jueves, 29 de mayo de 2008

Juan Ramón Jiménez, in memoriam


Ayer se cumplieron 50 años de la muerte del onubense. El suplemento de El Cultural, en el mismo día de su aniversario, pasó por la fecha como si nada. El intocable Juan Palomo tuvo la mala suerte de mencionar el aniversario de la creación de una revista sin mencionar a Juan Ramón ni un momento. Y luego tuvo el valor de hablar de Chikilikuatre...Si las cosas fueran normales, alguien, varios, tendrían el valor de dimitir en esa revista. Vergüenza ajena, señores, vergüenza ajena. Veremos si Babelia o ABCD se acuerdan de algo.

Que hable Juan Ramón, y que la mediocridad se quede dónde mejor sabe.


El viaje definitivo


… Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará nostáljico…

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.

Poemas agrestes. 1910-1911


19 comentarios:

Jesús Aparicio González dijo...

Afortunada mención por parte vuestra del 50 aniversario de la muerte del, sin duda (para otros quizás) mejor poeta español de la Historia.

Anónimo dijo...

¿50 aniversario y ni una sola palabra a cambio de la soporífera feria del libro? La imaginación al poder, ¿no?

No me extrañaría que algún directivo esta noche soñara con vosotros.

No rodarán cabezas porque la poltrona tiene hiper-glue en su base y erótica de poder, pero efectivamente, qué vergüenza.

Anónimo dijo...

El País, en su sección de cultura si que lo mencionó... y se quejaba de la falta de actos!!

Anónimo dijo...

No voy a comentar lo ya comentado por adw porque sobran palabras.

Hay tantos Juan Ramón que es difícil que todos nos emocionen de la misma manera. Pero sin duda es uno de los poetas fundamentales de todo el siglo XX, uno de nuestros pocos poetas universales, y merecía otra atención por parte de todos.

Así que gracias por el recordatorio y aquí va un pedacito de "Espacio".


