sábado, 19 de enero de 2008

El Cultural. Tercera semana de enero, 2008. "La prosa del mundo". Luis Antonio de Villena. Crítica y contracrítica

Hola a todas y todos:

Vaya comienzo de año que llevamos. No acabamos de salir de una y nos encontramos así, de sopetón, con el ya famoso libro de Luis Antonio (LAV). ¡¡¡Queremos paz y tranquilidad!!! En fin, comencemos. Agárrense que vienen curvas.

Esta semana El Cultural trajo dos reseñas de poesía, la del libro de LAV y una antología de poetas persas del mítico Cansino Assens que ha sacado su fundación y con la que nos hemos encontrado con los problemas de distribución de siempre. A partir de ahora, cuando se nos pierda la contracrítica de un libro por problemas de distribución, cuando ya obre en nuestro poder, sólo lo criticaremos, si lo conseguimos, en el caso de que sea un libro que realmente valga la pena dar a conocer a nuestros lectores según nuestro criterio.

A parte de esto, en la sección de breves Ainhoa nos deja siete líneas para Oliverio Girondo, Hugo Gutiérrez Vega e Itziar Mínguez, estos dos últimos , como no, de Visor, y el primero de Renacimiento, libro al que dedicamos un largo artículo hace meses. El sólo hecho de que el libro de Oliverio aparezca en la sección de breves cuando llevamos semanas y semanas con muchos libros mediocres ocupando, evidentemente no siempre, las grandes reseñas, nos indica que la persona que decide la distribución de espacio en la sección de poesía sabe tanto de poesía como nosotros de física subatómica. Por cierto, que el libro de Oliverio ha tenido un enorme éxito.

Para la antología que frases célebres de esta crítica que ninguno de nosotros sabemos muy bien que hace aquí: "A la vanguardia sólo le sirve una poesía que permita detonar una revolución, escribir poemas en forma de rana o decir tonterías". No se nos ocurre una tontería más grande que las propias de esta mujer.

Vamos a tratar de acabar el mal rollo en los tres siguientes párrafos. Ya hemos hablado en varias ocasiones sobre el II Premio Viaje al Parnaso, tanto reproduciendo la denuncia de los tres finalistas al premio y a la editorial Visor como las patéticas e inmorales, que palabra tan pasada de moda, declaraciones de Luis Antonio a la revista Leer. Las recordamos: "Nos podemos preguntar, de paso, si es bueno que las editoriales y las instituciones pacten los premios. Porque es una costumbre generalizada".

Pues bien, algo que un país con cierto nivel de ética llevaría al oscurantismo de por vida a un autor, aquí no significa nada. Y decimos que no significa nada por lo siguiente. El Cultural, esta semana, ha decidido realizar una reseña de este libro, todavía caliente de la imprenta. En primer lugar, desde que se destapó el escándalo que inunda Internet en decenas de foros y blogs, El Cultural no ha dicho ni una sola palabra al respecto. Ni siquiera el famoso Juan Palomo, que denunció con razón un caso mucho menos grave como el de Martín López-Vega, ha dicho algo sobre un tema que ha sido el más comentado por todo el mundo poético los últimos dos meses. Algunos de nosotros hemos participado en algún jurado de premios últimamente y no os podéis imaginar lo que decían gente muy relevante de la poesía, incluyendo nacionales, jurados de nacionales, etc. Que todo esto lo haya silenciado el Cultural, y por supuesto el País que es donde ahora LAV trabaja, nos da un ejemplo clarividente de lo que es la realidad informativa de la prensa escrita, quizás la más partidista y subjetiva de los países más desarrollados del mundo. No os podéis retratar mejor queridos. La amistad por encima del deber de información. La ética, ¿para las clases de la universidad?. ¿O sólo para los matrimonios gays, señor Anson?. Se entiende ahora mejor que quieran quitar la asignatura de educación para la ciudadanía porque adoctrina. No sea que alguien se vaya a quejar de su comportamiento. Nada como la educación católica fundamentalista. Eso sí que no es adoctrinamiento.

