miércoles, 23 de enero de 2008

Babelia, tercera semana de 2008. Julen Carreño. La inquietud de las estatuas

Hola a todos y todas:

La pasada semana Babelia publicó una sola reseña de poesía. Hubo además una reseña de un libro de artículos de Pablo García Baena.

El libro reseñado tiene por título "La inquietud de las estatuas", lo escribe Julen Carreño y edita Hiperión. El libro fue premio Antonio Carvajal. No tenemos ningún problema con la composición de jurado, salvo que no nos gustan los editores en ellos. Nos imaginamos que las citas de Hölderlin sí le gustarían a Munárriz. Este premio a veces es trampolín en Hiperión para otros más importantes de la casa, así que existe la posibilidad de que sigamos viendo a Carreño en futuros premios Hiperión.

La crítica la realiza Luis Antonio, que como decía nuestra abuela está "hasta en la sopa". Sobre la crítica poco tenemos que decir. De los dos párrafos el primero es un poco biográfico, nos imaginamos que para aprovechar el poco espacio, y en el segundo, tras otra larga introducción general, por fin nos dedica unas palabras al libro. De todo lo que escribe, sólo detenernos un segundo el lo que dice sobre el irracionalismo. Desde luego, el irracionalismo, que según el crítico domina el libro, apenas aparece en el mismo. Así que si alguien va a comprar este libro por su irracionalismo, por favor busque en otro sitio. Y luego cuando habla de irracionalismo fácil, no sabemos si se refiere al del libro, o en general. Si se refiere al del libro, más que fácil habría que hablar de fallido. Y si se refiere en general, al menos pongamos que es tan fácil imaginar como contemplar. Al menos. Lo difícil es hacer buena poesía, sea irracionalista o sea realista.

Respecto a la objetividad, en ambos casos la consideramos elevada, porque se trata de un poeta desconocido para todos.

Comenzamos. El libro de Julen Carreño, en nuestra modesta opinión, tiene muchos de los defectos de la poesía de una persona joven y pocas de las virtudes.

Se nota, en primer lugar y de manera destacada, una falta de estilo propio, así como un intento de imitación de poetas varios en una amalgama dispar. Por la cantidad de citas que tiene el poemario, excesiva, como si el poeta quisiera señalar que ha leído, nos imaginamos que la digestión intelectual está siendo lenta.

Abundan las imágenes fallidas, las metáforas que no evocan y un irracionalismo que nosotros llamaríamos mejor dislocamiento, porque el irracionalismo es algo muy grande y no es lo que escribe este chico.

Como ejemplos de metáforas: "La Memoria es un asiento contable / de Pérdidas y Ganancias"; "esas manos / violentadas de raíces / que se empeñan en fingir atardeceres": "El niño perdido llora su invalidez / mientras escruta las faldas del paseo, / como quien demanda un probador vacante".

Como ejemplos de dislocamiento: "Por la noche acechan cuervos de ceniza las copas"; "algún perro apóstata muerto"; "soy / una tortuga panza arriba; el eructo / demandante de un sapo"; "Que somos fetos de sátiras inaptas"

A veces el poeta utiliza un estilo visionario, pretencioso, que resulta desalentador, como si el visionario trabajara en realidad en una línea telefónica de lectura de tarot: "He visto volar a una cometa / como el fantasma que arrastra sus cadenas".

También hay multiples referencias culturalistas en varios poemas, denotando que el poeta sigue no tiene claro el terreno en el que anda, y va tanteando todos los estilos que puede.

En otros poemas, el poeta trata de situarnos en un plano más expresionista, pero su exceso y su falta de freno, hace que el estilo que resulta sea más bien el de un cierto patetismo, o agonismo , como diría Ángel Luis. Ejemplos: "Un viejo / abraza el mastil que le empala"; "como un muerto que engulle carne muerta"; "aquel estadio de sangre en las paredes/ goteando en círculos perfectos"; "dócil como un gato en la cuneta"

Otro de los terrenos que trata de pisar el poeta, también con poca fortuna, es la poesía social, con poemas como "Para encontrar". El melting pot, las ganas de meterle al poema todo lo que le cabe hasta ahogarlo, terminan matando al poema.

En otros, parece que el poeta intenta una poesía aparentemente humorística, para nosotros fallida. Por ejemplo, este poema completo: "El viento adúltero / y las bolsas del parque / bailan un tango". O en el siguiente: "Que de niños nos enseñen a atarnos / los cordones / lo encuentro una broma de mal gusto / en un mundo que calza mocasines"; "Me temo / que este gel con extracto de kiwi / no burla el hedor de mi conciencia", o este poema que hasta tiene su lado machista: "Cuando por fin me decido a quererte / tú vas / y te desnudas sin que te lo pida".

