martes, 29 de septiembre de 2009

Año de muertes


Todavía estamos recuperándonos de la muerte de Diego Jesús Jiménez cuando llega ahora el fallecimiento de José Antonio Muñoz Rojas. Sabios poetas muertos. Otra vez.

Dejamos abiertos los comentarios sin aprobación previa para que, si queréis, podáis poner poemas de ellos o cualquier comentario que deseéis.

50 comentarios:

Malasombra dijo...

"Los milagros eran muchos y se sucedían de continuo ante nosotros. Hubiéramos querido a veces quedarnos quietos en aquel mundo. Pero para eso no había milagros. Éramos al fin, hoja, temblor arrastrado, parte de la ola. Arrastrados siempre, pero arrastrados entre la hermosura, unos con ella, un poco su miramiento, un poco su júbilo."
(Del poema "Las estaciones" en el libro Las Musarañas)

Bletisa dijo...

Sólo eso: pisar, sentir la tierra...

Sólo eso: pisar, sentir la tierra
por la mañana con la fresca; que el rastrojo
cruja bajo tus pies cuando lo andas;
que tu perro te busque la caricia,
y el belfo de tu potro el verde tierno.
En la penumbra de la estancia luego,
quedarse quieto sin pensar, sintiendo
sólo el pasar del tiempo sin sentirlo.
La tarde, ya la promesa del jazmín cumplida,
no perderse un instante de su gozo.
Y en el corazón Rosa latiendo.
No fuera esto lo sumo. O demasiado.

(Puede oirse recitado en mi blog)

mjromero dijo...

Pues ya que estamos en otoño un fragmento de:

Sombra de olores

¿No os ha asaltado nunca sombra de olores? ¿De cuándo? ¿De dónde sale esa sombra que como una mano invisible nos detiene, que como una voz sin articulación nos hace tornar la cabeza, y es la sombra de un olor venido de no sé qué jardín, no sé qué planta, no sabe uno cuándo? ¿O es la sombra grande de todos los olores de nuestra vida, los que nos han salido siempre al paso por los arrietes interiores, hecha de otoños e impalpables olores de tierra recién mojada y dompedros errabundos, jazmines finales y vallados decadentes, hojas secas, tiernas a la pisada, delicia ácida, colores que huelen?

José A. Muñoz Rojas
"Las cosas de campo"
Ed.Destino

Anónimo dijo...

lo de diego jesús lo he sentido más cercano, le presenté y le sustituí hace unos años en un recital con juan carlos mestre

Anónimo dijo...

Cómo, entonces,
salir de aquí, intentar la aventura
de salir de este tiempo
de desolación?

El verde claro

que nos trae la alegría y la esperanza, no como
el del mago o el de las botellas,
llenos de incertidumbre y de sollozos, o el verde ya
oxidado
del tiempo; ni tan siquiera del de la manzana o el del
oleaje
porque no tienen ojos ni cintura. Ni los verdes del
puerto, porque están en silencio; ni aquellos
que nos dicen adiós desde las estaciones o desde la
ventana.
Ni el de los cuárteles o el de las casullas
porque jamás darán flor. Yo digo el verde de la infancia
que no nos deja solos nunca, y vive y sueña
y morirá con nosotros...............

Diego Jesús Jiménez

Anónimo dijo...

No me dice nada la poesía de ninguno de los dos. Y tanto premio oficial es sospechoso cuanto menos.

En el caso de Rojas el reina Sofía. A mí me daría vergüenza recibir ese premio con ese nombre, esa vergüenza que os dan otras cosas. Pero estamos hablando de la burguesía franquista en su caso, nada menos que secretario general del Banco Urquijo. Pero claro, como se ha muerto, tiene que parecer que era buen poeta y mejor gente. Siempre es lo mismo.

Aburren estos falsos homenajes a poetas que caerán en el olvido en dos semanas.

Al menos habéis quitado la censura previa de los comentarios. Se agradece poder opinar en libertad.

Anónimo dijo...

¡Qué hermoso nacer para morir,
y repentinamente ver la claridad que el agua y la llama llevan en sí mismas,
y ver la contenida hermandad de muerte y belleza,
la obra de Dios entre las obras!

¡Oh, qué gran rosa en las manos la muerte!
¡Oh sombra que aclara las sombras!
Esta gran rosa, la muerte, nos fue dada
porque entre tanta hermosura vamos a ciegas,
porque los ojos son chicos y el mar inmenso,
y el tiempo de ver reducido sin tino,
y las cosas con un revés que no alcanzamos.

Mas con esta rosa, Señor, ya no hay duda,
sino hermosura doquier que es tu nombre.

Muñoz Rojas

Anónimo dijo...