Nos recuerdan las palabras de Oscar Wilde, que le vienen tan al pelo a nuestra poesía y a nuestro periodismo: "The difference between literature and journalism is that journalism is unreadable, and literature is not read”

Si antes hemos hablado de amistad, nos imaginamos que también será la amistad la que ha llevado a que la crítica al libro de LAV la realice nada más y nada menos que Francisco Díaz de Castro, que llevaba mucho tiempo sin hacer crítica de Visor, en concreto desde que nos llevamos las manos a la cabeza hace meses. Recordamos. Francisco ha sido ganador en 2004 del Premio Ciudad de Melilla que controla Visor. Igual que existe un premio de la crítica, también existe un premio para los críticos y este es el Ciudad de Melilla. Algunos críticos ganadores: Clara Janés, Benjamín Prado, Luis Antonio de Villena, Miguel García Posada, Francisco Díaz de Castro...Toma ya. Para que cortarse, digan que sí. Francisco también ha sido jurado de varios premios Visor. Así que, ¿nos puede decir alguien la objetividad que puede tener Francisco a la hora de valorar un libro premiado de Visor, cuando él es premiado por Visor, jurado de Visor, en una casa como El Cultural en donde además el presidente presume de su amistad con Jesús García Sánchez alias "Chus Visor", en donde esta editorial recibe un trato exquisito tanto en cuanto a número de reseñas como al trato que se les da?. Efectivamente la reseña de Francisco es positiva y, por supuesto, no hay ni la más mínima referencia al escándalo del premio. Ojalá pudiéramos incumplir nuestro código ético y gritar los adjetivos que remueven en nuestra bilis. Nos quedaremos con un simple ¡¡Vergüenza ajena!!. La Nausée.

Dice Luis Antonio en el poema "Virgilio Piñera" de este libro: "Periodista, dije, es el llamado a dar fe". Y nosotros esbozamos una ligera sonrisa.

Valoración de la objetividad a priori del crítico, en este caso, en nuestra opinión: 0 / 10

La valoración de nuestra objetividad está a la par: 0 / 10

Y hasta aquí el mal rollo, por nuestra parte. Vayamos al libro.

En el postfacio, el autor declara varias cosas y pensamos que escribe lo contrario de lo que piensa. Efectivamente, la prosa del mundo es una expresión hegeliana, que es de donde el autor reivindica el origen del título. Algo más cercano estaría el mismo título de Maurice Merleau-Ponty, pero nos imaginamos que será una causalidad. El poeta declara también que el sujeto poético no suele ser él, pero conociéndolo bastante y teniendo amigos comunes, pensamos que hay mucho de biográfico en este libro. (Para connoiseurs en blanco y negro, acho que não, incluso en rumano). Y termina diciendo: "Contra el valle de lágrimas el jardín de Epicuro. Que pocos estamos en ello". En realidad el libro es de un pesimismo bastante rotundo salvo quizás por un solo poema: "Gandaya".

El libro está dividido en 94 poemas/relatos, organizados por orden alfabético, en casi doscientas páginas, y dependiendo del relato y de la habilidad de autor, podemos hablar de prosa (entre muchos podríamos nombrar "Caída de Imperio", "El Poeta", "Mendigos", "Trípode") o de prosa poética.

A nivel temático tres son los grandes temas del libro:

a) El amor, especialmente el amor homoerótico, con ciertos toques pornográficos ("¡Huele a lefa virgen ese maldito cuarto!, "cuando los dedos ensanchan un esfínter...", tu lefa sobre mi estómago), amor que con frecuencia se produce entre un hombre joven, muchas veces prostituto, y un hombre ya entrado en la madurez ("Yo trampeo para vestir de lujo al chavalito...y para que después, caliente aún, cuando se pegue a mi en la cama, no le importe el aliento de un viejo, y metiendo bien la lengua, me diga empalmado el muy cabrón..."). El lugar suele ser un bar o un prostíbulo ("Viejas-viejos de tintes pelirrojos y añejo cigarrillo...¡Me es dulce veros, noctámbulos, en el puticlub, tan cotidianos..."), lugar común de muchos poemas ("Bendita y triste industria prepotente del sexo en el paraíso de la infelicidad").

b) La vejez o el paso del tiempo, vistos con frecuencia desde un punto de vista esteta, mucho más que epicuriano. Hay alusiones a la nostalgia, a la memoria. Quizás son los poemas en donde habla de la vejez y de la crueldad de la vida (como "Carmen", "El Inmaduro", "Largo viaje de un día hacia la noche", y quizás el mejor del libro, "Viejos") los más logrados, en donde el autor muestra una lucidez que debería explorar en otros campos.

c) En menor medida, hay varios poemas dedicados a las religiones y a las diferentes iglesias, en especial la católica ("Dogma","Galileos", "La España Imperial Católica", "La Fe"), a la familia (Familia, Iconoclasta, Las Antiguas Madres ) y a lo social ("Otro Mundo es Posible", "Panfleto", "Parados"), éstos últimos de los peores del libro.

