viernes, 23 de noviembre de 2007

XX Premio Loewe de Poesía. Vicente Valero

Hola a todo el mundo.

Como nos habéis enviado unos cuantos correos pidiéndonos nuestra opinión sobre el llamado por muchos "Planeta de la poesía", vaya epíteto, el premio Loewe, pues aquí va una primera opinión, evidentemente sin tener nada del libro salvo los tres poemas que ha recitado el ganador en la web de El Cultural.

Comenzamos. Según la organización, se han presentado 1.081 participantes, procedentes de 33 países. La primera pregunta es, ¿cómo y quienes han realizado la pre-selección de tal salvajada, por el número, de poemarios para llegar a los 39 poemarios que quedaron finalistas?.

Para nosotros éste es uno de los aspectos claves en la mejora de cualquier premio. ¿Quién hace el filtro?. ¿Cómo?. ¿En qué condiciones?. ¿Basándose en qué?. Transparencia total se necesita en este primer gran paso. Transparencia que brilla por su ausencia, en este y en el resto de premios. Pero con más de mil poemarios presentados, todavía con más razón.

Segundo, el jurado. Según la nota de prensa,
el Jurado estuvo compuesto por Víctor García de la Concha (Presidente), Francisco Brines, José Manuel Caballero Bonald, Juan Antonio González-Iglesias, Eduardo Lizalde, Ana María Moix, Jaime Siles y Luis Antonio de Villena, y como presidente de Honor, Carlos Bousoño.

Como positivo, al menos, oficialmente, no estaba el editor, Chus Visor. No sabemos si participó o no en la pre-selección. También es bueno que no hubiera nadie de un medio de comunicación, como ha ocurrido otros años con el señor Anson. Bien hecho (aunque ya hablaremos cuando hagamos la contra de El Cultural del sorprendente y único seguimiento informativo que han realizado al premio, como si fuera el Pulitzer). La edad de los miembros, aunque arriesgada en términos médicos, quizás es buena también para evitar votar a compañeros de generación aunque un poco más de juventud tampoco vendría mal.

Como negativo, los nombres de siempre. Qué cansancio, por Dios. Qué endogamia. Qué aburrimiento. Se da además una cierta coincidencia de estilos entre ellos, que ellos negarían. En otras palabras, ninguno de estos señores, fuera de España, es considerado un vanguardista.

Más cosas que no nos gustan. Muchos miembros del jurado próximos a Visor. ¿Quién elige el jurado?. ¿La Fundación?. ¿Chus?. Tampoco nos gusta que esté el ganador del año pasado, algo habitual en los premios pero que contribuye todavía más a la endogamia.

Lo siguiente. La nota de prensa habla de 39 finalistas. Lo sentimos pero no nos creemos que Paco Brines, Caballero Bonald o Eduardo Lizalde, se lean 39 poemarios finalistas. A lo mejor estamos equivocados pero nos suena a ciencia ficción. O a record Guiness teniendo en cuenta su edad.

De donde surge la siguiente pregunta. ¿Quién hace la selección final de entre los 39 finalistas?. ¿Cómo se hace?. ¿Cuántos poemas se leen al final el jurado que firma el Acta?.

De donde surge como pregunta final, chillada, y por tanto, en mayúsculas: SI SUPONDRÍA UN PEQUEÑO AUMENTO DE SU ENORME PRESUPUESTO, ¿POR QUÉ NO PONEN A UN NOTARIO QUE LEVANTE ACTA DE TODAS LAS REUNIONES CELEBRADAS DESDE LA PRESELECCIÓN HASTA LA VOTACIÓN FINAL Y LUEGO DEJAN ESAS ACTAS A DISPOSICIÓN DE QUIEN QUIERA, POR EJEMPLO, EN SU PÁGINA WEB?.

¡Coño!

Bueno, ya estamos más tranquilos y podemos seguir. Creemos que los mil señores y señoras que se presentan al premio, como a otros muchos premios, tienen derecho a una transparencia infinitamente mayor de la que todos ustedes dan.