Ramón dijo: Nada le dice nada de los dos a quien sin embargo es uno, el anónimo que injuria a los que anónimos ya entre los muertos no podrán ser otra circunstancia que la voz persuasiva de los muertos, a los que ya ningún daño hará el eco miserable del maledicente,el que en la penultima entrada que precede a esta, le da vergüenza lo que no ha obtenido, el respeto de sus pares, la gratitud de los que han oído más allá de la amarga sociologia de los repugnantes, de los putrefactos comentarios de quien en nombre de la libertad mancilla la memoria de los dignos. Diego Jesús Jiménez fue un poeta ejemplar, un hombre irrepetible, comprometido con algo más que la fililiación democtrática, militante del PCE en épocas de resistencia civil, consecuente hasta el último día en su irrestricto alejamiento de toda categoria de poder, disidente y reacio a todo acomodo en la tribu de los conformes. Nada más que un ciudadano comprometido con la defensa civil de las vanguardias críticas del pensamiento, y poeta enorme, poeta renovador y solo, ajeno ajeno a tendencias, de una inteligencia y sensibilidad poco común, autor de libros que serán, cuando el tiempo acabe, antídoto contro los anónimos imbéciles y testimonio ético de una de las propuestas más necesarias de la poesía española contemporánea. No es necesario el homenaje, basta con pronunciar su nombre para que acudan a la alianza del fervor los imborrables poemas que forman parte de la conciencia colectiva de este pueblo, en que anónimo, también tú tendrás tu sitio, a la izquierda de los derechos invencibles de opinión. Esta es la mía.
Ramón de Sismundi.

Julio dijo...

Homenaje, si, homenaje merecido a ambos, Diego Jesús Jimenez y Muñoz Rojas,cada uno en su particular voz y en su disimilcircunstancia, pero ambos poetas mayores, inexplicable la estulticia del asno de turno que cuestiona el respeto debido a esas voces que dieron sentido a su hermoso proyecto de pensamiento en la poesia de lengua castellana. Traté a ambos, dejan un vacío, el que sin duda no llenará el cretino que asomó su mala baba varias lineas más arriba de la necedad. Uf, miedo da esa tropa.

Julio

Anónimo dijo...

Es una vergüenza no respetar a quien acaba de fallecer y el dolor de sus parientes y amigos. Una actitud soez y repugnante.

Ya se vio con Ullán y ahora algunos vuelven a la carga. Es la lacra de este blog: la mala fe de algunos hasta final. Ya basta, por favor.

Kris Kelvin dijo...

En este mismo tallo ayer estaba,
y ni el aire se atreve. Quede el hueco
de tu hermosura resonando. Quede
como un verso ene el aire el de tu paso,
y la memoria de tu olor, camino
que nos siga llevando a la hermosura

JAMR, Cantos a Rosa

Anónimo dijo...

Vi sólo una vez en directo a Diego Jesús Jiménez en la presentación de un libro (de otro poeta). Habló durante 20 minutos. En ese pequeño rato aprendí más de poesía que en todas las clases de mi facultad. También me sorprendió que fuera tan "desconocido", pues su mente era tan brillante. Sin duda, un ser independiente y coherente, un maestro para las generaciones que venimos detrás escribiendo e intentando que la conciencia humana se expanda a través de nuestros textos. Estoy de acuerdo con Ramón: estos poetas son el legado de nuestra conciencia colectiva como pueblo. ¿A quién acudiremos si nos negamos a reconocerlos?

Anónimo dijo...

Homenaje:

Para todos aquellos que se detienen a mirarse, a comprender el mundo, y a compartir en el lenguaje su conciencia con todos nosotros. Para todos aquellos que no nos dejaron solos.

helena dijo...

Cuando escucho a veces que el blog tiene un problema porque permite algunos comentarios, me da un poco de pena. Se nos olvida, siempre se nos olvida, que la libertad tiene un precio. No es gratis. Y en ese precio está escuchar cosas que no nos gustan, a mí tampoco, como que un señor sea insensible a la muerte de un poeta o que tenga la suficiente frialdad para expresar una dura opinión en estos momentos (opinión que contiene algunos errores objetivos que nadie ha señalado, por cierto).

Se nos ha dado la oportunidad de opinar sin moderación previa en esta entrada. Pero si alguien dice algo que se sale por completo de la norma y lo correcto, le atizamos precisamente por eso. Porque su pensamiento está en nuestro opuesto. Valoremos más esta libertad y estemos dispuestos a asumir los costes.


