
La semana pasada Babelia trajo una sola reseña de poesía y ésta semana ninguna. En su línea.
El libro de la pasada semana es "Luz de ruinas", escrito por Itziar Mínguez Arnáiz, accésit del premio Jaime Gil de Biedma, premio que ya comentamos en su momento. Edita Visor.
El jurado estuvo compuesto por Luis María Anson (varias veces miembro de jurados de Visor), Juan Van Halen (premio Tiflos de Visor), Antonio Colinas (con muchos libros publicados en Visor), Juan Manuel de Prada (habitual de Telemadrid y demás medios objetivos), Guillermo Carnero (premio Loewe con Visor), Clara Janés (premio Ciudad de Melilla con Visor), Chus Visor, Gonzalo Santonja (varios libros publicados en Visor) y Javier Santamaría (presidente de la diputación). En fin, un jurado de la casa.
El premio lo ganó Juan Manuel González con un libro que a este colectivo le pareció realmente malo:
http://criticadepoesia.blogspot.com/2008/05/hilda-doolittle-con-triloga-juan-manuel.html
El libro de Itziar, sin ser un buen libro, está desde luego bastante por encima del libro ganador. Viendo la composición del jurado, no es extraño.
La reseña la escribió Martín López Vega. Ignoramos la objetividad que puede tener respecto a Itziar. Más difícil es su objetividad respecto a Visor. En cualquier caso, no nos atrevemos a ponerle nota de objetividad. Si alguien tiene más información, que la aporte.
Nuestra objetividad con Itziar es total. Con Visor y sus premios, no. Valoración de nuestra objetividad: 3 / 10
La reseña de Martín , excepto por el final que se saca de la manga, forzado, bastante bien, estemos o no de acuerdo con su diagnóstico.
El libro se abre con una cita de Ángel González, sin duda, y perdón por la pequeña maldad querida Itziar, todo un acierto para un libro que se presenta a un premio Visor.
Como puede leerse en la contraportada, el libro "es la historia de un médico que se instala en el pueblo de sus antepasados". Y es aquí donde radica el problema principal del problema. El libro es una "historia". En otras palabras, para este colectivo, el libro es una narración. Y es una narración que cae en la prosa de manera continua, mayor punto de desacuerdo con Martín. Recordamos una entrevista de uno de los miembros del jurado, Antonio Colinas, en la que decía que la diferencia entre un libro de poesía y uno de narrativa era que si se ponían los versos del libro de poesía en una sola línea y parecía un relato, era un relato, no un poemario (la cita no es exactamente así pero Antonio nos perdonará nuestros pecados, como poeta casi religioso que es).
Pues bien, la sensación en la mayoría de poemas del libro es esa. Parece un relato que se ha cortado en líneas para que parezca un poema, pero el resultado no engaña. Esto es un relato corto. Ni siquiera prosa poética, o lo que nosotros entendemos como tal. Especialmente descuidado nos parece el ritmo del poema. El verso libre requiere un oído especial para darle ritmo al verso. No es algo anárquico. En este libro, no conocemos su libro anterior, el ritmo no existe. Si alguien piensa que no puntuar un libro y poner mayúsculas al comienzo de todos los versos es tener estilo, quizás tengamos una definición de estilo diferente. La prosodia falla gravemente.
Las cosas empeoran cuando la poeta trata de usar metáforas o usar un lenguaje, convencionalmente, más poético. Como suele ser el caso de unos cuantos libros últimamente, abundan los clichés, y falta talento y originalidad.
"¿Qué llevas en esa maleta?
El pasado"
"Arrastras esa maleta
Sobrecargada de pasado"
"...las mariposas huyen
Del alfiler
Que las hace eternas"
Pasa lo mismo con algunas metáforas:
"Y te hace extrañar
El perfume amargo de la contaminación"
"Metes la fotografía en ese bolsillo
Que late al mismo ritmo de tu corazón"
"La fotografía vieja
Roída por el ratón del tiempo"
"Hay sábanas
Que cubren los muebles
Fantasmas caseros"
"Llevan el mapa del tiempo
En el rostro"
Aún así, hay varios poemas que funcionan: "A esta hora en la ciudad", "Desde que la luz te permite ver", "Es cierto que sobra horizonte en esta ciudad" o "No hay manera de volver al sueño". En estos poemas la parte lírica consigue vencer a la narrativa y da pena pensar que el libro podría ser mucho mejor si mantuviera el nivel de estos poemas.
Hay también algún verso, difícil de encontrar, que sí muestra una mayor originalidad:
"Pero es hermosa
Como todas las grietas de la carne"
"Me desvela el ruido celestial /
Del camión de la basura"
Itziar tiene un buen ojo para los detalles, "Encima de la cama / La sombra de un crucifijo", incluso algún cliché está bien utilizado como el que termina un poema con "Llueve sobre mojado".
Pero quizás donde mejor se maneja la escritora es en el manejo del ritmo narrativo. El libro se lee con interés, alguna veces creando suspense, como en el poema "Nunca has visto nada tan espectacular", y se nota en general su profesión de guionista en casi todo el libro, incluso en algunos detalles como cuando el sujeto poético sube al desván y "La escalera cruje a cada paso que das / La trampilla chirría...". De acuerdo, también son estereotipos pero a nivel de ritmo la escritora reluce.
En definitiva, un libro que como poemario es un libro fallido por la narratividad que inunda buena parte del libro y la ausencia de dominio de técnicas básicas de la escritura poética, en especial de la prosodia y el lenguaje metafórico. Hay algunos poemas y versos que están claramente por encima del resto del libro, y en los que la escritora consigue un lirismo que se echa de menos en el resto del libro. Como narradora Itziar es posible que escriba buenos relatos en el futuro. Como poeta parece menos dotada tanto a nivel técnico como a nivel de talento natural. En la medida que ahonde en los aciertos que se encuentran en el libro, podrá crecer. Si no, siempre le quedará la narrativa.
Valoración del libro "Luz en ruinas": 5 / 10