Y como estamos seguros que no tienen nada que ocultar, el próximo año esperamos que hagan los deberes. Porque usted, don Enrique Loewe, tiene nuestro código deontológico en sus manos (o en algún lugar del correo electrónico). A lo mejor le llegó tarde. A lo mejor tiene otro mejor. Perfecto. Pero lo de ahora es muy, muy mejorable.

Respecto al ganador, teníamos una cosa clara sin conocerlo previamente. Que habría publicado antes con Visor. En este caso también lo ha hecho con Tusquets. Perfecto. Pero teníamos la intuición que se iba a producir esa casualidad. Llamarnos brujos. O brujas.

Vicente Valero es un poeta que ni nos desagrada como escritor ni nos entusiasma. Sus primeros libros, Jardín de la noche, Teoría Solar... son libros que nosotros puntuaríamos por debajo de 5. Los dos libros publicados en Tusquets, sin embargo, están por encima de los anteriores y se situarían en torno al 6,75 en el caso de Vigilia en Cabo Sur y del 6 en Libro de los Trazados, un paso atrás, en nuestra opinión, respecto a Vigilia.

Algunos críticos se empeñan en ver huellas de Juan Ramón, sobre el cual el poeta ha escrito bastante, en la obra de Valero, pero nosotros no apuntaríamos tan alto, ni de broma. Y tampoco de su admirado, y creemos amigo, Gamoneda. Menos todavía. Nos ha sorprendido en este sentido la entrevista en La Razón, en donde a cerca de Juan Ramón, dice Valero: "Le leí pronto y es para mí el poeta español más importante del siglo XX. Yo hablé con 23 años de él, una época en que muy pocos lo hacían. Ahora el consenso es mayor".

O es un fallo de la periodista, o de la grabadora, o hacía tiempo que no escuchábamos un disparate de ese tamaño. Ahora resultaría que este señor ha descubierto a Juan Ramón. O que hace 23 años no había consenso con su figura y él ha contribuido al consenso. Tendría narices.

Respecto a los tres poemas que ha leído para El Cultural TV, ninguno de los tres nos parece bueno, más bien lo contrario, aunque es verdad que este poeta destaca especialmente en los poemas largos y los leídos eran cortos. Esperaremos al libro.

Por cierto, que también tiene narices, y muchas, la crítica que en El Cultural, no sin cierta mala uva la sacan ahora, hizo del libro el ya famoso José Luis García Martín. Cuando nos pidáis que hagamos contracrítica de ABC, por favor recordar este enlace y seguro que se os pasa:

http://www.elcultural.es/Historico_articulo.asp?c=13967

Si fue El Cultural quien prescindió de tus servicios, qué bien hizo. Y si te fuiste tú, que a gusto se habrán quedado.

Por último, también se ha premiado al joven nicaragüense Carlos Fonseca en la categoría de ‘Premio a la Creación Joven’ por su libro ‘Una oscuridad brillando en la claridad que la claridad no logra comprender”. Sólo por ese título, el libro promete. Qué poesía tan buena que se está haciendo en latinoamérica. Qué envidia.

En resumen, premiado sin sorpresas, sin riesgo, no es malo, no creemos que pase a la historia, (¿lo hará algún libro premiado con el Loewe?). Termino medio por todos los lados. Menos en el importe del premio y, esto lo suponemos, en el dinero pagado al jurado por su participación. Si Mecenas levantara la cabeza...

PD.- ¿NO ES UNA VERGÜENZA QUE ESTE PREMIO NO LO HAYA GANADO NUNCA UNA MUJER EN VEINTE AÑOS?. (Este grito es femenino pero los chicos nos apoyan en algo tan curioso como estremecedor. No queremos cuotas. Pero, joder, que en veinte años no haya ganado una mujer resulta increíble y bochornoso).

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues no me había fijado que nunca había ganado una mujer el premio Loewe, después de 20 años. Debe ser un caso único en el mundo occidental.

No me extraña que los libros sean tan conservadores estilísticamente. Qué diferencia con las Olvido o las Chantal.

Va a ser que tendréis que reivindicar más el nacional, visto lo visto, colectivo Addison.

Buena entrada de blog, chic@s

Anónimo dijo...

No puedo estar más de acuerdo, Ana.

