Y terminamos una semana movidita con la reseña que realiza Ángel Luis Prieto de Paula del libro "Metalingüísticos y sentimentales. Antología de la poesía española (1966-2000). 50 poetas hacia un nuevo siglo." La autora es Marta San Pastor. Edita Clásicos de Biblioteca Nueva.
Conflicto de objetividad. Y esta es la modificación que hacemos gracias al comentario de uno de vosotros. Como sólo leemos las páginas de Babelia de poesía, el resto nos quema en las manos en especial la derezona editorial, se nos había pasado que Marta San Pastor es colaboradora de El País, además de prologuista de uno de los antologados, y también colaborador de El País, nuestro entrañable Manuel Rico. Ver los detalles en el comentario dejado por anónimo.Objetividad teórica del crítico en este caso en nuestra opinión: 3 / 10
El gusto de Ángel por las antologías nos separa de él. Tampoco es que tengamos que permanecer en matrimonio católico pero entendemos que hay libros más importantes que reseñar que esta antología en la que la autora no aporta nada. No estamos de acuerdo en que "la antología sea "inteligentemente ecléctica" sino más bien reduccionista y pobre. Sí tiene razón Ángel cuando dice que se "ha respetado los prestigios añejos y a los caciques de cada equipo". Como de un amiguismo que suele frecuentar el crítico habría que considerar la cuña publicitaria sobre Bagué. Una crítica floja en nuestra opinión.
La obra abarca poemas publicados entre 1966 y 1996 por autores nacidos entre 1939 y 1966. La lista es la siguiente:
Antonio Martínez Sarrión. Pág. 95
Manuel Vázquez Montalbán. Pág. 108
Clara Janés. Pág. 124
José María Álvarez. Pág. 135
Agustín Delgado. Pág. 145
Diego Jesús Jiménez. Pág. 156
Juan Luis Panero. Pág. 173
Antonio Carvajal. Pág. 182
Antonio Hernández. Pág. 197
Justo Jorge Padrón. Pág. 207
Félix de Azúa. Pág. 217
José-Miguel Ullán. Pág. 225
Pere Gimferrer. Pág. 237
Aníbal Núñez. Pág. 252
Jorge Urrutia. Pág. 259
Antonio Colinas. Pág. 274
Jenaro Talens. Pág. 285
Guillermo Carnero. Pág. 300
Ana María Moix. Pág. 319
Ángel Guinda. Pág. 328
Leopoldo María Panero. Pág. 337
Eloy Sánchez Rosillo. Pág. 355
Fanny Rubio. Pág. 367
Luis Alberto de Cuenca. Pág. 375
Olvido García Valdés. Pág. 387
Ana Rossetti. Pág. 396
Jaime Siles. Pág. 407
Luis Antonio de Villena. Pág. 423
Javier Egea. Pág. 437
Abelardo Linares. Pág. 445
César Antonio Molina. Pág. 453
Manuel Rico. Pág. 470
Andrés Sánchez Robayna. Pág. 485
Andrés Trapiello. Pág. 501
Pedro Casariego Córdoba. Pág. 510
Julio Llamazares. Pág. 520
Concha García. Pág. 527
Juan Carlos Suñén. Pág. 536
Juan Carlos Mestre. Pág. 546
Luis García Montero. Pág. 559
Blanca Andreu. Pág. 577
Felipe Benítez Reyes. Pág. 587
Carlos Marzal. Pág. 596
Benjamín Prado. Pág. 604
Amalia Iglesias. Pág. 616
Jorge Riechmann. Pág. 626
Vicente Gallego. Pág. 637
Juan Antonio González Iglesias. Pág. 647
Ada Salas. Pág. 658
Luisa Castro. Pág. 663
Nos vais a permitir que no opinemos sobre los nombres que aparecen y que pensamos que no deberían de aparecer y, viceversa, los que no aparecen y deberían hacerlo. Dejamos ese juego para vosotros ya que tampoco se trata de que descubramos todos nuestros gusto así de sopetón. Sería aburrido.De la larga lista, sí diremos que nos faltan unos veinte nombres y nos sobran unos treinta y cinco siendo generosos. Es una lista conservadora, nada atrevida, fruto de una visión, en general, comercial de la poesía, aduladora, servil, con unos cuantos críticos, y hasta un político, hábilmente metidos en ella. Quizás pueda servir a personas completamente alejadas de la poesía contemporánea y que quieran tener una primera toma de contacto. También es el regalo de Navidad indispensable que cada uno de los 50 elegidos podrá hacer a amigos, familia, suegras y demás parientes. Un buen negocio para la editorial.
Siempre pensamos que vale la pena comprar directamente la obra de los poetas que interesan y dejar esta guías para los primerizos. Las antologías pueden tener sentido cuando o bien tratan de sacar gente desconocida a la luz o cuando vienen de países en los que es difícil y costoso comprar la obra de treinta poetas. Ahora bien, esta antología, a parte de para que la autora tenga nuevos amigos, o trate bien a los antiguos, no tiene mucho sentido, y menos para una reseña.
Como ninguno de los que aquí escribe estaba vivo en 1966, por favor, que nadie nos diga que nos morimos de envidia.
Del resto de Babelia, a parte de la fotografía a toda portada del decimonónico Pérez-Reverte mirando al infinito con cara de interesante, hay que tratar bien a los escritores de la casa Prisa, poco más. (El siguiente comentario que venía ha sido borrado por un error nuestro del que tardaremos en sobreponernos. Nuestra maléfica mente confundió a Ángel Crespo con Ángel Rupérez. De acuerdo que habían tres ángeles rondando en nuestra lamentable cabeza pero no hay excusa. Mil disculpas y perdones a Antonio Ortega y al resto de ángeles).
Esta semana, uno de los primeros espadas de Babelia ha estado flojo flojo. Y encima viene la Navidad.