Los dioses no tuvieron más sustancia
que la que tengo yo. Yo tengo, como ellos,
la sustancia de todo lo vivido
y de todo lo por vivir. No soy presente sólo,
sino fuga raudal de cabo a fin. Y lo que veo
a un lado y otro, en esta fuga,
rosas, restos de alas, sombra y luz,
es sólo mío,
recuerdo y ansia míos, presentimiento, olvido.
¿Quién sabe más que yo, quién,
qué hombre o qué dios, puede,
ha podido, podrá decirme a mí
qué es mi vida y mi muerte, qué no es?
Si hay quien lo sabe,
yo lo sé más que ése, y si lo ignora,
más que ése lo ignoro.
Lucha entre este saber y este ignorar
es mi vida, su vida, y es la vida. Pasan vientos
como pájaros, pájaros igual que flores,
flores soles y lunas, lunas soles
como yo, como almas, como cuerpos,
cuerpos como la muerte y la resurrección,
como dioses. Y soy un dios
sin espada, sin nada
de lo que hacen los hombres con su ciencia;
sólo con lo que es producto de lo vivo,
lo que se cambia todo; sí, de fuego
o de luz, luz. ¿Por qué comemos y bebemos
otra cosa que luz o fuego? Como yo he nacido
en el sol y del sol he venido aquí a la sombra,
¿soy del sol, como el sol alumbro? y mi nostaljia,
como la de la luna, es haber sido sol
y reflejarlo sólo ahora. Pasa el iris
cantando como canto yo. Adiós iris, iris,
volveremos a vernos, que el amor
es uno solo y vuelve cada día.
¿Qué cosa es este amor de todo, cómo se me ha hecho
en el sol, con el sol, en mí conmigo?
Estaba el mar tranquilo, en paz el cielo,
luz divina y terrena los fundía
en clara plata oro inmensidad,
en doble y sola realidad;
una isla flotaba entre los dos,
en los dos y en ninguno, y una gota
de alto iris perla gris temblaba en ella.
Allí estará esperándome el envío
de lo que no me llega nunca de otra parte.
A esa isla, ese iris, ese canto
yo iré, esperanza májica, esta noche.
Que inquietud en las plantas al sol puro,
mientras, de vuelta a mí, sonrío
volviendo ya al jardín abandonado.
¿Esperan más que verdear, que florear y que frutar,
esperan, como un yo, lo que me espera,
más que ocupar el sitio que ahora ocupan
en la luz, más que vivir como vivimos, más
que quedarse sin luz, más que
dormirse y despertar? Enmedio hay,
tiene que haber un punto, una salida,
el sitio del seguir más verdadero,
con nombre no inventado, diferente
de eso que es diferente e inventado,
que llamamos, en nuestro desconsuelo,
Edén, Oasis, Paraíso, Cielo,
pero que no lo es, y que sabemos
que no lo es, como los niños
saben que es no lo que no es que anda con ellos.
Contar, cantar, llorar, vivir acaso,
«elogio de las lágrimas», que tienen (Schubert,
tenido entre criados por un dueño)
en su iris roto lo que no tenemos,
lo que tenemos roto, desunido.
Las flores nos rodean
de voluptuosidad, olor, color, forma sensual;
nos rodeamos de ellas, que son sexos
de colores, de formas, de olores diferentes;
enviamos un sexo en una flor,
dedicado presente de oro de ideal,
a un amor virgen;
sexo rojo a un glorioso, sexos blancos
a una novicia, sexos violetas
a la yacente. Y el idioma,
qué confusión; qué cosas nos decimos
sin saber lo que nos decimos.
Amor, amor, amor (lo dijo Yeats)
«amor en el lugar del escremento».
¿Asco de nuestro ser, nuestro principio
que más nos vive y más nos muere?
¿Qué es, entonces, la suma que no resta;
dónde está, matemático celeste,
y nuestro fin; asco de aquello
la suma que es el todo y que no acaba?
Hermoso es no tener lo que se tiene,
nada de lo que es fin para nosotros,
es fin, pues que se vuelve
contra nosotros, y el fin nunca se nos vuelve.
Aquel chopo de luz me lo decía,
en Madrid, contra el aire turquesa del otoño:
«Termínate en ti mismo como yo».
Todo lo que volaba alrededor,
qué raudo era, y él qué insigne
con lo suyo, en lo suyo, verde y oro,
sin mejor en lo verde que en el oro.
Alas, cantos, luz, palmas, olas, frutas
me rodean, me envuelven en su ritmo,
en su gracia, en su fuerza delicada, y yo me olvido
de mí entre ello, y bailo y canto,
y río y lloro por los otros embriagado.
¿Esto es vivir? ¿Hay otra cosa
más que este vivir de cambio y gloria?
Yo oigo siempre esa música que suena
en el fondo de todo, más allá;
ella es la que me llama desde el mar;
por la calle, en el sueño.
A su aguda y serena desnudez,
siempre estraña y sencilla,
el ruiseñor es sólo un calumniado prólogo.
¡Qué letra,
luego, la suya!
El músico mayor tan sólo la ahuyenta.
Pobre del hombre
si la mujer oliera, supiera siempre a rosa.
Qué dulce la mujer normal, qué tierna,
qué suave (Villón), qué forma de las formas,
qué esencia, qué sustancia
de las sustancias, las esencias, qué lumbre de las lumbres;
la mujer, madre, hermana, amante.
Luego, de pronto, esta dureza
de ir más allá de la mujer,
de la mujer que es nuestro todo, donde
debiera terminar nuestro horizonte.
Las copas de veneno,
qué tentadoras son, y son de flores, yerbas y hojas.
Estamos rodeados de veneno
que nos arrulla como el viento,
arpas de luna y sol en ramas tiernas,
colgaduras ondeantes venenosas
y pájaros en ellas, como estrellas de cuchillo;
veneno todo, y el veneno
nos deja a veces no matar.
Eso es dulzura, dejación
de un mandato, y eso es pausa y escape.

Anónimo dijo...

De nuevo anatemas para el ¿Cultural? El suplemento más rancio y poco serio de este país.

Me sigo quedando con Belleza y Animal de fondo, en general con su poesía menos conocida.