Algunos poemas tratan de terminar con un pequeño fuego artificial, que no termina de funcionar. Ejemplos: "Las ratas" o "Aquellas Mentes". Y en momentos, introduce tecnicismos como "Piensas en" o algunos términos económicos que salpican el libro sin aportar nada claro.

El poeta, por el lado positivo, se mueve mejor en la poesía figurativa y confesional, a veces casi con aspecto de diario ("Leía a Poe en el porche trastornado..."). Se nota que le surge de manera natural, como le sale una ironía a veces acertada. En este sentido destaca el poema "Al prostíbulo añil de garganta". También destaca algún poema en el que hace una cierta referencia a la alienación del hombre, como "Después de atarnos", con una referencia a Dámaso.

También están por encima de la media del libro los poemas con algún contenido religioso. Al parecer, no estamos seguros, el autor ha estudiado derecho en la Universidad de Navarra y la experiencia se nota. Algunos poemas como "El árbol de Judas" tratan lo religioso con una ironía que es de agradecer. En otro poema de contenido religioso, quizás el pensamiento más lúcido del libro: (rezamos por la resurrección / y aún / no hemos desclavado al Cristo). En otros, sin ironía, el poeta también sale bien parado, como en el poema de corte confesional "Cierro los ojos".

Hay algún acierto poético, por supuesto: "Como si el agua pudiera llevarseme / no sé, el nombre /a la bañera de otro resucitado".

Pero el tono general es el de un poeta en estado todavía muy embrionario, sin un estilo propio, a veces con talento, pero la mayoría de las veces sin él. Resulta extraño que el poeta haya publicado a su edad tres poemarios. Quizás el autor debería de reflexionar y pararse un poco antes de sacar un nuevo libro. La historia de la poesía está llena de grandes poetas cuya obra de toda una vida cabe en un libro de 200 páginas, o incluso menos. No hay prisa. Hay que asimilar tanta lectura. E incluso releer.

Valoración del libro "La inquietud de las estatuas", de Julen Carreño: 4 / 10

25 comentarios:

Anónimo dijo...

Sólo muy pocos, Shelley, Rimbaud, Keats, y unos pocos más, han sido realmente muy buenos siendo jóvenes.

Por lo general, la poesía de la gente joven tiene la mayoría de las faltas que mencionáis en la crítica. En el fondo es un entrenamiento para mejores poemarios.

Y estoy de acuerdo en los consejos que, subrepticiamente, habéis dado a Julen, en especial la psicosis por publicar, y publicar lo máximo posible. Pero yo añadiría un consejo más: vivir intensamente. En general, los poetas necesitan vivir de manera intensa para hacerse grandes. Leer solo no vale.

Ánimo para los poetas más jóvenes. El camino no es fácil.

Anónimo dijo...

Como respondió, lapidariamente, Borges cuando le preguntaron qué hacer con los poetas jóvenes: "Disuadirlos".

Otro consejo que daba era no apresurarse en publicar. El propio Borges cometió ese "delito", pero se arrepintió y no permitió que se reeditara su obra escrita antes de la treintena. Y con razón.

"Los poetas necesitan vivir de manera intensa", dice ingenuamente mi compañero anónimo. Me parece que nos hemos equivocado de siglo para esa "intensidad". ¿Los poetas intensos? ¿Con su vida burguesa? ¿Qué intensidad, qué riesgo cabe ahí? Perdonadme el sarcasmo, pero esta casta de funcionarios (y no digo que no hagan bien, yo también soy un burgués, supongo) no parece la más adecuada para hablarnos de intensidad vital. A lo más que pueden aspirar los poetas es al "discreto encanto de la burguesía", como señalara el bueno de Buñuel. Y no es por meter bulla, si sois sinceros sabéis que esto es verdad.

¡No me tiréis muchas piedras que sólo soy un anonimito, pequeño e insignificante! :)

Anónimo dijo...

En cuanto al metro escogido por el autor, ¿de qué corte es? Tal vez eso me responda a por qué ganó él el premio (visto lo visto).

Anónimo dijo...

Anonimito, que ya no nos provocas!!!!!!!!!!!!!!!! Que te conocemos, pajarillo.

