Hola a todos:
La pasada semana El Cultural, aparte de olvidarse del aniversario de Juan Ramón y no olvidar el aniversario de su querido, y de hoja caduca, premio Loewe, nos ofreció dos reseñas de poesía. Una de ellas, el premio semanal que El Cultural reseña de Visor, criticado por el premio Melilla de Visor, Francisco Díaz de Castro, con cita final de Vicente Gallego, ni nos molestamos en reseñarlo. Sólo con echar una ojeada al libro en la librería entenderéis por qué. Y a parte es nuestra pequeña manera de protestar por los premios Visor, por la calidad de los mismos, por la actitud de El Cultural, porque un premiado por Visor realice la crítica en El Cultural...Como financia el Ayuntamiento, o sea todos, tampoco creemos que les importe.
El otro libro de la semana, bastante más interesante, es el nuevo poemario de Darío Jaramillo "Cuadernos de música". Edita Pre-Textos. Nos vemos problemas de objetividad por ninguna de las partes. La reseña la realiza Joaquín Marco, que aprovecha bien el espacio y ha leído con rigor e inteligencia el libro. Muy por encima de la media de sus compañeros de El Cultural. Quizás le falta algo más de espíritu crítico para terminar de cerrar una buena reseña.
"Cuadernos de música", es como anticipa el título, una colección de poemas sobre la música, tan enraizada la una con la otra y en el que el poeta presenta cuatro "Cuadernos de música", el último una especie de coda final en la que el poeta vuelve al tema favorito de anteriores libros: el amor.
El primer cuaderno del libro son "Piezas para piano". El nivel general de los diez poemas que constituyen esta primera parte es bueno. Por un lado, se establece un clima general de sosiego y paz, marcado desde el mismo comienzo del primer poema ("La quietud absoluta elimina el tiempo en esta música"). Son frecuentes la utilización de las imágenes como parte de un lenguaje simbolista ("Textura de sauce en otro viento. / Agitación de algarrobo. / Música de clorofila, coqueta al tacto, / seductora."), imágenes que a veces beben del surrealismo ("Sostengo en la otra una inmóvil gota de mercurio"; "Arde un árbol escarlata"), y asociación de la música con Dios con una clara intención mística:
"Digo liturgía, y culto y ceremonia.
Digo comunión y sacramento, iniciación y voto.
Digo rito y estoy diciendo esta armonía.
Esperamos a Pentecostés pero no tenemos prisa.
El piano lo traerá cuando llegue el instante."
Los aspectos que menos nos gustan de esta primera parte son dos. En primer lugar, hay un abuso de dos figuras retóricas en concreto que deben ser administradas con cuentagotas para lograr su efectividad, algo que el poeta no hace. Nos referimos a la sinestesia, de la que contamos cuatro ejemplos en diez poemas ("pero la palabra tiene el color de la jacaranda florecida"); y nos referimos también a la paradoja, de nuevo otro poemario cargados de paradojas, de la que contamos seis al menos en esta primera parte ("tacto que tantea y no toca", "y en un luego sin luego..."). En segundo lugar, el lenguaje utilizado por el poeta en ocasiones lleva una carga de uso importante, sin que se le dé una nueva salida al mismo ("Brisa de seda", "destrozo rumbos", "silencio de algodón", etc).
En la segunda parte, "Piezas para violonchelo", el lenguaje ahonda más en su carga mística y, las sinestesias ("Verde es el silencio interior que provoca esta música, / verde con un verde de todos los colores") y paradojas ("juego de palabras sin palabras"), están están mejor distribuídas y con mayor acierto. El tema de la música y la poesía es un tema muchas veces tratado por muchísimos autores. En este sentido, se echa en falta una mayor dosis de originalidad. Por ejemplo, "No fue el verbo en el principio" seguido de lo que el poeta considera que fue el principio es algo que hemos leído ya en muchas ocasiones. Igualmente ocurre respecto al lenguaje usado sin nuevas salidas que comentamos anteriormente ("El viento mece las sombras", "un recinto construido en el aire por estas notas"). El lenguaje, en ocasiones, suena excesivamente artificial y retórico.
