domingo, 17 de febrero de 2008

El Cultural, tercera semana de Febrero, 2008. Luis García Montero. Vista Cansada

Hola a todas y todos,

Cómo hemos comenzado el año. Mediattack.

Nos toca dios esta semana. Hablar de dios no es fácil, especialmente desde el ateísmo más crudo.

El cómo ha llegado Luis García Montero a su estatus actual daría para demasiado espacio y quizás sería aburrido. Si algo distingue a este señor, muy por encima de su capacidad como poeta, es su capacidad de seducción a poetas más mayores y por supuesto su extraordinaria habilidad para las relaciones sociales, como cualquiera que haya hablado con él habrá podido comprobar. A continuación un poco de biografía. Estaremos encantados de rectificar en todo aquello en lo que nos equivoquemos.

Una primera pregunta: ¿Luis eligió de manera casual a Rafael Alberti para su tesis doctoral?. ¿Habría elegido a Rafael si no hubiera estado vivo?. Pregunta imposible de responder. El cómo una persona pasa de hacer una tesis sobre un poeta tan popular como lo fue Rafael y logra convertirse en su secretario personal es una primera prueba de la habilidad de Montero para las relaciones sociales.

Leíamos hace no mucho un artículo que tiene ya tiempo y que no hemos podido encontrar. En él se hablaba del momento en el que, en un aula repleta de gente, en Madrid, creemos que un curso de verano, Rafael básicamente nombraba a Luis su sucesor, como si la poesía fuera una suerte de monarquía por elección. Desde ese momento, la carrera de Montero no hizo sino subir. En 1982 ganó el opusino premio Adonais por la obra "El jardín extranjero", premio no exento de polémica. De hecho la decisión se retrasó por la acalorada discusión que hubo dentro de la sala de deliberaciones, quizás porque el libro de Luis no era el mejor poemario.

Desde ahí Luis siguió publicando con la ayuda de Hiperión hasta que Visor lo lanzó al estrellato definitivo con el premio Loewe de 1994, que el año anterior había ganado su íntimo amigo Felipe Benítez Reyes, casualidades de la vida. Casualidades también, en el 96 Felipe cambió a Tusquets y dos años más tarde lo hizo Luis.

Llegados al presente, tras una boda también bendecida por la diosa fortuna que sin duda le abrió todavía más al universo mediático de los todopoderosos de la cultura popular, llegamos como último capítulo al hecho de que parece que Ángel González nombró a Luis albacea de su obra. Hasta aquí termina este brevísimo apunte biográfico que culmina con el lanzamiento de la colección de poesía "Palabra de honor".

Esta colección no es otra colección más. Esta colección recién inaugurada es la apuesta madrileña para hacer frente al monopolio Tusquets, y crear un duopolio en cuanto a poetas mediáticos candidatos al nacional se refiere. En este sentido, es muy importante destacar que el propio Luis García Montero, junto con Chus Visor en segundo plano, va a ser el director de la colección de poesía. Y que ya se nos anuncian nuevos nombres de la colección entre los que destaca el de su amigo Felipe. Por tanto, estamos básicamente ante una operación de toma de poder para lograr la colección de poesía más importante de España, que a su vez va a estar dirigida por un poeta que si ya era poderoso antes, ahora va a ser verdaderamente el nuevo dios, el new Pope, porque todo el mundo poético va a querer estar en ella. Tiempo al tiempo. Luis es una persona muy inteligente. La importancia que ha tenido Tusquets en los últimos años ha sido enorme y él no tenía control. Destaca especialmente que los últimos premios nacionales concedidos se han alejado mucho de su línea poética, de la de sus amigos, y de Visor. Y aquí se trata de que las aguas vuelvan a su cauce y que Visor y Luis controlen mejor el "canon mediático" y digan qué tiene o no tiene calidad, porque quien la tenga será "palabra de honor" y quien no, será la nada. O Tusquets en el mejor de los casos. El resto, a mendigar premios y favores, a hacer ensayos de alabanza, para acceder al círculo de los elegidos.

Una sola cosa antes de empezar con la crítica propiamente dicha. La inflación también ha llegado a la poesía. El libro de García Montero, tan de izquierdas él, pero ya sabemos que tipo de izquierda, se vende en la Casa del Libro a 18 euros. Un poemario a 18 euros nos parece un escándalo, por mucho que lleve tapas duras, quién las quiere, y por mucho que la portada tenga ese aire gris de cortina recortada de hotel moderno que resulta tan poco atractivo fuera de su sitio natural.

Y comenzamos. La crítica la realiza el crítico residente en Visor Francisco Díaz de Castro. La objetividad del premio Melilla se mantiene en la línea de otras veces:

Objetividad a priori del crítico en este caso en nuestra opinión: - 10 / 10

Que cada uno lea la crítica y opine. Creemos que se define por sí misma.

A destacar también el panegírico y publicidad que se le hace a la editorial en el Cultural, como ya mencionasteis. Efectivamente, huele a pinza de esas extrañas, y como diría monseñor, antinatura. Realmente la trinidad Montero-Anson-Visor acojona un poco. Demasiado poder.

Nuestra objetividad, aunque curiosamente Luis nos cae bien en las distancias cortas, ya dijimos que es un maestro social, la pondremos a la altura de Francisco para no resultar sospechosos: -10 / 10.

Para los nuevos, el hecho de que nos pongamos esa nota significa que vamos a luchar por ser objetivos. No que vamos a tratar de destrozar el libro.

Comienza el libro con una dedicatoria a Almudena y con una cita en inglés de Eliot. Por favor, última broma con malicia, que alguno se haga pasar por extranjero y le hable a Luis en inglés y rápido. Para saber si ha habido progresión en su manejo del idioma.

El poemario está dividido en seis partes. La primera, Preguntas, de tan sólo dos poemas. En el primero Luis se dirige a un lector futuro, preocupado aparentemente por el olvido, y en el segundo, nos habla del tiempo y la memoria, que serán dos apoyos sobre los que girará el poemario. Se intuye ya en este comienzo que en general el poeta, como lo hacía Vicente Gallego la semana pasada, se va a apoyar, pensamiento único, en una métrica basada especialmente en el heptasílabo y el endecasílabo, aunque con un corsé menos apretado y amanerado que el del valenciano. El segundo poema es uno de los mejores del libro, especialmente en su final: "El tiempo es una mesa revuelta y una lámpara / que saca la cabeza de las sombras / igual que un nadador cuando respira".

Comienza la segunda parte del libro, la mejor de todo el poemario, denominada Infancia. Y es su primer poema, 1958, quizás el mejor del libro, tanto por la originalidad de la composición, tan ausente en el resto del poemario, como por el acierto de buena parte de los versos. Utiliza en este poema Luis una figura retórica que utilizará en el resto del poemario, con un uso y abuso nada acertado, pero que en este poema logra lucir. Nos referimos a la prosopopeya. Comienza el poema magníficamente: "Las fechas no son números, / o tal vez son el sueño / de números que sienten el tiempo sucedido".

Se observa además que en el poemario Luis mezclará reflexiones con poesía biográfica ("Nací muy de mañana"). Y se adivina también uno de los grandes defectos de Luis como poeta. Su incapacidad, en general, para lograr buenas metáforas y crear buenas imágenes, a pesar de los numerosos intentos. Ya hay un ejemplo en este mismo poema: "Yo no voy a juzgarlos, ni siquiera / en las magistraturas del amor, / dispuestas por oficio...").

El siguiente poema, "Ciudad nativa", está lleno de logros y de fallos, aunque el poeta sigue más acertado de lo que será la norma en el resto del poemario. De nuevo, un final muy logrado: "Hay recuerdos y árboles forzados a crecer / con la madera deshojada / de un lápiz de colores".