Bueno, aplausos al maestro Borges, que era un genio. Pero por llevarte la contraria, y me pongo prosaica, con las subidas de los precios de todo lo necesario, sea leche, pan o vivienda, burgueses, lo que se dice burgueses, van quedando menos. Y sí, estoy de acuerdo con Anónimo en que un poeta, sobre todo si hace poesía confesional, debe llevar una vida lo más trastornada y al límite posible. No creo demasiado en los poetas que sólo ejercen de 6 a 8 todos los días. Pero seguro que alguno de vosotros me saca un poeta excelente que llevaba una vida casi tan ordenada como Kant. Me anticipo con el gastado la excepción confirma la regla. Al menos, mi poetas favoritos no eran gente muy corriente que digamos.

Fina ironía, Saifo. Parece metro libre, ¿no?. Pero vamos, que todo el problema fuera el metro, ¿no?.

Dejo la pregunta en el aire de si Rimbaud, Shelley o Keats hubieran estudiado a finales del siglo XX, en España al menos, habrían escrito tan bien y tan pronto. Mi voto personal es no.

Anónimo dijo...

Mi querida Helena:

creo de verdad que si esos poetas que mencionas fueran jóvenes en la España de hoy, serían mileuristas, como todos; estarían opositando y probablemente no escribirían una línea. ¡Nuestra realidad es anti-poética, señores!

Respecto a lo de que el poeta debe llevar una vida lo más trastornada posible, ¿qué vida sería esa? ¿Es trastornado e intenso emborracharse o drogarse una noche sí y otra también? Lo hacen infinidad de personas de talante anti-poético. ¿Es intensidad tener un trastorno mental? Están tan al orden del día que la esquizofrenia ha perdido su prestigio. ¿Una vida promiscua es una vida intensa? Pues es dudoso también; estamos tan acostumbrados a cambiar de pareja como a cambiar de calcetines; poca intensidad en ello, más bien al contrario, nos hace un tanto frívolos y superficiales, los afectos pierden buena parte de su valor.

De verdad creo que una vida intensa y distinta a lo mejor se cifra en otras cosas: en retirarse del mundo, en cultivar una indiferencia interior. Desde luego, entregarse a los placeres desaforados podía ser "poético" a los decadentes y románticos decimonónicos. Hoy que lo hace todo el mundo, no es un valor en sí mismo.

Hay una canción de Léo Ferré en la que la policía detiene a los poetas:

"¿Poète? ¡Vos papiers!
¿Poète? ¡Documenti!"

Tal vez entonces sí tendría riesgo y sería un aliciente.

Anónimo dijo...

Bueno anonimito, creo que incluso dando por sentado que todos somos burgueses en nuestra sociedad, lo cuál es discutible, hay muchas formas de vivir esa burguesía, tanto desde el punto de vista profesional como desde un punto de vista personal. Yo soy de los que opinan que el verdadero poeta lo es las 24 horas del día, es decir, incluso cuando sueña. Puede que sea una concepción romántica del poeta, pero incluso aunque un poeta lleve una vida aparentemente normal, es muy posible que su vida interior esté muy lejos de esa vida que muestra de cara al exterior.

Y respecto a la pregunta/encuesta de Helena, es difícil hacer historia ficción pero pienso que, al menos, no habrían sido tan precoces. Creo en la importancia de los genes pero no soy un determinista genético. Quizás habrían evolucionado más tarde. Y alguno no habría muerto tan temprano. Tengo dudas de si Rimbaud no habría estudiado directamente empresariales.

Anónimo dijo...

Lo del metro viene a cuento del premio que es (Antonio Carvajal es especialista en métrica) y del jurado que tiene (Munárriz clasicote a más no poder), no por otra cosa :)

Anónimo dijo...

Eres un pesimista impenitente, anonimito!!!!!

Sobre la vida intensa. Alcohol u otras drogas, enfermedades mentales y promiscuidad han existido siempre, y siempre existirán. No es un invento de la civilización moderna. Recuerdo una frase, no me acuerdo de quién, que decía que todas las generaciones creen que son los primeros en haber descubierto el sexo oral...

Para mí la vida intensa tiene más que ver con una vida lo más alejada posible del utilitarismo. ¿Qué puede haber algo de drogas y promiscuidad?. Bienvenidos sean, pero no como fin sino como una parte más de una lucha perdida de antemano contra todo lo que representa la sociedad utilitaria. La utilidad es el gran ídolo de nuestro tiempo, que ya dijo Schiller hace muuuucho tiempo.

Había entendido lo del metro, Saifo ;). Por eso dije lo de "fina" ironía. Lo que no estoy es tan segura es que Jesús Munárriz sea conservador métricamente. No he leído su poesía, pero tiene autores fieles en su colección que están bastante alejados del fundamentalismo métrico. He leído, lo reconozco, menos a los jóvenes autores Hiperión, y no sé si te refieres a ellos, pero nombres de toda la vida de Hiperión son bastante flexibles en lo que a métrica se refiere.

