miércoles, 5 de diciembre de 2007

Babelia, primera semana de Diciembre, 2007 (modificado)

Y terminamos una semana movidita con la reseña que realiza Ángel Luis Prieto de Paula del libro "Metalingüísticos y sentimentales. Antología de la poesía española (1966-2000). 50 poetas hacia un nuevo siglo." La autora es Marta San Pastor. Edita Clásicos de Biblioteca Nueva.

Conflicto de objetividad. Y esta es la modificación que hacemos gracias al comentario de uno de vosotros. Como sólo leemos las páginas de Babelia de poesía, el resto nos quema en las manos en especial la derezona editorial, se nos había pasado que Marta San Pastor es colaboradora de El País, además de prologuista de uno de los antologados, y también colaborador de El País, nuestro entrañable Manuel Rico. Ver los detalles en el comentario dejado por anónimo.

Objetividad teórica del crítico en este caso en nuestra opinión: 3 / 10

El gusto de Ángel por las antologías nos separa de él. Tampoco es que tengamos que permanecer en matrimonio católico pero entendemos que hay libros más importantes que reseñar que esta antología en la que la autora no aporta nada. No estamos de acuerdo en que "la antología sea "inteligentemente ecléctica" sino más bien reduccionista y pobre. Sí tiene razón Ángel cuando dice que se "ha respetado los prestigios añejos y a los caciques de cada equipo". Como de un amiguismo que suele frecuentar el crítico habría que considerar la cuña publicitaria sobre Bagué. Una crítica floja en nuestra opinión.

La obra abarca poemas publicados entre 1966 y 1996 por autores nacidos entre 1939 y 1966. La lista es la siguiente:

Antonio Martínez Sarrión. Pág. 95

Manuel Vázquez Montalbán. Pág. 108

Clara Janés. Pág. 124

José María Álvarez. Pág. 135

Agustín Delgado. Pág. 145

Diego Jesús Jiménez. Pág. 156

Juan Luis Panero. Pág. 173

Antonio Carvajal. Pág. 182

Antonio Hernández. Pág. 197

Justo Jorge Padrón. Pág. 207

Félix de Azúa. Pág. 217

José-Miguel Ullán. Pág. 225

Pere Gimferrer. Pág. 237

Aníbal Núñez. Pág. 252

Jorge Urrutia. Pág. 259

Antonio Colinas. Pág. 274

Jenaro Talens. Pág. 285

Guillermo Carnero. Pág. 300

Ana María Moix. Pág. 319

Ángel Guinda. Pág. 328

Leopoldo María Panero. Pág. 337

Eloy Sánchez Rosillo. Pág. 355

Fanny Rubio. Pág. 367

Luis Alberto de Cuenca. Pág. 375

Olvido García Valdés. Pág. 387

Ana Rossetti. Pág. 396

Jaime Siles. Pág. 407

Luis Antonio de Villena. Pág. 423

Javier Egea. Pág. 437

Abelardo Linares. Pág. 445

César Antonio Molina. Pág. 453

Manuel Rico. Pág. 470

Andrés Sánchez Robayna. Pág. 485

Andrés Trapiello. Pág. 501

Pedro Casariego Córdoba. Pág. 510

Julio Llamazares. Pág. 520

Concha García. Pág. 527

Juan Carlos Suñén. Pág. 536

Juan Carlos Mestre. Pág. 546

Luis García Montero. Pág. 559

Blanca Andreu. Pág. 577

Felipe Benítez Reyes. Pág. 587

Carlos Marzal. Pág. 596

Benjamín Prado. Pág. 604

Amalia Iglesias. Pág. 616

Jorge Riechmann. Pág. 626

Vicente Gallego. Pág. 637

Juan Antonio González Iglesias. Pág. 647

Ada Salas. Pág. 658

Luisa Castro. Pág. 663

Nos vais a permitir que no opinemos sobre los nombres que aparecen y que pensamos que no deberían de aparecer y, viceversa, los que no aparecen y deberían hacerlo. Dejamos ese juego para vosotros ya que tampoco se trata de que descubramos todos nuestros gusto así de sopetón. Sería aburrido.

De la larga lista, sí diremos que nos faltan unos veinte nombres y nos sobran unos treinta y cinco siendo generosos. Es una lista conservadora, nada atrevida, fruto de una visión, en general, comercial de la poesía, aduladora, servil, con unos cuantos críticos, y hasta un político, hábilmente metidos en ella. Quizás pueda servir a personas completamente alejadas de la poesía contemporánea y que quieran tener una primera toma de contacto. También es el regalo de Navidad indispensable que cada uno de los 50 elegidos podrá hacer a amigos, familia, suegras y demás parientes. Un buen negocio para la editorial.

