martes, 23 de abril de 2019

NO HEMOS VUELTO

Ante algunos rumores que nos han llegado nos gustaría aclarar lo siguiente:

1) El colectivo Addison de Witt se disolvió en el año 2013. La razón principal por la cual se disolvió fue, como dijimos, la inutilidad de nuestro trabajo. A lo largo de los años en los que funcionó el blog poco o nada cambió el panorama poético a pesar de nuestro trabajo. Además, creemos que cometimos numerosos errores.

2) Desde entonces hasta ahora, la situación de los premios de poesía apenas ha variado. Las mismas corruptelas y los mismos amiguismos continúan, y nadie lo va a cambiar porque quienes controlan el negocio son demasiado poderosos e inmunes.

3) Se ha producido, además, un fenómeno que nadie anticipó en su momento: los poetas nacidos en Instagram. Es verdad que darían para sabrosas contracríticas, quizá demasiado fáciles, pero no creemos que valga la pena el esfuerzo.

4) Hemos observado que alguien ha abierto una página en Facebook con el nombre del colectivo. No disponemos del copyright del nombre pero esta persona no tiene ninguna vinculación con nosotros y desconocemos quién puede ser. Será responsabilidad de esta persona cualquier comentario que realice en su página de Facebook, o cualquier otra página que quiera abrir en Twitter o en Instagram. El único canal oficial de Addison de Witt es esta página, que permanecerá cerrada.

5) Creemos además que, durante este tiempo, compañeros y compañeras valientes han hablado claro y sin seudónimos, alguna vez incluso nosotrxs, sobre la situación de la poesía en general, y sobre los premios de poesía financiados con dinero público en particular. Se pasó, afortunadamente, el tiempo de los seudónimos. La guerra ahora se debería librar con una estrategia muy distinta a Addison. Los tiempos han cambiado. El precio a pagar ya sabemos cuál es, estar fuera de esos premios y de alguna editorial importante, pero muchos poetas publican ahora en editoriales independientes, pequeñas, muy dignas y muy alejadas de este tipo de actividades. Cualquier cambio del statu quo del panorama de premios en España tendrá que venir por un movimiento con las caras al descubierto, honesto, mayoritario y sin intereses ocultos. A priori parece ciencia ficción pero si alguien se anima, estaremos encantadxs de participar a nivel personal.

6) No tenemos mucho más qué decir. Por respeto a quienes nos siguieron, jamás abriríamos un canal nuevo de comunicación sin anunciarlo previamente aquí. Y, como hemos repetido, el colectivo Addison de Witt está disuelto definitivamente y no tiene ninguna intención de volver a reunirse por mucho que se nos haya pedido. Cada uno de los miembros del colectivo ejerce su actividad de manera personal, de la forma que cree más beneficiosa para él/ella y para la poesía. Y ninguno de nosotrxs ha abierto, ni abrirá, canales alternativos al antiguo blog.

Hasta siempre.

lunes, 8 de abril de 2013

Premio Ausiás March al Mejor Poemario de 2012


Amigas y amigos,

El ganador del Premio Ausiás March a Mejor Poemario de 2012 es para el escritor chileno Raúl Zurita por su libro "Zurita", publicado por la editorial Delirio. Enhorabuena al poeta y a la editorial por el fantástico libro publicado. Más abajo podréis leer el detalle de nuestras valoraciones y de los distintos libros premiados. Enhorabuena a todos los libros votados y gracias, en cualquier caso, a poetas y editoriales por colaborar en hacer posible esta locura que supone leer tantos poemarios.

El proceso de elección ha sido similar al de otros años. En una primera votación cada uno de los cinco miembros del colectivo votó por sus libros favoritos. Cada lista individual fue discutida, cada libro defendido y criticado, y se procedió a una segunda votación. Tras esta segunda votación los libros que lograron al menos dos votos fueron leídos de nuevo. En una nueva reunión se produjo una tercera votación y los libros con tres o más votos fueron leído una vez más (y discutidos). Finalmente, en la votación final se llegó a las conclusiones definitivas, que son las que aparecen en esta entrada del blog.

En los resultados se podrán ver nombres consagrados al lado, incluso debajo, de nombres desconocidos. No creemos en las aristocracias poéticas ni en sus herencias, algo muy común en los premios de este país. Cada libro debe valorarse de manera independiente de quien lo escribe, y, por supuesto, independientemente de nuestras simpatías.

Como dijimos en su momento, está será la última publicación en el blog Addison de Witt, al menos por tiempo indefinido. Los objetivos del blog han sido, al menos, parcialmente cubiertos. Cada vez es más frecuente que los poetas hablen públicamente de la corrupción existente en los premios de poesía e incluso que poetas conocidos, todavía ninguno de los "elegidos" por el Estado, una su nombre a diversas causas. Esto era algo impensable hace unos pocos años, cuando el silencio y la complacencia eran la reacción ante casos flagrantes de malversación de dinero público. Algo ha cambiado en este aspecto aunque sorprende que gente joven se siga sumando a la orgía de premios amañados y tenga la desvergüenza de justificar su comportamiento. Por otro lado, la objetividad en la crítica de poesía no sólo no ha mejorado en los medios oficiales sino que también ha empeorado en los medios digitales. No es sencillo encontrar reseñas que no sean de amigos sobre amigos. Este amiguismo es un problema serio de la poesía española que quizás no hemos señalado suficientemente. Y respecto a la calidad de la poesía escrita, pensamos que modestamente se ha puesto un granito de arena para que la poesía editada en España se atreva con poéticas alejadas de la naftalina y los nenúfares que tanto siguen lastrando a nivel internacional el trabajo realizado. A día de hoy, la media de calidad de los libros publicados es mucho mayor que cuando este blog comenzó.

Os damos las gracias a todos por el espectacular seguimiento que Addison de Witt ha tenido estos años, gracias tanto a los amigos por sus ánimos como a los enemigos, quienes también nos animaban, sin querer, a continuar. Os deseamos que disfrutéis de las lecturas que os presentamos y no olvidéis comprar buena poesía. Es la única manera de mejorar: leer y leer, mucho más que escribir. Hasta siempre.