Anónimo dijo...

Sólo a título informativo, y para completar la información de la reseña.

Andrés Neuman: Gana el Carvajal en 1998. En 2002 gana el Hiperión.

Álvaro Tato: Gana el Carvajal en 2000. En 2007 gana el Hiperión.

Vanesa Pérez-Sauquillo: Gana el Carvajal en 2001. En 2005 gana el Premio Arte Joven Comunidad de Madrid que lleva Hiperión.

Luis Bagué: Gana el Carvajal en 2002. En 2007 gana el Hiperión.

Ben Clark dijo...

Uf, cómo está el patio. En fin, voy a aportar -intentar aportar- cuatro cosas que me han pasado por la cabeza. Aunque creo que la piscina está fría.
Para empezar, sigo en mis trece para reivindicar que la gente firme de una vez. Está muy bien tirar la piedra y esconder la mano (¿hay algo más 'burgués' que eso?!) Por otro lado lo de las reflexiones sobre la posibilidad de que Rimbaud, Keats, etc escribieran de forma diferente hoy o estudiaran empresariales son entretenidas, pero banales. No tiene ningún sentido. Desdeñar la poesía joven es fácil y, como me dijo el gran Neuman una vez (lo pueden leer en una entrevista que le hice, colgado en mi modesto y desatendido blog) ''nuestra generación se va tarde de casa, no consigue trabajo, se hipoteca a los 30 para los 70 y nos criticáis por eso, una cosa que hacemos precozmente y también nos criticáis ¿entonces qué quieren que hagamos?'' Los datos que aporta Ignacio son indiscutibles: pero entre Tato 'Carvajal' y Tato 'Hiperion' pasan 7 años, igual 6. ¿No pude uno seguir escribiendo y presentarse a otra cosa en un plazo de 5 años? ¿Ah no, no puede? Bague, tres cuartos de lo mismo. Sauquillo se presenta al Arte Joven. ¿Qué debería haber hecho? ¿No presentarse? 'Oh, no me puedo presentar porque lo lleva Hiperión y Dios mío, ¿qué van a pensar de mí?! '¿Qué va a decir esa buena gente de contracrítica sobre mí ahora!?' Miren, creo que a veces todos sacamos las cosas de contexto. Quizá yo el primero. No es verdad que todos los premios estén dados, no es verdad que exista un mamoneo al 100 %. Si uno gana el Carvajal (por decir algo) y más tarde gana el Hiperión, pues será porque se ha presentado otras veces, será porque sí. Yo qué sé. Pero se habla de algunos premios, como el Loewe 'Joven', como si fueran pasaportes. Y creo que tampoco es eso.
En fin, siento el tono, me imagino que las respuestas serán tremendas y tendrán mucho que ver con que yo ganara (ex-aequo) el Hiperión. Pero bueno, por suerte, burgués o no burgués, es un país libre (creo).
Yo, por mi parte, seguiré firmando con mi nombre, reivindicando así un poco de responsabilidad a la hora de hacer comentarios.

Salud y buen finde a todos.

Anónimo dijo...

Hola Ben,

Imaginas mal, al menos por mi parte, que las respuestas sean tremendas. Debe ser que no practico el boxeo, ni tengo sangre galesa sino andaluza, ni soy nieta de la ira, y las testosterona las miro siempre con cierta inquietud.

Yo creo que tu comentario tiene algo de excusatio non petita, accusatio manifesta. Nadie ha dicho que en los premios haya un 100% de mamoneo. Yo he ganada alguno y no he tenido que mamonear con nadie.

Imagino que lo que Ignacio ha querido decir con su comentario, y digo imagino porque no soy Ignacio, es algo muy sencillo. Determinadas editoriales mantienen una relación estrecha con algunos de sus autores, autores que, casualidades o no, suelen ir ganando varios premios de esa editorial y no de otras. Es el caso de algunos de los autores que menciona este chico o señor. De hecho, hay más autores que han ganado el Carvajal y que no han tenido otro premio que autores que lo han ganado y luego se han llevado otro premio Hiperión. Eso también es un dato objetivo.

Todo el mundo tiene derecho a presentarse a donde sea y todo el mundo tiene derecho tanto a criticar lo que crea que no le gusta como a ser criticado. Quien quiera estar en poesía de manera intocable que se busque otro mundo.

Yo no creo en las casualidades, y al contrario que tú, llevo unos cuantos jurados a mis espaldas. Un loewe joven o un hiperión con el Carvajal o similar, estadísticamente, tienen muchas más posibilidades de seguir llevándose premios de esas editoriales. Y lo hacen. Te guste o no. Tienen todo el derecho a presentarse pero también existe el derecho de las personas a decir: Hmmm, que casualidad. Y yo, insisto, ya no creo ni en los reyes magos, ni en los reyes sin magia, ni en las casualidades.

