sábado, 3 de mayo de 2008

Tomás Segovia con Siempre todavía. Y Francisca Aguirre con Nanas para dormir desperdicios

Babelia presenta, como gran novedad, dos reseñas de poesía frente a una que presenta El Cultural.

Comenzamos con la reseña que escribe Antonio Ortega sobre el libro de Tomás Segovia "Siempre todavía. Poemas 2006-2007". Edita Pre-textos.

Antes que nada, nos alegramos que Antonio Ortega vuelva a la crítica en los medios de comunicación. No vemos conflictos de objetividad del crítico ni con la editorial ni con el autor. Tampoco lo tenemos nosotros aunque siempre nos da cierto pavor criticar la obra de un poeta que escribe un poemario a los 80 años.

Se abre el poemario, en la primera de sus tres partes, con "Final del tunel", título premonitorio. En esta primera parte predomina la textura nostálgica, la reflexión sobre el paso del tiempo. El tono es contenido, lejano al victimismo, sereno. El poeta se pregunta "cuanto tiempo aún / He de seguir pensando en la muda penumbra". Existe alguna imagen que nos recuerda a otros poetas como la del gladiolo que se "yergue bajo el viento frío" en su "lucha a solas por sobrevivir" y alguna metáfora ya leída en muchos libros "Es porque en la llanura de su alma / Está también anochecida la ilusión", aunque todo se perdona ante el magnífico último poema de esta primera parte, "Crónica", que termina de esta maravillosa manera: "Y tener todavía que seguir adelante / Metido en esta carne / Que tan conmovedoramente lucha / Por estar a la altura de lo que fuimos juntos".

La segunda parte del poemario, "Hoy es siempre" es la parte central y más amplia del mismo. En ella, el poeta adopta un tono más optimista que en la primera, a veces casi rozando el canto, y recorremos con el invierno, primavera, verano y otono en un camino circular. Comienza esta parte con un poema que puede ser la explicación al título. En el poema, titulado "Como siempre", el poeta nos dice "Y otra vez como siempre se despierta en mí / Este causto husmear tras las palabras / Esta certeza de que desde allá / Me están pidiendo que responda / Y esta promesa que le hago y me hago / De no desertar nunca de este puesto". El poeta nace poeta y muere, siempre, escribiendo.

El poeta canta al bosque ("Todo en aquel lugar estaba suspendido / A un porvenir lentísimo y sin choque / Un porvenir en sueños"), al "Frío bueno", al invierno ("Hoy huele deliciosamente a invierno / A húmeda hierba adormilada / A hojas muertas revueltas por el aire..."), a los nidos, la primavera, el amanecer, a un fruto de su tierra ("Nada amanece más / Que la casta naranja en su aureola"), al pájaro que nos sobrevuela ("Sabiendo que jamás será avanzando / Como lo alcanzaremos"), a las atalayas, al mar. Quizás este pequeño poema resume la sabiduría del poeta, su capacidad para detener el tiempo y su bondad verdadera:

Pinos

Mira alzarse los pinos en su redondo aplomo
Tras la fina neblina
Y aquí copados por el cerril invierno
Dejar a descubierto su pletórico verde
Sin el menor rencor

La envidiable fortaleza mental del poeta ("Resistiré que duda cabe / Pero qué peligroso algunas veces / Querer siempre otra cosa y otra historia"), su capacidad de cantar sin caer en el amaneramiento ("Tan lindo el día y todo él tan sano / Tan sin blandura tan sin ñoñería"), continúa en este espléndida segunda parte "No contra el viento fresco / Más bien para meterme en su torrente". "Cómo no despertar cada mañana" se pregunta el poeta "Si siempre está esperándome una hora / Para que yo le cumpla". El poeta conoce bien los peligros de la reflexión en exceso ("Y otra vez he sabido que allí estaba pactado / Como entre los amantes verdaderos / No preguntarnos nada").

El poeta cuida además con especial cuidado los finales, algunos de los cuales serán posiblemente antologados: "Ah no / No humillaré la maravilla". Y como en el poema "Madrugador": "Y preguntarme emocionado / Si son unos humanos misteriosos / O unos cómplices dioses / Los que dejan así desierta la mañana / Para mí toda". O en el excelente "Al acostarme", que no transcribimos para no abusar.

A veces, como es lógico, se cuela en el poeta un cierto pesimismo, nunca desde un nihilismo, sino casi en clave de dificultad: "Qué difícil seguir aún sereno" o en los magníficos poemas "Día gris" o "Pura nostalgia"

Entre tanta contención, en pocas ocasiones pero ocurre, el poeta excede la carga lírica del verso ("cambia el rizo a mi nostalgia", "en la vuelta del fleco de su ola", "a la alegría siempre le habló en su idioma").

Entre los poemas finales de esta larga segunda parte destacamos "Nocturno II" ("Porque no es en verdad el sueño / Eso que busco a ciegas / Sino la huella sepultada en la sombra que lleva / Al negro vientre vivo donde cierra los ojos / Una dicha global sin centro ni futuro") y "Rumbo".

La tercera y última parte lleva por título "Gestos de amor". Comienza con un soneto lleno de ingenio y picardía, y le acompañan otros cuatro poemas en los que el poeta reflexiona sobre el amor, con un nivel medio bueno, pero sin llegar a la altura de la segunda y magnífica parte.

En conclusión, un poemario que rebosa oficio y sabiduría, con algunos poemas excelentes, en el que el poeta apenas comete errores ni cae en el sentimentalismo más sencillo ni en el también fácil nihilismo al que hace propensa la edad. Uno de los mejores libros de lo que llevamos de año, y anticipamos que uno de los mejores del año. No sabemos si Tomás conserva su nacionalidad española, pero si la conserva, debería ser candidato al premio Nacional.

Valoración del libro "Siempre todavía": 7, 75 / 10

La siguiente crítica de Babelia es del libro de Francisca Aguirre "Nanas para dormir desperdicios". Publica Hiperión. Realiza la crítica Manuel Rico.

Vemos problemas de objetividad por la parte del crítico, cuyo último poemario fue publicado en Hiperión, y a quien Francisca Aguirre dedica el poema "Nana de las sobras" en este mismo poemario. Además, publicó como director editorial el penúltimo libro de la poeta: "La herida absurda".

Valoración a priori de la objetividad del crítico en este caso y en nuestra opinión: 3 / 10

Respecto a nuestra objetividad, el cariño hacia esta poeta es elevado y tampoco nos ponemos una nota elevada de objetividad a priori: 4 / 10

El libro fue premio Alfons el Magnànim-Valencia de Poesía en castellano 2007. El jurado estuvo compuesto por Antonio Hernández, Jesús Munárriz, Gonzalo Santonja, director del Instituto Castellano-Aragonés de la Lengua, Luis Alberto de Cuenca, y Ricard Bellveser, director de la Institució Alfons el Magnànim. Aunque Francisca ya había publicado en 2002 en esta misma institución valenciana, y por tanto el voto del director de esta institución podría estar más sesgado, el hecho de que el poemario fuera premiado por unanimidad nos lleva a pensar en la equidad de la elección final del jurado, quien quizás también haya querido premiar a una poeta cuyo curriculum de premios "importantes" hasta la fecha no era excesivo.

El libro es una colección de 31 nanas que comienza con la "Nana del desperdicio", en la que, desde su existencialismo característico, apenas visible en este poemario, la poeta asevera: "La vida puede ser también un desperdicio".

La mayoría de las nanas girarán en torno a los desperdicios, a lo que aparentemente no nos gusta de la vida y despreciamos, aunque también tiene un papel vital la música en casi todos los poemas. En general predomina lo cotidiano, y suelen estar presentes los recuerdos de posguerra de la poeta, recuerdos de cuando la vida era bastante más dura (por ejemplo en la "Nana de las mondas de patata" o en la "Nana de los libros viejos").

La poesía como canto, y por tanto música, puede ser clave para vencer aunque sea momentáneamente el vértigo existencial y entender buena parte del poemario: "Da igual, sé que da igual, lo importante es cantar, / cantar para que duerma al fin / eso que llora y llora sin parar / dentro del corazón aquel / lleno de escombros".

Hay nanas notables como "Nana de las cicatrices", "Nana del envés", "Nana de los misterios", "Nana de las baratijas", "Nana de las sobras", con un marcado carácter social, "Nana del desperdicio de la tristeza", y el último poema, "Nana de la tristeza".