Se siente más cómodo el poeta, o al menos transmite mejor su capacidad lírica, cuando ahonda en su misticismo:
"Ronroneo místico.
Esquivo rumor para conectar a los ángeles esquivos.
Ración felina de Dios, iniciación".
Igualmente:
"Entrar en lo sagrado.
Sin salir de la tierra
sentir que es de Dios este cuerpo mortal
y sentirlo con un regocijo verdadero".
Por supuesto, a veces el poeta sorprende con versos geniales ("y un aliento cálido y frutal que canceló la infancia") o con enumeraciones muy acertadas:
"El tiempo se desploma y no lo vemos,
piedra traslúcida, luna de nada, tortuga y halcón.
El tiempo nos abarca, nos rebasa y avanza."
Termina el apartado músical en el tercer cuaderno, de nuevo dedicado al piano. En esta parte, la música deja el protagonismo simbólico a la luz y sus sombras. Son 21 poemas, algunos de ellos de dos versos. El lenguaje tiende a lo esencial en esta parte en la que el poeta ya no escribe con las figuras retóricas antes señaladas, y en el que el ejercicio de lirismo se ve a veces sobrepasado por un léxico sobrecargado y esteticista ("Nieve perfumada de los almendros en flor", "Bailan los rosales con la brisa"). Aunque hay momentos muy buenos ("Es el amanecer, / es el primer amanecer del mundo, / la luna en el poniente, / los potros soñolientos"), quizás sea la parte más floja de las tres dedicadas a la música.
Y cierra el libro "Some presents moments of the future", nueva paradoja, con dos versiones. En la primera el poeta imagina el encuentro con su amada. Utilizando un lenguaje erótico pero contenido, el poeta cuenta literalmente las horas. El poema no nos convence debido a su falta de originalidad, no sólo por el planteamiento sino especialmente, de nuevo, por el léxico utilizado ("Desde ya mis dedos codician acercarse a tus abismos", "Vamos a volar...", "ebrios de nuestro galope interminable", "ebrios de ti") y termina con una paradoja tampoco especialmente original ("y caerás hacia arriba"). La segunda versión está a años luz de la primera, rebosante de versos acertados, con un planteamiento lírico mucho más efectivo, alejada de estereotipos, y que acaba de esta forma magnífica:
"duremos este tú y yo,
beso, saliva y piel,
duremos."
No es "Cuadernos de música" el mejor libro del autor. Al libro le falta originalidad en muchas partes del poemario y le falta una mayor riqueza de recursos. Aún así, hay poemas muy buenos a lo largo del todo el libro, libro que de nuevo, como viene siendo habitual últimamente, es bastante irregular. Nuestra valoración, por tanto, se queda en ese lado templado que no nos gusta especialmente.
Valoración del libro "Cuadernos de música": 6,5 / 10
30 comentarios:
Disiento sobre la reseña que hace El Cultural. No veo un cambio en la voz poética de Darío. Sus poemas de amor siempre me han parecido poco innovadores, gastados. No he leído todo lo que ha escrito este hombre pero al menos como poeta esperaba mucho más cuando lo leí por primera vez. Así que no me sorprende que no os haya entusiasmado.
No es un poeta que se haya distinguido por su voz singular precisamente. Este es un poema de otro libro:
" Podría perfectamente suprimirte de mi vida,
no contestar tus llamadas, no abrirte la puerta de la casa,
no pensarte, no desearte,
no buscarte en ningún lugar común y no volver a verte,
circular por calles por donde sé que no pasas,
eliminar de mi memoria cada instante que hemos compartido,
cada recuerdo de tu recuerdo,
olvidar tu cara hasta ser capaz de no reconocerte,
responder con evasivas cuando me pregunten por ti
y hacer como si no hubieras existido nunca.