"Infancia", el siguiente poema, es el único que está construido en una única estrofa y en una única frase, de la que cuelgan multitud de subordinadas. El tono elegíaco es fuerte y roza la sentimentalidad amanerada pero consigue salvarse de ella, aunque caerá más tarde. A "Infancia" le sigue un poema dedicado a su padre, "Coronel García", mejor que el que dedica a su madre, poema largo como muchos de los que llenan el poemario, en el que el poeta consigue construir una atmósfera elegíaca a la que acompañan buenos versos: "El niño vive un mundo propio, / un tiempo que se queda sorprendido al bajar la marea, / como el agua parada entre las rocas". Un aburrido poema sobre el franquismo, "Un idioma", es seguido de otro de los mejores poemas del libro "Las comparaciones no son odiosas", en el que se mezcla la elegía con la reflexión, y las numerosas prosopopeyas se ven tocadas a veces con pequeñas pinceladas surrealistas. De la misma calidad y actitud es "Asientos reservados", que tiene uno de los mejores momentos del poemario: "Durante algunos años / aquel país de pétalos y espinas / giraba más deprisa que la Tierra".

Paradójicamente, esta segunda parte, la mejor del libro como habíamos dicho, tiene un penúltimo poema bastante regular, "No te quedes aquí", en el que parece que los recuerdos comienzan a repetirse. Y termina la segunda parte con un poema realmente muy flojo, "Domingos por la tarde", una evocación al fútbol, en el que el poeta parece haber escogido primero las palabras futboleras y haber escrito a continuación el poema. Un par de ejemplos: "A veces las infancias escapan de sí mismas / corren por la lluvia como en fuera de juego". O: "pero hay olas que tienen esa espuma / de las alineaciones".

La tercera parte, La Ciudad Que No Quiso Ser Palacio, es ya mucho más irregular que la segunda en cuanto a calidad. Los dos primeros poemas pasan casi desapercibidos, aunque anotamos para la lista del ego: "buscaba.../.../la ley de gravedad que fijase mi nombre". A estos dos primeros poemas le sigue uno de los mejores poemas de esta parte, "Primeros Versos", aunque se comienza a apreciar que cuando Luis sale del tono narrativo para cambiar al lírico, siempre suele utilizar los mismos sustantivos, lo cual denota cierta falta de recursos. En este caso, como en muchos otros, será la palabra "viento" la usada. En "Café Español", Luis continua abusando de la prosopopeya, y ya no lo hace de manera efectiva: "A la mesa del fondo / se acercaron mis años a preguntar por mí". "Universidad" es el otro buen poema de esta tercera parte. Aunque no es ni mucho menos un poema redondo ( "Almirantes bohemios de los amaneceres" es un verso bastante afectado), consigue comunicar bien sus sentimientos y de nuevo nos sorprende con lo que, visto de cerca, parece cierto surrealismo: "Maestros de verdad / son los que hacen posible que las aulas se llenen / de rosales helados, de ciudades / y hogueras minuciosos". El tono del poemario cae estrepitosamente cuando el poeta se torna político.

En "Defensa de la política", Luis logra el efecto contrario del que buscaba. Nos dice: "Cuando somos corruptos te llamamos corrupta. / Nuestra pobre avaricia tarda poco...". Hable por usted, Luis. Nosotros tenemos otros pecados que no tienen por qué ser los mismos que los suyos.

De tono panfletario y de nuevo fallido en su objetivo es el poema "Democracia", que comienza además con unos versos perfectamente cursis: "Venga a mí tu palabra / en los labios abiertos que me buscan / para morder la rosa de los amaneceres".

El poema "Rafael Alberti" resulta fallido. Esperábamos más de un poema dedicado a alguien que fue tan importante para el poeta. Además, termina Luis haciéndose un homenaje así mismo. Por segunda vez, la primera fue en el poema de su padre coronel, dice, pero esta vez para sí: "Orgulloso de mí, / vuelvo a ser el muchacho...". Y termina diciendo: "Una vez más me siento el elegido". Da cierto pavor este egocentrismo en vez de hablar del homenajeado.

Como anécdota secundaria, dice: "prefiero los aciertos a la mediocridad / del que cuenta los días y las sílabas". Como si tú no las contarás, querido amigo.

Y termina este parte con el poema "Primer amor", en donde el poeta falla para transmitirnos lo que otros grandes poetas sí que nos han transmitido al hablar del primer amor. El poema nos deja indiferentes. De nuevo, la ya a estas alturas irritante prosopopeya: "Yo contraté la noche para cerrar las puertas".

La cuarta parte lleva por título "Segundo tiempo", es la más larga y quizás donde se refleja en mayor medida la ausencia de genialidad de este poeta, al escribir sobre temas universales, como el anterior del primer amor, y poder por tanto comparar con otros poetas que sí han sido geniales en el tratamiento de dichos temas. En "Democracia Dos" el poeta nos anuncia que ya no cree en el comunismo y hace un leve intento de poesía económico-social ("El agua moja hoy / ... / las tarjeta de crédito que miran a otra parte"). A continuación, un homenaje a otro poeta, en este caso a Gil de Biedma en el poema titulado "Jaime", que resulta un poema fallido, de nuevo, por su incapacidad de comunicar ni en lo poético ni en lo narrativo. Le sigue el poema "Nueva York", también de un lirismo fallido, y donde se nota una preocupante falta de talento para hablar de la gran ciudad. La misma ausencia de brillantez, y de falta de comunicación, se repite en "Los hijos" o en "Morelia". El breve poema "Otras dudas" acentúa la caída en picado del poemario: "Lo peor / no es perder la memoria / sino que mi pasado / no se acuerde de mí". El siguiente poema, "Una mañana", confirma la impresión de que estamos leyendo las caras b, los descartes, de un poemario que si hubiera sido más breve habría ganado en intensidad y en calidad: "Envejecer / es una forma de buscar trabajo / en un difícil melodrama". En el poema "Las ciudades", de nuevo se le escapa el ego al autor: "me faltan doctores que citar con orgullo". Y de nuevo el nivel del poema es muy bajo cuando habla de temas generales, aunque los mezcle con experiencias propias: "Fui pisando mis dudas / en la madera de los escalones".

"Madrid", una ciudad sobre la que tan bien se ha escrito, de nuevo decepciona. Para los amantes de la anécdota, en este poema Montero menciona a sus famosos taxis. Está dedicado a varios visores incluyendo el primero.

"Mar Muerto", dedicado a Joan Margarit, que también va a publicar en esta colección, es el único poema bueno de esta larga parte. En éste sí funciona la alegoría y hay comunicación poética y poesía: "Resulta más difícil / flotar sobre la lluvia de una tarde". La palabra lluvia como otro de los sustantivos fetiche que el poeta utiliza cuando abandona la narración para hacerse más lírico.

Los tres siguientes poemas continúan la línea general "de relleno", con algún que otro verso especialmente amanerado: "...el jazmín sereno de la inmortalidad, / sus pétalos blindados por el sol de la tarde".

"Colliure", que el poeta visitó con Ángel González, es el último poema bueno de esta parte, aunque está lejos de alcanzar la altura poética que el asunto merece.

En el penúltimo poema de esta parte, "Resumen de los hechos", el poeta termina con el gran descubrimiento de que "al final sólo importan el amor y la muerte". Y termina Luis con "Despedida por hoy", donde, hablando de sí mismo, nos vuelve a recordar su ego: "Fue la posteridad / el sueño más rotundo de aquel joven".

La quinta parte, Punto y seguido, continúa el tono de la anterior, con una mayoría de poemas de escaso valor poético. A este grupo pertenecen los primeros poemas: "Aniversario", "Direcciones", "Memoria de la felicidad", dedicado a Felipe Benítez Reyes y su mujer, y "Pesadilla". De nuevo la agotadísima prosopopeya: "Una vieja escribiente perturbada / es la imaginación. Conozco su costumbre / de copiar y borrar /...". Y los pocos momentos líricos, de nuevo construidos con las mismas palabras fetiche del autor: "a caminar por esta playa / cuando seamos viento". El tono de bajo perfil continua hasta un pequeño poema, "Mi futuro y Heráclito" que parece un oasis en este final ya desencantado del libro: "Imprevisible amor de muchos años. / Nadie besa dos veces / a la misma mujer". Pero la alegría dura poco, y ya el siguiente poema, "No sé viajar sin ti" es uno de los peores del libro, reflejando una preocupante falta de originalidad y brillantez en las metáforas fallidas del poema: "Ordené las preguntas / en la parte derecha del cajón". El siguiente poema, "Maletas perdidas" adolece de los mismos fallos: "Una corriente viva de precios y etiquetas, / minuciosa lo mismo que la lluvia, / ordenará las perchas de lo que no seremos". Y que decir de esta comparación en "Parecidos": "Se parecen los árboles al bosque / como tu cuerpo se parece a ti". Termina esta parte con "La legitimidad del sol nevado", buen reflejo de lo que es el conjunto del poemario. Algunos atisbos de buen hacer ("Sin embargo las noches deberían saber / que una repetición de oscuridad / no es toda la memoria") se pierden en un conjunto en donde, en el mejor de los casos, nos quedamos indiferentes.

