sábado, 31 de mayo de 2008

Ada Salas. Esto no es el silencio. Babelia, dos últimas semana de mayo, 2008

Hola amigas, amigos, y enemigos varios:

La penúltima semana de mayo Babelia incluyó dos reseñas de poesía, las dos escritas por Javier Rodríguez Marcos. Una de ella fue de un libro ya criticado y contracriticado aquí, Mundar, y la otra fue del nuevo libro de Ada Salas "Esto no es silencio".

"Esto no es silencio" fue el XV Premio de Poesía Ciudad de Córdoba "Ricardo Molina". El jurado estuvo compuesto por Pablo García Baena, Francisca Aguirre Benito, su marido Felix Grande Lara, Juana Castro Muñoz, y el propio Jesús Munárriz, dueño de la editorial. Un jurado pequeño, con varios premios de la galería Hiperión, y en el que resultó premiada una histórica de Hiperión, como es el caso de Ada Salas, cuyos últimos cuatro libros, desde 1994, han sido publicados únicamente en esta editorial. Casualidades de nuestra vida poética.

Valoración a priori de la objetividad del jurado en nuestra opinión: 4 / 10

Respecto a la objetividad del crítico respecto a la autora y la editorial, la desconocemos por completo. Si conocemos nuestra objetividad, que en este caso, y por múltiples razones, es baja: 4 /10

Ya el título del libro, "Esto no es el silencio", tiene algo de provocador. La poética de Ada Salas, que muchos han asimilado a la poética del silencio (nomenclatura absurda como otras muchas) de José Angel Valente, entendemos que a nivel estilístico porque les separa un abismo de calidad, sufre un giro importante en este libro como anticipa el título del poemario. Los poemas se hacen mucho más largos, algunos se acercan casi a lo confesional, y se nota que la poeta tiene algo importante que contar. Algo grave, dramático, ha sucedido en su vida, y respetando la intimidad de la poeta sobre la fuente de su dolor, ese algo sirve de catalizador a una escritura escrita más desde el alma que desde el cortex cerebral, lo que da una mayor hondura a una obra que, releída ahora, ha sido sobrevalorada por algunos poetas jóvenes de la corriente de la amistad interesada y también por algunos críticos.

Comienza el libro con "El óxido..." (los poemas no están titulados así que utilizaremos las primeras palabras de cada uno como hace el propio índice del poemario), uno de los mejores del libro. La poeta no se encuentra bien en la vida (...No es hospitalario / este lugar. Es hosco). Y ella misma proclama recordando el título:

"y sin embargo
esto no es el silencio"

La segunda mitad de este primer poema no está a la altura de la primera, tanto por una paradoja algo adolescente ("y por eso / oh ciegos / nos parece inaudible") como por un final que usa la comparación, y que está lejos de ser brillante ( este tipo de final comparativo será utilizado en más ocasiones por la poeta, casi siempre de manera poco afortunada).

El segundo poema, "El frío...", nos presenta un poema inferior al anterior, poniendo ya en claro desde el principio la enorme irregularidad del libro. Hay poemas muy buenos y poemas de calidad literaria muy discutible, si se nos permite el eufemismo. Éste segundo poema pertenece al grupo de los poemas de calidad, para nosotros, manifiestamente mejorable. Sólo el primer verso, "El frío ha convocado a la ceniza", peca ya de oído, rebuscado y principiante. De nuevo un final comparativo lejos de cualquier brillantez.

En "Otros..." la poeta, en un nuevo poema no muy afortunado, nos presenta otra de las características del libro. De vez en cuando, el lenguaje se acerca al expresionismo, casi al tremendismo, muy alejada de la contención de otros poemarios. Esto no es ni bueno ni malo per se. Depende de la habilidad del poeta. Ada escribe: "A tu derecha has visto / los despojos de un hombre / calcinado por la sed" o "Si desfalleces mira a los ojos del buitre".

En el poema "Excavacación primera" incluso hay elementos narrativos. "Excavación segunda" es otra de las pocas pero buenas joyas del poemario. En este caso, un poema breve, casi místico, de un lirismo extraordinario. Qué pena que el resto del libro no esté ubicado en estas alturas.