Pero te amo."
Me pregunto qué libro es mejor que éste de Jaramillo, pues los anteriores son flojitos, flojitos. Su manera de enfocar el amor en sus versos es trasnochado, por decir algo suave, suena a antiguo, a no ser que ésa sea su intención. Aburre leer tantos versos tan anodinos para encontrar algo chispeante que te despierte del sopor. En "Love story" (!) se lee este comienzo con el que dan pocas ganas de seguir:
"Digamos que es lindo tener penas de amor
y disfrazar la noche con la llorosa nostalgia del bolero:
sin ti es inútil vivir
como inútil será
el quererte olvidar:
digamos que la violeta entre el libro,
el retrato, acaso una carta donde volcamos toda nuestra falta de vergüenza
(¿sabe usted lo que es ir desnudo por la calle?)
quieren decir que sin un amor la vida no se llama vida."
Extraña que un autor tan regularcillo sea objeto de atención aquí. A veces leo en esta sección quejas acerca de la poca presencia de nuevos poetas y sin haber leído todas las entradas, echo de menos a muchos autores más jóvenes e interesantes. Pueda ser que no salen en los suplementos de referencia y no son objeto de análisis para este colectivo de crítica, entonces estoy equivocado. Gracias por vuestro esfuerzo.
Pues siento disentir. El poema que has puesto me parece un buen poema. Como lo es éste que he encontrado en la red. No es un genio, tampoco es que haya muchos, pero es un poeta por encima de la media:
DE LA NOSTALGIA, 5
Alelado bajo el sol, sobre la tapia,
soy un niño de cinco años narcotizado por la luz,
suspendido fuera del tiempo,
del tiempo que ahora es cosa ajena, intermitencia del paisaje,
sustancia del lejano horizonte de montañas azules.
Descubro un éxtasis perfecto, matutino,
hago parte del aire, soy brisa inaugural, soy ala y vuelo,
dejo de ser yo mismo felizmente fundido con la luz,
nazco y regreso.
No he leído las novelas de Jaramillo. Opino que como poeta amoroso resulta, desde luego, trasnochado, sorprendentemente cursi, prescindible por completo. Ahora bien, cuando no aborda ese tema mejora bastante, sin llegar a niveles considerables (este "Cuaderno de música", por ejemplo). Su "Gatos", también en Pre-Textos, me divirtió, tiene gracia y hondura.
Anónima: entre el que ha puesto Antonio y el que has puesto tú media un abismo. El segundo invita a seguir leyendo. El primero más bien no.
Saludos.
Entiendo que haya gente a la que no le gusta la poesía amorosa de Darío. Por si acaso, pongo otro ejemplo, que comienza aparentemente muy cursi, pero que rápidamente tiene sorpresa.
PROPÓSITO
No menciones el amor: bien sabes que sería profanarlo.
Déjalo ser en silencio, para que sienta la música
de los dedos que rozan una piel amada.
Pero cállalo. Dedica tu babosa palabra a la pena;
exhibe sin pudor la dureza de tu corazón y así
confirmarás que esa llaga ya no duele;
ah, tu corazón, esa zona manida de ti, sabia,
anestesiada, infeliz.
No, no menciones el amor; déjalo crecer en silencio,
aliméntalo con silencio, compártelo sin decirlo
y solamente tartajea tu palabra para secretar tu viscoso veneno,
la amarga poción de tu cautela.
De acuerdo, Anónima, ese poema, a partir del cuarto o, mejor, del séptimo verso se endereza completamente. Sucede que incurre con demasiada frecuencia en el tono de los tres primeros. En fin, no creo que sea un poeta que merezca ocuparse más de él por hoy. Yo me despido de momento.
Darío para mí es un hombre de poemas buenos, no de poemarios buenos. Desgraciadamente es algo que se ha hecho frecuente en los últimos años. Es díficil encontrar un poemario en el que no haya altibajos de calidad significativos.