Termina el poemario en su sexta parte, Vista Cansada, que da título al libro, y que se compone de dos poemas. El primer poema, "Las Huellas", es un perfecto ejemplo de la mayoría de poemas del libro. Ausencia de genio, abuso de la prosopopeya y cierto egocentrismo ("Igual que estas palabras escritas con orgullo"). Y termina el libro con el poema "Vista Cansada", que en realidad parece pertenecer ya a otro libro. Muestra un desengaño y un cierto pesimismo que aparecen por primera vez. Insiste en la personificación ("Pierde el tiempos sus llaves / y yo busco mis gafas") pero es un buen poema. El poeta comunica y entendemos los motivos de su desilusión y pesimismo. Luis trata de cuidar los finales de sus poemas y de sus libros, y en este caso lo consigue.

En conclusión, "Vista Cansada" es un poemario muy irregular, con algunos buenos poemas, sin duda, en donde Luis muestra su oficio, pero nada más. Ni el poemario ni el poeta son genios. En el mejor de los casos Luis García Montero es un poeta que a veces escribe poemas buenos, nunca geniales. Y en general es un poeta clásico en su concepción métrica, de un valor lírico muy limitado, a veces excesivamente narrativo, muy centrado en una experiencia vital que realmente no tiene el interés que han tenido las experiencias vitales de los grandes poetas confesionales, que sorprende a veces por el uso de unas metáforas y unas imágenes pobres, y cuya capacidad técnica es también limitada. No es un poeta malo, como dicen muchos. Creemos que eso es simplificar su poesía. Pero el lugar que ocupa Luis en nuestra poesía, y el que va a ocupar todavía más en su nuevo puesto de director de la colección Palabra de Honor, no se corresponde en absoluto con el lugar que debería de tener, en nuestra opinión, teniendo en cuenta la calidad de su poesía.

Valoración del libro "Vista cansada": 6 / 10

46 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí el libro me merece menos de un 6, y es evidente que LGM tiene un poder singular ahora mismo en el mundillo de la poesía española. Decir eso es constatar un hecho. Pero la verdad es que insinuar que si se hizo amigo primero de Alberti y al final de Ángel González, es por ansias de trepar, me parece un juicio muy poco riguroso e injusto: ¿cómo lo sabéis? ¿O es que los poderosos son culpables hasta que se demuestre lo contrario? Y lo de que alguien le hable inglés deprisa es un comentario tan tontorrón que es impropio del nivel al que nos tenéis acostumbrados. No dejéis que el rencorcillo que parece asomar tras ciertos comentarios empañe el nivel de vuestra crítica, que es alto...

Anónimo dijo...

Buen desbroce y gran trabajo de nuevo, Addison. Menudos topos estáis hechos...

En primer lugar, manifestar mi sorpresa al enterarme de que García Montero es el director de la colección. Y el primer libro editado por la misma es de... García Montero. Por favor, ¿se puede acaso ser más descarado? Como lector, me siento un poco humillado, la verdad.

El libro lo he hojeado en librería y he tenido que dejarlo. No puedo con él, lo siento. Comparto la idea de Addison de que no es un poeta tan malo, que no hay que demonizarlo como muchos hacen, pero por supuesto tampoco exaltarlo. En mi opinión este es un libro de una gran mediocridad que no debería haber publicado, no creo que le haga mucho bien como poeta.

La nota de Addison sorprende por su generosidad. Para mí el libro merece un suspenso rotundo, sin paliativos. Entiéndase como opinión, no desprecio a Montero, lo respeto, me parece bien lo que hace en su línea, aunque no me guste. Pero este libro me ha parecido de lo peor en bastante tiempo.

Y un último apunte o más bien opinión personal. No estoy de acuerdo con el siguiente párrafo:

"Y se adivina también uno de los grandes defectos de Luis como poeta. Su incapacidad, en general, para lograr buenas metáforas y crear buenas imágenes, a pesar de los numerosos intentos".

Pienso que la poesía no es exclusivamente metáfora e imagen. Esto ya se ha discutido por aquí, en mi opinión es cerrarnos a otras propuestas, encasillar demasiado lo que es o no un buen poeta. Es decir, dogmatizar, poner cercos a algo que los lectores sienten como libre. Poesía de imagen y metáfora la hay buenísima, pero también poesía conceptual, del "silencio" o como queramos llamarla, la hay excelente. No creo que no hacer metáforas o imágenes sea el rasero para medir a un poeta, sobre todo cuando este poeta no pretende hacerlas y tiene otra estética o intención.

Como comentario al trasfondo político de la nueva colección de Visor, parece preocupante, pero voy a romper una lanza en favor de Tusquets, por una simple razón: la pluralidad de voces de su nómina poética, donde cada quien es "de su padre y de su madre", por así decir. Está el hecho innegable de que Montero, Benítez Reyes "emigraron" de Visor a Tusquets. ¿Os parece posible que Olvido García Valdés, Corredor Mateos o Maillard emigren de Tusquets a Visor? La respuesta, creo, es no.
Lo que quiero decir es que, por supuesto, ambas editoriales se han erigido en monopolios, con todo lo perverso que eso tiene, pero hay, creo, una diferencia en su apuesta: el monopolio y la estética Visor sigue siendo inmensamente más monolítico y preocupante. Y para este lector, sus libros son de los más aburridos del rico panorama poético español, donde editoriales de prestigio como Pre-textos (y otras) se baten el cobre desde la sombra apostando por voces más interesantes y con escaso eco mediático.

Veremos en qué para todo esto, y ojalá fuera a favor de la desarticulación de los monopolios poéticos. No caerá esa breva.

Saludos.

Anónimo dijo...

En realidad Vista Cansada es el número dos de la colección. El número 1 ha sido dejado para Juan Gelmán, aunque en realidad han salido a la vez al mercado. No es tan descarado como pensaba anonimito, pero casi. Lo contrario habría sido demasiado.

Y estoy de acuerdo en parte del análisis que ha hecho de Tusquets, pero habría que decir también no sólo que esta editorial ha mimado muchísimo a los visores sino que no ha arriesgado nada en todos sus años. Y ha tenido una actitud un poco endiosada propia de cualquier monopolio. Ahora las cosas cambiarán porque el gran poder estará dividido, en esta dualidad tan propia del ser humano. Los grandes perjudicados, como hacen intuir los addison, los poetas jóvenes y/o independientes, cuyo espacio va a ser todavía más reducido.

Anónimo dijo...

Perdón por repetirme pero quería aclarar a lo que me refería con que Tusquets no ha arriesgado. Me refería a que ha publicado a autores cuando estos ya llevaban una larguísima lista de poemarios y triunfos a sus espaldas. Ha publicado, como hacen algunas editoriales, en base a nombres, no en base a poemarios. Dicho de otra manera, si "Matar a Platón" lo hubiera enviado un desconocido, ni se lo hubieran leído. Ahí está la lista de publicados como muestra de lo que digo.

Y lo mismo ocurrirá con esta colección. No habrá riesgo. Serán los nombres de la casa ya consagrados mediáticamente y aquellos que ya han ganado todos los premios visor y que pasarán a esta división.

Respecto al libro de Montero, estoy bastante de acuerdo en la apreciación de los Addison. Es muy irregular, pero tampoco es un bodrio. Tiene algunos poemas buenos, y una mayoría de poemas mediocres, pero no malos salvo unos pocos casos. A lo mejor la nota debería estar más cerca de un aprobado justo.