Premio Ausiás March al mejor poemario de 2012. Raúl Zurita. Zurita. Editorial Delirio
El premio Ausiás March al mejor poemario de 2012 es para Raúl Zurita y su monumental Zurita. En el que, sin duda, es también el mejor libro del chileno, Zurita expone durante más de 700 páginas un universo que no es sino un resumen de la vida y de nuestro tiempo. El trasfondo del golpe militar de 1973 en su país se convierte en la excusa para realizar una maravillosa descripción de la condición humana en cada una de sus múltiples facetas, desde la más miserable a la más altruista. El chileno realiza todo un despliegue técnico en el que cabe la prosa, la prosa poética, la poesía e incluso el periodismo. Zurita no es sólo la historia de un ser llamado Zurita sino la historia concentrada de tantos otros seres que han sido testigos o víctimas de la barbarie que acompaña desde siempre a nuestra especie. Lo mismo ocurre con el paisaje y con su océano. El paisaje descrito por el poeta no es sólo el paisaje chileno sino que son todos los paisajes a la vez. Zurita es al mismo tiempo físico y metafísico, social y espiritual, sin imposturas, desde un profundo humanismo. El volumen, anticipado por el libro que Amargord publicó con el título de "Cuadernos de guerra", es el Canto General nerudiano de este siglo XXI. Los tiempos están rotos, la narración fragmentada pero la ambición y la fuerza están muy presentes. Dado el despliegue de recursos y la extensión, el libro no está exento de errores. Zurita no es un poeta al que le resulte fácil lograr imágenes brillantes, la imaginación no es su fuerte, y a veces cae en ciertos lugares comunes, como en descripciones de amaneceres, o en simples cursilerías. Se le perdona porque los errores son aislados y porque es imposible mantener un gran nivel durante tantas páginas. Zurita, para este colectivo, es el mejor libro de poesía publicado en 2012 en España.

Accésit al Premio Ausiás March a Mejor Poemario de 2012


Antonio Gamoneda. Canción errónea. Tusquets

Resulta sorprendente que Gamoneda mantenga su poesía a tan alto nivel pasados los ochenta años. El poeta ha publicado su mejor libro de lo que llevamos de siglo y no es poco. Con una poesía fuertemente existencial, Gamoneda parece escribir un poemario que tiene algo de despedida y mucho de lucidez. El poeta trabaja con un eje de pocos símbolos y palabras (la luz, la madre, la vejez, el olvido, el amor) y construye variaciones sobre sus temáticas que giran en una espiral de melancolía, angustia y desesperanza. En definitiva giran ante lo que el poeta llamaría su inocencia de no saber vivir y la realidad de la inexistencia. A pesar de la temática, hay algo natural en el dolor transmitido, algo que lo hace casi natural y que lo aleja del victimismo y la conmiseración. La sorprendente frialdad en la angustia es quizás uno de los mayores logros del poeta y quizás una de las razones por las que muchos lectores no conectan con su poesía. Gamoneda no busca nuestra piedad ni nuestra lágrima fácil. No le hace falta.
El miembro del jurado que no ha votado por el libro lo ha hecho por dos razones. En primer lugar aduce que las repeticiones de sustantivos, para él simbólicos, restan fuerza a su impacto en cada poema nuevo en el que se repiten. Para él, esas variaciones son repetitivas. En segundo lugar cree que el uso cromático que se realiza con los colores es excesivo y añaden esa sensación de repetición, que no de poema unitario, que este miembro del jurado tiene.
Al margen del voto en contra, el colectivo AdW piensa que Gamoneda vuelve a demostrar que nadie le ha regalado nada para ser uno de los mejores poetas de nuestro país.

Finalistas al Premio Ausiás March a Mejor Poemario de 2013


Juan Carlos Mestre. La bicicleta del panadero. Calambur

Quienes votaron por "La bicicleta del panadero" valoran el esfuerzo enciclopédico, el golpe, que supone el libro como acto afirmativo del poeta. Asumen que en un libro tan voluminoso es difícil mantener el nivel en todos los poemas pero destacan que, a la probada habilidad verbal del poeta, éste asume nuevos retos lingüísticos inéditos hasta ahora es su obra (o poco frecuentes). La poesía como magia, como torrente inesperado en el que ante una misma mesa se pueden sentar los adjetivos y nombres propios más alejados y lograr una armonía inesperada y un asomo al misterio.
Quienes han decidido no votar el libro piensan que al autor le ha faltado contención, en la mayoría de poemas y en su conjunto. Piensan que existe una cierta gratuidad léxica e imaginativa, un exceso por el exceso, enmarañado entre automatismos en donde brillan los poemas más sencillos, aquellos en los que el Juan Carlos Mestre vuelve a la humildad honesta y necesaria. Un poeta que en las entrevistas se enorgullecía de publicar un libro cada 8 años ha dejado pasar demasiado poco tiempo a la hora de publicar un volumen tan extenso en el que la autocrítica y el reposo no aparecen. ¿Por qué tanta premura?, se preguntan.
Ambos grupos coinciden en que lo mejor del libro es su manejo del sentido del humor y de la ironía, algo poco frecuente en nuestra poesía, y nada fácil de lograr.


Alejandro Céspedes. Topología de una página en blanco. Amargord
Los miembros de AdW que votaron por el libro indican que el autor ha dado un salto de calidad y estilo importante desde su último libro. Apenas quedan recuerdos del autor de "James Dean, amor que me prohibes". El riesgo debe premiarse. "Topología" es una interesante reflexión sobre la palabra y el hecho poético y su tratamiento se realiza desde diversas y variadas vías. Destaca especialmente el afán de destrucción del texto y sus componentes, similar a una cierta inmolación metafórica del propio autor. Quienes votaron por "Topología" opinan que combina poesía y reflexión metapoética de una manera inteligente, coherente y que invita a la reflexión.
Quienes no lo hicieron señalan varios aspectos. Uno de ellos es el abuso de la intertextualidad, que va mucho más lejos de lo que el autor señala al final del libro y que abarca no sólo el aspecto versal sino el formal, el sintáctico, el temático y el morfológico. No es un libro original, dicen, y pretende serlo. El poemario resulta largo y reiterativo. Según ellos, algunos de los detalles visuales y de edición serían más propios de ilustraciones de libros juveniles y no están a la altura de la seriedad y profundidad del texto.
Tanto unos como otros señalan que sí se percibe un esfuerzo importante por la obra bien hecha, independientemente de la opinión sobre su resultado, Y un poeta que se reinventa y se esfuerza de manera notable logrando su mejor libro merece ser reconocido por ello.