Contemplas
los despojos de un siglo que murió entre placeres. Todavía
el hedor de sus sótanos y el rumor de sus fiestas
incendian las ciudades.
Ved el espacio en llamas, la combustión del aire: los edificios
de los cuarteles y de las catedrales; el fulgor del dinero
y su oleaje sobre el horizonte; ved
el corazón de piedra
de la ciudad, sus inmensas fortunas
trasladas de una página a otra de la Historia por los mismos esclavos.
Todavía se adoran en los templos sus dioses, y las leyes
-incluso las que nos ofrecieron libertad-, conocedoras
de que nuestras costumbres seguirían haciéndonos cautivos, son las mismas.

Nos disfraza el pasado con sus más bellos trajes
y el tiempo, que convierte en leyenda la sangre de los héroes,
nos miente. Imprecisas imágenes, ambigüedad de formas
giran en la memoria. Las flores
hierven movidas por el aire, y un agreste paisaje
se remansa en los prados. Como música antigua,
la luz gastada por la arquitectura
se desliza en los muros. Los pálidos colores
con que oculta el pasado su derrota
iluminan el templo.

En las ruinas,
queda una claridad de yeso mordida por la muerte; caen del tiempo los copos
de una ceniza enferma. Y en tus ojos, que celebran lo efímero,
arde la soledad de toda gloria.

De "Itinerario para náufragos", Diego Jesús Jiménez

Anónimo dijo...

Mi homenaje a José Antonio Muñoz Rojas recordar sus versos:

Para que algo quede de este latir,
para que, si alguien quiere mirarse, pueda;
para calmar quizá alguna sed, y que alguien diga
«a mí me pasó algo semejante».
Los poetas estamos para eso:
para ofrecerles tránsito a los demás,
para que se encaramen sobre nuestros latidos, y que divisen
un poco más allá, en medio
de tanta oscuridad como nos circunda.
A veces nada tiene sentido, ni siquiera
que me des la mano o ese
limón redondo tan bello en la vereda.
A veces lo que tiene sentido no tiene sangre,
ese poco de sangre por la cual se muere.
Todo es ganas de morir de otra manera,
ganas de imitar a los ríos y que la tierra vea
que hay otras aguas y otras penas, y los cielos
contemplen misericordiosamente
nuestras peregrinaciones.
Tu oficio, poeta, es contemplar,
que todo se te escriba dentro; luego,
quizá leer allí mismo, quizá decir a los otros
lo que allí mismo, escrito, tú lees.

JOSÉ ANTONIO MUÑOZ ROJAS

antonio dijo...

Resulta interesante un párrafo del obituario que publica hoy El País:

"Muñoz Rojas, que enviaba alimentos a la esposa y al hijo de Miguel Hernández cuando éste estaba encarcelado, se convirtió además en uno de los puentes más sólidos entre los exiliados del exterior y los del interior. En los años más inhóspitos de la posguerra, utilizó los seminarios de la Sociedad de Estudios y Publicaciones del Banco Urquijo como refugio para intelectuales sospechosos o directamente expulsados de sus cátedras por motivos políticos. También para los desterrados que, con el tiempo, fueron regresando a España. Xavier Zubiri, Julián Marías, Ramón Carande y José Bergamín fueron algunos de los beneficiarios de una iniciativa que, como recordaba él mismo, despertó entre los medios oficiales "tantas reservas como sorpresa".

Efectivamente Muñoz Rojas no era un revolucionario. Pertenecía a una familia burguesa cuya casa fue quemada por las milicias republicanas y tuvo que huir de España.

Pero en el pedigrí de un poeta espero que no sea necesario ser comunista, anarquista o similar para poder andar por la calle.

Hubo una parte de España importante que convivió con el franquismo como un mal menor y estaban en su derecho de pensar y actuar de esa forma. El mismo derecho que un anarquista republicano.

Si separamos la política de la poesía, avanzaremos algo a la hora de valorar a un poeta. Lo contrario es partidismo y llenar de mierda un lugar que ya tiene la suficiente.

ana dijo...

Con esa misma libertad que anónimo utiliza, y consciente de sus coste, sólo puede decir que ese señor es un miserable en su primera y cuarta acepción de la RAE.

Vivimos un mundo con una ausencia de valores total. Sin ir más lejos:

http://www.elpais.com/articulo/economia/Salgado/cuestiona/etica/pension/ex/numero/BBVA/elpepueco/20090930elpepueco_6/Tes#EnlaceComentarios

Anónimo dijo...

Helena:

lo que dices está muy bien pero es necesaria cierta coherencia. Parecer sorprendente censurar un insulto directo a un vivo y permitir en cambio abiertas calumnias a quien acaba de fallecer.

O se permite todo o no, la censura a medias no se comprende bien, creo.