Suelo ser un cliente fiel de la colección Cruz del Sur, que me ha dado muchas alegrías, pero reconozco que el libro de Darío no está entre sus mejores, ni tampoco está a la altura de sus otros compañeros de colección. Lo siento.
Hacer un poemario temático es complicado, y el resultado de estos Cuadernos de música es una muestra de ello. Por cierto, witteros, no me olvido que nos debéis a Bonnefoy.
Por no cambiar mi coletilla política, que espero que no se considere spam, huelga general ya. Pero ya.
No es mi poeta favorito pero tiene, como dice Joan, poemas buenos, incluso de amor. No descartéis sus poemas de amor. Es verdad que a veces se le escapa una cursilada, pero el sujeto poético enamorado es cursi también, ¿no? Recordad cuando estáis enamorados.
Por ejemplo, un par de poemas eróticos:
ENCUENTROS
(Darío Jaramillo Agudelo)
Arrodillado te degusto
te lamo y lamo
olfateo cada parte de ti
te aprendo con labios y nariz
te estremezco y ensalzo
subo y bajo
lengua de pezón a pubis
lengua de boca a oreja
interminable.
ENCUENTROS
(Darío Jaramillo Agudelo)
Apuro esta euforia
como un vino escaso la apuro hasta sus más íntimos delirios.
Perfume preciso que aletea en la alcoba,
aroma de la expulsión de los demonios,
viento fresco el cuerpo del amor.
Ajeno a toda zozobra
me convierto en brizna de la nada entre el amor,
oh alegría, azúcar de mi noche.
Bueno, y después de esto, un poema de amor más contenido:
DESOLLAMIENTOS
...the seafaring man with one leg... R.L. Stevenson
Sin pie mi cuerpo sigue amando lo mismo
y mi alma se sale del lugar que ya no ocupo,
fuera de mí:
no, no hay aquí símbolos,
el cuerpo se acomoda a la pasión,
y la pasión al cuerpo que pierde sus fragmentos
y continúa íntegro, sin misterios incólume.
Contra la muerte tengo la mirada y la risa,
soy dueño del abrazo de mi amigo
y del latido sordo de un corazón ansioso.
Contra la muerte tengo el dolor en el pie que no tengo,
un dolor tan real como la muerte misma
y unas ganas enormes de caricias, de besos,
de saber el nombre propio de un árbol que me obsede,
de aspirar un perdido perfume que persigo,
de oír ciertas canciones que recuerdo a fragmentos,
de acariciar mi perro,
de que timbre el teléfono a las seis de la mañana,
de seguir este juego.
Besos a todos
No está mal, al menos parece auténtico. No es fácil escribir con tanta sencillez ni contenerse en el momento justo al escribir sobre el amor. Tras dicha sencillez parece que hay mucho conocimiento poético, que sin embargo no condiciona la voz del autor. Y también parece una opción el escribir, a pesar de todas esas lecturas, sobre lo que le da la gana y como le da la gana. ¿Cuántos poetas pueden decir eso hoy día? Le alabo la libertad, la capacidad de expresión en la sencillez, y su coherencia. Muchos dicen mucho menos en poemas demasiado grandilocuentes, al menos en mi modesto modo de entender, Jaula
Quizás el resumen sea ese: no está mal. Pero tampoco muy bien. De ahí esa nota en torno al seis que le dan los amigos de Witt. Poemas buenos por supuesto que tiene, pero la línea general es de un cierto conservadurismo estilístico y un esteticismo que de repente aparece en un verso y te deja bastante frío. Como siempre, también esto es una cuestión de gustos. Hay personas que aman la poesía de García Baena, que también ha escrito en esta colección, y su gusto es tan respetable como el mío, aunque a mí se me caiga el libro en el tercer verso.