Aunque no forma parte de mis adhesiones (como nada de lo que me hicieron odiar en el colegio) es sin duda un grandísimo poeta del siglo.

Salud, maestro, en el limbo nos esperas.

Anónimo dijo...

Nada tan necesario como un pepito grillo en la poesía española. Gracias chic@s

Anónimo dijo...

Para que veas que tus deseos a veces se cumplen:


SOY ANIMAL DE FONDO

Juan Ramón Jiménez

"En el fondo de aire" (dije) "estoy",(dije) "
soy animal de fondo de aire" (sobre tierra),
ahora sobre mar; pasado, como el aire, por un sol
que es carbón allá arriba, mi fuera, y me ilumina
con su carbón el ámbito segundo destinado.

Pero tú, dios, también estás en este fondo
y a esta luz ves, venida de otro astro;
tú estás y eres
lo grande y lo pequeño que yo soy,
en una proporción que es ésta mía,
infinita hacia un fondo que es el pozo sagrado de mí mismo.

Y en este pozo estabas antes tú
con la flor, con la golondrina, el toro
y el agua; con la aurora
en un llegar carmín de vida renovada;
con el poniente, en un huir de oro de gloria.
En este pozo diario estabas tú conmigo,
conmigo niño, jóven, mayor, y yo me ahogaba
sin saberte, me ahogaba sin pensar en ti.
Este pozo que era, sólo y nada más ni menos,
que el centro de la tierra y de su vida.

Y tú eras en el pozo májico el destino
de todos los destinos de la sensualidad hermosa
que sabe que el gozar en plenitud
de conciencia amadora,
es la virtud mayor que nos trasciende

Lo eras para hacerme pensar que tú eras tú,
para hacerme sentir que yo era tú,
para hacerme gozar que tú eras yo,
para hacerme gritar que yo era yo
en el fondo de aire en donde estoy,
donde soy animal de fondo de aire
con alas que no vuelan en el aire,
que vuelan en la luz de la conciencia
mayor que todo el sueño
de eternidades e infinitos

que están después, sin más que ahora yo, del aire.

Anónimo dijo...

¿Va por mí, Ana? ¡Qué detalle! Si no iba por mí, igualmente un detalle.

Lástima que no tengan emoticonos los blogs... :)

Anónimo dijo...

Sí, por desgracia la figura de Juan Ramón Jiménez sigue arrastrando el lastre de una enseñanza escolar pésima, pero no es el único lastre. El silencio ante este aniversario no dice nada bueno de un suplemento que sí celebra otros aniversarios (verbigracia, el del Premio Loewe, el de Visor...) con bombo y platillos. Gracias, Addison, por vuestra entrada-recordatorio-protesta, y ahí va uno de mis preferidos... tras el inconmensurable "Espacio"

CIELO
Te tenía olvidado,
cielo, y no eras
más que un vago existir de luz,
visto -sin nombre-
por mis cansados ojos indolentes.
Y aparecías, entre las palabras
perezosas y desesperanzadas del viajero,
como en breves lagunas repetidas
de un paisaje de agua visto en sueños...

Hoy te he mirado lentamente,
y te has ido elevando hasta tu nombre.

Anónimo dijo...

Qué razón tiene Miriam, es verdad. Celebraron los 20 años del Loewe como si fuera el Nobel y no se acuerdan del cincuentenario de JRJ. Efectivamente, no hay mejor expresión que verguenza ajena.

Y gracias que existe al menos un sitio donde podemos expresarnos con total libertad.

Anónimo dijo...

Pues Babelia viene mondo y lirondo, eso sí, con un titular de portada ciertamente pretencioso: "La cultura del fútbol".

Yo no sé si es una broma o qué coño es esto, pero qué vengüenza de suplementos culturales, qué mediocridad. No sé si nos toman, como los políticos, por imbéciles, pero estoy hasta los mismísimos xxx de tanta vulgaridad.

Tampoco sé si la Fundación JRJ ha mandado una nota de prensa para que los señores periodistas no tengan que sudar en su labor diaria. En cualquier caso, aunque no lo hayan hecho, no entiendo nada.