Las elucubraciones sobre qué habrían hecho hoy esos poetas tan grandes no son banales. Son elucubraciones simplemente, que pueden llevar a reflexiones interesantes sobre la educación, por ejemplo. Eres demasiado maximalista en tus afirmaciones.

Tienes, por lo que dices y por las apariciones que haces, un cierto concepto de la poesía muy unido a la amistad, y de nuevo por experiencia, deberías comenzar a separar ambas cosas si quieres que la gente tome en serio tus valoraciones poéticas.

Y luego, tienes un ataque de yoismo bastante agudo, propio de la edad, y que se irá curando con el tiempo, por el bien tuyo y de los que te rodean. Le das una importancia absurda al tema de firmar con tu nombre y no se la das al egotismo que supone mostrar una y otra vez tu nombre casi como una marca, como esas chicas que, en los ring de boxeo, pasean con un cartel el número de asalto.

Y por terminar, se nota en ti, y en otros miembros de tu generación, una obsesión casi enfermiza por los premios, no sé si por el egotismo, por el dinero, o por una mezcla de todo. La poesía, Ben, con el tiempo, verás que es otra cosa, diferente a la luz triste de un ayuntamiento.

Ben Clark dijo...

Estimada Helena,

Sólo contestaré a tu última afirmación para decir: estoy de acuerdo, siempre estuve de acuerdo. No concibo la poesía como la luz triste de un ayuntamiento. No me otorgues palabras y pensamientos que no he dicho ni tenido. Eso es otro problema común con los comentarios.

Por lo demás, gracias por tu respuesta y por mirar la testosterona con inquietud, yo también lo hago.

Y odio la violencia, dicho sea de paso.

Buen día.

Anónimo dijo...

Querido Ben:

Gracias a ti por la tuya. No he dicho que seas tú quien concibe la poesía de esa forma. Otra vez te sientes directamente aludido por afirmaciones que sólo van dirigidas a quienes vivan la poesía así. Otra vez la excusatio...

Dicho lo cual, ¿tu próximo libro será un libro publicado por una editorial sin premio o será un premio?. Veo dos Ben luchando en su interior respecto a este tema. ¿Me equivoco?.

Cualquier generalización tipo "ese es otro problema común" denota cierta pereza intelectual, dicho sea con todos mis respetos. En este blog, y tú lo sabes bien porque eres un participante más, las pocas generalizaciones suelen ser duramente castigadas por el resto de participantes.

Chao bicho

Ben Clark dijo...

Bueno, último comentario por mi parte porque creo que no debería ocupar más espacio en un blog de crítica con un asunto personal, dado que no tiene por qué interesarle a nadie.

Estimada Helena,

Entiende que si dices "La poesía, Ben, con el tiempo, verás que es otra cosa, diferente a la luz triste de un ayuntamiento." voy a sentir que aludes a mí. Es lógico. En cuanto a la pereza intelectual, te doy la razón sin medias tintas. Aunque no creo que sea adecuado decir que la gente ''castiga'' en este blog. Me gustaría pensar que aquí nadie ''castiga'' nada.
Me parece que el camino es largo y lo que me consuela es que, al final, cada cual está en su sitio. Salinas en su sitio y, poco a poco, otros autores en el suyo. No pretendo más que doblegarme ante lo que dicte el tiempo, único crítico fiable al 100 %.

Aprovecho para saludar a todos aquellos que carecen de pereza intelectual un viernes a las 12.52. en el curro. Os admiro, de verdad.

Besos a Helena, precioso nombre.

Anónimo dijo...

Saludos, Ben:

sólo un breve comentario a esta afirmación:

"Me parece que el camino es largo y lo que me consuela es que, al final, cada cual está en su sitio. Salinas en su sitio y, poco a poco, otros autores en el suyo. No pretendo más que doblegarme ante lo que dicte el tiempo, único crítico fiable al 100 %".

Podría elaborarse una lista de poetas, escritores, ensayistas del siglo XX que no ocupan su sitio, el que les corresponde por la calidad, intensidad e innovación de su obra. La sanción de la posteridad a veces yerra, y aunque hay libros que pasan a formar parte del canon, merecidamente, buena parte de lo más valioso que se escribe queda desconocido, o apenas nombrado por cuatro buscadores de pepitas de oro. Grande es el pozo de nuestra ignorancia.


Saludos.

Anónimo dijo...