El expresionismo se mantiene en el aplastamiento a un escarabajo, en la sangre que suena...En poemas de nuevo menores. "Una vida comienza" dice Ada, quizás la suya que recomienza. Y llegamos afortunados a una nueva zona de mejores poemas. En "Una mirada..." la poeta vuelve a centrarse en la memoria como objeto pesado y lastrante. Y esta vez si termina el poema de una manera excelente, cuando dice: "y que el frío/.../sea sólo la llaga que recuerda a los hombres / su cuerpo de animales / ateridos".

Tras una breve referencia metapoética, el poemario tiene varias de estas referencias, otro nuevo buen poema, "Leo a Caeiro...", sencillo pero casi mágico poema sobre el dolor. Casi el mismo nivel obtiene en "Muchos años...", poema que roza lo confesional, en el que nos habla de su hija por primera vez, y que comienza con dos buenos versos: "Muchos años temblé bajo las sábanas / y era aquella la forma del silencio y del miedo", nivel que no mantiene el resto del poema.

De ahí pasamos a un poema lleno de tópicos como "No conozco...". De nuevo continua con varios poemas que pasan sin mayor gloria hasta alcanzar el siguiente monte, "Oblicuos...": "Yo sé de vuestro nombre / porque a veces me roza vuestro cuerpo". Esta vez, el final comparativo sí funciona y lograr cerrar perfectamente el poema.

Poema en el valle "Lo que duerme...", para subir en "No empuño...", marcado por un final expresionista: "De todas formas / muerden / hasta hacer de mis manos un despojo sangriento". Parece echar la culpa a alguien en "Qué os debo..." y de nuevo recurre a las imágenes fuertes en "Debe de estar...", poema más oscurecido que la media del poemario, claramente simbólico. Siguen varios poemas no destacables hasta "Golpeándome...", un poema de dolor y recuerdo. En "Quien podría" la poeta utiliza un lenguaje casi elegíaco, y en "He olvidado", la magnífica metáfora de los ciervos se ve de nuevo contrarrestada por otra comparación de cierre que no logra su objetivo. Tras una serie de varios poemas de nivel medio bajo, marcados por ciertas imagenes que rozan el tremendismo ("ahogados en el fango de sus tripas"), alguna metáfora mejorable ("Sentémonos/.../a la mesa del tiempo") y de nuevo finales que no están a la altura del resto del poema (".../los cristales / limados / y con ellos compongo / un puzzle silencioso en busca de sentido").

Uno de los últimos poemas buenos del libro es "Dónde vas", donde ésta vez, un final sencillo, sin intenciones de cerrar con fuegos artificiales que la poeta no domina, crean de nuevo un poema del que se disfruta en su relectura. "Qué fuerza" y "En qué empresas" se ubicarían en el terreno medio que no abunda para bien y para mal en el poemario, que finaliza con tres poemas de los que destacaríamos dos: "Yo entraba..." y "Hunde...". En el primero, a pesar del comienzo, la poeta remonta ("Era una soledad más sabia / que la mía / y en ella me deshice") en un poema completamente alejado de su estilo, y que puede abrirle nuevas vías creativas. En el segundo, aunque el tema de las ruinas sea tópico, la poeta se suministra su propia medicina, usando una de las palabras fetiche del poemario: "Acostúmbrate al frío".

"Esto no es el silencio" es un poemario difícil de valorar dado su irregularidad. La lectura del mismo hace entender que el libro está escrito en un momento complicado para la poeta, tanto desde el punto de vista personal como desde el punto de vista de exploración de nuevos terrenos poéticos, hasta ahora demasiado acotados por ella misma. Creemos que el paso de Ada es un paso positivo, porque se había ubicado en un terreno del que no sólo es difícil salir sino que además se erosiona con mucha rapidez. De la misma forma, se percibe que la poeta puede llegar a dominar esos nuevos espacios pero que aún le queda un aprendizaje no necesariamente corto. Dicho todo lo cual, y con independencia de que no nos gustan este tipo de premios concedidos a personas que son familia poética de la editorial, el libro de Ada, en un panorama poético como el de este año, que de momento está siendo bastante decepcionante, estaría claramente por encima de la media de los libros publicados por poetas españoles. A Ada, como a otros muchos poetas de su generación o algo mayores, creemos que les faltan personas que las adulen menos y que les digan la verdad sobre sus trabajos. Ojalá de esta humilde y subjetiva crítica, querida Ada, saques algo que te pueda servir.