Con lo cual, que alguien me explique por qué este señor ocupa la posición que ocupa si su poesía no es excelente. ¿No tiene algo que ver, como dejan intuir los addison, su tremenda habilidad social?

Anónimo dijo...

Muy bien la crítica, boys and girls, de addison. Al modo:"quod erat demonstrandum", así me gusta, mis parabienes. Falta algún acento en un "que" interrogativo indirecto y una errata que creo he visto más veces: si paradójico va con j, el adverbio también.
No conozco tan bien los entresijos de las empresas poéticas como anonimito y Jordi, pero sí que parece que vamos al duopolio, transmutado en poder duro y puro. Conozco a jóvenes que se pagan su edición tras unos meses de verano currando, así que estas maniobras me producen pena, pero así es el Sistema, incluso con gentes de izquierda dentro, quizá de boquilla. Os pido que tengáis a bien proteger a las restantes editoriales, a no ser que sepáis de ellas triquiñuelas semejantes; así Bartleby, Slovento o Pre-textos parecen dar cancha a autores menos mediáticos. A lo mejor me echáis los perros por citar a estas editoriales, pero me arriesgo en mi ignorancia.

Estoy con anonimito en quejarme de vuestra obsesión por la metáfora como indicador de esencia poética. Estuvo bien en el 27 para airear una poesía cutre y pobre de imágenes, pero hay otros recursos que pueden a un lector conmover, no por cierto el verso que os gusta ("igual que un nadador cuando respira", ramplón, ramplón).
A veces Carver está inmenso, un poema de Beckett me deja parado, Celan en estado de acojonamiento intenso, "Espacio" de J.R. Jiménez sin aliento..., a veces hay algo más que encuentro sorprendente de palabras.

Y "Palabra de Honor" es un sintagma añejo y de significado trasnochado, antítesis de la poesía, más adecuado para el capitán Alatriste y sus secuaces.

Reafirmo mis parabienes a Addison, esperando que amplíen sus contracríticas a otras publicaciones, si tienen tiempo y ganas.

Tímido.

PS. Como me hago un lío con la mecánica de dejar el comentario, no sé si saldrá repetido, perdón de antemano.

Addison de Witt dijo...

Antes que nada, gracias por la correción, tímido. En realidad, como hemos dicho alguna vez, cuando se escribe el post el corregidor de textos hace sus correcciones y a veces no lo revisamos como deberíamos. Las g y las j llevan de culo a la máquina, y nosotros detrás. El acento en algún "que" es cosa nuestra.

En realidad, sobre el tema metáforas/imágenes, creemos que esta vez o nos hemos expresado mal o nos hemos hecho entender mal o...Lo que queremos decir es que Luis García Montero hace un uso bastante intenso de las metáforas en este poemario y, en nuestra humilde opinión, las metáforas, en su mayoría, nos parecen fallidas por falta de comunicación poética, sea ésta verbal, visual, conceptual o una combinación, en la que también se podría incluir una cierta intertextualización desgastada y un abuso continuado de la personificación.

Tenemos nuestros gustos poéticos y nuestra forma de escribir, como todo el mundo, pero hay poetas que evitan la metáfora y son tan buenos, casi :p, como otros. Creemos que eso es poco discutible.

Lo del casi es una broma, que parece que se nota que hoy es lunes y está el ambiente guerrillero, amig@s.

Anónimo dijo...

Los Montero y los que tenemos que sufrirlos por estos lares.

Ejemplo: premio de poesia de Radio Nacional de hace varias temporadas. En el jurado está Luis Garcia Montero y gana el premio su primo Luis Muñoz Montero, claro que aparece como Luis Muñoz, pero algunos sabemos que bajo ese ardid de nombre está la familia.

Premio de poesía Ciudad de Granada, convoca el premio el concejal de cultura Juan García Montero (el hermanísimo). En el jurado Luis Muñoz( Luis Muñoz Montero). Gana el premio Jose Angel Gonzalez, que casualmente veranea todos los veranos en Rota con Luis García Montero, Almudena Grandes, Joaquin Sabina, etc. El muy intelectual de Jose Ángel González no sabe que hay que pagar impuestos, y llega quejándose a Luis García Montero, porque el premio se le había reducido notablemente. Así que Luis llama a su hermano Juan García Montero para que le dé el doble de premio, premio pagado con dinero publico.

¿Hay que dar más ejemplos?

Anónimo dijo...

Luis no sólo tiene un talento innato para seducir a los poetas "mayores" sino también a muchos, muchísimos jóvenes; aunque eso ya no sé si es por su habilidad social o por el poder inmenso que atesora, al fin y al cabo de cada 10 premios importantes él está de jurado en 4.

En cuanto a su poesía coincido totalmente con los Addison, creo que está sobrevalorado pero no es el patán iletrado que algunos quieren hacer ver. Dentro de su estética es de lo mejorcito, aunque tampoco eso es decir mucho.

Jack quiere a Sally

Anónimo dijo...

Te había entendido, Jordi, y siempre estoy de acuerdo contigo, me parece que tienes una visión muy lúcida e interesante de las cosas (como Helena), y no es por pelotearte.

Una pequeña apostilla, sin embargo: aduces que "Matar a Platón" no hubiera sido publicado de haber sido su autora desconocida. ¿Estás seguro de que era conocida en el mundo poético antes del premio?
Los propios Addison, en su contracrítica a Hilos, dijeron algo así como "Chantal Maillard se dio a conocer por el premio nacional de poesía", si mal no recuerdo.
No creo que alguien que no figura en las antologías, no pertenece a ninguna familia poética reconocible y antes de en Tusquets ha publicado en editoriales tan conocidas, mediáticas y de tan amplia difusión como el ayuntamiento de Lucena (Hainuwele) o Miguel Gómez Ediciones (Lógica borrosa), fuera muy conocida antes del premio, al menos en el ámbito poético...
Caso distinto me parece el de Olvido, que pese a dar el salto de una editorial humilde a Tusquets, sí tiene notables conexiones políticas (imagino que afines a los socialistas)yfueensalzada nada menos que por Jose Ángel Valente. Y ella y Miguel Casado,sn uña y carne con Gamoneda, sin ir más lejos.

Yo más bien creo que el poemario lo publicaron por su calidad y que nadie se esperaba ningún tipo de premio, a juzgar por algunos titulares que se leen buscando vía google.

Con todo cariño te lo digo, en serio, pero creo que no has acertado en el ejemplo aunque suscribo palabra por palabra todo lo demás.

A Tímido querría darle la bienvenida y decirle que pierda su timidez y esperar que se sienta a gusto entre tanto "renegado" :)

Y gracias a Addison por su oportuna puntualización. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Con el ánimo tan sólo de meter un poco más de confusión:

En mayo de 2007, en el edificio más burgués de Madrid, el Casino de la calle Alcalá, Luis García Montero presentó el libro de Fernando Anaya "Mecánica del desvelo".

Curiosamente me he puesto a intentar averiguar quién era este poeta y me encuentro esta noticia en una revista llamada Milenio Azul:

"Nuestro amigo y colaborador Fernando Anaya hará una lectura de poemas el próximo jueves 27 de Septiembre, a partir de las 20:30 horas, en el Café El Despertar sito en la calle Torrecilla del Leal 18 de Madrid. La presentación correrá a cargo del escritor y amigo Kiko Méndez-Monasterio, y el autor contará con el acompañamiento de música de Jazz".

http://www.milenioazul.org/actualidadma.htm

Indago sobre qué es esta revista y mi sorpresa es mayúscula: Milenio Azul, publicación electrónica falangista. Así reza el titular de su web, y allí están los signos de la falange. Pregunto quién es el tal Kiko y es un periodista de La Razón. Ojeo el poemario y aparece un poema dedicado a Santiago Milans del Bosch. Joder.

Y para que no parezca que me saco un conejo de una chistera, aquí están las imágenes de la presentación de Montero en el casino con el mencionado poeta:

http://www.soypoeta.com/estuvimos/
070530-fernando-anaya/index.htm

(Si alguien se le ocurre borrarlas ahora, está todo grabado ya en mi pc. Lo siento).