Siempre pensamos que vale la pena comprar directamente la obra de los poetas que interesan y dejar esta guías para los primerizos. Las antologías pueden tener sentido cuando o bien tratan de sacar gente desconocida a la luz o cuando vienen de países en los que es difícil y costoso comprar la obra de treinta poetas. Ahora bien, esta antología, a parte de para que la autora tenga nuevos amigos, o trate bien a los antiguos, no tiene mucho sentido, y menos para una reseña.

Como ninguno de los que aquí escribe estaba vivo en 1966, por favor, que nadie nos diga que nos morimos de envidia.

Del resto de Babelia, a parte de la fotografía a toda portada del decimonónico Pérez-Reverte mirando al infinito con cara de interesante, hay que tratar bien a los escritores de la casa Prisa, poco más. (El siguiente comentario que venía ha sido borrado por un error nuestro del que tardaremos en sobreponernos. Nuestra maléfica mente confundió a Ángel Crespo con Ángel Rupérez. De acuerdo que habían tres ángeles rondando en nuestra lamentable cabeza pero no hay excusa. Mil disculpas y perdones a Antonio Ortega y al resto de ángeles).

Esta semana, uno de los primeros espadas de Babelia ha estado flojo flojo. Y encima viene la Navidad.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena entrada de nuevo, s� se�or. Sarcasmo e iron�a de muchos quilates...

De acuerdo en lo que dec�s sobre la inutilidad de las antolog�as, pero deb�is entender una cosa: a los ne�fitos nos han servido, o nos sirven, para separar el grano de la paja, o al menos para encontrar ciertas voces que responden a nuestros intereses. A partir de ah� ya nos buscamos los libros individuales, y continuamos investigando. Pero como primer paso una antolog�a no est� mal, m�xime cuando no se dispone de nadie en el entorno que pueda aconsejarnos en este sentido.

De todos modos, es verdad que �sta que coment�is tiene poco inter�s. Los mismos de siempre y ning�n riesgo, ninguna sorpresa. La de Abada que adquir� el otro d�a (que adem�s incluye poetas portugueses e hispanoamericanos) est� mucho mejor, claro que no es una antolog�a propiamente dicha, sino una recopilaci�n de poemas y breves semblanzas biogr�ficas aparecidas en ABC. Da una visi�n mucho m�s heterog�nea del panorama.

Addison ha revelado su edad: fecha de nacimiento posterior a 1966, lo cual la hace menor de 40. Ya me falta menos para descubrir su identidad (tranquila, guardar� el secreto) :) [es broma, no estoy tratando de descubrir niguna identidad, jeje]

�Cu�ntos libros de poes�a se regalar�n estas fiestas? A ver, a ver...

Anónimo dijo...

Ander,

¿Qué te ha pasado con los acentos?. ¿Estás en España? :p

Salvo por dos o tres nombres, nada nuevo bajo el sol en esa antología. Muy prescindible.

Por cierto, ¿está en Internet la lista de antologados en esa edición de Cátedra que comentas, Ander?. Por curiosidad.

Estaba claro que los addison estaban por debajo de la cuarentena. Ahora me estoy imaginando a algunos jugando al Cluedo y haciendo descartes jajaj.

Anónimo dijo...

Sí, sí que estoy en España. No sé qué habrá pasado con los acentos. Algún duende informático me los hurtó (se me ocurre que los duendes del polvo, pequeñas divinidades del folcrole japonés, tal vez comen acentos cuando no depredan los flecos del tiempo sobrante de los humanos) :)

No encuentro el listado en la red, Ana. Pero es un libro bastante omnipresente en librerías (ya sabes, Cátedra). La lista me pareció también muy predecible, sobre todo la de poetas del siglo XX.

saludos.

Anónimo dijo...

Básicamente ha metido a todos los culturalistas, y con lo que ha sobrado, a los chicos de la experiencia. Lo que resta, lo más interesante en mi opinión.

Vaya novedad de listado y de publicación. Habrás sudado en la elección querida Marta. Sí, parece todo muy navideño.

Enhorabuena al ministro, por cierto. A sus pies.

Colectivo Mercromina dijo...

cambiar esta en nuestras manos!