Valoración del libro "Esto no es el silencio": 6,5 / 10

En la última semana de mayo Babelia no trajo ninguna reseña de poesía. No sólo eso sino que olvidó por completo el cincuenta aniversario de Juan Ramón para traernos una portada futbolera. La crisis intelectual de los suplementos literarios se agudiza hasta extremos nunca vistos y de manera paralela al gregarismo y adormecimiento de gran parte de la intelectualidad, incapaz ya de alzar su voz contra nada, preocupada sólo de sus intereses personales. No son tiempos buenos para la cultura. Ni para la libertad.

34 comentarios:

Anónimo dijo...

Nada nuevo bajo el sol de los premios de la casa, pero al menos el libro es bastante más aceptable que los últimos premios del competidor visoriano. Aún así, un libro de transición.

Anónimo dijo...

En referencia al último párrafo:

"Aquí, lo mismo que allí, estrambóticos fantasmas, pueblo y poetas insípidos".

Fausto

Anónimo dijo...

Muy buena contracrítica, una vez más. Enhorabuena.

Con el libro de Ada Salas me ha pasado como con el resto de sus libros: tras la efervescencia y el enganche de la primera lectura, una segunda lectura corrige la primera y atempera el primer juicio irreflexivo.

Lo que voy a decir ahora en ningún caso me gustaría que se entendiera como crítica destructiva o algo así. Me gusta Ada Salas y no lo oculto. Creo, sin embargo, como señala Addison, que ha sido adulada y ensalzada en demasía, y que su obra no está a la altura de esos elogios. Para mí es una estupenda poeta media, lo que en este país es mucho. Pero, siempre en mi opinión, aún le falta un largo camino para ofrecernos una obra maestra, un trayecto, de nuevo parafraseando a Addison, "no necesariamente corto". En otras palabras, en mi juicio de lector le falta aún mucho para acercarse a los mejores poetas de este país.

El caso de Ada Salas es paradójico: su omnipresencia en las antologías de variado pelaje y alcurnia ha ido pareja a la virtual ausencia de sus libros en las librerías.

Mis objeciones a "Esto no es silencio" adoptan inevitablemente dos vertientes:

Una, extraliterario: el premio Ricardo Molina. No sé si la autora es consciente de ello, pero a algunos de sus lectores nos defraudan ciertas cosas. Un premio concedido a una chica de la casa, con un jurado con esa composición (el dueño de la editorial), más que prestigiar el libro, lo desprestigia.
Pero no voy a dudar de la honestidad de Ada y concedo el beneficio de la duda: digamos que era el mejor libro y que ha sido merecidamente premiado. Es posible que así haya sido.
Sin embargo, ¿qué lleva a un autor a presentarse a un premio concedido por su propia editorial? ¿En qué le beneficia esto cuando sabe que sus lectores más críticos, como un servidor, van a sospechar y se van a sentir incómodos?
Un mínimo de ética personal debería impedir a un autor incurrir en una acción que a todas luces parece poco decorosa.
Además, y esto lo digo no impulsado por el resentimiento, porque no soy poeta y no me presento a premios ni historias de este tipo, creo de verdad que este tipo de premios deberían servir para dar una oportunidad a voces jóvenes y nuevas, que de otro modo no tendrás ocasión de publicar. Hay cientos de jóvenes que lo intentan, démosles una opción... si este tipo de premios recaen en poetas conocidos y/o consagrados de la misma editorial, no se avanza, algo se resiente profundamente...
En definitiva, y redundando, mi principal objeción en este sentido se resume en esta pregunta: ¿por qué Ada Salas, a quien siento honesta y sincera a tenor de sus libros, se presenta a un premio así?
Esto para mí es un enigma sin resolver.