Francisco Fuentes. Setenta y cuatro días sin mí. Editora Regional de Extremadura

Uno de los dos sleeper del año. Uno de esos secretos de poesía por los que vale la pena todo el esfuerzo de lectura y una de las dos razones por las que existía esta página: sacar de la oscuridad autores que, por no ser mediáticos, vivir en provincias o no aparecer en las revistas o festivales, son ignorados. He aquí un libro que vale la pena. Quienes votaron a Fuentes señalan su profundidad lírica. Fuentes tiene capacidad para, con una sencillez engañosa, llegar lejos en su comunicación. Es un autor dotado de una gran sensibilidad poética  El poeta tiene capacidad para acercarse al enigma poético, a la transcendencia de la poesía y la existencia. Quienes no han votado por el libro están de acuerdo con lo dicho anteriormente pero tienen varias objeciones. En primer lugar, el nivel de los poemas es irregular, especialmente en su mitad, donde la calidad de los poemas baja con respecto a los primeros y últimos. Para un libro tan breve como es éste, se requiere un nivel excelente en todos los poemas. Al margen de alguna pequeña pero obvia intertextualidad no señalada, sería deseable un mayor número de poemas para ayudar a configurar el poemario y eliminar algunos que rompen con el tono del libro ("te voy a hacer un vestido..." por poner un ejemplo),
El colectvo en su conjunto reconocen la gran calidad del libro. El autor es joven y tiene tiempo. Que no tenga prisa y que conserve la mirada.

Raúl Quinto. Ruido blanco. La Bella Varsovia
Quinto realiza un crítica a los medios de comunicación en su nuevo libro. En un tono aséptico, vaga por tiempos y espacios en una búsqueda errante. El poeta consigue muchas veces su propósito: inquietarnos. Ser más conscientes si cabe de nuestro presente. Su estilo es visual, directo, sin apenas adornos. Algunas de sus imágenes tienen una poderosa fuerza. El contenido es correcto, ambicioso y profundo.
Quienes no votaron a Quinto piensan que la frialdad del texto se transmite a su propia condición de lectores. Se quedan impasibles y afirman no sentir nada ante los hechos que el poeta refleja. Creen que el poeta podría habernos hecho partícipes, en mayor medida, de sus reflexiones. Al margen de pequeños detalles retóricos y de una cierta sensación de repetición en un poemario breve, destacan esa falta de transmisión lírica y emocional como el mayor obstáculo para no haber votado al libro.
Ruido Blanco, en cualquier caso, es un buen ejemplo de poesía bien escrita, trabajada, actual y realizada desde la humildad de una pequeña editorial.
Angélica Morales. Desmemoria. Gobierno de Aragón
El otro sleeper del año. Angélica parece escribir desde la alucinación, desde un cierto estado alterado de conciencia que no le impide ver la realidad cotidiana pero que a la vez le permite vislumbrar lo que muchos no pueden observar. A través de unos versos largos y llenos de fuerza, Angélica logra una poesía aparentemente confesional y novedosa, desgarrada y rotunda. Desmemoria es un diario escrito en el futuro donde la familia es la cuerda y la horca. Muy interesante.
Quienes no votaron por el libro de Angélica apuntan a ciertos excesos expresionistas en forma y fondo, así como una voluntad malditista no del todo creíble. Igualmente indican que, a nivel técnico, a su poesía le falta ritmo. También echan de menos un mayor dominio retórico.
Dicho todo lo cual, Desmemoria es una de las sorpresas poéticas más interesantes de todo el año.


Semifinalistas al Premio Ausiás March a Mejor Libro de 2012

Mauricio Medo. Dilemas médicos. Ediciones Liluputienses

Mauricio Medo ha escrito un poemario breve, extraño y muy atractivo. Cuando quiere, Mauricio es un poeta muy bueno, con un gran dominio del lenguaje y capaz de mostrarse moderno y clásico a la vez. Paralelamente sus reflexiones son interesantes, sus formas modernas y tiene una imaginería rica y variada. Tanto en el yo poético como en sus desdoblamientos el poeta tiene el control de lo que ocurre.
Quienes no votaron a su libro explican que el léxico del poeta es demasiado rebuscado en ocasiones y parece querer buscar la dificultad en una suerte de postbrarroquismo. Se refieren a ese léxico que está ahí no porque sea necesario sino porque suena más "poético". No ocurre con mucha frecuencia pero ocurre y lastra mucho al poemario. Hay también un abuso de los nombres propios y falta razonar la exposición de cierta erudición.
"Dilemas médicos", independientemente de la diversidad de opiniones, es un libro diferente y de calidad.



Sergi de Diego Mas. E-mails para Roland Emmerich. Honolulu Books

Sergi de Diego no tenía prisa en publicar su primer libro y el tiempo le ha dado la razón. No hay prisa. Su poemario ha recibido votos por varias razones. Es un libro bien estructurado, con una arquitectura clara. Su manera de tratar el presente apocalíptico es interesante. Es de lo pocos libros premiados que uno pediría que no se hubiera acabado tan pronto. La retórica es muy sencilla y a la vez está diseñada con mucho tacto. La profundidad de la temática es abordada con inteligencia y con algunas dosis de ironía por parte del poeta. Y la sensación de posmodernidad que impregna el texto de principio a fin no parece impostada sino que es el fruto de una persona que claramente ha leído mucho antes de llegar hasta este libro.
Los dos miembros que no votaron a E-mails también lo hicieron por varias razones. Para ellos, algunos de los versos tienen más sentido decorativo, el fondo de ciencia ficción, que sentido poético. Se percibe demasiado su función de decorado. La jerga científica, en especial, no funciona. Para estos miembros del jurado sí que hay algo de impostura en el posmodernismo del texto, comenzando por la elección de un director de cine comercial que contrasta con los nombres de cineastas que aparecen en la parte final del libro, por poner un ejemplo. Discrepan también en el uso de la retórica, que no es abundante pero que suele llevar a metáforas o imágenes que no están a la altura del conjunto del texto.
Todos acuerdan que se trata de un primer libro arriesgado, interesante, de un autor que puede dar más de sí en futuros libros.