Aprovecho, ya que hablamos de que nos tratan de imbéciles, para quejarme del AVE Barcelona-Madrid. ¿Por qué coño quitan el tren nocturno y no hay manera de conseguir tarifas baratas en la güeb? Señores socialistas, se están cargando a las clases medias con todas las subidas de precios de todos los monopolios que directa o indirectamente nos chupan la sangre.

Como esto lo lee algún otro radical como yo, comencemos a pensar en una buena huelga general, compañeros. Yo me apunto donde haga falta.

Bueno, ya me he quedado más tranquilo. A seguir sufriendo como los esclavos del siglo XXI.

raúl quinto dijo...

CON LA VILEZA

Hacedlo, en mí, conmigo.
A ver si tal vileza
acaba de una vez con la vileza.

A ver si la hermosura
surje, por mí, redonda y roja,
como la rosa de la llama,
del humo más oscuro y apretado.


JRJ

Anónimo dijo...

Bueno, es mejor no quejarse tanto, joan, que pa esclavos ya están los inmigrantes, desgraciadamente. Pero en una cosa sí te doy la razón: en la inmensa insoportabilidad del suplemento "cultural" de El País. Pero hace años que venimos soportando esos titulares de pacotilla, tan grandilocuentes como carentes de contenido semántico, en el semanal. No tiene mucho que ver aquí, pero es que semejantes titulares suelen darme fiebre y calenturas. Un abrazo, Jaula.

Anónimo dijo...

A JRJ ya lo ningunearon los del 27, se encargaron de matar al padre, y los supervivientes no supieron ver la enorme poesía de sus años finales. Ahora sigue la historia y sí, Joan, es cutre y pijo el Babelia último, recuerdo unos versos de M. Vilas a Pound, exagerados como suyos:
"Ezra: la poesía ha muerto. Y la vida también. Y yo me largo, dejo esta mierda".

A veces todo parece muy provinciano y mediocre, aquí al menos uno se relaja y ve que no está tan solo en semejante "locus horribilis". Por cierto, bendita fundación JRJ, puedes pedirles un poema que no encuentras y te lo mandan a las pocas horas, increíble pero hulk...Hay oasis aún.

Anónimo dijo...

Nada, Joan, este otro radical, pequeñito como es, se suma a tus cabreos y perplejidades.
En mi caso, además, sucede que ODIO el fútbol, y encontrarme ese titular en el Babalea me ha inspirado apenas una interjección soez...
oh tempora oh... (completar los puntos suspensivos con algún latinajo impertinente)

Anónimo dijo...

En http://www.arquitrave.com/
periodico/periodico_chus_visor.html se cuentan las aventuras de Chus Visor. Parece que en otros pagos saben también de los asuntos de la familia.

Al menos, nos queda ese Jiménez que decían los jerifaltes del franquismo cuando le dieron el Nobel: "¿quién es ese Jiménez?", preguntaban.

Anónimo dijo...

Me parece muy fuerte todo esto, la verdad, que penoso... Y lo peor es que es con dinero público. Deberían fundar un comité de calidad en los concursos subvencionados por los Ayuntamientos, un comité que fuera objetivo. Al fin y al cabo, estamos pagando entre todos esta cultura-basura que se ha extendido a todas partes, Jaula.

Anónimo dijo...

Yo voy a ser tópica pero hay libros eternos para siempre:

Platero es un burro pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.

Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas.... Lo llamo dulcemente: "¿Platero?", y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal....

Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar, los higos morados, con su cristalina gotita de miel....

Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña ... pero fuerte y seco como de piedra. Cuando paso sobre él los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:

--Tiene acero ...

--Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.

Addison de Witt dijo...

Gracias a todos por participar en este sencillo homenaje a un poeta crucial en nuestra poesía, y con algunos de los mejores poemarios del siglo XX. Probablemente lleguen nuevos homenajes, ojalá. Pero que el aniversario de Juan Ramón nos sirva no sólo para releerlo sino para reflexionar sobre la situación cultural de nuestro país en su conjunto.

Un abrazo sincero a todos.