Por otra parte, reconozco que me inclino de parte de los que prefieren perderse ciertos espectáculos poco edificantes. De sólo imaginar que un familiar o amigo de los fallecidos lea alguna entradas anónimas, se me pone la carne de gallina. Siento una profunda vergüenza. El dolor gratuito de los vivos, deudos y allegados, por la mala sangre de unos pocos, eso sí puede ahorrarse y no aporta nada salvo sufrimiento.

helena dijo...

Estoy bastante de acuerdo contigo. Tal y como están los foros hoy en día, me alegro de que en éste no se permitan los insultos (no creo que haya diferencias entre vivos y muertos).

Sinceramente creo que, como diría la periodista Milá, esto tiene algo de experimento sociológico por parte de los Addison. Habrán pensado, ¿qué pasará si dejamos que la gente escriba lo que le dé la gana sin la aprobación previa? Es una prueba de madurez, pienso.

Y este es el resultado. Insisto en que la libertad tiene un precio. Permite que los fascistas puedan manifestarse y presentarse a las elecciones, por ejemplo. ¿Algunos se aprovechan de esa libertad? Seguro. Tenemos un ejemplo aquí. Pero por los comentarios que llevamos sería un 5% aprox del total de comentarios. Quizá nuestro error es prestar atención a ese 5% que necesita vomitar en los foros, tirar botellas en una fiesta o irse de pelea los fines de semana. Apuesto a que es un chaval cargadito de testosterona y propaganda. Tiene la importancia que le queramos dar. Para mí, ninguna.

Juan Carlos Mestre dijo...

Nacidos sin otra posibilidad que la de formar parte de tan desprestigiada escena, convivimos en la impaciencia hablando preferiblemente de sanatorios y manicomios. La gente no suele hablar de lo incómodo, pero ellos, que no están lejos de alguna de las formas inteligentes de la enfermedad, y a quienes el dolor ha ido borrando de las palabras, ya solo hablan de aquello que no les dejan. Ideas vacías, botellas arrojadas al desierto de un fósil mar extinguido. Hubo traición en la cercanías, allí habitó también la estrategia de utilidad de los más fuertes. Perdimos. Ahora estamos bien aquí, alejados de la agricultura de los privilegios. Así que nada de elogios, a otro perro con esa harina.

Un poeta también existe en las palabras recogidas en los orfanatos, entre las huellas de antiguos actos que negaron ejemplaridad a la conducta. Acaso ciertas pasiones relacionadas con un encuentro fugaz entre las ruinas de la creencia. El tiempo ha comenzado a carecer de importancia y las metáforas de la duración se han ido convirtiendo en gestos de resistencia, actos de un habla transparente hacia la metamorfosis de silencio. Niños conducidos por animales débiles hacia las afueras del aprendizaje, pájaros sin bandada, precarios y elocuentes mudos entre los expolios de la razón. Eso es todo, es nada.

El deterioro, la amargura, la disputa con el enorgullecimiento, han sido buenas chicas con nosotros, no podemos quejarnos. Otra cosa ha sido la escritura, su envenenamiento, la temperatura constante de la muerte. Literatura y medicamentos, viejos amigos en la lucidez de la noche. No ha sido difícil oírlos, cantan alto los relámpagos de su revuelta, arden cerca las fogatas ilusorias en los campamentos del último exilio. Quedan poemas, piedras blancas con las que marcar los días, hermosos y atroces, de la intemperie, balizas en la tormenta para el encantamiento de los futuros náufragos.

No saber más que el gallo del carpintero, no trabajarle ningún jornal al dueño de la inmortalidad vergonzosa. Oponer una delicada comprensión de la vida ante la barbarie, oír lo que mira el tacto, respirar el aire usado de las víctimas. Son él, Diego Jesús Jiménez, el amigo insustituible, el extraordinario poeta. Uno que despreció la oferta del mercado romántico, otro en la armonía contra la vulgaridad. No se trata de comprender, la idea del sometimiento disgusta la sonrisa de los antepasados. Estar cerca, no cercados, compartiendo el tiempo de los incrédulos. Bastaría eso, la conciencia como último faro de la utopía, la dignidad de sentirse responsables de otros, la poesía como salud del porvenir de la vida. Eso es lo que amo en las palabras incorruptibles de mi camarada. La permanente alianza de su entorno, carbón de violetas, alimentos para la verdad de lo precario. Llámale espíritu. Yo sé que en sueños somos otros, dices. Eso dicen para él esta noche las fugaces: No pasarán.

Anónimo dijo...