Y como colofón, el primer poema dedicado a Carlos Marzal, "maestro próximo".

Vivir para ver.

Anónimo dijo...

Como se nota el lunes, es verdad.

Gracias por lo que dices, anonimito, aunque sea mentira.

Sobre los cotilleos varios que han aparecido, alguna sorpresa. Debo ser muy pardilla porque no sabía que Luis Muñoz tenía de segundo apellido Montero. Lo del premio García Lorca, Ciudad de Granada, que menciona Manuel, ya había sido mencionado en este blog. De todos es sabido la amistad entre los dos, y de que se trata de un premio otorgado a señores del entorno de los montero-visor, y pagado con dinero público. Dicho lo cual, me parece un poco de mal gusto sacar este tema ahora. Ya se ha comentado y sacarlo de nuevo es un poco gratuito teniendo en cuenta lo que ha pasado. Y sobre lo que se dice de la presentación en el Casino, me deja un poco sin palabras. No sé que decir.

Como persona, he de decirlo, Montero me gusta mucho menos que como poeta. Creo que la ambición le ciega.

Y sobre el libro en ciernes, no entiendo que algunos se remonten a Habitaciones Separadas. El libro me parece una continuación de La intimidad de la serpiente, con esa misma conciliación de reflexión y cotidianidad que figuraba en su libro anterior, incluso con poemas que se parecen mucho. De hecho es uno de los mayores defectos del libro, la escasa originalidad, tanto frente a su obra anterior como respecto al resto de poesía.

No sé si la nota es o no acertada. Me parece difícil calibrar tanto. Sé que hay poemas que me gustan, sé que hay versos que hasta me parecen brillantes, pero, en general, el tono general no es ni muy bueno ni muy malo. Un poemario que, teniendo en cuenta la edad del autor, pasaría bastante desapercibido si no lo publicará quien lo publica y bajo ese nombre. Luis García Montero me parece un poeta más, no "el poeta" como algunos y él nos quieren hacer creer. La viuda de Alberti no era tan tonta.

Anónimo dijo...

Gracias anonimito. Same here, que diría Montero.

Sí, es posible que mi ejemplo no sea el mejor. Yo creo que Chantal ya era muy conocida pero me temo que es algo subjetivo. Si prefieres otro ejemplo, "Las herejías privadas", de nuestro querido Luis Antonio de Villena. Si no hubiera estado firmado por él, y hubiera llegado al despacho de Marín, ¿habría pasado el corte si el firmante fuera un desconocido?

Anónimo dijo...

Sí, Jordi, y tienes razón... por desgracia las cosas son así...

Lo de Joan es sorprendente... te deja con la boca abierta, desde luego. Me ha llamado la atención una de las fotos, con el cartelito que reza "Excmo Sr D. Poeta de Tal, Autor del Libro". ¿Poesía se funcionariado, es alcalde o cargo público el autor? Bizarro, bizarro y dan un pelín de repelús las fotos, jeje.

Ben Clark dijo...

Buenas, no voy a opinar sobre Montero ni sobre su libro porque no lo he leído. Mi objetividad, además, según los criterios Addison sería algo así como un -8, je je. Y esto no significa que esté en desacuerdo con lo dicho aquí! Mi comentario es para mostrar mi desacuerdo con lo dicho sobre el precio de los poemarios. 18 euros puede ser un escándalo o no. En el caso del libro de montero sospecho que sí, pero hay 'joyas' como el nuevo título de Angélica Liddell, publicado por Trashumantes, donde es muy difícil vender el libro por menos (se trata de un libro negro, entero, con las letras en blanco. Muy blog de contracrítica por otro lado...). En fin, siento este comentario tan prosaico y de la 'pela és la pela', pero quería romper una lanza por las editoriales pequeñas que, por desgracia, se ven forzados a encarecer en producto final -qué lástima que sea, después de todo, un producto-. Salud a todos y feliz martes.

Anónimo dijo...

Lo siento, Ben, pero esta vez no estoy nada de acuerdo contigo.

Primero porque la comparación no es válida. Comparar Visor con Trashumantes no tiene ningún sentido.

Segundo, porque parece que le das más importancia al continente que al contenido. A mi me parece muy bien que se hagan ediciones supercuidadas y megaguays con mucho diseño. Pero eso valdrá para quienes podéis pagar 18, 20 o 3o euros por cada libro que compráis. Haced ediciones de menos de 10 euros como hace Hiperión, por ejemplo, y si luego queréis hacer algo especial para los postmodernos, pues hacerlo. Yo quiero leer la poesía que hay dentro. Y pagar diez euros de más por el ego del autor de ver su obra en un libro "supercool" me parece de pijo de la calle Fuencarral. Que tienen su derecho a existir como todo el mundo pero por favor que nos nos llenen ahora el mercado de libros a 20 euros, o va a leer poesía su abuela.

Idem para Visor. A mi me apetece leer el nuevo libro de Joan Margarit. Que hagan como las editoriales de novela. Que saquen una edición en tapa blanda y normal, y luego una pija para los ricos de la izquierda, que son muchos por lo que parece.

El tema de los precios de los libros me cabrea. Y que un poeta joven como yo defienda los libros caros me parece absurdo. No sé si serán los golpes del boxeo, Ben, pero así no vamos a ningún lado.

Anónimo dijo...

El problema del asunto es que, si salen las obras completas de Salvatore Quasimodo a 30 o 35 euros, están destinadas a las élites que las pueden comprar. Según la mercadotecnia, el "target" está fijado: nadie piensa en el estudiante sin un duro (o euro), nadie piensa en el parado o mileurista. Los libros se están convirtiendo en un lujo, y esto va a ir a más. A nadie le importa.

Hasta ahora, hiperión, Visor y Tusquets vienen manteniendo precios "asequibles" (digamos entre 8 y 15 euros, hablo en función de mis últimas adquisiciones), pero pasar a los 18, a los 20 o más me parece un despropósito. Mirad si no el bonito libro de Clara Janés: preciosas ilustraciones, pero se acerca ya a los 30 euros, y así no hay quien lea.

En mi mundo ideal la poesía debería ser gratis, o al menos accesible en bibliotecas, pero de verdad, no sólo cuatro libros...

Por todo esto comprendo y comparto las reacciones sulfuradas de Ana. Es que nos toman por tontos, parece, o a lo mejor hasta lo somos :(

Anónimo dijo...

No acabo de terminar de encontrar sorpresas.

Miro el Diario Público y encuentro una breve reseña que además de hablar muy bien del libro sin decir por qué, hace la pelota de manera importante a la editorial Visor.

Miro el nombre del crítico y...tachánnnn: Carlos Pardo, que ganó hace unos meses el premio Generación del 27 que lleva Visor.

Me voy a ver la composición de jurado y, adivinarlo, Luis García Montero en el jurado.

Es decir, que Carlos no sólo acaba de publicar en la misma editorial que García Montero sino que ha sido premiado en esa editorial, Visor, y en el jurado estaba Luis García Montero, que es sobre quién hace la crítica. ¿Me puedes Carlos decir que objetividad puedes tener sobre una editorial que te acaba de premiar y sobre un poeta que ha sido miembro del jurado que te acaba de premiar?.

Alguien decía que la habilidad social de Luis era proverbial con los poetas mayores pero que también era enorme entre ciertos poetas jóvenes, que ven la poesía como un ejercicio de escalada. ¿Cómo no va a tener jóvenes a su alrededor con la enorme cantidad de suculentos premios en los que participa de jurado?.

De momento, el libro en El Cultural lo ha reseñado un premio Melilla de Visor, el libro en Público lo ha reseñado un premio G27 de Visor. Sólo falta que LAV también haga su reseña en Babelia y tenemos ya el trío casi completo.

Si esto no es monopolio y pensamiento único, ¿qué coño es?. Siento vergüenza ajena, Carlos. Me da pena decirlo pero es lo que siento.

Anónimo dijo...

Denise Levertov, compañeros

Anónimo dijo...

Al amigo te requiero
e castigo
que lo guardes como amigo
verdadero;
non te digo al lisonjero
qu’en dulçura
da presente de amargura,
falaguero.