En la entrevista de El País el patrocinador daba a entender que no le quedan muchos años al premio. A lo mejor es verdad.

La poesía no tiene sexo pero todos los extremos son malos. Y veinte años son un extremo

Anónimo dijo...

¿Y a quién le importa ese premio?

Por cierto, un nacional que sí tiene sentido, el que premia a toda una carrera, para Ana María Matute. Que gran escritora. Una narradora que le sale poesía sin quererlo. Te queremos Ana.

Anónimo dijo...

Lo mejor de todo, la reseña de García Martín. Qué sentido del humor tiene este hombre. Qué bueno.

¿Por qué no lo dirá en serio, no?.

Anónimo dijo...

Sin querer meter caña, la verdad es que los 20 años sin premio para una mujer, revela una vergonzante endogamia de cierta virilidad poética añeja y avejentada (perdonadme la expresión).

También creo, de verdad, que en este tipo de premios el consenso al final recae en obras mediocres. No suelen ganar libros muy malos y, por supuesto, y menos aún, tampoco los muy buenos. Un premio burgués por excelencia...

De acuerdo con Ana. Visto lo visto, esas autoras valen mucho. Además, ellas nunca se presentarían al premio Loewe ni a alharacas de este tipo. Tienen otra categoría.

El "¡Coño!" en mayúsculas os ha quedado muy salado...

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Estando de acuerdo en la mayoría de cosas que comentáis, me gustaría incidir sólo un momento en el papel de mecenazgo de este premio.

Porque vamos a ver, ¿el papel del mecenas debe ser el de ayudar a los que ya están arriba a que todavía suban más o ayudar a los que están abajo para tratar de sacar lo mejor de entre ellos?.

Digo esto porque un señor que ha publicado dos libros en Tusquets, como es el caso este año, no es precisamente alguien que necesite ayude ni reconocimiento. Ya lo tiene. Es como querer ayudar al fútbol y dar premios a los jugadores del Barça o del Real Madrid. ¿Qué sentido tiene?. ¿Hacer un premio en el que figuren los escritores que ya figuran, que ya están?. ¿Hacer una comida al año donde para que todos los poetas mediáticos y/o premiados y/o reconocidos se reúnan a mi lado y me suban mi autoestima de hombre intelectual y mecenas de las letras?. ¿O de verdad ayudar a la poesía?.

Algunos me dirán que también hay un Loewe joven y es cierto. Pero es la hermanita pobre, la anécdota, y también, en ciertos casos, la cantera de futuros loewes.

Cuando uno ve los programas y los mecenazgos de otros países y los compara con el nuestro da la impresión de que nosotros siempre queremos comenzar la casa por el tejado. Quizás porque es la parte que más se ve.

No quiero molestar a nadie con mi comentario. Cada uno tiene derecho a utilizar su dinero como le venga en gana. El mismo derecho que tenemos nosotros para expresarnos.

Gracias por el blog

Anónimo dijo...

Lo que importa es que el libro ganador sea bueno, y no si lo ha escrito un hombre, una mujer o un mono grafómano. El último libro de Vicente Valero era excelente, y el ganador del anterior Loewe, Eros es más, también. Así que estamos de enhorabuena.

Anónimo dijo...

Luisa,

Para empezar no me creo que seas mujer. Tienes mucha más pinta de Luis que de Luisa, mona.

Segundo, ese "lo que importa", es lo que te importará a ti. Primero, Valero no ha escrito un libro excelente en su vida. La excelencia es otra cosa. Segundo, este premio se concede siempre a gente ya consagrada, autoconsagración se podría decir, salvo el año que quisieron ser originales con un alicantino y resultó ser un libro ya premiado. Tercero, todas la exigencias de mayor transparencia que proponen los Addison son irreprochables. Y cuando hay mil participantes, mayor todavía debería de ser. Cuarto, si un señor quiere ayudar a la poesía, hay mil formas de hacerlo que pueden lograr su objetivo. Esto es otra cosa. Quinto, la poesía no puede ser un refugio burgués de la literatura. Cuando es así, es mala poesía. Y sexto, si te parece razonable y lógico que en 20 años no se premie a ninguna mujer, a ni una sola, deberías de preguntarte a cuál de los tres grupos de animales racionales que mencionas al principio perteneces. Desde luego, al de la mujeres, no.