Que sí Maestro, que algunos se empeñan en enterrar y luego desterrar a los poetas que nacen poetas y no entienden de estas cosas. Luego van y se alegran cuando no están, se proclaman galenos de los versos, pero en realidad, ni ellos mismos entienden lo que escriben. Lo peor, es decir sin saber lo que que están proclamando...lo per es que ni siquiera conocen 3 versos seguidos de su obra.
Ay, qué pena penita pena...yo me quedo con las pavesas churruscándome el pelo cuando leo cosas como las que Ud. dice y otros, sin embargo, no entienden nada del compromiso poético...bueno, es un decir. No hay tal compromiso, sino vivir y escribir lo que mama cada cual en sus límites. Dicen de la luz, y a más de uno le falta un mixto para ver algo en la penumbra.
Diego Jesús ha vivido en ella y, ya ven, ni siquiera se planteó un mínimo de lucidez ajena.
Salud y endrinas,
Ladycool

joan dijo...

Vuelve la poesía grande. Gracias Mestre.

Pedro dijo...

¿Cómo es que todo lo que se mueve en poesía ahora tiene que ver con la Universidad de Granada o con los cosmopoéticos en Córdoba? ¿Qué pasa con el agua allí, que es demasiado buena? Neuman, Carlos Pardo, Rafael Espejo, Elena Medel, García Montero...

Marcial dijo...

Perdona, Pedro, pero acaba de fallarse el premio Alfonso el Magnánimo de Valencia y los muñidores son otros, rama castellano-levantina. Algo tendrá que ver el hecho de que el director de la institución convocante, que no es otro que el magnánimo Bellveser, obtuviera hace unos meses el Gil de Biedma con que ayer le tocara a Santonja, digo... a Muñoz Quirós su recompensa.
Clanes, cárteles, maras y hampa de la nada. Nombres que apenas afloran desde su propia miseria.
Los poetas van muriendo. Quedan los carroñeros y la carroña. Y los aspirantes a alguna de las tres cosas. Una pena, poesía, una pena.

Anónimo dijo...

Pues yo veo que se premia a poetas de muy variadas familias y tendencias.
Hoy le han dado el Premio Nacional de Poesía a Juan Carlos Mestre. Para que no nos quejemos....

Pedro dijo...

Anónimo, adivina quién estaba en ese jurado del Premio Nacional. Designada por la Ministra de Cultura. Nada es inocente.

Clarissa dijo...

Los comentarios de vuestro blog servirían para hacer un estudio sociologico de la hiel entre los aprendices de poeta...

Anónimo dijo...

Dos poemas de Mestre, Youtube mediante:
http://www.youtube.com/watch?v=jHIzyz-SrVQ
http://www.youtube.com/watch?v=gUyQn7mn61c

Que los disfruten.

Malasombra dijo...

Resulta tremendamente pueril y maniqueo saltar de la poesía a la política, sin prestar atención alguna a la persona.

Primero la persona, luego la poesía, y después al final, las supersticiones, ideologías y otros tipos de religiones.

j. dijo...

Enhorabuena, Maestro.

j. dijo...

Se me olvidó no sólo dar la enhorabuena sino opinar sobre lo que dice anonimito, desde el respeto que tengo por sus argumentos, que es mucho, y con la genuina creencia de que sus opiniones no surgen desde el odio sino desde su libérrima mente. Respeto y coincido en muchos de tus gustos poéticos y cinematográficos, amigo.

Discrepo que éste haya sido un premio político. Leo la composición del jurado y sólo encuentro una referencia que podríamos llamar amistad. Una entre diez personas. Tengo la seguridad de que había otros poetas muchísimo mejor ubicados en términos de afectos.

Habría que resaltar el hecho casi insólito de que el premio no haya ido a parar ni a Tusquets ni a Visor. Que yo recuerde es la primera vez que el premio llega a una editorial pequeña e independiente (admito la subjetividad del adjetivo independiente). Me parece algo a resaltar.

Respecto a Gamoneda, tiene bastante con la que le ha caído desde el Cervantes como para jugar a política poética. Admito la excepción del 10% del jurado pero no me parece relevante y nada tiene que ver con Antonio en este caso.

El poeta demuestra su nobleza cuando nombra a Rafael Pérez Estrada, a Ullán o Antonio Pereira como ejemplos de poetas excelentes que no recibieron premios en toda su vida. Y no es un gesto de ahora. Recuerdo por ejemplo el rescate poético que hizo de Pérez Estrada con Muñoz Sanjuán en la antología de Hiperión. Sé que no tiene nada que ver con la concesión, pero me ha parecido emocionante.

La trayectoria de Mestre, por otra parte y aunque no forme parte del premio, es de la más importantes de los poetas vivos españoles. La tumba de Keats es un título mítico para muchos y desgraciadamente no hay demasiados títulos míticos de poesía (admito de nuevo la subjetividad en mi misticismo).