Y también hay nanas donde el poema se queda en un esbozo de un pensamiento o un recuerdo expresado de manera narrativa: "Nana de lo imposible", "Nana del sobresalto", "Nana de los cajones", etc.

En general, el poemario está por debajo de la mejor Francisca, aunque hay momentos en donde la poeta muestra su verdadera fuerza: "una gota de lluvia / en una hoja", "las estrellas tienen el mismo resplandor / que la música que emiten, / es decir, su música y su brillo permanecen intactos". En este sentido, destaca el poema dedicado a su marido, Félix Grande, en la "Nana de las esquinas".

El poemario se nutre en ocasiones de un inteligente sentido del humor, que podría ser explotado con mayor asiduidad. En algunas ocasiones los poemas tienen la ingenuidad y profundidad de parte de la poesía de Gloria Fuertes, como en el caso de la "Nana para dormir relojes". A veces, sin embargo, el exceso de ingenuidad hace que el poema pierda interés como en el caso de la "Nana de las tachaduras", o la "Nana de las espinas", donde la continua prosopopeya no funciona. La bendita ingenuidad de nuevo en la "Nana del odio"

Quizás uno de los problemas de este poemario de Francisca sea el uso continuado de temas y palabras que han sido lugares comunes de la poesía durante siglos, sin que se les llegue a dar un nuevo sentido. La poeta no llega a caer en la cursilería pero sí en un sentimentalismo que nos cuesta compartir en ocasiones. Las reflexiones, además, son excesivamente sencillas y poco originales ("Nana de los despojos") y el poemario, quizás lo peor y nuestra mayor diferencia en el análisis que realiza el crítico, cae frecuentemente en el prosaísmo.

Aún así, Francisca Aguirre es una poeta con una larga trayectoria, ninguneada por la crítica en sus mejores momentos, como en su excelente primer poemario: Ítaca. En este sentido recordamos que la poesía completa de Francisca está recogida hasta el año 2000 en el libro editado por Calambur "Ensayo General". Otro libro destacable de la poeta es "Herida absurda", publicado por Bartleby en 2006.

Valoración del libro "Nanas para dormir desperdicios": 6 / 10

Respecto a El Cultural, esta semana una sola reseña, de la misma editorial de siempre, su queridísima Visor, esta vez para presentar la tercera edición de la poesía completa de Pablo García Baena, prologada por Luis Antonio de Villena. Cómo no, la reseña la firma, nos encanta repetirlo, el premio Visor Melilla de poesía, Francisco Díaz de Castro, en un ejemplo más de eso que hace tan sólo una semana Juan Palomo exigía en su editorial al ministro de cultura: incompatiblidad. Como es una reedición, como el poeta humanamente nos cae tan bien como alejados estamos de su poesía manierista y amanerada, pequeña discrepancia con tu prólogo, Luis Antonio, y como seguimos sin querer seguir el juego unieditorial en que se está convirtiendo la sección de poesía de El Cultural, aquí nos quedamos.

49 comentarios:

Anónimo dijo...

Me toca a mi ser el primero.

Qué gusto da la colección Cruz del Sur de Pre-textos. No fallan una.

Para mi Tomás Segovia es uno de los mejores poetas vivos en lengua española. Me parece un señor tan modesto como alucinante.

Así que no puedo estar más de acuerdo con la crítica, incluso se queda corta.

No debería haber perdido la nacionalidad, porque es un niño de la guerra, pero en todos los sitios pone que es poeta mejicano. Como nacido en España y exiliado por la guerra, en el caso dudoso de que no la tuviera, podría solicitarla y se la concederían de inmediato.

Una cosa curiosa. ¿Os habéis fijado que en todo su libro no hay ni una sola dedicatoria? Ni una. El libro de Francisca Aguirre o el de Baena están llenitos. ¿Por qué los españoles somos tan españoles?

Anónimo dijo...

¿Cuáles serían los otros mejores, Jordi? Me gusta siempre conocer el gusto ajeno, no para criticar sino para aprender. En este caso, reconozco que tengo que leer a Tomás Segovia, de quien no tengo ningún libro.

Me sorprende que te sorprenda que en un libro no haya una sola dedicatoria. En toda la obra de mi poeta favorita no hay una sola dedicatoria. Ni una. Será porque también es medio española. Cosas veredes...

Últimamente está el blog muy serio y yo hago de bufón... aviso que me voy a poner serio también, que sé hacerlo...

Anónimo dijo...

Viene en El País un artículo sobre las cartas de Octavio Paz a Tomás Segovia. Es muy interesante. Os dejo el enlace

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Amores/desamores/epistolares/elpepucul/
20080506elpepicul_1/Tes

Anónimo dijo...

Pongo mejor el enlace, que se quedó cortado.

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Amores/desamores/
epistolares/elpepucul/20080506elpepicul_1/Tes

Anónimo dijo...

De este libro en concreto, el pasado día 23, en compañía de su esposa y arropado por los destripatextos del Dpto. de Filología Española de la UAM, Tomás Segovia leyó y comentó varios poemas. Fue increíble. Al final, en los ruegos y preguntas, una voz se levantó de forma instantánea, nadie sabía qué iba a preguntar, porque estaba todo clarísimo: "Léanos otro, por favor". Y cumplió. Y gustó. Después, se entregaban los premios de poesía y relato y tuvo don Tomás una interesante intervención acerca de lo poco que le gusta ser jurado (lo ha sido dos veces, la primera por probar y la segunda para conocer Colombia, país donde se celebraba el certamen) y sobre la duda que planea sobre los premios, ante la atenta mirada de Joaquín Benito de Lucas. ¡Qué lucidez! En cuanto salí del acto, me compré el libro: ¡quién pudiera escribir así!

Anónimo dijo...

Gracias por el comentario, Diego. Si vuelve algún poeta bueno a la UAM, avísanos porfa.

He encontrado este vídeo de Tomás en el que habla de los premios:

http://www.cervantesvirtual.com/include/
video_poesia.formato?titulo=Los+premios+o+la+manipulaci%F3n&autor=Tom%E1s+Segovia&archivo=archivo/
tomas_segovia/premios_&video=250&ref=8767&enlace=segovia

Por si el link es muy largo, se encuentra en esta página donde podéis escucharlo recitar y también con opiniones valientes en este mundo poético tan vendido. El link que tenéis que pinchar para leer su opinión está en la mitad inferior de la página, donde pone premios:

http://www.cervantesvirtual.com/portal/poesia/segovia/videos.shtml

Necesitaba un héroe y ya lo tengo :)))

Anónimo dijo...

Coñoooo con la estrechez de esta página. Corto el enlace:

http://www.cervantesvirtual.com/portal/poesia/segovia/
videos.shtml

Anónimo dijo...

Querida Helena:

Te paso esta entrevista en la revista Babab de tu nuevo héroe, que quizás lo sea más después de leer este texto.

Besos

Tomás Segovia: "No soy consagrable"

por Armando G. Tejeda


Discurso de recepción del Premio Juan Rulfo

Tengo pensado en hablar de mi obra, aunque nunca me ha gustado hablar de uno mismo. Sin embargo, veo que todos los escritores premiados han hablado de si mismos y han considerado que el discurso de recepción sea una ocasión para contar al público cómo han hecho su obra o qué han hecho en su vida. Yo también voy a hacer eso, pero confieso que tengo miedo de parecer solemne, que es algo que odio, aunque en algunas situaciones creo que sí hay que ser solemnes, por ejemplo en la cama o tomando un café con algún amigo, pero nunca ante el público...

Los premios también son eso que se llama consagración. O sea, consagran algo que ya existe, y eso mismo que consagran tiene a su vez un contexto social, histórico, político y cultural, esto último en el sentido de las corrientes y las identidades culturales. Entonces los premios generalmente consagran un consenso de grupos, de países o de tendencias, por eso me pareció muy raro que me lo hayan dado a mi, pues creo que yo no soy consagrable.

¿Qué es lo que yo consagro? Yo no pertenezco ni a un país ni a otro, ni a ningún grupo, generación, corriente literaria ni nada parecido. Esto no lo he buscado, simplemente creo que así fue mi destino, pues desde he andado de un sitio para otro, cambiando de países, incluso de regiones dentro de los países. A lo largo de mi vida he ido cambiando de todo, incluso de esposa, y así he vivido toda mi vida. Nunca me he arraigado ni a un país, ni a una época ni a un matrimonio. Por eso me extraña más la concesión del premio, porque cuando se consagra algo se hace porque eso mismo que se consagra ya está arraigado. Y yo creo, insisto, que no soy consagrable.