María García Zambrano, Menos miedo. Torremozas
La poeta García Zambrano nos ofrece un libro intimista, en el que el yo poético tiene una mirada lírica y melancólica que se lee no sólo con interés sino a veces con asombro gracias a la profundidad de su experiencia. 
Quienes no votaron a García Zambrano hablan de que necesita aumentar sus recursos técnicos y no depender tanto de ciertas figuras retóricas. A veces, como en el poema Cuenta Pendiente, pierde el control del poema y se le desborda como si perteneciera a otro poemario. Otras veces las metáforas parecen poco trabajadas, como si el nivel de autoexigencia bajara.
García Zambrano ha escrito buenos poemas en su libro. Tiene capacidad para hacerlo. Olvidar las enseñanzas de talleres de poesía y centrarse en donde ella resalta, como en los primeros poemas del libro, es su camino.

Olvido García Valdés. Lo solo del animal. Tusquets
Olvido es una poeta que, para bien o mal, está sujeta a un estilo muy propio que, casi con toda seguridad, no abandonará. La soledad, vista no como algo negativo sino como algo consustancial a nuestro ser, se muestra en su nuevo poemario de manera natural. Su forma de poetizarla, con ese verso reflexivo y desnudo, es singular y conmociona en ocasiones. 
Los miembros de AdW que no votaron este libro comentan que Olvido no es una buena poeta de imágenes y en este libro abusa de ellas, incluso dentro de un mismo poema. Igualmente lo hace con la introducción de animales de todo tipo, una especie de camino simbólico que parece forzado. También ocurre con los colores. A la poesía de Olvido no le sientan bien los adornos. El resultado es un libro con poemas excelentes y poemas de una calidad muy inferior.
Todos coincidimos en que cuando la poeta desnuda su poesía  y la hace más pura logra una altura poética muy notable.


David Meza. El sueño de Visnu. El Gaviero
El joven mejicano David Meza se presenta en España con un poemario muy interesante, torrencial, repleto de imágenes y metáforas en clave de biografía épica. El resultado es un libro denso, con multiplicidad de voces y estilos, atrevido y descarado. 
Aquellos que no dieron el voto por el libro de Meza exponen que la multiplicidad de voces es todavía la señal de una carencia de voz propia, como si el poeta estuviera probando cuál es su verdadero tono. Añaden que existe una sobreabundancia de imágenes y metáforas y lo atribuyen a una falta de autocrítica en la reescritura. Tampoco parece entusiasmarles los neologismos que el poeta inventa.
Será interesante seguir a este poeta y ver cuál es su voz definitiva. Tiene talento.



Jurado 1

Autor Título Editorial
Toño Benavides Los chicos del vertedero Canalla Ediciones
Alejandro Céspedes Topología de una página en blanco Amargord
Sergi de Diego Mas E-mails para Roland Emmerich  Honolulu Books
Antonio Gamoneda Canción errónea Tusquets
Olvido García Valdés Lo solo del animal Tusquets
Luis Luna Umbilical El sastre de Apollinaire
Juan Carlos Mestre La bicicleta del panadero Calambur
David Meza El sueño de Visnu El Gaviero
Olga Muñoz Carrasco El plazo Amargord
Mª Ángeles Pérez López Atavío y puñal Olifante
Vanesa Pérez-Sauquillo Clímax Road Rialp
Raúl Quinto Ruido blanco La Bella Varsovia
José Verón Gormaz Ritual del visitante Olifante
Raúl Zurita Zurita Delirio

Jurado 2


Autor Título Editorial
Gsús Bonilla Mi padre, el rey Ediciones La Baragaña
Rafael Cadenas Sobre abierto Pre-Textos
Sergi de Diego Mas E-mails para Roland Emmerich  Honolulu Books
María García Zambrano Menos miedo Torremozas
Francisca Gata Amate Cine negro Vitruvio
Jesús Jiménez Domínguez Frecuencias Visor
Pilar Martín Gila ORDET Amargord
David Meza El sueño de Visnu El Gaviero
Eduardo Mitre Obra poética (1965-1998) Pre-Textos
Angélica Morales Desmemoria Gobierno de Aragón
Raúl Quinto Ruido blanco La Bella Varsovia
Raúl Zurita Zurita Delirio


Jurado 3


Autor Título Editorial
Lourdes de Abajo Paisaje adentro Amargord
Noni Benegas Animales sagrados Igitur
Alberto Carpio Los comensales Pre-Textos
Alejandro Céspedes Topología de una página en blanco Amargord
Francisco Fuentes Setenta y cuatro días sin mí Editorial Regional de Extremadura
Antonio Gamoneda Canción errónea Tusquets
María García Zambrano Menos miedo Torremozas
Mauricio Medo Dilemas médicos Ediciones Liliputienses
Juan Carlos Mestre La bicicleta del panadero Calambur
Angélica Morales Desmemoria Gobierno de Aragón
Raúl Quinto Ruido blanco La Bella Varsovia
Tomás Segovia Rastreos y otros poemas Pre-Textos
Raúl Zurita Zurita Delirio


Jurado 4


Autor Título Editorial
Daniel Aguirre Oteiza Sombra de emboscado Amargord
Andrés Catalán & Ben Clark Mantener la cadena de frío Pre-Textos
Alejandro Céspedes Topología de una página en blanco Amargord
Francisco Fuentes Setenta y cuatro días sin mí Editorial Regional de Extremadura
Antonio Gamoneda Canción errónea Tusquets
Sara Herrera Peralta Hay una araña en mi clavícula La Garúa
Mauricio Medo Dilemas médicos Ediciones Liliputienses
Juan Carlos Mestre La bicicleta del panadero Calambur
David Meza El sueño de Visnu El Gaviero
Francisco Najarro Lanchazo El extraño que come en tu vajilla Vitruvio
Sergio Raimondi Poesía civil Ediciones Liliputienses
Miguel Veyrat Poniente Bartleby
Raúl Zurita Zurita Delirio