Y como argumento final está el propio libro. Sin duda el poemario de Concha García es un libro muy bueno. El libro de Mestre es excelente, al menos tan bueno como el de Concha, aunque no sabría muy bien como realizar una valoración científico-competitiva de ésto salvo midiendo mis ganas de releer cada uno de ellos.

Sin hablar ahora de su arquitectura técnica, creo que La casa roja tiene una cosa importantísima: está lleno de magia. Su indagación del misterio y su capacidad para acercar la poesía a lo sagrado, son, para mí, valores que trascienden lo literario y que concurren.

Quizá tendría más lógica que el premio fuera a toda una trayectoria poética y no sólo un libro, que pudiera haber más de un ganador...Todo es mejorable y especialmente algo que resume un año editorial en un premio a un único libro. Pero el poemario es un dignísimo ganador. Para éste que escribe, uno de los mejores premios nacionales que he leído (no he leído todos, advierto). Por terminar mis subjetividades, un poeta grande.

Acabo con un gastado pero sincero descansen en paz para Diego Jesús y José Antonio. Poetas.

Anónimo dijo...

¿Elena Medel era miembro, o miembra, del jurado del premio nacional de poesía?

Qué nivelazo. El equivalente de Leire Pajín en altura política.

blanca dijo...

El problema no es sólo que esté Medel, que por sí sólo ya es incomprensible. De los otros nueve, la mayoría son desconocidos. ¿Quienes son? ¿Alguien lo sabe? ¿Existe en muchos países que el gobierno junte a un grupo de diez colegas y proclame cuál es el mejor libro del año? Es que no lo entiendo.

Anónimo dijo...

Cuando ganan unos, porque ganan unos. Cuando ganan otros, porque ganan otros. Si no, el jurado. ¡Qué aburrimiento!

mario dijo...

Pues por terminar de aburrirte, anónimo, en Rota se han inventado un premio de poesía. Rota, donde vive Felipe Benítez Reyes y veranea toda la corte visoriana. Felipe animó a la gente a presentarse al premio, del que es jurado.

¿A que no adivináis quién ha ganado este primer premio? Pensad. Os dejo un espacio de pensamiento.

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Sí. ¡Carlos Marzal! ¿No es un coincidencia maravillosa?

Qué bonito es el amor, la amistad y el silencio, amigo anónimo. Qué bien viviríais si cerráramos nuestras putas bocas.

Anónimo dijo...

Tuve el honor de presentar a Diego Jesús Jiménez en la Tertulia del Buen Retiro de Madrid en diciembre de 1999. Aquél que desee conocer mis palabras puede pedirme el texto al correo alvaro_fierro@wanadoo.es
Al acabar el acto de presentación recuerdo haber hablado con él sobre la situación de la poesía en España. No creo traicionar ningún secreto si en esta hora divulgo muy brevemente lo que me comentó.

Según DJJ se vive en la actualidad una época de "poesía profesional", es decir, poesía correctamente escrita en lo técnico, en lo formal, pero ajena a la inspiración. A su entender, buena parte de las vacas sagradas actuales cultivan este ¿género literario? Se trata de una poesía que no merece la pena leer. Era pesimista en lo tocante a que las cosas cambiaran.
Termino estas palabras con una cita de "Concepción del poema", del libro Bajorrelieve: "El poema es nuestra liberación".
Que le sea la tierra leve.

Unknown dijo...

mb

Anónimo dijo...

Elena Medel era la representante del ministerio de cultural. Nada más y nada menos. Y así se explica todo.

carlos dijo...

Claro, claro, Concha García no ha tenido amigos para llegar a Tusquets. Tampoco Chantal. Ellas son el equivalente oriental de la virgen María. Todo virtud.

Cuando hablas de mirar sólo al solar de enfrente, deberías mirar también al tuyo.

Tusquets es mucho más poderosa que las amistades personales. Muy por encima. Tiene un peso que equivale a unas cuantas Olvido García Valdés. El libro de Concha no ha ganado porque es un libro que se repite a sí mismo de principio a fin. Publicado desde esa anorexia poética que tanto os gusta a algunos como si fuera la única poesía posible, y que se queda en la nada. Y no ha ganado a pesar de tener a Tusquets detrás, que son varios votos.

Y el peso en la votación es el mismo. Si conoces un poco a Olvido sabrás que no destaca precisamente por su agresividad verbal o por su empecinamiento en los jurados. Y los otros nueve no eran imbéciles. Desconocidos no significa idiotas.

Lo de los dos días de ultimatum ya me parece el colmo de la prepotencia.

Qué mal perder.

Anónimo dijo...