¿No cree entonces que su literatura sí es consagrable?
De eso estoy hablando, pues me hace preguntarme que represento yo a través de mi literatura. Está claro que eso no soy yo el que debe decidirlo, pero creo que también tengo derecho a tener una opinión sobre mi propio destino. Me parece una cosa rara que me den ese premio o cualquier otro, por eso creo que merece la pena reflexionar sobre ella. Es decir, ¿qué es lo que consagra al consagrarme a mí? No será la disidencia, en el sentido etimológico de la palabra, esa verdadera disidencia que significa no estar arraigado en nada. Por eso creo que ese es el sentido que adquiere históricamente el premio, por eso estoy seguro que en el futuro, si algún ocioso se ocupa de estudiar sobre estos premios y de este momento histórico, así lo verá. Dirá que este escritor desarraigado, que no estuvo en ningún sitio, también tuvo premios porque también había una conciencia de que había un desarraigo y que había que contar con él. Seguramente soy muy optimista, pero en ese sentido creo que sí soy un poco ejemplar para el futuro, porque me parece que la condición del desarraigo va a crecer cada vez más en el mundo moderno. A los desarraigados tendrán que tomarlos en cuenta cada vez más.

Ese desarraigo comenzó desde niño, cuando se convirtió en lo que se llama un "hijo de exiliado"…
Sí, yo fui un hijo de exiliado, que no es lo mismo que ser un exiliado. Pero ahora el mundo está repleto de gente que padece esta situación, como los paquistaníes de Londres, los turcos de Berlín, los magrebíes de España o los mexicanos de Estados Unidos. Y ese exilio también es un exilio político, porque si no hubiera la política que prevalece en el mundo esta gente no se moriría de hambre y ni los turcos, ni los magrebíes ni los mexicanos pasarían por lo que pasan. Son consecuencias económicas de una política desastrosa.

Pero hay una diferencia, la gente que se desarraiga ahora no defiende una ideología concreta, como sí sucedió con el exilio republicano español…

Sí, claro que hay diferencias. Pero no digo que el exiliado español de 1939 sea lo mismo que el magrebí que llega a España en patera de forma ilegal o que el mexicano que emigra a Estados Unidos. Sin embargo, todos ellos sí se parecen en el hecho del desarraigo, en vivir en el conflicto terrible de no poder estar ni en un sitio ni en otro. Lo que esta situación plantea a la sociedad es la necesidad de revisar una idea: ¿quién decide por quien? Eso todavía no se ha planteado históricamente y creo que acabara por plantearse, puesto que hay que cuestionarse por qué hay habitantes de una región geográfica o de un país que no tienen los mismos derechos que otros por el mero hecho de no haber nacido en ese país o región. Son otros los que deciden por los desarraigados, y eso pone de manifiesto una cuestión esencial de la democracia: ¿quién decide por quien y con qué derecho?

¿En una revisión histórica, qué importancia tiene la figura de Lázaro Cárdenas?

Mis recuerdos sobre mi llegada a México y de la importancia de Cárdenas entre los exiliados son infantiles y, por lo tanto, sentimentales. La primera vez que oí hablar de Lázaro Cárdenas no tenía ninguna idea de lo que significaba, pero después, tras un periodo de reflexión y madurez, entendí el inmenso significado del gobierno de Cárdenas, que desgraciadamente sólo duró seis años, pero que son sin duda los seis años de oro de la historia de México.
Creo que en política internacional todavía no se menciona bastante el hecho de que el México de Cárdenas dio una lección mundial, frente al fascismo y el nazismo. En los años de la Guerra Civil española ningún país del mundo tuvo esa altura, esa coherencia, esa dignidad, esa moral… Creo que no quieren hablar de eso porque saben que es una avergüenza, pero tarde o temprano se hablará. Me atrevo a decir que la política exterior de Cárdenas debería ser el modelo universal, tal vez exagero un poco, pero no me preocupa porque se ha exagero mucho más desde el otro lado. Una parte muy importante de esa política exterior fue, precisamente, la relación con el exilio, con el que se mantuvo la tradición y se respetó siempre.

¿Cree entonces que el modelo de Cárdenas perduró después de su sexenio?

Creo que el proyecto de país de Lázaro Cárdenas, que seguramente tenía errores y numerosos obstáculos que impidieron alcanzar los proyectos utópicos, sin embargo creo que lo que sí se mantuvo durante mucho tiempo en México fue su modelo de política exterior. Es decir, creo que hasta el gobierno de Fox, quizá hasta unos años antes, México fue modélico en esto, en parte porque ese proyecto de Cárdenas duró bastante. Pero eso era sólo una parte del proyecto de Cárdenas, mientras que otras partes de su proyecto fracasaron, quizá por algún error de calculo y porque el contexto político le obligó a reforzar mucho el aparato del partido en el poder, y del poder mismo… Esa cambio se notó más claramente con el siguiente gobierno, el de Manuel Ávila Camacho, que no continuó con el proyecto de Cárdenas de construir un país moderno, justo y desarrollado.

Su condición de exiliado y su escritura no van necesariamente de la mano, ¿es así?

Yo, como profesor y consejero de jóvenes, siempre combato esa inclinación a ligar mi poesía con mi condición de exiliado. A mí nunca me intereso particularmente escribir sobre ese tema, simplemente me tocó vivirlo, pero no me he hecho por eso. No, me hice poeta seguramente porque tenía que ser poeta. Cuando yo empecé a escribir vivía en un medio de exiliados, pero eso es otra cosa, era un ambiente que me rodeaba. Pero el modelo que yo tenía de la literatura no eran de escritores del exilio, puesto que cuando yo empecé a escribir tenía muy poca cultura y, entonces, lo que yo leía eran algunos nombres de escritores que me sonaban porque me los habían enseñado, pero no eran los del exilio.
El primer escritor que me deslumbró fue Miguel de Unamuno, que no era un exiliado, después descubrí a Azorín, a García Lorca y a otras figuras que había oído nombrar o que había leído porque sus libros estaban en mi casa. Cuando empecé a conocer a otros jóvenes escritores como yo, al principio todos eran del mundo del exilio y recuerdo que me sorprendió mucho que hablaran de la nostalgia de España, puesto que yo no tenía la menor nostalgia de España.
Muchos años después, cuando estaba en París, coincidí con José Bergamín y una vez me dijo que no había leído nada mío y me pidió que le diera algunos poemas. No tenía ningún libro, por lo que le di unos poemas que copié a mano de un libro, entonces cuando me volvió a ver me dijo: "Me ha sorprendido mucho tu poesía, tú eres un poeta alemán". Y yo le di gracias. Entonces, él se dio cuenta que yo no era un poeta del exilio, como él suponía en un principio, pues había leído a otros poetas de mi generación que hablaban de la nostalgia, de la identidad. Pero yo no hablaba de eso en mis poemas, yo hablaba de la noche, la luna o las mujeres.
Yo no soy, ni mucho menos, un poeta del exilio. He tenido mucha más influencia de Octavio Paz o de Rimbaud que de los poetas del exilio.

¿Entonces los poemas de esos poetas del exilio tampoco le emocionaban?

Bueno, al principio creo que sí. Yo viví en el medio del exilio hasta que entré a la facultad a los 17 años, hasta entonces mi mundo era casi exclusivamente de exiliados, incluso los que mexicanos que tratábamos entonces eran porque ellos se habían integrado a nuestro grupo. No al revés, curiosamente. Recuerdo que incluso se hacían algunas bromas, como cuando algún amigo mexicano decía que tenía recuerdos de España.
Entonces es verdad que al principio sí leía esos poemas, puesto que hablaban de algo muy significativo en ese momento, sobre todo para las víctimas. Nosotros éramos los buenos de la película, mientras que los malos eran los fascistas, por lo que alguna manera eso nos sostenía mientras pensábamos que íbamos a volver en algún momento.

¿Entonces no cree que esa condición de exiliado era su seña de identidad?