Marques de Santillana

Anónimo dijo...

Sobre el tema del precio de los libros, con todo mi cariño a Ben, no estoy de acuerdo contigo. Me parece bien que se hagan ediciones más artísticas y cuidadas de un determinado libro, pero creo que en el fondo el autor sabe que va tener mucho menos público si saca su libro a 18 o a 20 euros. Por eso, la solución de sacar una edición barata si se quiere sacar una de "lujo" me parece acertada. De lo contrario, el mercado de la poesía va a desaparecer por falta de clientes. 18 euros por un libro que se lee en una hora es una barbaridad. Es una burbuja poética y ya vemos como ha terminado la inmobiliaria. Pienso que hay que hacer la poesía más accesible, no menos. Y te lo dice alguien que no tiene problemas económicos para comprar libros. Pero pensemos por favor en la mayoría de la población lectora.

Lo que comenta Joan sobre Público y Carlos Pardo me parece que todavía obliga más a los poetas independientes a reforzar su independencia y me disgusta e inquieta profundamente. No sabía que Carlos estaba haciendo crítica en Público. Lo había conocido en la librería del Reina Sofía. Creo que es un error enorme por su parte entrar en ese juego pero todo el mundo tiene derecho a equivocarse.

Tal y como están las cosas el único sitio donde se puede encontrar un pensamiento distinto al pensamiento único, al canon que nos quieren hacer tragar como sea, es Internet. No estamos tan mal.

(No sé si leerá esto el amigo Viktor pero nos has dejado a medias a todos con tu análisis de la antología de Hiperión.)

Anónimo dijo...

Hola amigos, soy Carlos P., y os doy la razón: no soy objetivo. Luis García Montero me parece un poeta cojonudo, con poemas mejores y peores, claro. Pero me gusta mucho. A los poemas que comenta Addison, le añadiría "Compromiso". Además de eso, a Luis lo conozco y lo quiero. Qué se le va a hacer. El azar los cría y ellos se juntan.
Si sirve como atenuante, diré que Olvido García Valdés –me parece mentira que aún pervivan las capillitas en el gusto de la juventud- es una poeta inmensa, y aunque la conozca menos, también la quiero. Y tampoco soy objetivo en mi gusto. ¿Nunca os ha pasado que dos amigos vuestros no se vean la gracia, o que incluso se odien? Además, no creo que exista eso llamado gusto objetivo, si no en que uno sea capaz de defender su gusto a pesar –o gracias- a lo efímero de la circunstancia. Y no añado lo que pienso de la “genialidad”.
Joan, por cierto, también he publicado en Pre-Textos e Hiperión, por lo que a partir de ahora tampoco haré reseñas de esas editoriales, si tengo que hacerte caso. La verdad es que era mi primera crítica de Visor: antes han ido Icaria, Bartleby, DVD, Pre-Textos -esto se llamaría "pensamiento bíptico"-, por citar sólo las de poesía.
Helena, siento mucho haber cometido el error de dedicarme a la crítica periodística, mientras podría hacerlo anónimamente en internet –no sólo lo digo por ti Addison, ya sabes que te leo y también te quiero, aunque seas cinco, tengo mucho amor... si no por muchos colaboradores-, y me arrepiento de haber dejado mi mal remunerado trabajo en la librería del reina sofía (tan monótono como estas rimas)-, donde pasaba alegremente muchas horas vitales dedicadas al comercio. Qué mundo de traiciones, empezando por la principal traición a uno mismo: trabajar.

Addison de Witt dijo...

Por razones de elegancia y de honorabilidad daremos la última palabra sobre este tema a Carlos, independientemente de cuál sea la opinión nuestra sobre el asunto en concreto, que daremos al final como hacemos siempre del conjunto de comentarios. Pero siempre tendrá Carlos la última palabra, por supuesto también respecto a nosotros. Esperamos que se entienda. Gracias amigos.

Anónimo dijo...

Son tres asuntos muy espinosos: el poder -de Nietzsche a Honneth-, el trabajo -"hay tantísimos"- y la intención que damos a los actos de otro, vulgarmente llamado psicologismo. Por mi parte no tengo más que añadir.

Anónimo dijo...

Se deduce, Carlos, de tu mensaje que García Montero y García Valdés no se quieren bien. No sospechaba esto.

Respecto a Addison, voy a disentir. Por supuesto, no entraré en polémicas ni nada. Absoluto respeto a todo el mundo: tanto Carlos como Joan me parecen respetabilísimos y muy legítimas mis opiniones. La mía me la reservo (tampoco es que importe, ya se sabe, un anonimito de tres al cuarto ;)
Pero no estoy de acuerdo en que Addison refrene su habitual virulencia sólo porque uno de los aludidos participe en el blog. No me parece ecuánime hablar libremente cuando los aludidos no nos escuchan y moderarnos cuando están presentes. Hay que estar a las duras y a las maduras.

Dicho lo cual, por supuesto que Addison gestione el tema como deba hacerlo y ruego que estas palabras no se tengan en cuenta.

Addison de Witt dijo...

Hoy recibimos todos, por lo que parece ;)

A ver, el aludido, Carlos, no es la primera ni la segunda vez que participa en este blog.

Honestamente pensamos, y quizás estemos en un error anonimito, que no es lo mismo ser crítico que ser criticado. Por si no se ha entendido bien nuestro mensaje, o nos hemos vuelto a expresar mal, no vamos a censurar a nadie si sigue escribiendo sobre el tema, siempre y cuando cumpla las normas del blog. Creemos que debería ser Carlos el que tenga la última palabra, independientemente de lo que nosotros opinemos al respecto y que comentaremos. ¿Por qué?. Porque es la persona criticada y quizás, y decimos quizás, tiene un poquito más de derecho a defenderse que el resto a criticar.

Como siempre, no estamos seguros de nada. Si alguien quiere tener la última palabra, está en su derecho y no será censurado. Nosotros no lo haremos. Pero es una opinión personal del colectivo, si se permite la contradicción.

Besos

Anónimo dijo...

Yo voy a hablar muy poquito, porque creo que está casi todo dicho. Me gusta Carlos como poeta y no tengo reparo en decirlo. Tampoco está entre mis favoritos de los jóvenes pero me gusta.

Respecto a su trabajo como crítico en un medio de prensa escrito, mi opinión se acerca más a la de Joan, aunque el lenguaje de éste me parezca un poco agresivo. Me decepciona que gente joven siga el camino de otros que hemos criticado en este foro. Pienso que quién quiere hacer crítica, y esto creo haberlo leído por aquí hace tiempo así que perdón por copiar, tiene un muchos sitios donde expresarse desde libros de ensayo, revistas, Internet, etc, mucho menos mediáticos y donde puede expresar mejor sus opiniones. De hecho creo haber leído a Carlos en alguna revista. Y la crítica en prensa escrita como fuente de dinero no parece que esté muy bien pagada. Por eso creo que la contestación de Carlos no responde a las cuestiones hechas e incluso se ampara en una ligera pedantería que parece más bien un muro defensivo de quien sabe, o puede saber, que su postura tiene una defensa "complicada". El poder y las ganas de acceder al círculo de los "elegidos" siempre han seducido al ser humano, curiosamente más a los hombres que a las mujeres (y perdón por la cuña). Y poder, y no dinero ni otra cosa, es lo que tiene quien hace reseñas en un medio de comunicación importante. Sobre todo si uno es poeta.

Mi valoración como lectora de poesía no cambia pero el resto sí lo hace.

Anónimo dijo...

¿300 euros por reseña está mal pagado? Ah.

¿Uno sólo debería hablar de los libros que ni son de amigos, ni son de las editoriales que le gustan, ni le interesan lo más mínimo? Ah.

Anónimo dijo...

Ay, Addison, no quería parecer maleducado, con lo que os quiero...

A partir de ahora me pensaré si firmar como "Helenita", porque cuando ella habla me queda bien poco que decir. Difícil expresarse con más precisión y penetración.