Anónimo dijo...

Hay saturación de antologías de estas generaciones. Mi experiencia leyéndolas me ha deparado sorpresas (no pocas veces dentro de la propia obra de autores renombrados), pero requiere trabajo, actitud de búsqueda. Serían deseables selecciones que agruparan intenciones éticas y estéticas. Entonces dejaría de cansarnos oír hablar de determinados nombres y celebraríamos la aparición de otros nuevos o la visitación de algunos olvidados. El criterio universal de calidad no aporta nada en una antología como esta, porque nadie quiere arriesgarse a decir qué entiende por calidad. Hay miedo, pereza. Una apuesta ética y estética concreta es un riesgo asumido en favor de ese criterio, y hace falta que alguien lo haga. Que lance hipótesis que los lectores estén dispuestos a verificar, para adherirse o distanciarse de ellas. No se trata de volver a preguntarse ¿qué es la poesía? (si es que alguna vez alguien con dos dedos de frente lo hizo), sino de interrogarse por su pertinencia, su sentido, el tipo de conmoción que esperamos leyéndola. Cualquier lectura que no parta de esto es fallida.

Anónimo dijo...

Tu comentario es muy acertado Mojamuto. Estoy de acuerdo en todo. Pero formulas una pregunta que es casi tan difícil de contestar como la cuestión sobre qué es la poesía: la medida de la calidad en una obra poética.

Y no es una pregunta que se circunscriba únicamente al campo de la poesía sino que afecta a todo el arte en general.

¿Tienes alguna bibliografía que nos recomiendes para comenzar a ahondar en ese difícil y cambiante terreno?. Incluso me imagino que tendrás una opinión que me encantaría escuchar.

Gracias y un saludo.

Anónimo dijo...

¿Una antología que agrupe intencionalidades éticas y estéticas? Ahí va una recién publicada: "Once poetas críticos en la poesía española reciente" (Baile del Sol, 2007). Sobre los Once: http://once.blogsome.com/

Anónimo dijo...

Gracias anónimo. De eso se trata.

helena, no es cuestión de encontrar recetas, a mi modo de ver, sino de detectar qué nos conmueve de una obra. No me atrevería a recomendarte una sola bibliografía. Por lo demás, sería largo y tedioso un catálogo aquí. Lo que digo tiene que ver con algo esencial: ¿qué corresponde con tus exigencias más reales y aparentemente insalvables como ser humano? Un poema de Whitman o Gimeferrer nos arrasan por su fuerza, aunque no sean muy profundos. Uno de Juan de la Cruz por su verdad y su belleza, etc. Hay una correspondencia entre esos textos y nosotros. Nos explican. Ya se ha dicho, todo arte será religioso o no será. Es decir, tendrá en cuenta el corazón de la experiencia (esta en última instancia es religiosa en lo que al nivel de las preguntas se refiere, se sea creyente o no) o acaba aburriendo. En "La Deshumanización del arte contemporáneo" de Ortega ya leemos que la originalidad sin más, sin latido humano, mata el arte. A diferencia de hace casi cien años, hoy el esteticismo es también nihilismo. ¿Qué tal una antología de poetas no nihilistas? Nos quedaríamos con muy pocos nombres.

Anónimo dijo...

Creía que la publicidad estaba prohibida en este blog, "anónimo".

No habían preguntado por antologías, y menos de tercera fila. Habían preguntado por libros que trataran el tema de qué diferencia un poema bueno de uno malo, una obra de arte genial de una obra de arte mediocre.

Tan socialistas que os presumís y tan mercaderes que resultáis, queridos once. Luego os quejareis a Luis Antonio cuando sois bastante peores.

Anónimo dijo...

¿Ahora el criterio para la buena poesía es que no sea "nihilista"? ¿He entendido bien? El corazón de la experiencia, otra categoría más. Y ahora a ver quién le pone el cascabel al gato: ¿cómo se mide ese "latido humano" que insufla vida al arte? ¿Quién lo tiene? ¿Lo tiene San Juan de la Cruz y no Paul Celan?

Creí que estaba superada la etiqueta que divide salomónicamente a nihilistas y optimistas, etc.

Yo creo que el gran arte no entiende de estas simplificaciones: optimismo, pesimismo, latido humano, esteticismo. Una gran obra puede ser un canto a la vida o una oda a la destrucción, puede ser respetuosa con las tradiciones o furiosamente vanguardista. La alquimia se produce en un lugar -o un lo lugar, una temperatura anímica o "existencial"- que excluye esas categorías.