Creo que hay algo que se olvida a todo el mundo. Nosotros, los exiliados y los hijos de exiliados, éramos parte de algo más vasto: el exilio europeo. España fue la primera víctima del fascismo, pero no la única. Eso yo lo viví y por eso me extraña mucho que ahora se olvide. O sea, que los centros de resistencia al fascismo eran muchos, como las instituciones francesas o los centros judíos. Entonces era un mundo común, donde ese gran exilio europeo circulaba. Eso no se puede olvidar, pero la gente muchas veces piensa que como no son de los suyos, entonces hay que olvidarlos.

También hay que reconocer que en el exilio había algunas divisiones, cuando no enfrentamientos abiertos…
Sí, pero mucho menos que aquí. Es decir, el exilio nos daba una solidaridad entre nosotros. Por eso, cuando regresé a España, me sorprendió mucho ver que había tanto odio entre catalanes, vascos y castellanos, o entre socialistas y comunistas. En México convivíamos perfectamente, a nadie se le ocurría preguntar si alguien era tal cosa. Sí se sabía y se hablaba sobre la procedencia o pertenencia, más bien había unión en el exilio, que se manifestaba, por ejemplo, en los colegios. Ahí convivían catalanes, vascos y castellanos sin ningún problema, los grupos que había no se formaban por eso, sino por otras razones, como los equipos de futbol o las afinidades musicales, pero nunca por el partido o por su origen. Al menos eso fue lo que yo viví. Por ejemplo, todo el mundo pensaba que Max Aub era comunista, pero la única filiación política que tuvo fue con el Partido Socialista y eso no influía para nada en su vida. Había respeto y solidaridad, por eso creo que si había algunas divisiones o enfrentamientos, éstos no eran fuera de normal.

Esa creencia permanente en el regreso, supongo que era una loza para los exiliados…
Cuando se acabó la II Guerra Mundial y empezó la guerra fría, las potencias decidieron olvidarse del exilio español y dejarle en la estacada. Eso es la historia, que siempre ha sido bastante cochina. Pero luego está la vida de cada uno y cuando yo tenía unos 18 años creo que tenía cada vez más claro que no iba a volver. Recuerdo que sentí algo de indignación por esta injusticia, pero en ningún momento sentía nostalgia de España, al contrario, tenía mucha más nostalgia de Casablanca o de París. Esa incertidumbre por el ansiado regreso no fue nunca para mi algo importante, aunque sí era un desastre para mis padres.
Cuando vivía en México, yo sabía que era un desarraigado, un exiliado, que no era un ciudadano completo y por supuesto que eso era algo que me influía. Pero cuando yo hablaba sobre eso no lo hacía como un exiliado español nostálgico por España. En mi obra hay un solo poema sobre eso, muy cortito y metafórico, que se llama La madre asesinada.
Entonces lo que hablábamos antes sobre el sentimiento de extranjero, curiosamente todos mis poemas que he escrito con el tema del desarraigo están escritos fuera de México. O sea, que si siento algún desarraigo es por estar fuera de México, puesto que están escritos en París o en Estados Unidos. Eso quiere decir que ahora que vivo en España me siento desarraigado…

El desarraigo será entonces su seña de identidad…

Sí, como la de muchos otros. Por eso hablaba de que se va a tener que revisar esa máxima de "¿quién decide por quien, y con qué derecho?" Un exiliado siempre tiene la sensación de que le van a reprochar no sentirse ni de un lado ni de otro, o que sea bastante español o exiliados o nada. Se siente uno como si tuviera que estar siempre pidiendo perdón. Esa es una cosa que creo que sí se puede generalizar entre los desarraigados. Me explico: cuando nosotros estábamos en México lo que nos protegía era la ley, puesto que todos los Estados deben ser la garantía de la justicia. Por eso existe el Estado y si no, no es legítimo, al menos teóricamente se justifica en la ley. Pero en las democracias generalmente no se cumple, puesto que no se cumple lo que yo llamo la democracia legítima, que consiste en no sólo haber sido establecidas sino en respetar los derechos humanos. Por ejemplo, Hitler fue elegido democráticamente y legalmente, pero es evidente que no respetaba los derechos humanos, entonces creo que ese gobierno no era legítimo. Eso es algo muy importante, que fue puesto en duda recientemente en México, con el alzamiento zapatista. Así que no es verdad que un gobierno aunque sea legal, también tenga que ser legítimo, puesto que hay gobiernos legales que son ilegítimos, como fue, por ejemplo, el gobierno de Carlos Salinas.
El Estado se justifica como la garantía del derecho. Entonces en un Estado legítimo, en el sentido democrático de la palabra, que es el respeto a los derechos humanos, esos derechos deberían proteger también a los extranjeros o desarraigados. Nosotros en México recurríamos a la ley, pero siempre estábamos temerosos de que la ley se volviera nacionalista y nos chingara. Vivíamos en esa ambigüedad, por eso es importantísimo el derecho internacional, por eso creo que seguramente se va a tener que reflexionar mucho sobre esto en este siglo que viene.
El Estado no tiene más justificación que ser la garantía de la justicia, pero todo Estado pretende algo más, que es ser la encarnación de la nación, por lo tanto ese Estado no es justo porque la nación no es justa. Eso se vio con el zapatismo en México y ahora también se está viendo en España, puesto que a la mayoría de los exiliados siempre les preguntan sobre su identidad y digan lo que digan siempre van a quedar mal. Pero lo que yo digo es que no existe la identidad de las colectividades, por eso insisto en que esta experiencia del exilio debe servir para algo, por ejemplo para plantear radicalmente en España cosas como la naturaleza de la identidad, puesto que es peligrosísimo identificar la identidad con la nación y la nación con el Estado. Nadie quiere acordarse de que eso fue precisamente lo que utilizó Hitler. Y a eso vamos con todo derecho, pues todo nacionalismo es más o menos fascista o religioso, que casi es peor. Eso lo estamos viendo ahora mismo con los grandes fanatismos que son, a su vez, religiosos, que se ve claramente en algunos países musulmanes y en Estados Unidos. La guerra de Bush contra Irak es una guerra del protestantismo contra el Islam, o el caso de Irlanda del Norte.

¿Está usted cuestionando una de las esencias mismas de la sociedad actual?

En toda justicia no hay identidad. Lo único que puede haber es amor a la tradición, a la lengua, a la naturaleza o a los usos y costumbres, pero yo creo que eso no llega a ser identidad. Pero la ambigüedad que vivimos hoy en día es que, cuando el Estado necesita ser la encarnación de la nación para justificarse, entonces lo que hace es considerar que ese respeto a las tradiciones es su identidad. El problema es que nadie se atreve a decir que es injusto que un país dé más derechos a sus ciudadanos que a los extranjeros que viven en él. En España esto es muy claro, puesto que la izquierda está todo el tiempo diciendo que defiende los derechos de los inmigrantes, pero aún así todavía no se atreven a decir que un extranjero debe tener los mismos derechos. Y eso es porque detrás está la cuestión de la identidad. Un autor del siglo XVIII dijo que el patriotismo es el último refugio de un granuja.

Anónimo dijo...

Es curioso el catálogo de autores de la biblioteca del cervantes virtual, muy revelador por las presencias y, sobre todo, por las notables ausencias. Hay mucho poeta menor y muchos de los mejores no están, la selección me parece de lo más freak.

Respecto a lo de Tomás Segovia, genial que diga lo de los premios... pero a nadie le amarga un dulce y que yo sepa él no ha rechazado ninguno de los que le han concedido.
En el apartado Videoteca de Tomás Segovia, me ha hecho mucha gracia lo de "los escritores somos parásitos". Muy de acuerdo en general salvo cuando habla de que "en un mundo ideal los escritores no estarían subvencionados por el Estado; trabajarían y aparte de eso, escribirían".
¿A qué escritores se refiere el buen Tomás? Hasta dónde yo sé, la inmensa mayoría de poetas, y gran parte de los escritores de este país, tienen un trabajo del que viven, y aparte escriben. No entiendo muy bien a qué se refiere, porque salvo alguna excepción puntual, todos trabajan, nada más hay que leer las biografías de los poetas y ves en qué trabajan o han trabajado, y la mayoría son funcionarios, profesores, se han currado oposiciones, etc.
En definitiva, un discurso que me simpatiza pero me parece más propio de mí, que tengo 30 tacos y soy propenso a la exageración, y no de un señor mayor y tan consagrado.
Lo pongo de héroe pero con asterisco.