En fin cómprate dos ejemplares del nuevo libro para compensar el que yo no pienso comprar. Así de pasos ayudar a quien no lo necesita.

Anónimo dijo...

Señores de Addison:

A mi me parece que este tal Luis ha insultado en su comentario, cosa que creo que está prohibida. Porque una cosa es decir que le importa un rábano el sexo del ganador, algo en lo que podemos estar o no de acuerdo, y otra es poner en el mismo saco a las mujeres y a los monos. Es algo muy decimonónico, por cierto, que comulga mucho con todo el aire burgués que rodea, por ejemplo, al lugar donde se entrega el premio. Pero esas teorías seudocientíficas, Luis, están bastante superadas.

En cualquier caso, entiendo que habéis dejado el comentario porque retrata perfectamente el personaje. Retratado queda

Anónimo dijo...

Querido Luis:

Aquí una poeta y matemática escribiendo. Ya ves como adelantan los tiempos desde que nos dejan ir a la escuela.

Suponiendo un universo muestral en el que el 50% de la muestra son hombres y el 50% mujeres. ¿Sabes cuál es la probabilidad de que en 20 ocasiones todos los miembros extraídos de la muestra sean hombres?.

Pues no es un número nada desdeñable. Sólo tienes que elevar a 20 el número 1/2.

El resultado es 0,0001%. ¿Sabes qué significa este número?.

Te lo traduzco, monín. Ese número es lo mismo que dividir 1 por un millón.

En otras palabras, de una muestra de personas en las que el 50% son hombres y el 50% mujeres, la probabilidad de sacar aleatoriamente 20 hombres seguidos sin que salga una sola mujer ES DE UNA ENTRE UN MILLÓN.

UNA ENTRE UN MILLÓN. Eso sí que es una casualidad y no lo que se suele hablar por aquí. De hecho, tienes 10 veces más posibilidades de que te toque la lotería de Navidad que de que salgan 20 hombres seguidos.

Así que, chicas, a comprar décimos.

Besitos

Addison de Witt dijo...

Hola a todo el mundo,

Tenemos un poco saturado la lista de comentarios pendientes. El post de Luisa ha suscitado una fortísima polémica y quizás sea mejor pararlo aquí porque el tono ha pasado los límites. Las posiciones están bastante claras y seguir ahondando en el tema pensamos que se aleja del propósito del blog.

Por resumir, y empezando por la parte que menos de acuerdo está con nosotros, los argumentos fundamentales han sido varios. Por una parte se ha comentado que no se discrimina a las mujeres como no se discrimina a otros colectivos (y en este campo lo del mono es lo más suave que hemos recibido). Además, se ha comentado también que Vicente Valero es desde un excelente poeta a un poeta bueno. Sobre esto último, a parte de lo dicho, hablamos más al final.

En el terreno de lo personal, se nos recordaba, entre otras cosas, no haber dado una buena puntuación a Hilos como ataque general a las mujeres, manda narices, puntuación que se explicó posteriormente como un fallo nuestro (hay que leerse todo). Y también no recordar que el título del libro ganador de la edición joven está tomado de Joyce (admitimos el pecado de no sabernos a Joyce de memoria ni de buscarlo en google) y que no debemos decir latinoamérica (sudamérica o centroamérica llevan el nombre de un partipante en la colonización pero eso da igual, ¿no?). ¿Qué más?. Sí, que no somos profesionales. Efectivamente no cobramos, compramos los libros, la editoriales no nos regalan nada en Navidad, no nos invitan como colectivo, ni lo queremos, a jurados de 1000 euros la tarde, ni nos mandan los libros dedicados junto con la carta del editor y un presente. Para nosotros la poesía no es una profesión. Es nuestra vida solamente.

Respecto a las posiciones contrarias, no vamos a hacer un resumen de la controversia surgida a última hora pero los comentarios han sido calientes...En general, estas personas, que han sido mayoritarias sin que eso signifique que no haya que escuchar a las minorías de este blog, han estado de acuerdo en que no es, buscamos un eufemismo..., bueno que el premio no haya sido ganado por una poeta en 20 años. También se ha hablado de mediocridad en la calidad poética de los premiados, del aburguesamiento del premio, de la necesidad de mayor transparencia en el proceso y del papel del mecenas.