Coincido con Joan en que Cruz del Sur es una buena colección de poesía, pero me sorprende que la mayoría de poetas latinoamericanos que es incluyen sean figuras muy mediáticas en sus países. Ignoro si en la elección de los poetas tienen voz y voto los mecenas de esta colección (los argentinos Sarah Girri y Jorge Gallardo) pero sería interesante que la colección apostara por poetas algo menos mediáticos, algo menos burgueses si se me permite la expresión que algunos llaman trasnochada, y más arriesgados.
Creo que Darío Jaramillo apuesta con rotundidad por esa difícil poesía de la sencillez y claridad, de larga tradición y gran aceptación en nuestro país. Es una apuesta muy complicada de ganar. ¿cómo aportar algo en clave de poesía del deseo después de nuestra generación del 27 o del propio Neruda? Se podría canbiando la forma, como hace Gonzalo Rojas, hacia una más encriptada escritura. O como logró Tomás Segovia con los sonetos votivos.
Le falta a Darío Jaramillo la pizca de sal que hace de un buen manjar, lo bueno fallido.
Le reconozco algunos poemas buenos pero no le identifico como Poeta, en el sentido más radical del término. No creo que haya creado un mundo lingüístico propio ni que aporte a la educación sentimental pautas o matices singulares, como si hicieran el Lorca de "Sonetos del amor oscuro" o el mejor Pedro Salinas de "La voz a tí debida". O el Neruda de los 100 sonetos de amor (A Matilde) y su anterior y juvenil libro "veinte poemas de amor y una canción desesperada".
Y además: Algo en Jaramillo me resulta impenetrable. Su sencillez, desnuda lo posible y viste lo imposible (recuérdense sus amores imposibles) de una cierta previsibilidad que me deja frío. Y si bien es verdad lo que el autor confiesa al hablar de la génesis de sus poemas, que para hablar de pasión y amor, hay que tomar distancia y escribir pasado el calentón. Lo que no habría que perder o dejar sin tacto es esa conmoción que produce el éxtasis del fuego carnal, la lujuriosa virtud de darse y recibir al otro /a hasta perder conciencia de si.
Cosa que en Lorca, Salinas, Neruda advertí, también en Segovia o Rojas y muy recientemente en Eladio Orta, José Viñals, Ana Mª Pérez o Julia de Baños y que en Darío no. Podría ser cuestión de mi sensología, de mi predisposición a su sensualidad. Podría ser.
A su libro le otorgo: 6,5 /10
Un cordial abrazo.
Víktor
Eres un crack, Viktor, lástima que te prodigues tan poco.
¿Estás por ahí, Ana? Creo recordar que estabas interesada en una cosita que han colgado aquí, aquí tienes el enlace:
http://www.cccb.org/ca/arxiu_multimedia
Salud
He leído este libro, "cuadernos de música", bastante por encima, o sea que entiendo que mi opinión no está del todo formada. Pero si se me permite un comentario, yo noto demasiado ese equilibrio forzado que intenta el autor entre la sencillez (que alguno de los comentaristas ha alabado como virtud), y el uso de demasiados adjetivos que considero más bien molestos.
No me gustan esos libros en que se ven demasiado las intenciones del autor (en algunas ocasiones me pareció oirlo pensar "ahora voy a poner una paradoja", "ahora un adjetivo exagerado").
En conclusión diría que no me sorprendo cuando noto que intentan sorprenderme.
Pero ya digo que esto que pienso parte más de un primer sentimiento que de una opinión sólida. Quizás sea cierto lo que decís algunos más arriba y haya que valorarle los poemas o versos sueltos que sí son buenos.
Un saludo y gracias a los addison y sí, Joan, huelga general ahora mismo.
Gracias Minkoff. Desgraciadamente los dos grandes sindicatos están tan controlados y dependen tanto del Estado, que veo difícil que haya una gran huelga a pesar de una situación económica que, como fruto del capitalismo exacerbado que vivimos, puede perfectamente cargarse la clase media de este país, empobrecida por unos sueldos que no crecen y unos precios, de todo, que se doblan cada tres años.