Y me encanta que colguéis vídeos a páginas y enlaces, yo lo leo y lo veo todo aunque cuando yo pongo algo nadie me hace caso, hala ;)

Anónimo dijo...

Hoy es un día terrible.

Scarlett se casa.

Al menos David Bowie aparecerá en su disco. Este dios sabe reconocer a una buena goddess, y ha dicho que Scarlett canta de manera mística. Y a tu querido Tom Waits, anonimito, le ha encantado el disco.

Así que deberás esperar a escucharlo para afilar tu navaja.

Tomás Segovia es un grandísimo poeta y un pájaro de cuidado. Ojo que el premio Juan Rulfo se concede, uno no se presenta, y es de lo más limpios que conozco. Si los jóvenes fueran como él, a premios como el Loewe no se presentaba ni Dios.

Un ejemplo a seguir. De los pocos.

Anónimo dijo...

Mi admirado Joan:

el premio Juan Rulfo se concede, pero lo conceden precisamente esos poderes que Tomás Segovia denuncia. Los denuncia y acepta el premio cuando se lo dan a él. Pequeña y mínima contradicción, si quieres, pero contradicción al fin y al cabo.

Conozco a Tom waits lo suficiente como para saber que ha obrado movido por la mera "cortesía profesional": sabe perfectamente que no puede hablar mal de la versión que de su canción ha hecho la chica Hollywood del momento. Es de cajón. Por supuesto, y para que veas que me porto, escucharé el disco entero, pero el clip me ha puesto sobre aviso de lo que me voy a encontrar: pose, alarde e ínfula. Arte: cero.
Y en cuanto a David Bowie, es un tipo que dijo que le gustaban más, porque eran más emotivas e intensas, las versiones que Scott Walker ( y cuidado, que me encanta Walker) hace de Jacques Brel que las del propio Brel.
Las comparaciones son odiosas pero aquí te las traigo:

La chanson de Jackie por Scott:

http://es.youtube.com/watch?v=_dfqtyL_9-4&feature=related

La chanson de Jackie por su autor, Brel:

http://es.youtube.com/watch?v=WW67lm_AE54

Después de esto, no acepto ninguna autoridad en el juicio musical de David Bowie. No me extraña que un filisbustero como él, que siempre se ha pegado al sol que más calienta (y que, como U2, encarga un estudio de mercado antes de sacar un nuevo disco, para plegar su música y estilo a las demandas del momento), le dore la píldora a la Johansson.

Deportivamente, eh? ;)

Anónimo dijo...

Hay que razonar, anonimito. Las descalificaciones no son argumentos. Bowie es un buen hombre de negocios pero es uno de los músicos más importantes de los 70. Lo cortés no quita lo valiente.

Espera a que salga el disco y entonces podrás rendirte a sus pies. Deportivamente, claro.

Anónimo dijo...

Un poco de poesía, ¿no?

Un dos de mayo distinto al madrileño nos propone este poema de Tomás:

Dos de mayo

No pierdo nunca mi noción de amor
Sé todo el tiempo de qué lado queda
Del lado que mi rostro
Lleva la piel más encendida
El alma va segura con los ojos cerrados
A su manera ve
Como la piel del ciego
Informada
besada.

Anónimo dijo...

Pues hace poquito, Helena, hubo un macrohomenaje-recital tan largo como una boda india en honor de quien para mí es el máximo exponente del cotarro que critica el Sr. Segovia: García Montero. Leyeron poemas sus camaradas, hubo conferencias, presentaciones a cargo, de nuevo, del dpto. de Española y parece que fue un éxito para las masas. Yo intenté ir a verlo, pero al final me pudo la úlcera de estómago; me quedé en casa leyendo a Martínez Mesanza y traduciendo a Alceo de Mitilene: dos poetas de verdad en el día del poeta de mentira. Mis protestas son así de silenciosas, qué le vamos a hacer.

Anónimo dijo...

No descalifico a Bowie, Joan, tan sólo invalido su juicio musical a tenor de su comentario. Te invito a ver ambos vídeos y juzgar por ti mismo. Si te parece mejor la interpretación de Scott Walker, más rotunda y emotiva, pues en música tenemos visiones distintas, simplemente, y no se hable más.
Y si quieres razonar, razonemos: explícame por qué Bowie es tan importante en la música de los años setenta. ¿Más importante que King Crimson, los primeros Pink Floyd, Soft Machine? ¿Más que Nick Drake, Leonard Cohen, Brel o Léo Ferré, más que Paolo Conte, Townes Van Zandt o Laura Nyro? No parece que tenga el sonido de los primeros ni las letras de los últimos... para mí, es, sencillamente, un mercenario sobrevalorado. Como sobrevalorados están, a mi juicio, toda la línea genealógica que desciende de la Velvet Underground y llega hasta Sonic Youth. Si tengo que elegir entre John Cale y J. J. Cale, mi decisión está tomada... por muy "cool" que parezca el primero en relación al segundo, como músico no le llega ni a los tobillos.
Y entiende que a algunos no nos gusta comulgar con la impostura cuando la vemos tan descaradamente. Y si en poesía os parece que reina más de lo que debiera, en el mundo de la música o el cine, apaga y vámonos.

Y sigo en mi línea de zapatillas deportivas, no te me enfades ahora ;)

Anónimo dijo...

Gracias Diego. Sí, estuvimos hablando por aquí de ese macrohomenaje que le organizó Rafael Morales Jr. ¿Qué tal es como profesor? Porque como antologista da un poco de miedo. Es muy partidista. Por cierto, que comentan que dijo públicamente que Montero estaba poco premiado. ¿Qué más quiere que le den? ¿El Cervantes a los 50? Tiene el Adonáis, el Loewe, el Nacional. Le podrían dar los mismos premios todos los años pero a parte de eso, no sé qué más quiere. Algunos pensamos que está sobrepremiado. de hecho.

Esta bien ser agradecido por lo que pueda haber ayudado Luis en homenajes y demás a Rafael Morales Sr pero de ahí a ese militarismo tan poco académico va un trecho.

¿Ha salido algo nuevo al castellano de Alceo a parte de la antología de Hiperión? ¿Se han descubierto nuevos poemas?

Anónimo dijo...

Me temo que estamos aburriendo al personal olímpicamente. Me puede gustar Bowie, King Crimsom, Pink Floyd y Sonic Youth a la vez sin que haya que entrar en comparaciones masculinas sobre el tamaño de cada uno. Para mi Bowie es especial en los 70, pero eso no me impide escuchar al resto de grupos que mencionas. Soy polígamo dentro y fuera de la música. Y ya sé que es ilegal.

Cuando salga el disco de la diosa te lo mandaré a tu email. Espero que lo escuches sin prejuicios.

Doy por finalizado este tema, por mi parte, para no matar de aburrimiento al blog.

Brindemos por Tomás Segovia, que se lo merece. Cada vez escribe mejor. Sus últimos libros son muchos mejores que los primeros, lo cual me da una mínima esperanza.

Anónimo dijo...

A mí ninguno de esos señores me ha dado clase (la emoción me embarga) y la verdad es que como antólogo Morales deja mucho que desear, sí: hace poco compré la antología que abarca hasta el 2005 y no me gustó mucho el resultado en conjunto: creo que hay vida más allá de los de siempre. La antología bien podría haberse titulado "Antología de poetas hispanistas con salvedad de algún filósofo al que incluimos por dar color al asunto". Al final, salvo contadas ocasiones, te queda la sensación de que todos son el resultado de las mismas lecturas y los mismos consejos de los mismos profesores y orientadores: parece que volvemos a la poesía bizantina, con sus escuelas filológico-poéticas. En palabras de Martínez Mesanza (dos citas hoy y ni soy de la familia ni nada que se le parezca) "muchos poetas
sólo leen poesía, casi siempre traducida o de poetas que sólo leen poesía, casi siempre traducida o de poetas que sólo leen poesía... etc. Y se nota." En cuanto a Alceo, no ha aparecido nada nuevo como tal, aunque sí está a puntito de salir (o eso espero) una traducción muy bien reposada en la revista Iris: ya te la pasaré cuando salga. Sí ha salido, en cambio, algo de Safo, tan unida a Alceo a pesar de ella misma: edita West el último papiro encontrado y lo estudian la Adrados junior y Marco Antonio Santamaría, pero como hecho poético sin más quizá la mejor noticia sea la traducción en DVD, que Macías recoge y traduce bellamente, lejos de los salvajes acentos de Tobal en Hiperión y las manías de Aurora Luque en El Acantilado.