Uno de los principales problemas de "La prosa del mundo", y no tiene nada que ver con un acercamiento orientalista a los ciclos de las estaciones, es que los temas se repiten con muchas frecuencia, y no solo los temas sino la forma en la que se describen distintos personajes. Es como si de un mismo poema encontráramos cuatro o cinco variaciones dentro del libro.

En este sentido, una de las repeticiones más frecuentes tiene que ver con la descripción del cuerpo masculino. La utilización de los términos espada o sable para definir al cuerpo aparece en varias ocasiones. Un caso especial ocurre con la palabra muslo, obsesivamente utilizada a lo largo del poemario ("recia solidez del muslo"; "muslos prietos y largos"; "el sudor de los muslos en los muslos", obsesión que luego nos aclara LAV por la referencia a Platón, a Teognis y al coito "inter-femora"). También se repite casi idénticamente la descripción de los cabellos, en donde la expresión "cabellos enredados" o "revueltos" se repite casi en cada descripción masculina. También repite en dos poemas diferentes el celiniano "la vejez es lo que sobra de la vida"; y la lengua y los labios siempre están "húmedos". Cómo no. Le falta mucha más riqueza y variedad a los poemas/relatos.

El autor dice en su postfacio que la diferencia entre la prosa y prosa poética la proporciona el ritmo. Sin embargo, el ritmo del poemario no está muy logrado. En general, LAV utiliza varias figuras retóricas muy conocidas en poesía en prosa:

a) Polisíndeton: Abundante a lo largo del poemario: "Violó y bailó y y bendijo y naufragó..."; "y el pecho se regala, y las piernas y el placer de la carne".

b) Asíndeton de la mano de enumeraciones: Quizás esta sea una de las sorpresas, y de los grandes fallos del poemario. En ocasiones, el autor trata de tropicalizar su escritura, en una fallida imitación de Álvaro Mutis o de Rafael Cadenas. Introduce localismos hispanoamericanos (como en "El fusilamiento de Torrijos") y en reiteradas ocasiones nos trata de introducir sin éxito en los paraísos terrenales de Brasil o del Caribe: "Son tigres cuando el matador sabe el sentido de su hazaña, cóndores en la venganza y la rapiña, rapaces y sucias como gallinazos cuando el macho...". Se queda a mitad de camino. Es difícil que una enumeración resulte completamente fallida, y las suyas no fallan del todo, pero se quedan a años luz de las enumeraciones de los poetas mencionados anteriormente, o de cualquier poeta medio de estos países. Veamos otro ejemplo de enumeración: "Un crisol, un melting-pot de crónica y sentimientos, de vísceras herbales y carne sazonada de áspera vida en lonchas. Leyendas y verdades, fábula y batallas, horror, delirio, fragmentos de conversación, esposo-esposa, chico-chica...". Es como si en mitad del Sambódromo de Río de Janeiro, Luis Antonio saliera con su ropa habitual y tratara de seguir el ritmo de los bailarines.

c) Anáfora: Hay de todo tipo: "De sus otras casi infinitas posibilidades. Un nuevo amor. Una nueva belleza. De un continente nuevo. De una luz distinta". En "Delicias Facere" insiste con el sintagma "El cuerpo de los chicos" en numerosas ocasiones, y ocurre lo mismo en "Lautréamont" con el verbo "Abandonarse". En "Icárica": "...ni seguir, ni ser, ni medrar, ni trepar, ni trabajar, ni competir, ni luchar, ni esforzarte...".

d) Otras veces el autor juega con frases cortas muy seguidas, en donde a veces abundan los cambios de plano, tanto a nivel espacial como de narrador/personaje o incluso de tiempo verbal. También usa las frases subordinadas.

El ritmo recae en demasía en estas figuras retóricas y se olvida por completo, y no acierta, en el ritmo acentual de las frases, con lo que la poética rítmica se pierde en unos cuantos relatos.