La segunda objeción al libro es intrínseca al mismo:
La propia Ada se reconoce heredera de Valente. Su búsqueda del silencio, su condensación expresiva, así parecen avalarlo. Ahora bien, cuando un escritor o poeta empieza escribiendo desde el umbral del silencio, en el más puro despojamiento, como es su caso, sólo le quedan dos posibles vías en su evolución:
1ª El silencio, cosa que en este caso, como indica el propio título del libro, no va a ocurrir. Además, no cabe el silencio en una poeta que, a todas luces, está haciendo carrera para llegar a las alturas.
2ª Abandonar el despojamiento expresivo y volver a "escribir largo", sea de manera confesional, elegíaca, etc. Hacer, de algún modo, el camino inverso: del vacío a la profusión del verbo.
Pues bien, Ada opta por el segundo camino, que previsiblemente dará sus frutos en el futuro. En el presente, mi opinión es que es una vía tentativa y aún no madura: la abundancia de versos cortocircuita la carga expresiva del poema, en lugar de reforzarla. Y, sobre todo, se aprecia que no siempre acierta a rematar eficazmente poemas de más largo aliento.

Aunque esto no cuenta, porque es Addison quien otorga las puntuaciones, decir que yo le daría un 6 al libro de Ada. E insistir en que es un libro interesante y que apunta cosas muy buenas, con las salvedades antes apuntadas.

Como apunte extraliterario, decir que me gusta la foto de Ada en este nuevo libro: natural y sin pretensión. La foto del anterior, "Lugar de la derrota", con pose de modelo, no me pareció afortunada, la verdad, aunque esto admito que depende del gusto de cada cual.

Babalea y el fútbol marca un punto de inflexión incluso en ese suplemento. ¿Adónde vamos a llegar? Próximo episodio en sus kioscos...

Addison de Witt dijo...

¡¡¡Se nos olvidó la nota!!! Perdón y gracias por el recordatorio.

Anónimo dijo...

Ayyy, los premios, el dinero, los focos, los escasos flashes de los medios en la entrega...

Todo se solucionaría con un buen sistema de becas, que es lo que ocurre en países algo más avanzados que el nuestro. Porque esto no se lo cree ya nadie y además creo que no favorece ni la imagen de la poesía ni de los poetas.

Un libro, el de Ada, que como todos los suyos, lo salvan unos pocos poemas en un conjunto más bien olvidable.

Anónimo dijo...

Y yo que creía que os encantaba Ada Salas...

Anónimo dijo...

Probablemente la falta de costumbre lleva a Salas a no saber rematar un poema más largo de lo habitual en ella, tampoco se puede hablar de poemas largos, uno de los puntos donde más se resiente el poemario.

Aún así hay varios poemas de 10 versos o menos, y tampoco la poeta muestra una gran habilidad, como en "Qué fuerza" o "En qué empresas" o "Es tiempo".

Nunca he entendido por qué había algunos poetas, normalmente más jóvenes que ella, que mostraban una valoración tan positiva de esta poeta. No es mala, pero tiene ya 43 años y todavía no he leído un poemario suyo que me haya impactado.

Y sobre los premios que concede la editorial, me pasa como con los premios Visor. Suelen ir casi siempre a poetas de la editorial y no me suelen aportan nada como lector ni como poeta.

Si esto va a ser uno de los mejores poemarios del año, apañados estamos. Como cantaban hace años, malos tiempos para la lírica.

Anónimo dijo...

Pero nos queda Internet.

Anónimo dijo...

Desde mi modesto punto de vista, hay un nivel de exigencia excesivo en este blog. Creo que es positivo que exista y que sea una especie de contrapoder, pero opino que se valora con poca generosidad libros como el de Ada, que contienen poemas maravillosos. Es casi imposible encontrar un poemario perfecto. No podemos pedirle tanto a la poesía.

Gracias, amigos

Anónimo dijo...

"con un ramo de uñas como toda
caricia"

No tengo tan claro que hablemos de una evolución en la poesía de Ada, y no de una involución.

Las apuestas en la vida hay de darlas de manera más decidida, y esto no es el silencio, pero a veces sí, a veces no...

Anónimo dijo...

No creo que sea poca generosidad poner un 6,5 a un libro irregular, David.
Lo que pasa es que Addison analizan los pros y los contras, y lo hacen sistemáticamente en cada libro. Esto me parece extremadamente refrescante. Ocurre que no se acostumbra a hablar de los contras de Ada Salas: todo es adulación y palabras bonitas. Cuando se pusieron objeciones, mucho más duras, al libro de Riechmann, por poner un ejemplo, no te he visto quejarte.
No hay nada intocable, hombre. Ada arrastra un prestigio inmerecido, no acorde con la calidad y relevancia de su obra, y es bueno que alguien lo diga, desde el respeto más escrupuloso.