Considero que anonimito pone el dedo en la llaga. Y que el hecho de que lo hagan "los nuestros", que siempre somos los buenos (qué simpleza) no aclara lo turbio ni embellece lo feo, lo que está mal, lo inelegante.
Es ingenuo manejar un discurso en el que EL PODER parezca remitir a Franco o a los grupos financieros internacionales, y no querer ver que hoy por hoy donde está es en La Moncloa y, en lo aquí nos atañe, en la Dirección General del Libro.
Si soy amigo del poder o me dejo halagar por él, si ceno a su mesa y recojo sus prebendas,al menos debo dejar de dictar consignas o predicar insumisiones de tardocomunismo. Y no es que defienda una postura tan estricta que lleve a la inanición: cuando están los míos no debo y cuando están los otros no puedo.
Pero ya digo, al menos, bajar del púlpito.
La pandilla garciamontera es más descarada, desde luego. Pero menos hipócrita.

Raul dijo...

Anonimo tienes razon que listo eres, tu si que sabes bajarte del pulpito, y estar en lo correcto contra los tardocumistas, ya tardaba en salir la palabrita, efectivamente, hay que quemar la direccion general del libro, colgar a todos los que publiquen en tusquets, ponerles un sambenito por colaborar con los mafiosos a todos los que acepten un premio, por algo se los daran, asi que a la hoguera con ellos, que la pureza de sangre solo es patrominio nuestro, de los incorruptibles, como tu y yo, eso si que es saber estar contra el poder y no ser hipocritas, acabemos con todos y cuando ya solo quedemos tu y yo, como unicos representantes de la ideologia revolucionaria, lo echamos a los chinos a ver quien de los dos guillotina al otro, porque como muy bien sabes, puro, puro, lo que se dice puro, solo puede haber uno, como la voz de dios. Que alegria saber que aun existe alguien parecido a mi, anonimo camarada.

Anónimo dijo...

¿Quemar? ¿De qué barricada sale usted? Tan ajeno le resulta el concepto de honestidad? ¿Tan lejana su utopía?
¿A qué mundo nos hemos habituado, donde la palabra "puro" sirve como venablo?
Yo no defiendo a nadie contra nadie. Solo la igualdad de oportunidades. Eso que a tantos les da risa.
A diferencia del suyo, ese club ni es mío ni tiene reservado el derecho de admisión.
La entrada es libre.
¿Se anima?

DESDE EL SUR CON AMOR dijo...

Desde el sur escribo estas palabras llenas de amor hacia este grupo de hermanitas de la caridad:

En el año 2000 la ganadora del premio Juan Ramón Jiménez fue una poeta desconocida entonces llamada Alexandra Domínguez. Los miembros del jurado fueron cuatro: Felix Grande, María Luisa Blanco (creo que por entonces directora de Babelia), Emilio Torné y Antoni Marí.

Resulta que la poeta es la mujer/esposa/pareja de las últimas tres décadas de Juan Carlos Mestre.

Juan Carlos Mestre es íntimo amigo de Felix Grande, de él y de su familia (incluida su hija Guadalupe con quien ha firmado la traducción de el libro de Ledo Ivo publicada en Calambur). Es una amistad íntima, que no acaba ni mucho menos en citas en poemas.

Igualmente Emilio Torné es el editor de Calambur e íntimo amigo de Juan Carlos Mestre, a quien ha publicado su Casa Roja.

Todo esto lo digo porque es cierto que los visores y monterinos los tienes cuadrados a la hora de jugar a los premios, pero no es menos cierto que este grupo puede llegar a ser tan descarado o más que los otros, y encima van de puros y éticos.

Así que aquí dejo esta joya, que me temo que no gustará a los addison, tan cercanos a esta gente que son incapaces de dar toda la información que tienen.

El poeta del Bierzo presume de conocer y tratar a Zapatero. Ahora también puede presumir de premio Nacional.

DESDE EL NORTE CON EL MISMO AMOR dijo...

Por no recordar el premio Ojo Crítico de este año, que fue a caer a Paco Sevilla, amigo íntimo de Mestre. Evidentemente lo que cuentas tiene más enjundia porque no se trata de un amigo sino de su pareja. ¡Joder! Es un caso sangrante. Como está el patio.

¿Hay alguno de estos grupúsculos que esté libre de pecado o son todos lo mismo, y actúan como y cuando les dejan?

Antonio dijo...

Desde el norte con insidias, buen pajarraco estas hecho calumniadorcito, ahora resulta que tener amigos es un delito, calambur delito, que la esposa escriba otro delito, que ser de leon otro delito, que optar por otra estetica otro delito, metelos a todos a la carcel, carcelero

Maria Sabina dijo...