Interesante tu comentario, Viktor. Reconozco que el Lorca o Neruda que te emociona me produce un cierto sarpullido, precisamente por su exceso sentimentaloide. Los versos que se escriben en caliente suelen terminar quemándose a sí mismos con demasiada rapidez. Creo que es buena la distancia en toda poesía, porque si no es fácil que la baba que le cuelga al poeta enamorado caiga directamente sobre su manuscrito.
Yo al libro de Darío no le pondría más de un 6, siendo generoso.
Jordi tiene razón. Hay un denominador común de poeta mediático en los latinoamericanos elegidos por Pre-textos. No estaría mal un mayor atrevimiento en una colección que se lo puede permitir.
Ya ha salido el libro de Ángel González. Habría que saber si el poeta dio su permiso para que estos versos fueran publicados, porque en primera lectura están muy alejados de su nivel. Entiendo que es un negocio provechoso para Visor, para la viuda, para la nueva Fundación que va a dirigir Montero con el nombre del poeta, etc etc pero no estoy seguro de que Ángel hubiera querido ver esos versos publicados.
Muchísimas gracias por el video, anonimito. Muy muy interesante. Se podrían abrir varias líneas larguísimas de discusión sobre varios de los temas que comenta.
Un beso :))
Hola a tod@s,
La verdad es que después de ver la crítica que hacéis aquí de Cuadernos de Música, vale la pena releer el libro con vuestro post al lado (lo haré). Es interesantísimo todo lo que apuntáis.
La opinión que puedo dar sobre Jaramillo, está basada en el recital que dió la semana pasada en la Sala de la Muralla de la UV en Valencia.
Dario me gustó mucho en vivo, supo mantener el hilo del recital, y a mi personalmente me atrapó con los poemas para gatos que nos presentó al principio (estupendos)siguió con amores posibles e imposibles y concluyó con los cuadernos de música.
Especialemente de esta última parte me gustó un poema del cuaderno del violoncello, se habló de las sonatas de Bach, (personalmente conozco las de Rostropóvich). En un momento dado la musicalidad y el ritmo de uno de los poemas que leyó me transportó a una de esas sonatas, casi me pareció escuchar alguna de sus notas en boca de Jaramillo, fue como caer hacia arriba ese instante.
Sinceramente, pensé que Jaramillo se me haría más pesado, pero la verdad salí satisfecha y muy contenta, creo que fue un recital estupendo.
Tuve mucha suerte, ya que el día anterior en la UPV, tomó otros derroteros la cosa y no gustó demasiado, por lo que me dijeron...
Un saludo,
Estel J.
Victoriano Cremer ha ganado el premio Gil de Biedma. El jurado Victor García de la Concha hizo estas sorprendentes declaraciones: "García de la Concha aseguró que no tuvo duda de que la obra que estaba leyendo como finalista era de Victoriano Crémer porque había utilizado la misma máquina de escribir que la que empleaba en los años cincuenta."
Las declaraciones de Juan Manuel de Prada, sin comentarios, pero sin descubrir nada como de la Concha.
Todo en:
http://www.diariodeleon.es/inicio/noticia.jsp?CAT=113&TEXTO=6885174
Viva Visor y sus premios. Poetas mayores que leeis estos pagos, por favor, dejad bien claro cómo queréis que se gestione vuestro nombre porque, como decían hace poco los dewitt, si Jaime viera su premio no creo que le gustara nada de nada. Él lo diría más crudamente.
Sólo por eso podrían impugnar el resultado. Pero vistos los resultados del Parnaso, dudo que lo hagan.
Más inquietante me parece que Juan Manuel de Prada, que en materia de poesía (ni en ninguna otra, ciertamente) no tiene ningún crédito, se apunte tan ricamente como jurado de premios de poesía y nadie diga nada.
vergüenza ajena, compañeros.
Qué envidia, Estel. Cuando logras comunicarte de esa manera con quién recita es bastante mágico.