Jurado 5


Autor Título Editorial
Isabel Bono Brazos piernas cielo Baile del Sol
Ricardo Corona ¿AHN? Poeta de cabra
Francisco Fuentes Setenta y cuatro días sin mí Editorial Regional de Extremadura
Antonio Gamoneda Canción errónea Tusquets
Olvido García Valdés Lo solo del animal Tusquets
Julio César Galán Márgenes Pre-Textos
Salvador Lera Paralelamente Libros del aire
Pilar Martín Gila Ordet Amargord
Valerie Mejer Cuaderno de Edimburgo Amargord
Angélica Morales Desmemoria Gobierno de Aragón
Juan Antonio Tello Umbrales de Rimbaud Eclipsados
Ignacio Vleming Clima artificial de primavera La Bella Varsovia
Juan Pablo Zapater La velocidad del sueño Renacimiento
Raúl Zurita Zurita Delirio






lunes, 18 de marzo de 2013

Lista final de candidatos al Premio Ausiás March a mejor poemario del año 2012

Hola a todas y todos

Dejamos aquí la lista definitiva de libros candidatos. Ha habido bastantes incorporaciones respecto a la lista anterior. Ya no podemos admitir más libros pero os agradecemos vuestro interés y ánimo. Suerte a todos (la lista está modificada con los últimos errores u omisiones detectados):