A nivel estilístico, se repiten marcas de la casa de siempre: cultismos, mitología y personajes históricos (Eros y Hércules, Troya, Sibila, Álvaro de Luna), algún latinajo para estudiantes de ESO, varias terminaciones o comienzos en máximas ("si sabes mirar, todo es poesía") y, lo peor, un venecianismo de un alto nivel de cursilería ("...miró al cielo. Ahora veteaba colores de gacela con amarillo de frangipán"; "Hubiera jurado que en los labios y en el pelo llevaba diamantes"; "las verdosas lagunas se infectaban de pululante belleza lunar"; "Porque perder es una leyenda romántica, un maridaje con el esplendor...de la vida"; "sus muslos separados como cálices de flor"; "ha sido una felina belleza, piel de lirios",; "¿qué rumor de músicas trae el viento, qué torre de canción?")

A lo anterior habría que sumar:

a) Comparaciones de principiante: "su cuerpo era como una afilada espada"; "Habló del sexo y la ternura parados en la adolescencia, como un bonito tren eléctrico que descarriló"

b) Metáforas principiante: "Copuló con la guitarra en el escenario"; "la Muerte es un naipe cotidiano en la baraja"; "incendiaban de fuego el aroma de su paz".

c) Y algo de humor involuntario: "miraban como las gatas que no ven al ratón"; "un atractivo muchacho de maduras borrascas"...

d) Expresiones gastadas: "olerle como olor a salitre"; "A veces tengo que ir recogiendo pedazos de mí mismo"; "¿Somos hoy más felices?".

En algunas ocasiones, como no podía ser menos en las casi 200 páginas del libro, LAV acierta, sin duda: "Es el oro molido sobre los párpados de los muertos"; "Y los polvos cubren el rostro de rosa flamingo"...

Y por terminar, hay multitud de erratas que destrozarían a nuestra querida Luisa. Parece que es verdad que se dieron mucha prisa en terminar el libro.

LAV tiene oficio, se nota que lleva muchos años escribiendo, salva los muebles en muchas ocasiones, es efectista, hay sin duda poemas buenos entre los más de noventa del libro ("Olga Rudge", "Peter-19" como buen y escaso ejemplo del cambio de yo poético, "Simón" como único tropicalismo que funciona, "Tema: la Fe", y los poemas donde habla de la vejez y de la crueldad de la vida como "Carmen", "El Inmaduro", "Largo viaje de un día hacia la noche", y "Viejos").

Pero el libro es muy repetitivo, cansa, tanto porque se repiten en demasía situaciones muy parecidas, como por el hecho de que hasta el interior de los poemas/relatos es repetitivo. El intento de tropicalizar varios poemas no está conseguido salvo en un caso. Además, el ritmo se basa en la acumulación de figuras retóricas que fatigan, sin que se haya prestado la atención debida al ritmo acentual. Hay, asimismo, frases, o versos, que por sus metáforas o comparaciones, resultan impropios de alguien que lleva tanto tiempo escribiendo. Y son especialmente irritantes la cursilerías venecianas que tanto lastran a este escritor.

Nos gustaría casi terminar con una pequeña anécdota. Se repite en varios puntos del libro la obsesión del poeta con los mendigos (incluso hay dos poemas titulados "Mendigos" y "Mendigos anónimos"), y sobre todo, la posibilidad de convertirse él mismo en mendigo. Como le dice su psiquiatra, "sueños de niño rico", que podrían explicar ciertas conductas del autor. O como dice el autor: "A la nada vacía del lúgubre y psiquiátrico esteta".

Terminamos con una cita del libro. A buen entendedor, pocas palabras bastan: "Toda mercaduría es macabra y plebeya".

Valoración del libro "La prosa del mundo": 5,5 / 10

24 comentarios:

Anónimo dijo...

Una vez más un gran trabajo de análisis. Cada día andáis más finos: chapeau.

Nada que añadir a lo dicho, salvo una apreciación subjetiva sin valor alguno: ya sé que existe una estética del feísmo, poesía urbana, etc etc. Pero estos versos:

"Yo trampeo para vestir de lujo al chavalito...y para que después, caliente aún, cuando se pegue a mi en la cama, no le importe el aliento de un viejo, y metiendo bien la lengua, me diga empalmado el muy cabrón...".