Por mi parte, cuando Ada ofrezca una obra maestra, un libro redondo o impactante, seré el primero en alabarla. Por mí no será.
Saludos.

Anónimo dijo...

Nota al margen:

sigo con el inmenso tomo de Ullán, y rebuscando información encuentro por la red una entrevista que le hace Carlos Pardo. Entresaco el siguiente fragmento:

"¿Le parece que queden en penumbra también otros poetas españoles no asimilados?

Por supuesto. Pienso en Cirlot, Francisco Pino e incluso en el olvido en torno a Blas de Otero. Y pienso en coetáneos míos como Aníbal Núñez, Agustín Delgado o Pedro Provencio. Por ello me sorprende gratamente que un libro espléndido como Y todos estábamos vivos, de Olvido García Valdés, haya alcanzado justa resonancia.

Y para no desperdigarnos, el grupo de El signo del gorrión: Miguel Casado, poeta riguroso amén de crítico excelente, Ildefonso Rodríguez, Miguel Suárez, Esperanza Ortega, Tomás Salvador, Carlos Ortega... Y gente más joven, como Mariano Peyrou, Marcos Canteli, Mercedes Cebrián y Eli Tolaretxipi. Uno a veces no los nombra, por el pudor que impone la amistad, pero ya empieza a parecerme injusto."

Buena dosis de jabón a Miguel Casado y Olvido, en cuya editorial el buen Ullán pulicara (Casado hace además el prólogo de las completas). También a otros amigos, como el mismo entrevistado reconoce.
Luego nos metemos con los de la experiencia, pero aquí tampoco andan mancos.

Viva el amiguismo. Así me gusta. Yo que había comprado el libro y tenía a Ullán por modelo de independencia. Qué pronto caen las máscaras. Tenía razón Joan...

Cuanto más conozco a los poetas, más quiero a mi perro.
Y lo digo totalmente en serio
Me parece que voy a hibernar un rato :(

Anónimo dijo...

Amiguismo hasta con varios de los nombres jóvenes que menciona, como Canteli y Peyrou. Otro grupúsculo de poder más, con el Círculo de Bellas Artes como cuartel general fortificado.

El tribalismo de la poesía española no tiene límites.

Anónimo dijo...

A buena parte del grupo, en la parte más "joven" se le encuentra en la revista del propio Marco. Y luego también se les puede encontrar, es verdad, en actos que se organizan en el CBA, tanto organizado por Peyrou como por los mayores. Casi siempre son los mismos ponentes.

Anónimo lo ha definido muy bien. Tribalismo. Me pregunto cuánta gente joven habrá leído Ullán para hacer afirmaciones tan vagas que incluyen sólo a gente que conoce personalmente.

Anónimo dijo...

Tenéis razón. ¿Qué opción recomendáis? ¿No tener amigos poetas? ¿Qué los poetas sean de una especie que no se relaciona con nadie? Creo que confundís mucho el amiguismo interesado con el colegueo natural, propio del compartir intereses comunes. Conozco a Miguel Casado y Olvido García Valdés desde hace muchos años. Nunca me han ayudado a publicar nada ni me han colocado en un concurso para que me dieran un premio inmerecido. De hecho, a nivel poético a penas nos relacionamos, a pesar de ser poetas todos. Me duele que se presuponga que son algo así como una familia poética española al nivel de Chus Visor y otros. No sé, creo que os confundís de gente. Esos son los buenos. Al menos desde mi punto de vista. Y creo que han llegado a donde están tras muchos años de silencio y trabajo en la sombra. Un trabajo, por cierto, impecable. Porque lo que se ve, ahora, no es ni mucho menos todo lo que hay.

Anónimo dijo...

Por supuesto, Jaula, todos tenemos amigos. Pero resulta patético cuando la gente no es capaz de distinguir la amistad de la poesía. Ullán, como la inmensa mayoría, cuando le pregunta por sus poetas favoritos, no sólo dice los mismos siempre como si hubiera dejado de leer hace tiempo, sino que además sólo mete a sus amigos. A mí, cuando un periodista me pregunta semejante idiotez, o no le respondo o cada vez doy un respuesta en la que, al revés, intento excluir a mis amigos, porque no soy objetivo con ellos.