Muy de acuerdo en que los tribalismos poéticos son más una cuestión masculina (con las excepciones que pueda haber).
A Carlos Pardo le diré que yo también soy lector suyo y creo que es un poeta notable. Me gusta menos el amiguismo del que hace gala, lo siento. Si los jóvenes no rompen con esta tendencia, mal asunto.

Quizá Joan ha podido ser un poco duro, pero creo que tiene más razón que un santo. Tenemos derecho a mostrar nuestra indignación, aunque les pese a algunos.

Y un piropillo festivo-galante, para mi querida Helena: Eres un sol.

Addison de Witt dijo...

Joder, 300 euros. Llevamos 86 entradas. A una media de 1,5 reseñas por entradas son 38.700 euros. Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.

Realmente no es que seamos tontorrones como nos decía un anónimo por proponer que a Luis G Montero se le hable en inglés rápido para pillarle (era una broma mi niño, que tenemos menos humor que una fiesta con Thatcher y Aznar de payasos).

Sinceramente, más que tontorrones somos gilipollas. Ni sacamos dinero, ni amigos, ni jurados, ni premios ni nada de nada. ¿Para qué nos habremos metido en esto?.

Anonimito, deja de tirar tejos a Helena, a las asistentes a conferencias, etc etc etc jajaja. No paras, tío. Eres el último de una estirpe. Helena nos da que es muy exigente...

En fin, riámonos amigos, y empecemos por nosotros mismos.

Anónimo dijo...

Tímidamente entro, a pesar de que el ambiente está afilado.

No sé si los Addison se encuentran incómodos en la polémica sobre C. Pardo, pero se ve que son buena gente al dejar al criticado una última intervención, aunque no tiene mucho sentido, creo, ya que por ser el último en intervenir no tendrá más peso su texto.

Estoy con Anonimito, hay que lidiar en tiempos favorables y con viento en contra, a las duras…

Me gusta más algún poema, muy bueno, de Carlos Pardo que su crítica de “Vista cansada”; no encuentro en el libro de LGM lo que dice acerca del “mundo subversivo de la vida íntima”, no sigo porque no apetece enredar más, y prefiero dejar sin tocar el tema espinoso de criticar a amigos y editoriales afines, el sueldo, la dignidad de los trabajos…complejo asunto, difícil lanzar la primera piedra si lo pienso, al menos en mi caso.

Ahora bien, si deseáis encontrar algo “contra el típico polipoeta narcisista y afectado” os recomiendo la escucha y mejor la asistencia a un recital del dúo “Accidents polipoètics”, en castellano, no os asustéis y además uno se ríe mientras dejan piedras como verdades. Aquí sí hay una defensa de lo cotidiano frente a la mediocridad de modo algo subversivo, no como pose, tal y como venís comentando algunos vecinos por aquí.

Saludos.Riamos un poco, sí.

Tímido.

Anónimo dijo...

Tampoco es para tanto. Lo que es un error es llamar "crítica" a lo que Carlos Pardo escribió cuando no es más que una noticia sobre la salida del libro y la nueva colección de Visor. Y vaya, que García Montero saque libro y que Visor estrene colección, pues es asunto noticiable...

Anónimo dijo...

Como dice este señor "el azar los cría y ellos se juntan". Yo diría: "la ambición los cría y ellos se juntan" para cercar, subir, intercambiar e impermeabilizar.

Anónimo dijo...

A: es natural que trabajando en el mismo campo la gente se conozca. Ergo es normal y evidente que los poetas tengan amigos poetas. Más tratándose de un campo tan "minoritario", la gente tiende a arroparse. B: si tuviéramos que dejar de escribir reseñas de nuestros amigos o de las editoriales en que hemos publicado, los directores de los suplementos se las verían negras para encontrar un "reseñador". Y C: a veces es amistad sincera, admiración neutra, y no ambición de poder, avaricia o ansias de escalada. A algunos os parecerá raro, pero os juro que sucede. ¿ Tan raro os parece?

Anónimo dijo...

Hola amigos, un poco tarde unas aclaraciones.
Lo primero, creo que uno debería ser capaz de defender sus gustos y opiniones con nombre y apellido. No sé. Quizá es que el anonimato en el insulto me trae recuerdos freudianos, culpable de culpabilidad, la voz de dios...
Bueno, empecemos. Y Helena, esto o explico en parte por ti porque me llamaste pedante cuando lo que quería era resumir, y en parte por Addison, que me cae bien. Pero hoy creo imprescindible encontrar matices donde muchos ven abstractos grupos de poder. Qué duda cabe, vivimos en un mundo más complejo, de relaciones cambiantes, capillas disgregadas, donde antes que la sombra de García Montero o de Manuel Rico, como se dice en otro comentario, nos movemos por las luces fugaces de nuestros descubrimientos como lectores: un día Watanabe, otro Cadenas, otro Milán. Y aquí entra la moda y la industria editorial. Le agradezco a Visor haber leído a Martínez Rivas, Abelardo Sánchez León y Ashbery. A Pre-Textos que me descubriera a Jorge Gimeno. A Icaria Jean Follain, Bartleby C. K. Williams, DVD los Contemporáneos mejicanos y Marcos Canteli. Hiperión Yehuda Amijai y tantos más. A La Garúa, Gustave Roud. El Gaviero, Ana Gorría. Bassarai tantos nórdicos traducidos por Uriz. En fin, que dejémonos de gilipolleces y asumamos nuestro agradecimiento como lectores, antes que nuestro rencor como futuros seres publicantes –publicadores mendicantes.
He citado a muchos latinoamericanos, y su presencia desplaza nuestras luchas generacionales. Menos mal.
También me gustaría hacer una defensa del poder. He sido pinchadiscos, pinchalibros en dos librerías –en una sólo traíamos poetas latinoamericanos... y cerró-, profesor de literatura para señoras mayores en pueblos de Andalucía –sin coche... y pidiendo prestado, trabajos trabajos-, organizador de eventos y ahora reseñista. También editor de libros de estética y director de una revista anónima y sin nombre... ya olvidada porque no existió. Y todo han sido ejercicios de poder, Niches. No otra cosa es ser eso que se llama ser intermediario cultural. La cuestión más bien es qué uso se da de ese poder, si sirve para crear un canon, desjerarquizar, difundir información... Remover conciencias... La literatura está estigmatizada por esa selección de la información, que es poder, como bien trato Bourdieu en su famoso Las reglas del arte. Hablar de una película de Godard, según dónde y con quién, puede ser un ejercicio de poder. Este mismo blog es poder o contrapoder, lo mismo da. Y no le vendría mal dar el salto a la recomendación sin depender de los juicios de los medios canónicos, ya que ha hallado lectores que aplauden su audacia. Además debería firmar, según mi opinión. Sería una manera de limpiar un poco el panorama chismoso de la poesía.
El mismo mensaje que Joan dejó en la página web de Público, acusándome de defender una editorial en la que he publicado, es poder, sólo que en su caso un poder ejercido cobardemente: lanzo la piedra escondo la mano. ¿Crees, Joan, necesario decir tus apellidos y en qué periódico o revista escribes? Tú mismo. Quizá deberías reconocer una parte de error en tu juicio. He publicado en varias editoriales y no voy a dejar de reseñaras... porque publican libros que me gustan. Además hago reseñas en público pero: ni lo de García Montero era una reseña, si no una entrevista –con comentario sobre la noticia de la publicación del libro-, ni suelo reseñar libros de poesía. Las reseñas salen los sábados. Pensé “ a García Montero no le hace falta reseña, sería mejor una entrevista en la que dijera cosas contra el voto útil. Ya lo reseñarán en El País, Cultural, Abc.” Y repito que es un poeta que me encanta, y Las flores del frío me parece que desmiente la afirmación de Addison de su incapacidad para la metáfora. En fin, gustos. Es más, a los únicos poetas que he reseñado no podría llamarlos poderosos: Rafael Cadenas –Pre-Textos-, Óscar Curieses –Bartleby- y María Salvador –Icaria-. El resto de reseñas, ciertamente minoritarias y de ensayo o prosa: Leiris, Borchert, Karinthy, Rosset, Cavell. Creo que un periódico como el Público cumple bien esa función de buscar el matiz en los márgenes del mercado. Es parecido al trabajo en una buena librería.
¿Por qué es mejor colaborar en una revista sin distribución que ser “pinchalibros” en un periódico nacional en el que te dejen hablar de un poeta sin versos, como –es un solo ejemplo- Chus Arellano? ¿Es que hay que hay que contentarse con criticar a los medios canónicos, País, Cultural y Abc?
Aburro, lo sé. Así que resumo: mi idea de la poesía es plural y ciertamente crítica. Yo también dudo, como dijo un anónimo, de la “capacidad subversiva de la vida íntima”. Por eso no soy realista a la manera de García Montero. Aunque comparto con él la idea de “utilidad” de la poesía para mover conciencias. Soy más pedante, qué duda cabe, y confío en que la propia problemática del lenguaje muestre las fisuras de la construcción de un sentido social, de un orden político. Es decir, que la nueva poesía social debe ser fenomenológica. Pero también dudo del callejón sin salida de este intelectualismo sin lectores. No creo que halla respuestas, o por lo menos yo no las he hallado. Por eso escribo tan poco. Sólo encuentro solaz en la ironía, senda estéril –qué rural me he vuelto-. Bueno, Helena, espero haberte contestado como pedías, y de paso haberte recomendado algunos libros. Chau.