Y me creo que Darío recite bien porque, por alguna razón, los poetas sudamericanos y centroamericanos suelen recitar muy bien. De las piezas que nombras, me gusta la suite 5 y la 1, por ese orden, pero no logro identificar la que te "transportó".
pd.- Nada nuevo en los premios de la casa, ¿no?
Analicemos un poco las citas:
«El libro (de Victoriano Crémer) está lleno de vida a borbotones», según Juan Manuel de Prada.
Creo que eso está mal dicho, ¿no? O “está lleno de vida” o “del libro mana vida a borbotones”, expresiones ambas que, al menos sacadas de contexto, suenan a un intento de disimular que la obra carece de valor poético o, simplemente, que no se ha leído. Dejémoslo en que la valoración es, cuanto menos genérica: cualquier cosa está llena de vida. Por ejemplo, un autobús. Y su vida sale a borbotones en cada parada.
Por otro lado, Víctor García de la Concha afirmó que “se trata de un libro «lleno de emoción, escrito desde la última vuelta del camino, un repaso a la vida, pero con la misma actitud apasionada de los primeros libros de Crémer».
Notemos que de esta valiosísima cita, de este enorme esfuerzo de interpretación y síntesis de la obra, no se deduce que ésta haya conseguido mérito poético alguno.
Por último, García de la Concha confesó que también había reconocido la voz del poeta, «la misma de siempre, pero decantada con (¿no sería decantada por o como consecuencia de?, puede ser que el periodista copiara mal...) la sabiduría que se adquiere por el paso de los años, cargada intensamente de emoción. Es de lo mejor que ha escrito».
Digamos que lo mejor que ha escrito este señor depende de su sabiduría, de su emoción, y de su escasa evolución poética a lo largo de su existencia. Tampoco veo aquí mérito poético alguno. Mi abuela está en idéntica situación, y nunca ha escrito un verso.
Con premiantes así, ¿quién quiere enemigos?
Helena,
Gracias por tu apunte a mi comentario. Yo no entiendo mucho, pero esas fueron mis sensaciones, tal vez si alguien nos lee y estuvo podría dar su opinión por tener más referencias y no contar sólo con la mía.
Ánimo a los que estuvieron¡¡¡¡
Respecto a las suites que me comentas todavía no me he puesto a fondo, tengo que tirar de mi memoria, pero cuando la identifique, te lo hago saber, haber si coincidimos o fue un estado de enajenación transitorio que sufrí.
Lo que si que me ha descolocado es tu PD sobre los premios de la casa, no digo nada, no sea que haya tomado el rábano por las hojas. Tal vez esté un poco espesa Helena, sea muy corta o no lo he pillado, si fueras un poco más explícita...
Un saludo,
Estel J.
El pd. era en referencia al premio que se había comentado antes. Nada que ver con Darío, al que por cierto no he encontrado en youtube.
Gracias a ti.
Muy buen análisis, Jaula. No pondría ni quitaría ni una sola coma.
Sí, joan, pobre Crémer... Al que, por cierto, jamás he leído, y al que creo que jamás leeré gracias a García de la Concha y Prada. No sé, la nota de prensa me ha dejado como un regustillo a caspa... Quizá no sea justa, ¿tú lo has leído? ¿alguien lo conoce? Gracias, jaula.
Leyendo esto te harás una buena idea de por dónde van los tiros:
http://amediavoz.com/cremer.htm
Sí, ya entiendo. Gracias, Isla.
Helena,
Sobre lo de los premios imaginaba que iba por ahí la cosa.
Por cierto a Jaula me parece que hay que darle una valoración 10/10.
Por el comentario que hace de Cremer y por lo que he leído con el enlace aportado por isla, creo que me basta.
Desconocía la obra de Cremer y bueno, en todo caso habría que leer lo último publicado, no vayamos a cortarle la cabeza antes de tiempo, aunque la cosa de entrada pinta bastante claro.
Un saludo,
Estel J.
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