Nuestro resumen. Primero, una cosa que no se ha mencionado ni siquiera por nosotros y que supone arrojar piedras contra nuestro propio tejado. El hecho de que se presenten 1000 poemarios indica que es posible que la minoría seamos nosotros. Nos sentimos cómodos siendo minoritarios y no nos importa. Estamos aquí para decir lo que pensamos. Pero es evidente que hay muchos poetas que ven la poesía de una manera radicalmente distinta a nosotros. Esa es la realidad.

Nuestra mayor queja respecto al premio se refiere a su transparencia, cosa que parece no importar a algunas personas, lo cuál no sabemos por qué razón puede ser. Este premio tiene el suficiente presupuesto para que el proceso desde el comienzo hasta el final sea seguido por un notario que nos explique mediante acta notarial como se pasa del mil y pico a uno.

Respecto al tema de la calidad de los premiados, tampoco se pueden hacer generalizaciones. En general son libros que, como se ha dicho, no están mal, pero que modestamente pensamos que no pasan de una nota media. Sí opinamos que, en términos generales, hay un conservadurismo estilístico pronunciado y una sintonía estilística también notoria.

Tampoco entendemos como en 20 años no se ha premiado a ninguna mujer, incluso aceptando que éstas presentan menos poemarios. Y también estamos de acuerdo con Jordi respecto a lo que comenta de los mecenazgos. Y por último, no nos gusta la repetición de jurados, los premiados que ya han sido premiados anteriormente por la misma editorial...En eso, mantenemos el discurso de siempre, sea de este premio o de otros.

Respecto al poeta ganador, ya dijimos casi todo. Leeremos el libro y opinaremos. A priori, es un poeta que nos gusta bastante más que la mayoría de poetas que han ganado el premio y ya hablamos de buenas valoraciones en sus dos libros publicados en Tusquets. Personalmente es un hombre que cae bien y desde luego este colectivo no tiene nada en su contra aunque hubiéramos preferido que las ansias de Loewe se le hubieran pasado. Pero aquí creemos ser minoritarios. Como preguntó inteligentemente Marzal y no respondió muy bien el poeta, ¿por qué te has presentado?.

En fin, amigos todos, incluso los que nos veis como enemigos, que tengáis un buen comienzo de semana. Babelia vino en blanco y El Cultural solo trajo una crítica, así que semana casi tranquila.

Y un besazo a Ana María Matute, que es un amor, un encanto y una excelente escritora.

Anónimo dijo...

Sin deseo de ahondar más en polémicas, sólo dos apuntes. Como bien sabe Addison, soy un gran defensor del libro Hilos y de Chantal en general, pero decir que una baja nota a ese libro es un ataque generalizado a las mujeres, es un golpe bajo. Desde este blog se ha defendido la buena poesía, escrita por hombres y mujeres, y aunque no siempre se esté de acuerdo con Addisson, sus oponiones son siempre esclarecedoras. A mí me enriquecen mucho, y no creo, en absoluto, que haya atacado nunca a las mujeres. Todo lo contrario.

Respecto al Loewe, pues... como lector no versado, como mero lector, me gusta mucho más la poesía española contemporánea escrita por mujeres. No estoy diciendo que sea forzosamente mejor, pero a este humilde lector le parece más arriesgada, innovadora, más profunda en general que lo que, también en general, suelen escribir muchos hombres, más adscritos a grupos, clanes, conventillos y a un estilo retórico conservador. Con sus excepciones, por supuesto. Y esa poesía, que entiendo más valiente, no resulta premiada ni aupada por los medios y premios conservadores. Esto me parece un dato objetivo y contrastado. Ésta es, al menos, la visión de un lector común y anónimo, como soy yo. Saludos y ánimos a Addison, no os dejéis doblegar.

Anónimo dijo...

Hola,

No sé si llego tarde a este blog pero como mi postura no es nada alterada y tiene cosas de ambos posturas, espero que se me dejéis publicarla.