... de verdad que es lo más feo que he leído en muchos años. Quizá me estoy volviendo hasta sensible, yo que era devoto lector de los Bukowskis de turno :)

Anónimo dijo...

Reconozco que a mí me ha herido mi sensibilidad la cursilería tipo
"Hubiera jurado que en los labios y en el pelo llevaba diamantes" ó "las verdosas lagunas se infectaban de pululante belleza lunar". Esto sí que es pornografía dura, anonimito.

Pero quizás lo que más ha herido mi sensibilidad es lo que comenta Addison. El silencio absoluto, y por tanto cómplice, de El Cultural o El País sobre todo lo que ha pasado. Un tema que ya forma parte de la historia de la poesía reciente silenciado. ¿No se suponía que el periodismo escribía el primer borrador de la historia?. Desde luego, el nuestro, no.

Quizás este sea el mejor libro de Luis Antonio y sin embargo estoy de acuerdo en su valoración. El cómo una poeta de su calidad, muy media, ha llegado a tener el protagonismo que ha tenido en la poesía española es un síntoma de que algo no ha funcionado bien. Ha sido un hombre listo, que a base de antologías ha tratado de crear una escuela de discípulos que siempre han sido de corta vida. Y se arrimó al hombre adecuado en el momento correcto. Pero yo todavía espero que algún poeta me diga que es un buen poeta. Incluso los antologados.

Muy buena reseña, compañeros.

Anónimo dijo...

Quizás en lo único que no estoy de acuerdo es el apartado acentual en la prosa poética. He leído prosa poética excepcional en la que el autor no había tenido ninguna atención medida a los acentos y sin embargo existía un claro ritmo poético. Tampoco estoy de acuerdo en que la diferencia entre prosa y prosa poética esté en el ritmo como dice Luis Antonio. Creo que la diferencia está simplemente, o complejamente, en la poesía, que a veces uno no encuentra en un texto perfectamente acorde en ritmo y la encuentra en un párrafo de una novela de, por ejemplo, Mutis, uno de los poetas aludidos.

Por lo demás, tanto en lo ético como en lo poético, estoy bastante de acuerdo.

Anónimo dijo...

A mi este libro me recuerda a muchos libros anteriores del poeta, como Hymnica en lo que se refiere al amor y al canto de la vida y el cuerpo masculino, aunque con un desencanto mucho mayor. Hay varias expresiones que se encuentran en los dos libros. También me recuerda a Marginados en lo que se refiere a la parte más sordida y a Asuntos De Delirio en la parte más erótico o porno, como se quiera llamar.

Quizás la mayor dosis de originalidad temática la encuentro en su aspecto de desencanto, en la cercanía de la vejez al autor. En el amor viejo-joven, casi centrado en relaciones chapero-cliente.

Estilísticamente me parece más de lo mismo. Es Luis Antonio en lo bueno y en lo malo. Con sus aciertos, sus amaneramientos y sus obsesiones.

Me parece que no es del todo cierto que no tenga ciertos discípulos. Aunque no los ha tenido en lo poético, si ha tenido una serie de personas que les ha ido bien con su amistad. Se me ocurre el propio Juan Antonio González Iglesias, Loewe del 2006, del que Luis era jurado, y del que nadie parece recordar que escribió una antología de Luis Antonio en Renacimiento titulada "Alejandrías", a parte de algún pequeño artículo. Alguno de sus autores antologados también ha ganado recientemente un premio Visor como el Generación del 27. Me refiero a Carlos Pardo. Para decirlo todo, creo que Luis no estaba en el jurado. Otro antologado, Juan Carlos Abril, publicó el año pasado una reseña positiva sobre el autor. Estos son unos pocos ejemplos. Las antologías siguen siendo una estupenda forma de hacer amigos en España, o de hacer un favor a cambio de otro, y Luis Antonio, que tiene tres de poesía joven, cada una en su tiempo, ha sabido jugar sus cartas, igual que algunos de los antologados.

Todo lo cual al margen de la calidad como poeta de Luis. Para mi es un ejemplo donde el personaje ha fagocitado a un poeta que, si hubiera seguido desde Sublime Solarium un nivel ascendente, habría podido llegar a ser canónico. Pero muchos son los llamados y pocos los elegidos.