Autor Título
Begoña Abad Cómo aprender a volar
Lourdes de Abajo Paisaje adentro
Pablo Acevedo Estrella varada
Francisco Acuyo Los principios del tigre
Óscar Aguado Los animales han llegado
Daniel Aguirre Oteiza Así extravíe el callejero
Daniel Aguirre Oteiza Sombra de emboscado
Antonio Agudelo La central térmica
Antonio Agudelo Madreagua
José Agulló Cosas de la vida y de la muerte
Fernando Aínsa Poder del buitre sobre sus lentas alas
Alejandro Alagón Ramón Varios nombres para un cuadro
Jaime Alejandre Lo que queda
Antonio Alfaro Sánchez Coplas a la muerte de una época
Alicia Álvarez La aguóloga
Diego Álvarez Miguel Un día tres otoños
Verónica Aranda Café Hafa
Víctor Angulo Cierra despacio al salir
Idoia Arbillaga Pecios sin nombre
Jesús Arroyo Disfrazado de esquimal
Ester Astudillo La semántica del día
Aurora Auñón Techo y raíces
Jesús Ayet Al comienzo del día
José Pablo Barragán La nave
Toño Benavides Los chicos del vertedero
Noni Benegas Animales sagrados
Felipe Benítez Reyes Las identidades
Carmen Bermúdez Melero Filosofari
Jesús Bernal Hombre en la niebla
Eduardo Boix Prozac, Trankimazin y otros parques infantiles
David Bovis La sed de la arena
Gsús Bonilla Mi padre, el rey
Juan Manuel Bonet Las cosas que se han roto
Isabel Bono Brazos piernas cielo
Silvestre del Bosque Hermatario
Nacho Buzón Alehop
José Manuel Caballero Bonald Entreguerras
Rafael Cadenas Sobre abierto
Begoña Callejón Los pájaros dibujaban en mis ojos
Alberto Calligaris Poemas de amor para mujeres borrachas
Jara Calvo A cero grados
Carmen Camacho Campo de fuerza
Carmen Campelo La red de Shakti
Tobías Campos Fernández Campo base
Tobías Campos Fernández Las horas abiertas
Aureliano Cañadas Diamantinamente
Antonio Capilla El fuego en la palabra
Ernesto Cardenal Vuelos de victoria
Alberto Carpio Los comensales
Iñaki Carrasco González Pequeños holocaustos sin importancia
Alfonso Casasola Susurros del alma
Mariano Castaño Origen
Sara Castelar Lorca La hora sumergida
Manuel Emilio Castillo Diálogos Inter Nos
Javier García Cellino Territorio para el fuego
Corrado Calabró Dímelo por SMS
Sofía Castañón La noche así
Andrés Catalán & Ben Clark Mantener la cadena de frío
María Antonia de Castro Copa de cristal
Mariano Castro Lugar
María Pilar Cavero Brisas y briznas
Alejandro Céspedes Topología de una página en blanco
Inma Chacón Arcanos
Micaela Chirif Sobre mi almohada una cabeza
Marga Clark Luzernario
Juan Cobos Wilkins Para qué la poesía
Carmen Conde Cancionero de la enamorada
David Coll Rodríguez Más allá del dolor y la muerte
Julia Conejo Alonso Peces transparentes
Miguel Contreras Libro de precisiones
María Antonia Copado La mujer de lluvia
Jordi Corominas Oceanografías
Ricardo Corona ¿AHN?
Miguel Cuerdo Mir Álgebra de la memoria
José María Cumbreño Genealogías
Antonio Deltoro Los árboles que poblarán el Ártico
Jorge Díaz Martínez Transbordo
Sergi de Diego Mas E-mails para Roland Emmerich 
Fina Domenech Callado canto
Vicente Enguix Ascuas de luna
Alberto Escarpa Campo de trigo con alondra
Asunción Escribano Hebra y sutura
Jorge Espina Volver al pan
Concepción Estevarena Silenciosa es la noche
Domingo F. Faílde La mala letra
Luis Farnox Viajespiral
Soledad Fariña La vocal de la tierra
Loren Fernández  Mitología de las piedras
Agustín Fernández Mallo Antibiótico
Miguel Ferrando Iliria
Atilano Ferrer La mitológica de Lovetown
Rafael Fombellida Violeta profundo
Miguel de Francisco Dalton Peabody
Eduardo Fraile Valles Ícaro & Co
Francisco Fuentes Setenta y cuatro días sin mí
Miguel Galanes Divino carnaval
Antonio Gamoneda Canción errónea
Miguel Ángel Gara Los pájaros pican
Álvaro García Canción en blanco
Sesi García Tabaco de liar
Ángel García López Postdata 
Marcos García Rey Lenguas de cobre
Patricia García-Rojo Amar es aquí
Fernando García Tzalek Destierros de un ángel
Olvido García Valdés Lo solo del animal
María García Zambrano Menos miedo
José María Garrido Esquelas de los vivos
Francisca Gata Amate Cine negro
Javier Gato
Enrique Gismero La voz encadenada
Hugo Gola  El soplo y la materia
Juan Miguel González La casa de las buganvillas
Miguel Ángel González Prometo no apretar el gatillo…
Jesús Aparicio González La papelera de Pessoa/La luz sobre el almendro
Luis Antonio González Pérez Somos materia desechable
Antonio Gracia La muerte universal
Enrique Gracia Trinidad Butaca de entresuelo
Carlos Guerrero Los espacio vacíos
Germán Guirado Escritos de lápiz de labios
Ramón Hernández Acuario en Capri
David Hernández Sevillano Anonimario
Ángel Antonio Herrera Los motivos del salvaje
Javier Hervás Bailaré claqué por ti
Sara Herrera Peralta Hay una araña en mi clavícula
Nicolás del Hierro El color de la tinta
Juan Hospital Gris: una teoría
Carlos Huerga Road movie
Francisco Illán Vivas A mi manera
Carlos Izquierdo Cuadernos de instantes
Jesús Jiménez Domínguez Frecuencias
Pablo Juaralde China destruida
Jon Juaristi Renta antigua
Laura Labajo Y ser solo la chica de la gasolinera
Juan José Lanz Antorcha de paja
Alberto Lauro Hijo de mortales