Anónimo dijo...

Ya me habían dado ganas de comprar el libro de Tomás Segovia (al que conocí por primera vez como traductor de Ungaretti), pero ahora creo que lo tengo mucho más claro. En cuanto al libro de Aguirre, lo tuve en mis manos el otro día y, en mi humilde opinión, creo que está no un poco, sino muy por debajo de su línea general. Me resultó cursi y sosaina.
¡Y no comparto el juicio de los Addison de que la poesía de García Baena es amanerada! Simplemente, es puro néctar, condensación poética, posmodernidad dentro de la revisión de unas formas en principio caducas pero que, en manos del maestro, rezuman una vitalidad y un talento únicos.

Anónimo dijo...

Anonimito, me vas a perdonar pero no tengo clara la respuesta a la pregunta que me haces.

Sobre Tomás Segovia, es verdad que su poesía va a mejor con cada libro, lo cual, teniendo en cuenta su edad, es todo un prodigio.

Y sobre Pablo García Baena, comparto plenamente la opinión wittiana. Y con todos mis respetos, Miriam, me pregunto: ¿el siguiente poema es posmoderno o postmodernista? Evidentemente el adjetivo amanerado es muy subjetivo. Lo que para Luis Antonio puede ser simplemente barroco para mí puede ser insufrible. Eso sí, dicen que su último poemario, contenido en esta tercera edición de su obra completa, es más contenido:

GALÁN

Aquí está ya el amor.
La luna crece en el espacio virgen.
Desnudo, el desvelado hacia la aurora siente
resbalar por su cuerpo un agua de sonrisas.
Los álamos palpitan de finos corazones
y lento va el cortejo de los enamorados suspirante
en la noche,
deshojando el jazmín de las vihuelas.
Una mano enjoyada de anillos y serpientes
hunde sus uñas sabias de placer en los durmientes núbiles
y fría en su belleza la alta madrugada respira en las glicinas.

Él piensa:
"Ah, caminar a solas bebiendo tu embeleso
por el vientre sombrío de la playa
donde el mar, a nuestros pies descalzos,
rompe en astros su voz amarga y su desdén.
Un rumor de guitarras perezosas
en los puertos azules donde la palma florecida mece,
ebria, su danza lánguida
nos dirá que el amor es tan sólo un sorbo de verano.
Viviremos bajo un dolmen de yedras y de lluvias
en las suaves colinas enrojecidas de frutos
y la dicha fugaz apartará sumisa para vernos
los pámpanos silvestres dorados por el ala de los abejarucos.
Ah, morir, quiero morir con tu nombre en mis labios."

La noche unge con sus sacros óleos los ojos del amante.
Juglares y doncellas
que ofrecían manzanas de amor entre columnas
duermen bajo una brisa de besos que deshace sus cabellos floridos
y sólo el ruiseñor, el príncipe nocturno,
asciende por las altas graderías de la luna
y en su pluma suave
una rosa de láudano crece esparciendo olvido.

El piensa entre los sueños:

"Quiero morir cantando junto al mar".


A todo esto hoy creo que se falla e reina Sofía en el amanerado palacio real. Poetas alrededor de la corte, malo malo.

Anónimo dijo...

Estando Jaime Siles, Luis Antonio de Villena y Clara Janés en el jurado, ¿quién selecciona al jurado?, me inclino por Paco Brines.

Anónimo dijo...

Hummmm... Jordi, a pesar de haber escogido un poema especialmente "amanerado" -y de ese verso sobre "el cortejo de enamorados suspirante en la noche" que, en fin... - me sigue gustando el cordobés.
Y es curioso, porque está bastante alejado del resto de mis gustos poéticos. Pero a mí García Baena sí me transmite cosas e, insisto, siento que, tras la corteza artificiosa de su poesía, late autenticidad.

Anónimo dijo...

Desde ese punto de vista, anónimo, no descartes al propio García Baena, a Ernesto Cardenal o a Pacheco.

Anónimo dijo...

Al final... García Baena

Addison de Witt dijo...

¿Cómo es posible que entre casi 50 poetas pre-seleccionados, más los que se hayan presentado en la propia reunión, nuestros avispados lectores den cuatro nombres basados en la composición del jurado y acierten en el ganador?

Casualidad que coincida con la tercera reedición publicada por Visor. Casualidad que hace sólo una semana El Cultural le hiciera una reseña. Casualidad que un miembro del jurado sea prologuista del libro.

Casualidad como da El Mundo la noticia firmada por Antonio Lucas:

"El poeta cordobés Pablo García Baena ha sido distinguido con el Premio Reina Sofía por el conjunto de su obra. El galardón, el más importante de poesía iberoamericana, ha sido entregado con anterioridad a Antonio Gamoneda o Juan Gelman, los últimos Premios Cervantes.

El jurado ha estado compuesto, entre otros, por Jaime Siles, Luis Antonio de Villena, Clara Janés".

En fin, enhorabuena al premiado y a Chus Visor.

Esto es lo que hay, amigos poetas y lectores. Vosotros tenéis la última palabra. ¿Algún día cambiaremos esto entre todos o los que llegan a esos jurados llegan por sus muestras inquebrantables de fidelidad que nosotros no tenemos? Tal y como apuntan algunos compis de generación, esto no cambiará al menos en los próximos 40 años.

Nosotros vamos a releer a Tomás Segovia, que probablemente no estaba ni nominado. Tampoco creemos que lo estuviera Rafael Cadenas.

Tenemos cierta sensación de que no sólo no avanzamos sino de que vamos hacia atrás.

Anónimo dijo...

Huy.
Mi defensa de García Baena ha sido (y es) a su obra; que quede claro que con los procedimientos arriba expuestos por los Addison no estoy nada de acuerdo. Tienen (tenéis) toda la razón.

Anónimo dijo...

Sólo hay que ver la nómina de poetas propuestos para darse cuenta de que es un premio conservador, previsible y, para quien esto escribe, sin ningún interés. Aunque lo haya ganado Blanca Varela, Gamoneda o Gelman, de nuevo campan las huestes del verso florido y conquistan el espacio que les corresponde: el de los futuros libros de texto. Una pena que dentro de 100 años los pobres niños tengan que estudiar poesía como la de García Baena, Caballero Bonald y otros, y los poetas más interesantes del presente habrá que buscarlos con lupa en el pasado, como hoy buscamos a Marcel Schwob o Léon Bloy, por no haber recibido la sanción de la posteridad.

¿Sabéis lo que os digo?
Que nos lo merecemos.
Dos tazas y esto es lo que hay.
Infumable.

Y gracias a Joan por llamarme al orden y recordarme que este blog sólo interesan las conspiraciones y la Real-Poetik (o Real-Gedichte). De ahora en adelante no me saldré ni una línea del guión.

Anónimo dijo...

No, si la culpa es mía, por sacar el tema. Es bueno salirse de vez en cuando de la poesía, amigo, pero si lo estiramos mucho creo que aburrimos.

De todas formas he visto en el mundo.es el video de la diosa y de momento se confirma que canta de puta pena. Esperaré al disco pero me temo que la naturaleza ya ha sido suficientemente generosa con ella.

Y sobre el Sofía, todo lo que rodea al premio me parece una cursilada palaciega de cuidado. Que se lo entregue Luis Antonio y que nos dejen en paz. Eso sí, debería de existir una casilla en el IRPF para decidir si nuestro dinero va destinado o no a estos menesteres tan lamentables.

Afortunadamente tus hijos no tendrán que estudiar algunos de los genios premiados últimamente. Confiemos en el buen hacer de la crítica futura, dicho sea con el máximo respeto por Miriam Litvam, precioso nombre, o a quien le guste este respetable señor, cuya poesía reconozco que me enerva en casi su totalidad, como es muy posible que la mía horrorice a ciertos miembros del jurado.

Anónimo dijo...

Yo sólo hojeé el libro, Diego. Los de siempre, algún ex-alumn@, alguien que le puede ayudar por su posición, algún amigo, en fin, enorme bostezo.

El libro de Safo lo tengo, pero si sale algo más de esa envergadura en alguna editorial/revista no tan conocida, avisa porfa.