En este sentido, nada tan esclarecedor como esta enorme tontería llamada las afinidades electivas, donde se puede rastrear perfectamente el tribalismo de la poesía española. Afortunadamente, algunos tienen la suficiente decencia para no participar en semejante espejo de egos y amiguismos.

Anónimo dijo...

No considero tan sabio a mi corazón ni tan exento de debilidades como para, llegado el momento, no hablar de mis amigos. Pero tomaré nota para intentar ser más virtuosa, si es que algún día algún periodista me hace una entrevista, claro. A Ullán no lo conozco, la verdad, no lo puedo juzgar. Pero, simplemente, veo una enorme diferencia entre afinidades o tribalismo y LO QUE OCURRE PARA VERGÜENZA DE CASI TODOS en algunos premios, editoriales, etc. Lo primero puede ser, como dices tú Joan, falta de objetividad. Lo segundo me parece mucho más grave. Creo que no es el mismo nivel.

Anónimo dijo...

Sin duda, Jaula, que hay poetas que utilizan su tribalismo mucho peor pero no saquemos la discusión hacia otros contextos o terminaremos hablando de un poeta francés que era un maltratador. De hecho, yo tengo mis más serias dudas sobre el nacional que se le concedió a una persona de este grupo, pero también las tengo sobre otros muchos nacionales. No creo que haya tanta diferencia aunque la hay en cuanto a calidad poética.

Yo sigo pensando que la amistad es una cosa y la poesía es otra. Sé que estoy en minoría, y las minorías salen menos en las supuestas "antologías", en congresos y demás. Pero la poesía es lo único que me importa. Los poetas, en general, me dan miedo.

Anónimo dijo...

Leía algo del nacional y sé a que dudas te refieres. Lo que no sé es en qué estan basadas. Y lo pregunto con verdadero interés, porque me gustaría saber de qué se habla, de labios distintos a los de Juan Palomo. Si eres tan amable de aclarme esto, te lo agradecería joan.

De acuerdo en que la amistad es diferente a la poesía, pero no me veo capaz de juzgar tanto desde lo alto, y eso que creo que yo aún no he cometido ese error. PEro tal vez me equivoque.

POr lo demás, te puedo asegurar, desde mi jaula, que vivo aislada de todos los saraos poéticos y creo que seguiré así de por vida porque, como a tí, los poetas me dan miedo. En especial uno que me propinó malos tratos. Y también te aseguro que solo me importa la poesía. Salí a defender a Miguel y a Olvido porque, en lo quizá poco que los conozco, nunca los he visto "pecar" de actitudes visorianas.

Pero igual me equivoco porque hace tiempo que nadie me abre la puerta de la jaula y el exterior sólo lo vislumbro. Un beso.

Anónimo dijo...

Las actitudes visorianas son, sin duda, de una desfachatez clamorosa. Pero también hay actitudes tribales bajo el signo del gorrión, menos llamativas en función de su menor acumulación de poder... todavía. Las habas son universales.

Anónimo dijo...

Me siento incapaz de explicar mis dudas en mayor profundidad.

Yo no juzgo. Simplemente digo lo que no me gusta. Juzgar implica condenar y no tengo ninguna intención de condenar a nadie. Algunos de los poetas mencionados me parecen muy interesantes, especialmente en su vertiente ensayística. Los más jovenes mencionados no me interesan nada.

Un beso, Jaula.

Anónimo dijo...

Sobre el tema de la generosidad, creo que en este blog la mayor parte de la crítica es constructiva. Ha habido ejemplos de crítica destructiva, como el libro de García Posada, pero entiendo que lo era por lo malo que era el libro, no por ser destructivo. También recuerdo que el famoso último libro y premio de Luis Antonio de Villena, a pesar de todo lo que los addison lo han criticado, no tuvo una crítica mala sino más bien lo contrario, lo que para mí es un ejemplo de objetividad a la que no estamos acostumbrados por estos lares.

La crítica al libro de Ada es acertada y hasta generosa desde mi punto de vista. Yo estoy harto de críticas, en otros medios, que sólo sirven para alabar (en este sentido comienza a ser infumable las críticas de algunos blogs que se hacen unos amigos a otros, pero también las de prensa escrita, aunque esté más disimulado), con algunas excepciones destructivas (recuerdo el famoso caso de Chantal) que parecen fruto de temas personales y no de un análisis frío y riguroso como el que se hace aquí.