Begoña Leonardo No frenes la lengua de los pájaros
Salvador Lera Paralelamente
Carmen López Escalas
Pablo López Carballo Quien manda uno
Fernando Lopez Guisado La letra perdida
Enric López Tuset Adoración
Javier Lorenzo Candel Territorio frontera
Josemari Lorenzo Espinosa hábeas corpus
Roberto Loya Los ojos no están aquí
Emiliano de Lucas Matarranz Flores de invierno
Eric Luna Poesía de guerrilla
Luis Luna Umbilical
Julio César Galán Márgenes
Esther Madrigal La ruta de la plata
Juan Malpartida A un mar futuro
Juan Manuel Gil Mi padre y yo. Un westerm
Adolfo Marchena & Luis Amézaga Poemas fundidos
Joaquín Marco Variaciones sobre un mismo paisaje
Antonio Maríñez Stala Matka Bolejaca
José Marmol Lenguaje del mar
Rubén Martín Díaz El mirador de piedra
Pilar Martín Gila ORDET
Abelardo Martínez De colores
Yaiza Martínez Caioscopia
Eduardo Martínez Hernández Entre menhires…
Hilario Martínez Nebreda Hombres del esparto
María Ángeles Maeso ¿Quién crees que eres yo? 
Juan Antonio Masoliver Ródenas Paraíso a ciegas
Mauricio Medo Dilemas médicos
Valerie Mejer Cuaderno de Edimburgo
Isabel Melián Huerta Vuelo interior
Nicolás Melini Los chinos
Natalia Menéndez El síndrome Kalashnikov
Eduardo Merino Mira
Juan Carlos Mestre La bicicleta del panadero
David Meza El sueño de Visnu
Eduardo Milán Donde no hay
Rosa Mª Milleiro Paseo mis pies desnudos
Eduardo Mitre Obra poética (1965-1998)
Pedro Molina Temboury Islas, islas
Jorge Molinero Amplia victoria de los traseros
María Monjas Carro Háblame de la lluvia
Pedro Montealegre La pobre prosa humana
Ana Montojo Plantas de interior
Mª Luisa Mora Alameda El don de la batalla
Fabio Morábito Ventanas encendidas
Angélica Morales Desmemoria
Luis Javier Moreno Figuras de la fábula
Vicente Muñoz Álvarez Animales perdidos
Olga Muñoz Carrasco El plazo
Jerónimo Muñoz Palma Filosofía pálida
Blas Muñoz Pizarro La mano pensativa
Kepa Murua Escribir la distancia
Francisco Najarro Lanchazo El extraño que come en tu vajilla
Elizabeth Neira Pop life
Julio Obeso Tres tristes trópicos
Alejandro Oliveros Espacios en fuga
Antonio Orihuela Cosas que tiramos a la basura
Antonio Orihuela La guerra tranquila
Antonio Orihuela Autogobierno
Miguel Ortega Isla Cinco libros hallados en el desván
Alejandro Palomas Tanto tiempo
José A. Pamies Afonías
Manuel Panizo Vanbossel cloc
Jesús Pardo Gradus Ad Mortem Ix-X
José Luis Parra Inclinándome
José Pastor González El ruido de los cuerpos al caer
Chus Pato Hordas de escritura…
Mª José Pérez Grange Al aire
Mª Ángeles Pérez López Atavío y puñal
Vanesa Pérez-Sauquillo Clímax Road
Pilar Peris Fisuras
Ángel Petisme Canciones del corazón a los labios
Cristian Piné Mecánica del canto
Alfredo Piquer Memoria de naufragios
Alfredo Piquer Garzón Mar sobre este altar
Óscar Pirot Luz anfibia
Carmen Plaza Breviario para tardes de aguacero
Benito del Pliego Orientación del sentido
Ricardo Pochtar El tamaño de los días
José Luis Puerto Trazar la salvaguarda
Raúl Quinto Ruido blanco
Manuel Rabalo Casillas Emerge la alborada
Luis Miguel Rabanal Música para torpes
Sergio Raimondi Poesía civil
Pepe Ramos La ansiedad del escapista
Patricio Rascón Fernández Olvidar el olvido
Begoña Regueiro Diosas de barro
Julio Reija Poesía visual
José Luis Rey Visiones
Manuel Rico Fugitiva ciudad
Mario Riera Anteluz
Mariano Rivera Cross Acuario Blue
Mariano Rivera Cross Célula polen
Juan Manuel Roca Pasaporte del apátrida
Pedro Ángel Martín Rodríguez Barcos de papel
Josep M. Rodríguez Arquitectura yo
Lucas Rodríguez Luis Poetry for dummies
Eduardo Rodríguez Pérez Argonautika
Antonia Roig Nueve piezas de fugas y…
Elena Román Autosuficiencia en la
Rubén Romero Sánchez El mal hombre
Boris Rozas Ragtime
Felipe Rubio Un árbol llamado iguana
Nuria Ruiz de Viñaspre Órbita cementerio
José Saborit La eternidad y un día
Milagros Salvador Mil parnocikles
J. Jorge Sánchez Bajo la lluvia
Inmaculada Sánchez Alarcón Cartografías imposibles
Eloy Sánchez Guallart Manifiesto asténico
Fernando Sánchez Mayo Poemas para un escenario
María Sangüesa Juegos de sirena
Bernardo Santos Con el paso cambiado
María Sanz Danaide
Tomás Segovia Rastreos y otros poemas
Kiko Seijo Ensayando la inocencia
Manuel Spínola Esquirlas de fuego
Juan Carlos Suñen La habitación amarilla
Juan Antonio Tello Umbrales de Rimbaud
Andrés Trapiello Segunda oscuridad
Jesús Urceloy La biblioteca amada
Francisco Vaquero El ajimez de la casa de piedra
Manuel Valero Café Montparnasse
Ángela Vallvey La velocidad del mundo
Rafael Vargas González Sapos en el jardín
Raquel Vázquez Pinacoteca de los sueños rotos
Johanny Vázquez Paz Querido voyeur
Ana Vega Herrumbre
Javier Vela Ofelia y otras lunas
Recadero Veredas Nadar en agua helada
José Verón Gormaz Ritual del visitante
Miguel Veyrat Poniente
Nieves Viesca Manual de tinta
Manuel Vilas Gran Vilas
Pablo Villa Recitativos del tiempo
José Viñals Alcoholes y otras substancias
Ignacio Vleming Clima artificial de primavera
Juan Pablo Zapater La velocidad del sueño
Gonzalo Zona Construcción
Mario Zunzarren Hablando en plata
Raúl Zurita Zurita