Addison de Witt dijo...

Anonimito,

Tienes más razón que un santo. Además creo que las antologías que agrupan a autores por tendencias suelen ser incluso más aburridas que las antologías normales. Una colección de autores que creen poseer el grial de la verdad y, autosatisfechos, se publican los unos a los otros desde esa religión que supuestamente establecen. Y a veces desde una supuesta supremacía moral que resulta bochornosa.

No hemos superado las etiquetas, anonimito. Al revés, muchos poetas presumen de llevar tatuado en su hombro un código de barras.

No existe la definición perfecta de arte bueno frente arte malo. De calidad poética. De poeta frente a poetastro. Es una quimera igual que la definición de poesía. O incluso mayor porque afecta a todas las artes.

San Juan es poesía y Celan también. Tanto dios como el demonio son divinidades.

Anónimo dijo...

Una oda a la destrucción es un canto a la vida.
Una obra furiosamente vanguardista es respetuosa con las tradiciones.
El corazón de la experiencia es la única categoría. Sólo la experiencia no te engaña.
La experiencia es la vida y la muerte, la creación y la destrucción. La alquimia se produce en un lugar que NO CENSURA estas categorías. No nihilista no es que no tenga en cuentan la nada, sino que no le ponga velas a ésta y le ofrezca carneros, como si fuera la religión verdadera. Creo que en esto estamos de acuerdo.
“No existe la definición perfecta entre arte bueno y arte malo.” ¿Por qué ha de ser perfecta? La persona con la que comparto la vida no es perfecta, es mejor para mí tenerla al lado que no tenerla. No hablo ahora de la comparación un poco maniquea entre JdlaC y PC (he hablado de la fuerza de cierta poesía de Gimferrer…)
Lo mejor es que afecta a todas las artes. Si no está la persona en su conjunto, no hay arte, no hay poesía. La disociación como criterio de valoración “resulta bochornosa” y es un sello distintivo de esa “colección de autores que creen poseer el grial de la verdad y, autosatisfechos, se publican los unos a los otros”. El nexo de estos a menudo no es la experiencia, el corazón frente a la realidad, sino el posicionamiento ideológico frente a ésta (no hablo de política). El arte es conmoción, confrontación con las exigencias elementales.
Aprovecho para agradecer el trabajo de Addison de Witt. Si no fuera por ellos no podríamos tener este debate. Y falta hace. La idea de la Web es bestial. Qué envidia. Me mosquea esto: “Además, ser libres en cuanto a nuestros comentarios, en estos momentos, es incompatible con publicar libros de poesía en España”, pero entiendo que es realista e inteligente. Pragmático. Enhorabuena.

Addison de Witt dijo...

Mojamuto,

Bueno, en realidad ni siquiera hay una definición que se acerque un poco a la perfección. Pero tampoco existe el sexo perfecto y no nos importa volver a intentarlo.

Ya algunas veces hemos comentado que necesitamos la "conmoción" en un poemario. En eso no podemos estar más de acuerdo contigo.

Muchas gracias por tus palabras. Y sí, a nosotros mismos también nos mosquea, pero hasta le hemos cogido cariño a esto de no tener yo.

Paco, "tas pasao" un poco. Recomendar un libro, de momento, no es publicidad. Incluso aunque lo hicieran los mismos autores. ¿No conoces lo que hizo Walt Whitman para promocionarse?. Además, esa antología está muy bien y es distinta. Y encima, a algún sufridor le ha tocado el San Benito de que forma parte del colectivo. Desde aquí le salvamos de la condena eterna. No es el tipo de poesía que nosotros escribimos, somos menos narrativos, pero tratamos de tener el gusto, en la medida de nuestras limitadas posibilidades, lo más variado posible.

Gracias a todos por vuestra participación. Ha habido mucho nivel por vuestra parte.

Anónimo dijo...

Se os olvidó indicar que Marta San Pastor es colaboradora de El País, por lo que la nota de objetividad debería de ser bastante más baja.

Curioso además que acabo de ver en la librería una antología de Manuel Rico, con poemas seleccionados por el propio Manuel Rico, publicada por Hiperión, y en la que la prologuista es...¡¡Marta San Pastor!!. Un prólogo de más de 40 páginas. Mi sueño hecho realidad.

Dios los cría pero ellos solitos se juntan. Enternecedor.