Ben,

Eres un flatterer con las mujeres.

Yo creo que el tema es interesante y no es un tema personal. Todavía no has ganado el segundo Hiperión :p

Cuando lo ganes, ese o el Loewe joven que mencionas en tu comentario (serías el primero en ganar el Hiperión y el Loewe joven por cierto), que sepas que a lo mejor te critico por presentarte pero estoy segura que será un buen libro. O quiero estarlo porque me gusto tu papel de nieto de Dámaso Alonso. Si es de otra editorial, tendré menos que decir.

Y estoy de acuerdo con Anonimito. El tiempo no es un ente inteligente y palpable. Los cánones los construyen hombres y como tales no sólo son imperfectos sino que, como se ha mencionado mucho en este blog, varían profundamente con el tiempo. Piensa en Góngora, por ejemplo.

Por cierto, te doy la razón. Me expresé mal en lo que dije sobre ti y los ayuntamientos. Mea culpa.

Besos

Anónimo dijo...

Respecto a la reseña que hacéis al libro de Carreño, las citas que utilizáis como (malos) ejemplos de su poesía, sólo puedo decir que como lector con mi propio criterio heredado, me encantan y me hacen gracia. Creo que hasta me gusta la imagen de la cometa/fantasma, así que dejémoslo en gustos que son colores que son gustos que son colores.
Entre las muchas cosas que dais por zanjadas canónicamente entresaco ésta: "También hay multiples referencias culturalistas en varios poemas, denotando que el poeta sigue no tiene claro el terreno en el que anda, y va tanteando todos los estilos que puede." ¿Las referencias denotan? ¿Estáis tan seguros de que una cita no sea más que un contexto cultural, y no un mensaje unívoco? ¿O lo que denota es la variedad? "Denotando a Julen". Más bien creo que la variedad de referencias os sugiere que el poeta no pisa un terreno claro, afirmación que comparto. El terreno no está claro para nadie, precisamente porque hay muchas referencias culturales. Es lo que se ha llamado posmodernidad. Pedirle otra cosa es como obligarle a que se disfrace de romano en su próximo libro, que espero que llegue pronto. Felicidades, Julen.

Anónimo dijo...

Ben, algunos de los premios Hiperión han sido excelentes. Nadie creo que critique eso. Pero, independientemente de la valoración de los libros, creo que se puede criticar el hecho de que haya dos editoriales que de manera sistemática den sus premios a los autores que publican en esas editoriales. Como siempre hay excepciones honrosísimas, pero yo tampoco creo en las casualidades.

Respecto al tema que más me interesa, la educación, en el pasado las élites tuvieron una educación que estaba muy por encima de la media que hoy en día se da a los jóvenes. El enfoque de la época, además de ser muy exigente, estaba basado en la cultura. El enfoque de la educación, hoy, está basado en esa cosa tan terrible llamada utilidad, obviando por completo la cultura.

De los tres ejemplos que se mencionan, Keats no tuvo una infancia fácil precisamente, y sería una excepción a la regla. Rimbaud pertenecía a una clase media pero tuvo la suerte de tener un profesor llamado Georges Izambard que ojalá se pudiera clonar a perpetuidad. Y Shelley, evidentemente tuvo una educación exquisita.

En este sentido, desde la época griega los poetas y ensayistas se vienen quejando de la educación. Se me viene a la cabeza un ensayo de un filósofo con el que suelo coincidir en los diagnósticos pero no en las soluciones. No estoy de acuerdo en muchas cosas que dice pero es muy lúcido. Es un ensayo de Nietzsche y se llama "La educación como forma del gusto".

Respecto a lo que dice Carlos, yo estoy en de acuerdo con la crítica de los Addison. No es un tema de colores la poesía. Y menos de ese comodín de la mediocridad y la falsa modernidad llamado "posmodernidad". El mejor consejo que se le puede dar a tu amigo, como amigo, es que en vez de publicar otro poemario en meses, aunque sea vestido de romano, lea y viva una temporada larga antes de volver a publicar. No hay prisa. Es joven. Hay muy poca gente que escriba bien con veintitres años. El no es uno de ellos, pero el cielo de poetas está lleno de poetas cuyos primeros poemarios fueron malos, y luego crecieron y crecieron. Así que, sí, ánimo Julen, mucho ánimo, pero valora más a la que gente que te crítica y que puede saber más que tú, aunque sea por edad, y no escuches tanto canto de sirena de los "colegas". Ánimo y a trabajar.

Recaredo Veredas dijo...