lunes, 4 de marzo de 2013

Lista provisional de candidatos al Premio Ausiás March al Mejor Poemario de 2012

Hola a todas y todos,

Esta es la lista provisional de poemarios recibidos hasta la fecha. Si alguien no figura en la lista, que por favor nos mande su libro urgentemente a:

recepciondepoemarios@gmail.com

No lo podemos hacer personalmente, bastante tenemos con la labor de lectura, pero aprovechamos para agradeceros a cada uno de vosotros, editoriales, autores, amigos de autores, el tomaros el tiempo para enviar vuestros libros. Mil gracias y mucha suerte. El plazo de recepción de libros finaliza el próximo 15 de marzo.

Colectivo AdW


Autor Título
Begoña Abad Cómo aprender a volar
Lourdes de Abajo Paisaje adentro
Óscar Aguado Los animales han llegado
Daniel Aguirre Oteiza Así extravié el callejero
Daniel Aguirre Oteiza Sombra de emboscado
Antonio Agudelo La central térmica
Antonio Agudelo Madreagua
José Agulló Cosas de la vida y de la muerte
Fernando Aínsa Poder del buitre sobre sus lentas alas
Antonio Alfaro Sánchez Coplas a la muerte de una época
Diego Álvarez Miguel Un día tres otoños
Verónica Aranda Café Hafa
Víctor Angulo Cierra despacio al salir
Idoia Arbillaga Pecios sin nombre
Ester Astudillo La semántica del día
Aurora Auñón Techo y raíces
Jesús Ayet Al comienzo del día
José Pablo Barragán La nave
Felipe Benítez Reyes Las identidades
Carmen Bermúdez Melero Filosofari
Jesús Bernal Hombre en la niebla
Gsús Bonilla Mi padre, el rey
Juan Manuel Bonet Las cosas que se han roto
Isabel Bono Brazos piernas cielo
Silvestre del Bosque Hermatario
Nacho Buzón Alehop
José Manuel Caballero Bonald Entreguerras
Rafael Cadenas Sobre abierto
Jara Calvo A cero grados
Carmen Campelo La red de Shakti
Aureliano Cañadas Diamantinamente
Ernesto Cardenal Vuelos de victoria
Alberto Carpio Los comensales
Iñaki Carrasco González Pequeños holocaustos sin importancia
Mariano Castaño Origen
Manuel Emilio Castillo Diálogos Inter Nos
Javier García Cellino Territorio para el fuego
Francisco Cenamor Nada somos
Corrado Calabró Dímelo por SMS
Sofía Castañón La noche así
Andrés Catalán & Ben Clark Mantener la cadena de frío
María Pilar Cavero Brisas y briznas
Alejandro Céspedes Topología de una página en blanco
Micaela Chirif Sobre mi almohada una cabeza
Juan Cobos Wilkins Para qué la poesía
Carmen Conde Cancionero de la enamorada
David Coll Rodríguez Más allá del dolor y la muerte
Julia Conejo Alonso Peces transparentes
Miguel Contreras Libro de precisiones
María Antonia Copado La mujer de lluvia
Jordi Corominas Oceanografías
Ricardo Corona ¿AHN?
Miguel Cuerdo Mir Álgebra de la memoria
José María Cumbreño Genealogías
Antonio Deltoro Los árboles que poblarán el Ártico
Jorge Díaz Martínez Transbordo
Sergi de Diego Mas E-mails para Roland Emmerich 
Fina Domenech Callado canto
Vicente Enguix Ascuas de luna
Jorge Espina Volver al pan
Concepción Estevarena Silenciosa es la noche
Domingo F. Faílde La mala letra
Luis Farnox Viajespiral
Soledad Fariña La vocal de la tierra
Agustín Fernández Mallo Antibiótico
Miguel Ferrando Iliria
Atilano Ferrer La mitología de Lovetown
Rafael Fombellida Violeta profundo
Miguel de Francisco Dalton Peabody
Francisco Fuentes Setenta y cuatro días sin mí
Miguel Galanes Divino carnaval
Antonio Gamoneda Canción errónea
Miguel Ángel Gara Los pájaros pican
Álvaro García Canción en blanco
Ángel García López Postdata 
Marcos García Rey Lenguas de cobre
Patricia García-Rojo Amar es aquí
Olvido García Valdés Lo solo del animal
María García Zambrano Menos miedo
Francisca Gata Amate Cine negro
Hugo Gola  El soplo y la materia
Miguel Ángel González Prometo no apretar el gatillo…
Jesús Aparicio González La papelera de Pessoa/La luz sobre el almendro
Luis Antonio González Pérez Somos materia desechable
Enrique Gracia Trinidad Butaca de entresuelo
Carlos Guerrero Los espacio vacíos
Germán Guirado Escritos de lápiz de labios
Ramón Hernández Acuario en Capri
David Hernández Sevillano Anonimario
Ángel Antonio Herrera Los motivos del salvaje
Sara Herrera Peralta Hay una araña en mi clavícula
Nicolás del Hierro El color de la tinta
Juan Hospital Gris: una teoría
Carlos Huerga Road movie
Francisco Illán Vivas A mi manera
Carlos Izquierdo Cuadernos de instantes
Jesús Jiménez Domínguez Frecuencias
Pablo Juaralde China destruida
Jon Juaristi Renta antigua
Laura Labajo Y ser solo la chica de la gasolinera
Juan José Lanz Antorcha de paja
Alberto Lauro Hijo de mortales
Begoña Leonardo No frenes la lengua de los pájaros
Carmen López Escalas
Pablo López Carballo Quien manda uno
Fernando Lopez Guisado La letra perdida
Javier Lorenzo Candel Territorio frontera
Josemari Lorenzo Espinosa hábeas corpus
Emiliano de Lucas Matarranz Flores de invierno
Eric Luna Poesía de guerrilla
Julio César Galán Márgenes
Juan Malpartida A un mar futuro
Juan Manuel Gil Mi padre y yo. Un westerm
Adolfo Marchena & Luis Amézaga Poemas fundidos
Joaquín Marco Variaciones sobre un mismo paisaje
Antonio Maríñez Stala Matka Bolejaca
José Marmol Lenguaje del mar
Rubén Martín Díaz El mirador de piedra
Pilar Martín Gila ORDET
Abelardo Martínez De colores
Yaiza Martínez Caioscopia
Eduardo Martínez Hernández Entre menhires…
Hilario Martínez Nebreda Hombres del esparto
Juan Antonio Masoliver Ródenas Paraíso a ciegas
Mauricio Medo Dilemas médicos
Valerie Mejer Cuaderno de Edimburgo
Nicolás Melini Los chinos
Eduardo Merino Mira
Juan Carlos Mestre La bicicleta del panadero
David Meza El sueño de Visnu
Eduardo Milán Donde no hay
Rosa Mª Milleiro Paseo mis pies desnudos
Eduardo Mitre Obra poética (1965-1998)
Pedro Molina Temboury Islas, islas
Jorge Molinero Amplia victoria de los traseros
Pedro Montealegre La pobre prosa humana
Ana Montojo Plantas de interior
Mª Luisa Mora Alameda El don de la batalla
Fabio Morábito Ventanas encendidas
Angélica Morales Desmemoria
Luis Javier Moreno Figuras de la fábula
Vicente Muñoz Álvarez Animales perdidos
Olga Muñoz Carrasco El plazo
Jerónimo Muñoz Palma Filosofía pálida
Kepa Murua Escribir la distancia
Francisco Najarro Lanchazo El extraño que come en tu vajilla
Elizabeth Neira Pop life
Julio Obeso Tres tristes trópicos
Alejandro Oliveros Espacios en fuga
Antonio Orihuela Cosas que tiramos a la basura
Antonio Orihuela La guerra tranquila
Antonio Orihuela Autogobierno
Miguel Ortega Isla Cinco libros hallados en el desván
José A. Pamies Afonías
José Luis Parra Inclinándome
José Pastor González El ruido de los cuerpos al caer
Chus Pato Hordas de escritura…
Mª José Pérez Grange Al aire
Mª Ángeles Pérez López Atavío y puñal
Vanesa Pérez-Sauquillo Clímax Road
Pilar Peris Fisuras
Ángel Petisme Canciones del corazón a los labios
Cristian Piné Mecánica del canto
Alfredo Piquer Garzón Mar sobre este altar
Óscar Pirot Luz anfibia
Carmen Plaza Breviario para tardes de aguacero
Benito del Pliego Orientación del sentido
Ricardo Pochtar El tamaño de los días
José Luis Puerto Trazar la salvaguarda
Raúl Quinto Ruido blanco
Manuel Rabalo Casillas Emerge la alborada
Luis Miguel Rabanal Música para torpes
Sergio Raimondi Poesía civil
Pepe Ramos La ansiedad del escapista
Patricio Rascón Fernández Olvidar el olvido
Begoña Regueiro Diosas de barro
Julio Reija Poesía visual
José Luis Rey Visiones
Manuel Rico Fugitiva ciudad
Mario Riera Anteluz
Juan Manuel Roca Pasaporte del apátrida
Pedro Ángel Martín Rodríguez Barcos de papel
Josep M. Rodríguez Arquitectura yo
Lucas Rodríguez Luis Poetry for dummies
Eduardo Rodríguez Pérez Argonautika
Antonia Roig Nueve piezas de fugas y…
Elena Román Autosuficiencia en la
Felipe Rubio Un árbol llamado iguana
Nuria Ruiz de Viñaspre Órbita cementerio
José Saborit La eternidad y un día
J. Jorge Sánchez Bajo la lluvia
Inmaculada Sánchez Alarcón Cartografías imposibles
Eloy Sánchez Guallart Manifiesto asténico
Fernando Sánchez Mayo Poemas para un escenario
Bernardo Santos Con el paso cambiado
María Sanz Danaide
Tomás Segovia Rastreos y otros poemas
Kiko Seijo Ensayando la inocencia
Manuel Spínola Esquirlas de fuego
Juan Carlos Suñen La habitación amarilla
Juan Antonio Tello Umbrales de Rimbaud
Andrés Trapiello Segunda oscuridad
Jesús Urceloy La biblioteca amada
Francisco Vaquero El ajimez de la casa de piedra
Manuel Valero Café Montparnasse
Ángela Vallvey La velocidad del mundo
Rafael Vargas González Sapos en el jardín
Raquel Vázquez Pinacoteca de los sueños rotos
Johanny Vázquez Paz Querido voyeur
Ana Vega Herrumbre
Javier Vela Ofelia y otras lunas
Recadero Veredas Nadar en agua helada
José Verón Gormaz Ritual del visitante
Miguel Veyrat Poniente
Nieves Viesca Manual de tinta
Manuel Vilas Gran Vilas
Pablo Villa Recitativos del tiempo
José Viñals Alcoholes y otras substancias
Ignacio Vleming Clima artificial de primavera
Juan Pablo Zapater La velocidad del sueño
Gonzalo Zona Construcción
Mario Zunzarren Hablando en plata
Raúl Zurita Zurita