Anonimito, gracias por tus videos musicales. Me han encantado. De vez en cuando está bien salirnos de la poesía escrita para irnos a otra poesía.

Sobre lo de Baena, parece un premio que tiene que ver más con la edad y falta de "premios importantes" que otra cosa. Por si nadie se ha dado cuenta, la antiguedad para la poesía españole es tan importante como en un ministerio. Aquí ser poeta y suicidarte es una doble putada porque a parte de morirte no recibes ningún honor. Por eso la tasa de suicidios entre los poetas españoles es tan baja comparada con la de otros países.

Que el premio lo disfrute él, el jurado, el rey, la reigna, el editor y todo Borbón o cortesano que se precie. La cola es larga en el Real.

Anónimo dijo...

dos breves notas: lo de los suicidios, de mal gusto. Y lo de Baena, al margen de cuestiones de la corte (y confección), merecidísimo.

Anónimo dijo...

Me has sonado dura, querida Helena.

Pero dentro de la enorme incorrección política de tu comentario, tienes razón. Lo que nos ha costado sacar del anonimato y olvido a Anibal Núñez, por ejemplo.

Hay muchísimos poetas mucho mejores que Baena en toda Iberoamérica. No sé si tan entrañables y humanos pero sí mejores. Creo que la edad y el poder, no el suyo sino el de los "cercanos", tienen más que ver con este premio, que en el fondo tiene que ver también con un reconocimiento a todo lo que representa Cántico. Y también creo que es un premio de consolación, dado que pienso que nunca recibirá el Cervantes.

Anónimo dijo...

Vaya artículo que escribe el tal Javier Rodríguez Marcos en El País. Atención al título: "Justicia poética para la obra incomprendida de García Baena".

No se puede ser más sectario en un titular. ¿Esto es lo que enseñan ahora en la escuela de periodismo de El País? ¿También a poner un versito y decir "Cualquier poeta nuevo lo habría firmado"? Mayor generalización es difícil de comprender. ¿Qué sabrás tú lo que firmaría un poeta "nuevo"?

¿Éste no es el mismo que la semana pasada fue señalado por alguien del foro como el hermano del dueño de una editorial, editorial que tiene un trato privilegiado en Babelia? Sí, es el mismo.

Eso sí que es justicia.

Anónimo dijo...

pues es un buen premio de consolación, habida cuenta de que ya tiene el príncipe de Asturias de las letras (premio que consiguió él y no por ejemplo Borges, lo cual es muy revelador...)

Lo que es extraño es que antes de que se falle el premio, en la noticia donde avisa del mismo, El Mundo coloque precisamente su foto. Demasiada casualidad.

Merecido el premio a Baena, es una manera de verlo. Para mí, no. Más lo merecen, como se ha dicho por aquí, Rafael Cadenas u otros. Y en la lista de premios Reina Sofía recientes, creo que son muy distintos Blanca Varela, Gelman y Gamoneda respecto a Baena. Son muy diferentes, al menos en mi opinión, subjetiva, lo admito, los grandes poetas de los versificadores dotados.

Para mí se ha premiado un discurso retrógrado. Claro que tampoco esperaba que le dieran el premio al insumiso Panero, pero bueno...

Tampoco entiendo que Helena haya dicho nada de mal gusto. Este puritanismo y respeto a los tabúes no lo entiendo. Quizá es más cómodo vivir poniéndole un condón a las verdades.

A mi querida Ana, como apunte quizá perverso, yo sí creo que el resto de poetas pueden ser tan entrañables y humanos como Baena. No creo que el cordobés tenga al monopolio de la humanidad, la generosidad y la filantropía, dicho sea con cariño hacia ti.

abrazos

Anónimo dijo...

Ana:

Solo hay que mirar los últimos galardonados:

Blanca Varela, Gelman, Gamoneda, Caballero Bonald, Sophia de Mello.

Si, es cierto, algunos lectores no comprendemos. Yo no comprendo qué pinta el lirismo de un prinpiciado siglo XX como es lo que García Baena nos ofrece en el podium.

Antes hubiese apostado por Mestre, Maillard, Mendez Rubio, Eduardo Milan, Hugo Múgica, Carlos Piera, Atencia, Olvido, Talens, Jaramillo, Felix Grande, Julia Oxtoa,Miguel Angel Velasco, Quique Falcón, etc., etc., para impulsar poesía que creo que si cuenta hoy, aporta, remueve, avanza.

Pero es una opinión amateur de un lector con voz pero sin voto.

Lo que realmente me fastidia es ese totalitarismo de baja intensidad, camuflado, zalamero, silencioso propiciador de esclusiones, olvidos, deshonras.

Un beset, Ana.

Un abrazo a todos y todas

Viktor

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Anibal Nuñez es un poeta, al igual que César Simón, que si deberían pasar a la historia de los poetas que realmente cuentan y contaran. También Tomás Segovia, al que si por mi fuera le hubiese dado el premio que recoje el incomprendido García Baena.

Tomás Segovia además de excelente poeta y traductor es un buen crítico y pensador cultural.

Y no he leído mejor poesía erótica que sus sonetos votivos ni he leído poesía de sentimentalidad no aborregada ni más luminosa que su "DIA TRAS DIA".

Su último poemario tiene textos muy acertados en el sentido de transcribir en lenguaje poético una idea sencilla y hacerlo sin florituras ni complejidad. Si, su sencillez es un arte. Decirlo con claridad y belleza, con pocas palabras, y decir ontológico y existencial que nos deja en un tris tras la relectura. Eso lo hacen muy pocos.

En el país de ayer miércoles, Tomás Segovia contesta a la editorial del País sobre el artículo de Paz y su correspondencia con él. No tiene desperdicio. Lo busco y os lo traigo. En resumén, según Tomás no es tal esa ruptura y enfado al final de la vida de Octavio.



Un abrazote

Viktor

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón, anonimito. Ni por un instante me acordé de que recibió el Príncipe de Asturias nada más y nada menos que en 1984, justo el año después a ¡¡¡Juan Rulfo!!!.

Pues menuda injusticia poética que señalaba el periodista.

Qué vergüenza.

Y sí, claro que habrá poetas tan entrañables como él. Sólo quería decir que es una persona a la que se le coge cariño en seguida. No es Valente, vamos, que escribía mil veces mejor pero que tenía un poco de mala leche.

Voy a decir algo que también va a sonar políticamente incorrecto, pero lo tengo que decir y me importa poco si alguien piensa que soy lo que no soy. Creo que en cuanto a premios, en los últimos 20 años, se ha producida una discriminación "positiva" hacia poetas homosexuales, una discriminación muy intensa. Han formado una especie de camarilla, se protegen, se valoran en jurados, se premian. Tengo amigos poetas homosexuales que están completamente de acuerdo en esto. O sea que espero que no se me tache de homófoba, con la cantidad de amigos que tengo entre ellos.

Y las más perjudicadas no son las mujeres, que creo que también hemos sido tratadas de manera condescendiente por algunas editoriales, Hiperión sin ir más lejos, y premios. El problema realmente lo tenéis los chicos heterosexuales. Vais a tener que empezar a ser una especie a proteger.

Y respecto a lo que dijo A.C., que no sé si son las iniciales de un poeta o de un empresario hotelero catalán, ¿los miembros del jurado no dormían en un lujoso hotel madrileño de la cadena AC?, me interesaría que profundizaras en lo dices. Porque dices que el premio es merecidísimo como si fuera un axioma irrefutable. Di por qué, hombre.

Y Viktor me caes de puta madre y quiero ser un día amiga tuya, porque cada vez que nos das una lista de tu canon nos pones a tus tres poetas valencianos. Ya es un clásico de este blog. Me caes bien, tío. Eres fiel de narices.

Anónimo dijo...

Curioso si quieres votar la noticia en El País del tal Javier Rodríguez Marcos. Si marcas una estrella, de las cinco posibles, aparece tu voto como marcado, pero si le das a refrescar para ver si realmente ha quedado, ¡¡¡el voto se borra!!! Muy democrático, sí señor. Que le pongan directamente diez estrellas y cuatro galones por su artículo tan objetivo.

Anónimo dijo...

¿Viktor y Viktor Gómez forman una única mónada o entidad indivisible? ¿O son dos seres distintos?
Con un abrazo a Viktor, improvisado Jano bifronte, y a su adlátere Viktor Gómez. Además estás haciendo muchos amigos aquí, ¡a mí nadie me quiere conocer, y con razón!