Yo tengo que hacer un primer agradecimiento al premio Loewe. Gracias a él descubrí el mundo de la poesía contemporánea cuando Luis Antonio publicó una antología resumen con los diez primeros premiados. Como lector, no poeta, de poesía, aquello me gustó y desde entonces me he enganchado.

Creo que el Loewe cumple una función similar a la que cumple el Planeta en su ámbito. Hace que gente que no suele leer, en este caso poesía, la lea. Y esto es positivo, independientemente de lo que cada uno piense sobre la calidad literaria de ambos premios. Porque una vez pasado el Loewe, como me ocurrió a mi, comienzas a leer a otros autores y al final se logran nuevos lectores de poesía, que no vienen mal.

Por el otro lado, sí estoy de acuerdo en que hay bastantes cosas mejorables, desde una muchísima mayor transparencia, pasando por mayor variedad en los jurados. También podría organizar el premio cada año una editorial distinta, o cada dos años, lo cual lo haría más heterogéneo jurados y resultado. No creo que el premio vaya a premiar nunca, los años que dure, a una poesía más experimental o vanguardista, porque su cometido es llegar al mayor número de personas. Creo que es una puerta de entrada al mayor número de lectores posibles. No es un premio, creo, de poetas de poetas.

Y por último, no creo que haya habido una voluntad manifiesta de no premiar a mujeres. Pero sí que opino que las mujeres, en general, escriben una poesía más "atrevida" que los hombres y esto podría haber llevado a lo que ha ocurrido. Si a esto se le suma que la mayoría de jurados son masculinos, y que comparten gustos similares, creo que todo se explica mejor. Pero esto también puede cambiarse, creo yo. Hay bastantes más poetisas de lo que la gente piensa. Y no parece lógico que en veinte años no se premie a una mujer. Es un síntoma de algo no funciona bien.

En fin, esta es mi opinión, tan válida o inválida como cualquiera. Hoy por hoy ya no leo los premios Loewe porque me interesa más otro tipo de poesía pero en su día me trajeron a este mundo poético y sólo por eso les estoy muy agradecido. Creo que los tiempos han cambiado y que el premio se tendrá que adaptar a los nuevos tiempos más pronto que tarde.

Para acabar, independiente de que a veces esté de acuerdo y a veces en desacuerdo con lo que decís, os quería felicitar por el blog. Os habéis convertido en una referencia, no en la referencia, pero sí en una más y en una importante, dentro de la poesía española, y como todo contrapoder, eso es bueno. Además debe ser un trabajo bastante fuerte y con poca recompensa. Así que ánimos y seguir. Para contrapoder del contrapoder, estamos nosotros.

Addison de Witt dijo...

Ander,

Gracias por tus palabras. Lo de las mujeres lo decía sólo una persona. El de siempre y cuya identidad conocemos perfectamente. Tratar de destruir es su derecho aunque siempre se echa de menos una mayor dosis de inteligencia en los malos de las películas. Nuestra página, como diría Fray Luis de León, viene marcado por las palabras "ab ipso ferro". En otras palabras, nos crecemos en el dolor.

Hemos recibido también algún mail de algún premiado que nos ha pedido que mantuviéramos su anonimato pero que estaba de acuerdo en casi todo lo dicho. Es de agradecer.

Y respecto a Joan, vaya, dos lectores no poetas casi a la vez, tu comentario está lleno de sensatez. No estamos del todo seguro de uno comience leyendo a Boris y acabe en Faulkner pero cosas más raras se han visto. Quizás sea más fácil el cambio de registro en la poesía. Interesante tu idea de cambiar de editorial cada x años. Ahondaría en una mayor riqueza. Y gracias por tus palabras finales. Afortunadamente nunca existirá "la referencia". Si no, por motivos de higiene, habría que cambiarla.

Eso sí, las cifras de visitas siguen disparadas.

Un abrazo chicos

Anónimo dijo...

Hola, me gustaría añadir una crítica más a la trasparencia, la de la ausencia del nombre de los finalistas. O si bien no el nombre d elos poetas, sí el de sus libros, no creo que le costase mucho y también le daría más rigor al premio.

Vladimir García Morales dijo...
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