Anónimo dijo...

Me quito el sombrero ante tu defensa. Y te doy toda la razón de paso.

jack quiere a sally

Anónimo dijo...

¿Eres su padre?

Anónimo dijo...

Jajajajajaajajajajaja.

Ayyy, perdón, pero no me esperaba un golpe tan bueno, anónimo. Reconozco que la mala leche de Joan me gusta pero el sentido del humor es lo mejor.

No tengo tiempo para responder ahora mismo a un correo tan largo, Carlos. Estoy de extranjis en el trabajo. Intentaré buscar un hueco luego. Te agradezco las recomendaciones de libros pero soy buena lectora y conozco a todos, pero muchas gracias de todas formas.

Chau

Anónimo dijo...

Los datos son los que son, y Joan tiene toda la razón del mundo. Amiguismo puro y duro, deseos de cobijarse a la sombra de mayor alcance... todos los movimientos del entorno de Montero son para buscar poder e ir subiendo. Esperaba algo más de un poeta excelente como Carlos Pardo.

Inmensa decepción.

Anónimo dijo...

Joan, lo que te pedía era que firmaras para ser capaz de mantener tus opiniones con el rigor que exiges del resto. Veo que sueles sospechar de la objetividad y de las intenciones, ¡y tú ni firmas! Palabrería, sin duda, pero firmada. Para mí no tienes muchas credibilidad. Tampoco me interesa conocerte y menos en un acto cultural. ¡Periodista!
Helena, a ti en cambio sí te quiero conocer... para que hablemos de Abelardo Sánchez León y de Jorge Gimeno.
¿Una piña colada?

Anónimo dijo...

Pensaba que no se permitían los insultos en este blog, pero ya veo que depende. Este Joan sabrá por qué le tiene tanta inquina a C.P. A veces pienso en escribir aquí, pero luego me veo repitiendo a Pero Grullo. Y al final, me quedo con el refrán: cree el ladrón que son todos de su condición. ¿Por qué crees, Joan, que no hay relación que no sea por interés? Además de insultos, ese comentario está lleno de trampas: ahora quiere decirle a CP lo que tiene que interesarle a la hora de escribir o las razones por las que no escribe sobre tal o cual cosa, como si tuviera una página diaria a su disposición. En este mundillo todo el mundo tiene amigos y todo el mundo se conoce. Yo creo -a lo mejor de forma demasiado inocente- que al final funcional las afinidades electivas y que al final nos hacemos amigos de los poetas que nos gustan. Joan, por lo que veo, sólo entiende la amistad con los poetas que le puedan servir para promocionarse. Pues qué bien. Un poeta más del que nunca seré amigo. Por cierto, Joan: no he notado que CP te invitase a ti a nada. Yo te invitaría, pero imagino que con tal empacho de bilis no te queda espacio para nada...

Anónimo dijo...

Mucha fenomenología y "exceso verbal", algo de victimismo laboral, pero los hechos son que Montero es tu amigo, que hace poco has recibido un premio en el que él figuraba como jurado, y que sea entrevista, reseña o invención de un nuevo género, todo lo que se entrelee de ese artículo es amiguismo puro y duro, favor por favor, y ahora a presentar tu próximo poemario al Loewe que seguro que te encanta y les encantas.

El próximo acto que te vea te digo quién soy. Así la sorpresa es mayor.

Addison de Witt dijo...

Como hemos comentado en la última entrada, se ha modificado algún comentario, en concreto de Joan, por incluir términos que traspasan los límites que nos hemos autoimpuesto en el blog. Los adjetivos han sido sustituidos por eufemismos. El mensaje de todos queda perfectamente claro dentro de la libertad de expresión, derecho fundamental, pero vamos a intentar entre todos utilizar un lenguaje que permita el diálogo y se aleje lo más posible de la crispación.

Muchas gracias a todos

Anónimo dijo...

Rogaría que por favor se eliminase la parte de jochen que hace referencia a mi persona. Seguro que si fuera una referencia a su hermana o a su madre, tampoco le gustaría. Me parece de un machismo inaceptable. Muchas gracias queridos Addison y besos

Anónimo dijo...

pues nada,todo hablado ya,iba a pasar de decir cosa alguna pero con esta polémica,hasta me siento con derecho a opinar.

si carlos siguiera siendo pinchadiscos además de poeta estos problemas estarían fuera de su órbita,por otro lado ese es uno de mis mayores sueños,ser pinchadiscos y poeta,pocas cosas hacen tan feliz a uno.

de vez en cuando está bien tener la suficiente integridad y cojones para decirle a nuestro mejor amigo que algunos de sus poemas son malos o muy malos,que seguro que le ayuda en algo,ser amigo de alguien no esta totalmente reñido,de forma irreversible,con la objetividad,sólo en parte.

por otro lado es compresible que carlos haga lo que crea necesario para salir adelante con su poesía,porque independientemente de la calidad poética a veces hace falta algo más e incluso aunque los poemas de carlos sean buenos o muy buenos no es garantía de que vayan a ser conocidos,y lo mismo sucede con cualquier poeta,que se lo digan a gamoneda que le costó lo suyo salir del anonimato,por fortuna al final llegó a donde merece, cuantos habrán quedado en el olvido,no por falta de calidad si no por que no tenían amigos como montero y cuantos seguirán quedando.

sin embargo,es verdad,entristece cuando una crítica se parece más al peloteo que a la verdad,por que me disgusta mucho el peloteo,se puede ser amigo y a la vez buen crítico,que luis tendra gran poesía y poesía mala y para ambos casos su opinión justa,incluso tocada por la sunjetividad,justa.

y ya,saludos y besos a repañota,jaja,me buscaré algo de carlos para conocer su obra,quisiera leer también a los demás poetas de por aquí,pero llevará lo suyo ya que desconozco de quienes se trata,paciencia,tal vez ya haya leido a alguno sin saberlo.

Anónimo dijo...

pues como te ha parecido mal e intentando ser claro,ya que se ha eliminado la broma y bien eliminada está si te ha ofendido,pues en sentido opuesto sería como que dijeras,que pensaria maria y ana,que cortejan a jochen ,si el dijese que es una señorita en vez de un hombre apuesto,me hubiera parecido muy divertido ,lo mismo para mi hermana y para mi madre,que las cosas con sentido del humor van por mejor camino, me hacia gracia la forma en que te tiraban los tejos y la situación de comedia que supone el no conocerte y el supuesto de que no fueras lo que pareces,ya sabes, el margen que presta la imaginación,muchas veces más mágica que la realidad y los equívocos de internet,era una situación hipotética,nada que ver con ir contra tu persona que esas cosas,como el comportamiento machista , las hago pero a proposito y cuando la ocasión lo merece, a veces las chicas os pasais mucho más que los chicos.

Anónimo dijo...

Por fin alguien dice la verdad sobre García Montero y su poesía. reconforta ver que hay gente sin pelos en la lengua.