Interesantes reflexiones las de Ana sobre las especies a proteger en la zoología poética... nunca lo había pensado, interesante.

Addison de Witt dijo...

Es el mismo Viktor. Es que Ana se confundió y puso su comentario en el post anterior de Rosa Díaz, y Viktor le siguió, así que borramos esos dos y los trasladamos aquí. Pero es el mismo Viktor, con un adjetivo suavizado, eso sí (perdona compañero pero tenemos que moderar a veces vuestros merecidísimos epítetos).

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Si, de narices ando bien, Ana. De fidelidades, aunque no sea contemporaneo pues también, ¡qué le vamos a hacer!.

Si los sigo y seguiré mencionando es porque para mentar a los otros ya hay otra gente. A estos, Falcón, Mendez, Montealegre, los conozco porque les leo, les veo, les oigo. En Valencia hay muchos poetas que publican. Yo me remito a los que más me conmueven y sorprenden.

Pero vamos, Holan, Jabès, Celan, Pizarnik y Anne Sexton me gustan igualmente.

Siento ser de narices leal y reiterativo, pero es por no mentirme a mi.

Antonio Méndez Rubio, Quique Falcón y Pedro Montealegre me parecen muy buenos poetas buenos. A nivel español e internacional.

En cualquier caso, sigo con curiosidad vuestras críticas y recomendaciones y gracias a ello voy ampliando mis lecturas.

Aunque, con Borges, lo importante es releer. Y en mis relecturas no faltan ni Celan, Holan y cia ni Falcón, Mendez y Montealegre.



Bueno y para que no me llamen la atención os remito a la página número 38 de El País, edición impresa del 7 de mayo del 2008, a OPINION. Leed "Puntualización de Tomás Segovia". Yo os transcribo el final:


"La última vez que lo ví, poco antes de su muerte, me dijo que en su obra, que estaba recopilando, faltaba una página, que hubiera podido ser su mejor página, y que se llamaría "Lo que amo y lo que detesto de Tomás Segovia". No me parece una frase que pueda decirse de alguien con quien se ha roto. Un cordial saludo. Tomás Segovia"


Buen finde, compas,

Viktor Gómez

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Hola, otra vez Viktor, Viktor Gómez, o como pone en el dni, Victor Manuel Gómez Ferrer.

No tengo el menor problema de ser identificado.

La "K" me obvia en internet muchas duplicidades y multiplicidades.

Aunque si me lo preguntan en una tertulia diré que es un signo de inconformismo y rebeldia. Los poetambres son un poco snobs. Pero leales de narices.





Un abrazote a todas/os.

Viktor

Anónimo dijo...

¿Por qué en novela hay críticos, que aunque sea en voz baja, se atreven a hacer crítica y en poesía tenemos que sufrir a casi toda esta panda de amiguetes insufribles?

La crítica que escribe Ángel Basanta en El Cultural, para un libro que paga tanta publicidad como paga su editorial, al menos se atreve a meter el dedo en el ojo sin ningún tipo de problemas.

(por si cabe)
http://www.elcultural.es/HTML/20080508/LETRAS/LETRAS23087.asp


(por si no cabe)
http://www.elcultural.es/HTML/20080508/LETRAS/
LETRAS23087.asp

Ni que decir de la crítica de cine, que le importa un rábano todo el dinero que se dejan las grandes macroproducciones en publicidad y dicen lo que piensan con total libertad.

En cine no podría haber una página como ésta. Sería redundante.

Curiosamente tiene que ser la "industria" más pequeña la que mayores problemas de libertad, valentía y amiguismo tiene.

Anónimo dijo...

La endogamia, querido anónimo, la endogamia. Falsa, porque el mundo poético es mucho más rico, afortunadamente y como se puede leer en este blog, tanto por las críticas como por las numerosas recomendaciones.

A todo esto otra semana de monopolio. Y van tres seguidas. Esta semana no hay reseña pero sí hay un anuncio de un nuevo libro de Visor. Que no digo yo que ésta vez no sea importante, parecen unos inéditos de Angel González que van a salir en la colección para ricos "Palabra de honor", pero ya está bien, ¿no? Ni una reseña. Como si el resto de editoriales no existieran.

Y mientras, enfrascados en acabar hasta con el último hueso de Rajoy. Primero recomiendan votarle y ahora devorarle. ¿Es un trastorno bipolar periodístico o qué pasa con El Mundo?

Anónimo dijo...

María:

lo de El Mundo no es un trastorno bipolar. Es, por desgracia, algo mucho más grave e incurable. Como periodista que soy ya he expresado mi parecer en otra ocasión y prefiero no ser redundante.

Es un periódico que se permite tener críticos de poesía que escriben lo siguiente:

"Esto es Charles Bukowski: LA VERDAD. Con Bukowski no se pacta: a Bukowski se le ama con locura."

Escribir esto y cobrar por ello me parece increíble.

Al anónimo le diría que la crítica de cine es un mundo que tiene mucha miga y que no es como lo describe. Algo sé del tema porque lo vivo desde dentro. Pero no es éste el lugar para hablar de las sumisiones, hipocresías, cánones y consensos forjados por el miedo, es un mundo complejo y muy puñetero también.

Anónimo dijo...

Hmmm, hablando de El Mundo. Ayer, presentación de la hagiografía de su director Pedro J. Al margen del folklore que supone la presencia de Bono en una presentación de un libro o besando la mano a un arzobispo en un acto público como presidente del Congreso, Cesar Molina era otro de los presentadores. Y parecía llevarse muy bien con Pedro J.

Cuadrando círculos

Anónimo dijo...

Estel J.: en mi opinión el crítico que mejor ha sabido leer la poesía de Aníbal Núñez es Miguel Casado. Ha publicado muchas cosas, incluyendo un libro, La puerta azul : las poéticas de Aníbal Núñez en Hiperión 1999. Es también un gran conocedor de su obra Fernando R. de la Flor, que ofrece una visión muy particular del poeta, demasiado ligada, creo, a la época de la Transición. En ocasiones se ha tratado de aprovechar la rareza y el malditismo de este poeta para fabricar artefactos intelectuales un tanto traídos por los pelos, y hay que andarse con cuidado con algunos críticos. Sería muy interesante la edición de las actas de las jornadas del Círculo, pero todavía lo sería más una edición crítica de su obra completa. La que existe, en Hiperión, a cargo del citado R. de la Flor y Esteban Pujals, tiene el mérito de haber hecho accesible su obra, pero a estas alturas hace falta más. Por cierto, la Obra Completa de Aníbal Núñez fue finalista del Premio Nacional de Poesía el año que lo ganó Felipe Benítez Reyes con "Vidas improbables" (sic).

Addison de Witt dijo...

Queridos amigos:

Las actas de las jornadas en honor a Aníbal Núñez en el CBA están publicadas por el propio Círculo de Bellas Artes bajo el título "Mecánica del vuelo". ISBN 978-84-87619-25-0. Participaron e Miguel Casado, José-Miguel Ullán, Olvido García Valdés, Carlos Piera, Antonio Méndez Rubio, Mariano Peyrou, Tomás Salvador González, Susana Díaz, Tomás Sánchez Santiago, Menchu Gutiérrez, Ángel Luis Prieto de Paula, Jenaro Talens, Fernando R. de la Flor, Francisco Castaño e Ildefonso Rodríguez.

Es decir, una alineación de gente que sabe mucho de Anibal y unos pocos que, como trabajan por allí, se apuntaron. Un libro irregular, por tanto, pero a pesar de todo, imprescindible por los aciertos de los ensayos de algunos de los autores.

Anónimo dijo...

Acabo de terminar el libro de Anne Carson, ¡qué bueno! Los ensayos son sensacionales, los poemas y "poemas" me han encantado. Y una gran traducción, por cierto (cosa que siempre se nos olvida). Me encanta la gente que se arriesga así, lo de Anne Carson es puro juego lúcido.
Tremenda también Jorie Graham; me ha dejado tan pasmado que aún no acierto a hilvanar dos frases...
me están gustando bastante Al Berto y Hinostroza, pero las chicas es que hacen el mundo sal, mamma mia, qué nivel...

Anónimo dijo...

Qué calladitos todos, así me gusta...