Hola. El utilitarismo ha dañado gravemente a la cultura pero es irremediable. Tanto como la Revolución Francesa. Discutir sobre la honradez de las editoriales es lo mismo que debatir la honestidad de Repsol o el Banco de Santander. Son empresas que buscan beneficio, sea personal o económico, lo que no es ni bueno ni malo. Sólo es. Saludos y enhorabuena por el blog.

Addison de Witt dijo...

Hola chicos y chicas:

Empezamos por anónimo. Pocos nombres se nos ocurren a ese lista. Hay algunos españoles a añadir, quizás. Sin ánimo de dar todos los nombres, Lope de Vega fue muy precoz, por ejemplo. Claudio Rodriguez publicó el genial "El don de la ebriedad" con 18 años. Miguel Hernández murió con sólo 32 años. Hay ejemplos pero son muy pocos.

Anonimito, debe haber pocos funcionarios en este blog porque no respondieron a tu ataque. Muy de acuerdo con las palabras de Borges, que incluso estuvo en España en los año 60 y su visita pasó completamente desapercibida.

Saifo, nos quedamos con las palabras de tu compañera: fina ironía. Sobre Munárriz, no lo tenemos catalogado como clasicote. A Carvajal, siiiiiiiií. Lo suyo podría llamarse fundamentalismo métrico.

Helena, en la parte de respuesta a anonimito, estamos bastante de acuerdo con ella. Lo sentimos, pequeño. Aquí las está pasando putas mucha gente y al menos nosotros no nos creemos ese macromensaje político-económico de "todo va bien". Quizás les vaya bien a ellos. O sin quizás.

Sobre la pregunta que dejó Helena, nos quedamos en parte con la respuesta de anónima. Llevamos 20 siglos de crisis de educación. Pero en lo que se refiere a la cultura, pensamos que vamos para atrás. Imposible saber lo que esos genios habrían hecho hoy. Depende de tantos factores que no nos atrevemos a pronunciarnos.

Sobre las palabras del amigo Ben, los poetas jóvenes estamos o hemos estado (por que aquí hay variedad de edades) en nuestro derecho a publicar muy pronto. Pero la gente también tiene derecho a pronunciarse sobre los libros que se publican y a recordar, los que tienen más años, que la paciencia y la calma tampoco vienen mal. El que publica ya sabe a lo que se enfrenta. Si sólo quiere alabanzas, para eso que se quede en casa.

Y respecto a lo que comentas de los Hiperión, algunos de nuestros libros y autores favoritos de los últimos 20 años provienen de esa editorial. Y dijimos en su día que Munárriz es uno de los editores que más sabe de poesía de España. Pero es independiente de nuestra valoración de lo que ocurre con sus premios. De nuevo, todo el mundo es libre de presentarse al premio que le dé la gana. Faltaría más. Pero los demás también tienen derecho a opinar sobre los premios, los libros, los premiados, etc. El que quiere focos, los puede tener, pero en nuestro país, salvo los reyes, bendita democracia que tenemos, no hay nadie libre de crítica.

Sobre lo que comenta Carlos, tu comienzo nos ha parecido que no respetaba las normas del blog y que además no afectaba al mensaje en su conjunto en ningún caso. Del resto de cosas que dices, desde que abrimos una cuenta de correo hemos recibido más de 50 poemarios de gente muy joven para valorarlos. Desgraciadamente no tenemos tiempo para hacer eso, pero esa gente no quiere una palmadita en la espalda y que le digamos: Que bien escribe mi niño. No somos su papi ni su mami. Quiere que le digamos lo que pensamos porque deben de pensar que pueden mejorar como poetas, como todos podemos mejorar. Y eso es lo que hemos hecho con Julen y lo que hacemos con todo el mundo. ¿Que podemos estar equivocados?. Por supuesto. En poesía no hay dogmas. Pero la valoración de la calidad de un poema no es un tema de colores, ni de falsas modernidades.

Decía el maestro Cadenas que la modernidad sólo la conocen los que todavía no han nacido. Imagínate la postmodernidad, y perdón por la "t" pero nos gustan las consonantes juntas. La conocerán los hijos de los hijos no nacidos (y no es plagio, Ben).

Creemos que en quince años, cuando Julen lea su poemario, es más posible que esté de acuerdo con esta crítica de lo que pueda estarlo ahora. Y por supuesto que le animamos a escribir. Tiene talento. Pero todavía la falta muchísimo por aprender.

Gracias a todos por vuestros comentarios y buen fin de semana.

Addison de Witt dijo...

Y a Recadero, cuyo mensaje entró mientras escribíamos el nuestro, es un comentario difícil. Conocemos a muchos editores de poesía, y más que estamos conociendo por el tema del premio, que las pasan realmente putas para llegar a fin de mes. Prácticamente, salvo dos o tres casos, nadie puede vivir de lo que da una editorial de poesía. Hay mucho héroe anónimo detrás de las editoriales, y muy pocos Botines o similares.