El resentimiento de algunos delirantes les hace ver complots en todas partes, abramos una suscripcion publica para pagarles el psicoanalista, era de esperar esta reaccion,a juzgar por lo expuesto a partir de ahora cualquier amigo de alguien que gane un premio nacional de literatura, a la guillotina directamente, cualquiera que sea amigo, esposo, amante, vecino, conocido de un editor, a la guillotina, cualquiera que sea suceptible de ser relacionado con otro, a la guillotina, menudos robespiere merodeando la casa de los adisson, miedo dais tropa.

Anónimo dijo...

El infantilismo de algunos roza lo idiota, ahora resulta que hay que remontarse quinientos meses atras para descubrir los vinculos de la operacion premio nacional, chico creo que te pasas, o eres un tonto de baba o un caso perdido, en todo caso mis mejores deseos para que te encuentres con tus propios fantasmas, amablemente, rosa.

Anónimo dijo...

Si es que nos pasamos, desde luego. Qué garzones de pacotilla. A quién le importan los amiguitos del alma de Camps, tengan o no bigote, y las hijas de Chaves, y los cuñadísimos y primos y demás mangancia. Eso es inquisición. ¿O no tiene uno derecho a ayudar a los amigos o a disponer de lo público como si fuera propio, cuando se está en posesión de la verdad? Hay mucho loco y mucho amargado en la poesía, igual que en la política. Qué razón tenéis, devotos y beatas del santo de turno. Lo que hay que hacer es escribir más (y mejor) y criticar menos. Que somos todos unos envidiosos.
El Mostachos.

Addison de Witt dijo...

El experimento sociológico, como diría un lector, ha terminado. Como suele ser habitual, no estamos seguros del resultado pero parece que el nivel de agresividad podría haber aumentado, aunque también es cierto que un premio nacional siempre levanta pasiones. Los perjudicados, dos poetas muertos sobre los que se ha pasado como sobre la nada. Y nuestro propio nivel de agresividad, como se verá ahora, también se ha elevado.

Sobre este dichoso premio, del que ya hemos hablado otras veces, volveremos cuando realicemos el análisis trimestral de premios. Mestre tampoco va a devolverlo. Vale. No lo ha hecho nadie. Su libro es bueno. Algún día ocurrirá y alguien comenzará a cambiar de verdad la historia de la poesía contemporánea española.

Pero queríamos destacar algo relevante. Los premios, y la forma en la cual éstos atraen a personas ajenas a la poesía que pueden llegar a tener poder, los carga el diablo. Nos es un tontería hablar de ellos.

Nos comenta una lectora, en la entrada sobre "Anima mía", de Marzal, lo siguiente:

"Sólo quería comentaros que sí van a tener que leer a Marzal los estudiantes: obligatorio este nuevo curso 2010 en la selectivdad de Castila_La Mancha, ¿ a quién se le ha ocurrido? No lo sé, a los profesores de instituto nos reúnes como para que nuestra opinión cuente pero luego hacen lo que les da la gana. A cambio,he de decirles que han quitado Luces de bohemia del programa o que no entra la literatura Hispanoaericana. EL poema elegido es de Metal pesado, sobre el mercurio. Los alumnos o van a comprender tanta profundidad..."

¿Quién habrá sido el IMBÉCIL, con mayúsculas, para quitar a uno de los escritores más importantes de la historia de España, un hombre que es y será siempre moderno y actual como Valle-Inclán, cargarse de paso a la literatura latinoamericana (que es como cargarse la literatura del siglo XX) y poner a este señor cuya poesía es infumable, antigua, apolillada y ausente de toda brillantez? ¿A quién coño ponemos de responsables de la educación?

Los premios, y cuanto más importantes peor, son la lacra de la poesía española junto con el fascismo estético imperante, y las consecuencias son aberraciones como que señores tan malos poetas como Marzal, y muchos de sus amigos, se paseen por el mundo diciendo "esta es nuestra poesía" por el sólo hecho de haber ganado unos cuantos premios dudosos gracias a unos libros malísimos y unos amigos estupendos.

Y que llegan hasta las escuelas. Ahí es ya cuando el cáncer se convierte en metástasis. Un día dijo la poeta más sobrevalorada nacida en los 80, Elena Medel, vergüenza de ministerio de cultural de meter alguien de su edad y currículo a valorar a gente que le da cien mil vueltas, algo así como que soñaba que sus hijos estudiarán a Marzal en el instituto. Su sueño es una puta pesadilla para el resto.

¿Estamos enfadados? Sí. Y esperamos que se haya notado.

Anónimo dijo...

También acaba de morir Victoriano Crémer, que escribió poesía hasta los cien años.