Sinceramente creo que tenemos suerte de que este blog exista y cuando no exista habrá que reinventarlo.

Así que gracias desde aquí.

Anónimo dijo...

Por cerrar el tema Juan Ramón, tampoco el ABC mencionó nada sobre el 50 aniversario de su muerte. No sólo eso sino que García Posada escribe una crítica a un libro biográfico sobre Juan Ramón, "Crónica de un premio Nobel", en el que tampoco hace ni la más mínima referencia.

Tres de tres. Ayer estuve en una hemeroteca viendo la crítica poética que se hacía en los años 80 y, las comparaciones son odiosas, estamos muchísimo peor que hace 25 años. Críticas atrevidas, de multitud de editoriales, críticas a los mecanismos de poder, a los premios, bueno, algo impensable en la seudocrítica de hoy, servil y mediana en buena parte.

Anónimo dijo...

A ver si sois capaces de decir algo de "Calor" (Visor), jaja.

Anónimo dijo...

Lo que pasa es que hoy prácticamente no se hace crítica: es una extensión de los mecanismos de la publicidad del mercado. Quizá aplicamos criterios del pasado a una realidad cambiante o en transición, y pensamos que es cine todo lo que se exhibe en los cines, o es crítica todo lo que aparece como tal. Y a lo mejor es simplemente otra cosa: no es que sea peor (sería peor por comparación) sino que es otra cosa. Que a mí me parece odiosa, claro, pero a lo mejor tenemos que resignarnos hasta que cambien ciertos paradigmas. Y no es crítica una extensión hiperbólica, apenas disfrazada, de las técnicas del márketing, como lo que sin ir más lejos practica, sistemáticamente y sin sonrojo, mi admirada Ainhoa.

Por cierto, Jordi, en un acto tuve ocasión de preguntarle a Chantal, entre otras cosas, si conocía a Ainhoa, y la respuesta es negativa. Así que queda descartado el tema personal. Además, tampoco parecía molesta por el tema, más bien se mostró conciliadora.

Como decía Jaula, queda la red. Por cierto, espero que salgas de la jaula a la realidad y que no vuelva a molestarte quien dices. Ha sido conmovedor tu mensaje. Esperemos que la realidad conspire a tu favor...

Joan, por si te interesa, y en esa conversación que tenemos tú y yo a medias:
Tom Waits da dos conciertos en Barcelona al módico precio de 125 euros el asiento. El crooner de los desheredados, el cantor de los tugurios y el lumpenproletariat, nos pone las entradas a precio de mileurista. Con dos XXX!!! (autocensura aplicada). A esto lo llamo yo coherencia artística. Olé, neng!

Mira que tenía ganas de verlo, pero me quedo en casa, porque por ahí no trago y por un mínimo de solidaridad con quien no pueda pagarlo.

Lo que es de agradecer, a pesar de todo, es que en este mundo tan raro, tan irrespirable a veces, siga existiendo la poesía.

Anónimo dijo...

Contar, decir la verdad, da una falsa ilusión de libertad.

Anónimo dijo...

No me extraña que fuera conciliadora. Aún yo creo, querido amigo, que es frecuente que una persona tenga animadversión a otra sin necesidad de conocerla personalmente. Forma parte del ser humano.

¿125 euros? Joder con la inflación. ¿Para cuando una inflación salarial? Eso es lo que pasa cuando uno elige como semidios a alguien que le encanta rodearse de famosos alternativos pero con casas de 10 millones de dólares. En serio, evidentemente no van a ir las clases populares (que ni lo conocen) ni la intelectualidad con problemas para llegar a fin de mes. Seguro que hay gente de la tele, cine y algún político.

Tu gesto te honra. Pero no habrá tantas oportunidades para ir. Hazte una camiseta quejándote del precio y ve a verle. ¿Quién dijo que la felicidad no tiene precio?

Anónimo dijo...

Para los fans, que hay unos cuantos por aquí, Chantal va a sacar su obra completa hasta la fecha en Tusquets.

Estel Julià dijo...

Hola a tod@s,

En mi modesta opinión, que mal con premios así...
Por lo que he olido por aquí, es complicado hacer redondo un poema largo.
Y en sintonía con alguno del los comentarios que he leido en este post, pues me parece que sí, que estamos asistiendo a una involución poética en general.

