principales universidades del mundo, ¿cómo se os olvidan los jurados de Miss España que presidió este señor?. Independientes del poder político, eran, y además, en Marina d'Or, al lado de Benicassim. Supercooooool.

Y encima era Miss ESSSSPAÑA. !!!!VIVA ESPAÑA¡¡¡¡. !!!!VIVA EL REY¡¡¡¡. !!!!VIVA ANSON¡¡¡. !!!!VIVA ANSÓN¡¡¡¡

Addison de Witt dijo...

Hola a todos/todas:

Y ante todo gracias por vuestros comentarios.

Sobre el primer anónimo, pues nunca sabremos la verdad sobre la Real Academia pero a todas luces aquello dio toda la impresión de ser un acuerdo entre los "dos grandes partidos políticos nacionales" como se les suele llamar. En realidad, para nosotros El Pais, y hoy es un buen día para probarlo, es un periódico de derechas, especialmente en lo económico, aunque tenga varios columnistas que decoran muy bien. Pero sí, visto desde fuera, no creemos que el tema fuera ajeno a la política. Y estamos totalmente de acuerdo en que lo de Bonald fue bochornoso.

Respecto a Farsa, bueno ellos mismos lo dicen, así que nosotros tampoco podemos añadir demasiado. Esperemos que no se atraganten mucho con tanto canapé y regalito...No es ninguna novedad para nosotros. Ni para las pobres editoriales independientes.

Raul, por nuestra parte hemos sido todo lo comprensivos que sabemos y hemos dados nuestra sincera opinión, en su lado bueno y en su lado malo. Luis María tiene razón en su crítica pero debería de generalizar más.

Respecto al segundo anónimo, con lo bonito que quedan los nick y lo poco que nos liaríamos...Veamos. No nos hemos explicado muy bien, parece. Nosotros no pensamos que el hecho de que un poeta sea poseedor del nacional le convierte en un mal poeta (otros premios sí suponen esa garantía de fábrica). Pero tampoco pensamos lo contrario. Hay premios nacionales que han sido muy buenos libros, como otros tantos de su año que no se llevaron el premio, y premios nacionales que han sido un auténtico bodrio.

Nuestra única queja, o pregunta si lo prefieres, es: ¿qué coño, con perdón, hace el Estado decidiendo a través de unas determinadas personas, qué libro de poesía, o qué novela, ha sido la mejor del año?. A nosotros nos parece que el Estado tiene otras cosas que hacer que no meter sus narices sobre su gusto poético a través de determinadas personas. Nos parece franquista en origen y en continuidad. A lo mejor somos muy anarcas aquí todos, pero sinceramente nos parece anacrónico, querido amigo. Pero insistimos, hay premios nacionales que han sido buenos libros, por supuesto. Pero no necesitamos al Estado para que nos lo diga.

Y bueno, Theo, bienvenido a este foro. Por tu comentario aquí y el realizado sobre Ainhoa, parece que el viaje a Amsterdam te ha sentado muy bien y se confirma que los niveles de THC siguen subiendo en Holanda :p En serio, gracias por tu sentido del humor.

Besos a todos

Anónimo dijo...

Bueno, no creo que el Estado decida que es "el mejor libro", en cualquier caso es una distinción estatal, de acuerdo, pero remontarla a tiempos franquistas parece excesivo.

Por otra parte, ¿quiénes son los jurados de los premios "independientes"? ¿Acaso no son personas que deciden qué es lo mejor, de acuerdo a otros intereses (editoriales, de crítica, márketing, presiones mediáticas, etc, etc). En cualquier caso es la esencia del premio poético la que parece discubible, pues para algunos la poesía no es mercancía, y no se debería premiar: no debería tener nada que ver con el dinero ni con los galardones. Pero no sólo en el premio nacional, en todos.

Otro saludo.

Addison de Witt dijo...

Hola ,

En realidad el Estado como tal no decide porque, ¿quién es el Estado?. Pero sí deciden por él unas determinadas personas que lo representan.

Este premio debe de ser tan importante para las personas que sienten mucho la patria y el Estado que hay muchas comunidades autónomas, que a parte de camisetas distintas, también tienen su propio premio nacional. A nosotros este afán del ser humano de mear en las esquinas para marcar su territorio nos importa muy poco. Idem con el premio nacional, sea el nacional español, el vasco, gallego o canario.

Lo de remontarnos al franquismo es porque, aunque Franco no inventó los premios, si les dio la importancia que han venido teniendo. Parece que existía un Premio Nacional de Literatura Francisco Franco y otro igual pero con el nombre de José Antonio Primo de Rivera. Glubs. Da un poco de miedo. Pero la historia está ahí y no hay que olvidarla. Al Estado le interesa mimar a sus intelectuales para que estos se sientan contentos, sean poco críticos, se dediquen a escribir, a ser honrados, alabados y a ir una vez al año al besamanos del Palacio Real. Domesticación.

Efectivamente es la esencia del premio poético lo que resulta discutible. De acuerdo contigo. Tan discutible como que papá Estado nos diga todos los años qué libro es el mejor.

Saludos para ti, compi.

Anónimo dijo...

¡¡¡ES LUNEEEEEEEEEEEEEES!!! ¿Qué pretenden Ustedes, contracríticos, poniendo a prueba mi colesterol galopante con disgustos así!? No puedo llegar a este cubículo (ay de mí y ay infelice) y no leer lo que tienen Ustedes que decir sobre el articulillo sobre Azúa (con ese final tan extraño), sobre los desvaríos de Siles o la obsesión de Villena por demostrar que sólo él sabe de qué está hablando realmente.
¡Seriedad señores! Que aquí estamos, esperando.

Addison de Witt dijo...

Hola poeta,

¡¡¡¡Sí es lunes pero nosotros no tenemos la culpa!!!!!

¿Dónde está el artículo sobre Azúa? No lo hemos visto.

Agradecemos enormemente su interés. La verdad es que no siempre los libros que aparecen los hemos leído cuando sale la crítica. Hay que ir a la librería, comprarlos, leerlos al menos tres personas, ponernos de acuerdo los cinco...Esto de la democracia real es un coñazo importante pero es la única forma de ser medianamente objetivos.

Sentimos su problema de colesterol, compartido por un miembro de este colectivo, y le aconsejamos, si es que podemos, como primer paso, que derribe las paredes de su cubículo de una estupenda patada. Están muy pasados de moda y se pierde usted además la hermosa cara de sus compañeros de trabajo.

Si el nivel de colesterol se reduce después de leernos, por favor recomiendenos a su médico de cabecera.

Abrazos

Anónimo dijo...

Estimados contracríticos,

creo recordar que el artículo sobre Azúa (que sin duda habréis leido) está en el ABC cultural y lo firma José Luis García Martín. He leído el artículo varias veces y todavía no tengo claro qué c*** opina el señor García Martín de 'La invención de Caín'. Espero vuestra opinión. Contra el colesterol, los cantos de Maldoror.

Addison de Witt dijo...

Querido poeta,

Ya sabe usted que por problemas de tiempo no hacemos crítica de ABC cultural. Lo cual es una pena porque con García Martín, Siles y demás juventudes, nos lo ibamos a pasar todos muy bien.

De todas formas no es la primera vez que nos comentáis lo de ABC. Lo pensaremos para el próximo año.

No es mala recomendación Les Chants de Maldoror. Se lo diremos a nuestro compañero colestérico, que además habla mejor francés que español (estos niños logseados es lo que tienen).

Cuídese.