Respecto a lo que dices sobre la Revolución Francesa, nos coge con el pie cambiado, pero estaremos encantados de oír más sobre el tema porque nos desconcierta.

Gracias por tus palabras.

Anónimo dijo...

Vengo a meter aquí la estocada una vez más a mi querida Addison:

puede que Munárriz sea de los que más saben de poesía en este país, pero desde luego es poco ético en muchas cosas; las traducciones de libros de haiku, por ejemplo, algunas firmadas por él mismo, nunca señala que son traducciones indirectas. Mi fuente es fiable porque procede de traductores de haiku y poesía china que traducen directamente del original y les indigna que, cuando menos, no quede constancia de que ciertas traducciones son indirectas. A ver: del inglés traduzco yo mismo, y es muy distinto traducir del chino o japonés, lenguas en las que necesitas diez años de duro aprendizaje y esfuerzo. Esto a Munárriz parece que le importa poco; o mucho, porque así se ahorra pagar a traductores profesionales de las lenguas de origen, que tienen una tarifa, evidentemente, más alta.
También dice mucho de Munárriz que no quisiera publicar cierto libro, premiado para más inri con el Ricardo Molina, porque los nombres extranjeros no venden. Años más tarde, la autora de ese libro, que se publicó en un ayuntamiento en una tirada misérrima y ahora está más que descatalogado (yo conseguí un ejemplar), fue premio nacional y ahora sus libros se reeditan. ¡A eso lo llamo yo olfato editorial!Dejadme que lo ponga, anda, que ser canalla a veces sienta bien: ¡manda huevos!

Además, a nadie se le escapan las endogamias del Sr. Munárriz. Toda la razón para los que denunciáis el amiguismo y compadreo irrespirable. Lo que no entiendo es que poetas tan excelentes como una Ada Salas sigan este juego... ¿por qué hay gente valiosa en estos tinglados que calla y otorga?en fin.

Addison de Witt dijo...

Anonimito,

Que fea te ha quedado esa primera frase, mi niño.

Ayyy, otra vez la ética metida en medio de todo esto. Nuestra valoración era estrictamente literaria. Y esta vez nos coges sin ganas de discutir.

Respecto a lo del olfato editorial, es muy posible que la decisión fuera de Maite Merodio, conociendo algo como funciona la casa por dentro. Pero también existe la posibilidad de que se equivocara Jesús, como todo ser humano. También han tenido aciertos muy importantes.

Y por lo que se refiere a los premios, ya hemos comentado muchas veces nuestra opinión sobre sus premios. Por respeto a nuestras fuentes, se quedan sin salir cosas en nuestros archivos que aportarían mucha luz sobre este tema en concreto.

Dicho lo cual, querido mataor, nuestro comentario era estrictamente sobre sus conocimientos sobre poesía.

Sé bueno, anda, por favor anonimito, que necesitamos paz por una buena temporada.

Anónimo dijo...

Creo que la reseña que hacéis al libro de Carreño es cuanto menos desalentadora. No creo que fuera vuestra intención, pero rezuma mala baba y seguro que le hará pensárselo dos veces antes de volver a pecar. Quiero decir publicar.

En cuanto a las citas que utilizáis como (malos) ejemplos de su poesía, sólo puedo decir que como lector con mi propio criterio heredado, me encantan y me hacen gracia. Creo que hasta me gusta la imagen de la cometa/fantasma, así que dejémoslo en gustos que son colores que son gustos que son colores.

Entre las muchas cosas que dais por zanjadas canónicamente entresaco ésta: "También hay multiples referencias culturalistas en varios poemas, denotando que el poeta sigue no tiene claro el terreno en el que anda, y va tanteando todos los estilos que puede." ¿Las referencias denotan? ¿Estáis tan seguros de que una cita no sea más que un contexto cultural, y no un mensaje unívoco? ¿O lo que denota es la variedad? "Denotando a Julen". Más bien creo que la variedad de referencias os sugiere que el poeta no pisa un terreno claro, afirmación que comparto. El terreno no está claro para nadie, precisamente porque hay muchas referencias culturales. Es lo que se ha llamado posmodernidad. Pedirle otra cosa es como obligarle a que se disfrace de romano en su próximo libro, que espero que llegue pronto. Felicidades, Julen.

Anónimo dijo...

joer, empieza fuerte este Julen, reseña en Babelia, y hoy reseña en El Cultural, aunque sea de Ainhoa.