Vamos, que yo no entiendo mucho...

La verdad es que me ha parecido interesantísimo el post.

Un saludo,


Estel J.

Anónimo dijo...

No sé quién te habrá contado eso, Helena, pero no veo probable que Chantal publique su poesía completa en Tusquets.
luisa

Anónimo dijo...

Hola Luisa

La fuente es un amigo mío que habló con ella. No sé exactamente cuando habló con ella y si desde ese momento ha podido cambiar de idea. En principio tiene sentido, además. ¿Por qué no lo ves probable?

Addison de Witt dijo...

Gracias a todos por vuestra participación. Bienvenido seas Mefistófeles. Gracias por tus profundos comentarios, anonimito. Shelley, creo que te hemos cogido con el pie cambiado. Mejor sorprender, ¿no? Tampoco nos disgusta. Es buena, pero no tanto. Gracias a Eduardo, Carlos y a David por reaparecer. Joan, sin palabras. Eres un pájaro de cuidado. Gracias también a Jaula por su opinión, y esperamos que sea un retiro voluntario el tuyo. Popurrí, bienvenido también. Gracias también a los veteranos Jordi y Helena. Y también a Luisa, que suele estar bien informada, así que veremos donde termina publicada la obra completa. A Dlotiw y a Intriago, hemos aclarado mejor el apartado "¿por qué mi comentario no aparece?" en la columna de la derecha para que no haya dudas. Por supuesto, os invitamos a seguir participando.

Gracias a todos. La conversación fue muy interesante.

Anónimo dijo...

Hola Addison, hola a todos, soy Ada Salas. He visto hoy tu crítica de “Esto no es el silencio”, y te la agradezco: es detallada y con fundamento. Como bien dices, a ningún creador le beneficia la adulación. Para la verdadera crítica sólo se puede contar con los absolutos desconocidos. Leerla me ha dejado un sabor agridulce, pero sin duda me alegra que hayáis prestado vuestra atención al libro y hayáis dedicado tiempo a pensar y escribir sobre él. No dudes de que me servirá.

Como el asunto de los premios os preocupa y os ocupa, como es lógico (a mí también), os diré lo siguiente: Me presenté a ese premio y a varios más de editoriales que tienen, más o menos, buena distribución, una de las cuales es Hiperión. Lo estuve dudando, y finalmente decidí hacerlo porque nadie del jurado conocía el libro. Yo estaba y estoy tranquila. Así que ya sabéis, lo creáis o no, cosas así también pueden ocurrir.
(Por cierto, no sé de dónde sacáis que se me adule tanto, debe de ser cuestión de perspectivas. Ah, ¡y hasta el mes de octubre tengo, todavía, 42 tacos!).

VICTOR VERGARA dijo...

Con toda sinceridad, me han gustado mucho todos los comentarios.
Quisiera aportar comentando que los libros que me llevo para casa los elijo después de pasar horas en las librerías ojeando y sin referencias previas de revistas ni culturales, simplemente atendiendo a si los versos, que elijo a voléo, me impactan y si me dicen algo nuevo. Tan sólo con leer algunos versos ya se si me voy a alegrar de habermelo llevado para casa.
Cuando me lo encontré entre las estanterías, de Ada no conocía ni el nombre.
Hoy, después de algún tiempo, lo he reencontrado en mi blblioteca y me sigue gustando como el primer día.
Particularmente, no le doy tanta importancia a la conclusión de un poema. Es más pienso que incluso, intencionadamente y a conveniencia, se pueden construir finales que desorienten al lector.
Yo la he encontrado una poesía bastante sugerente, con unas imágenes que lindan, a veces, la visión animal, el primitivísmo animal -punto de vista novedoso para mí- y con filosofía bastante honda.
Para mi gusto, "HUNDE" es uno de los mejores del poemario, sino el mejor. Creo que se ha elegido un magnífico cierre.
Podría detenerme describiéndo qué perla he encontrado en cada uno de los poemas.
También pienso que este poemario es probable que no sea para tirar cohetes, lo cual me hace saborear la ilusión de que ADA me haga pasar en un futuro breve, momentos aún mejores todavía.
UN ABRAZO Y OS FELICITO DE VERAS POR VUESTRO TRABAJO.