Del resto de la crítica, como dice anonimito, chapeau.

Anónimo dijo...

He leído el libro. Lo leí casi nada más salir a las librerías. Y tengo que decir que me parece un libro digno. Luis Antonio de Villena no es un genio, ni efectivamente pasará al canon de la poesía española de su generación como lo harán Gimferrer, Nuñez o Panero, pero me parece un libro, que sin ser perfecto, está bien escrito, muestra diversos estilos, entretiene y, desde luego, está bastante por encima de lo que suelen ser premios de poesía de poblaciones pequeñas como Valdepeñas. En otras palabras, existe la posibilidad de que, realmente, La Prosa del Mundo fuera el mejor libro que se presentó a ese premio.

Todo eso con independencia de sus desafortunadas declaraciones, en las que denota una filosofía bastante amoral, a mi juicio, y que incluso se deja entrever en las partes autobiográficas del libro, según la cual el fin, sea el dinero o el placer, justifica los medios.

Anónimo dijo...

No voy a decir nada sobre el premio porque creo que está todo dicho. Incluso aunque fuera el mejor poemario presentado al premio, cosa dudosa, todas las irregularidades que se han presentado son definitivas.

Idem respecto al tema objetividad versus periodismo. Lo leemos cada día. Se podría decir, torciendo un poco el original, que cada pueblo tiene la prensa que se merece. Creo que no somos tan malos como pueblo. Simplemente tenemos una tragaderas del tamaño del Queen Elizabeth II.

Yo no he leído el libro, pero entre lo que han escrito los witteros y otros versos más que he podido leer en otros foros o en algún email que me ha llegado, no me interesa. Como ha dicho uno de vosotros, sea en lineas versiculares o en prosa, es más de lo mismo. Y si la novedad es una cierta reflexión existencialista, creo que hay autores mucho mejor dotados (sin doble intención esto último) para tratar el tema.

El culturalismo reconozco que no es mi movimiento poético preferido, pero dentro de él hay voces interesantes y de calidad con independencia de mi alejamiento de sus criterios estéticos. Este escritor no es una de ellas.

Anónimo dijo...

¿Cómo puede nadie decir que quizás es uno de los mejores libros que se presentó al premio, si nunca tendremos oportunidad de conocer los otros libros presentados?
Por otra parte, los premios de pueblos y provincias tienen el gran inconveniene de que no se distribuyen, por lo que apenas los conocemos,pero la mayoría de los libros que aparecen en Visor, en Hiperión o en Tusquets, no por teneruna mejor distribución y publicidad son mejores,ni mucho menos. La calidad de un libro no es proporcional a la publicidad que se le hace.Tampoco necesariamente inversa. Son magnitudes distintas. Hay mucha poesía de calidad en los premios de provincias porque los jurados son más objetivos, no hay tantos intereses y por lo tanto, se lo curran más.Gracias por vuestra página, es muy importante luchar contra la cultura como mercado, y la banalización de la literatura.

Anónimo dijo...

Jordi,

Si muchos son los llamados y pocos los elegidos, todavía es peor en el caso de la prosa poética. La mayoría de gente es capaz de escribir un poema que suene más o menos poético, pero muy pocos son capaces de escribir verdadera prosa poética. A mi juicio, sólo aquellos que escriben poesía incluso cuando escriben ensayos son los llamados. En España, de los más recientes, se me ocurre el caso de Valente, que escribía una prosa poética maravillosa. Un poco más lejos, Ángel Crespo o Cernuda. Hay grandes poetas que no pudieron hacer ni un solo poema en prosa bueno, como Eliot.

Lo que nos trae Villena, o algunos de los otros poetas que recientemente se han reseñado en estas páginas, es prosa, adornada, maquillada, recargada, pero prosa.

Anónimo dijo...

A mí LAV me hace abrir la boca ostensiblemente, entre el bostezo y la arcada. De vergüenza lo del silenciamiento del caso.

Pero no nos extrañemos, ¿serían capaces los Addison de denunciar todo lo que denuncian si no fueran anónimos?

Seamos honestos, no hay cojones, ninguno los tenemos, si queremos medrar hay que tragar. Esta lección la aprenden los poetas jóvenes (por ejemplo, las distintas hornadas antologadas por LAV) muy pero que muy pronto.

Addison de Witt dijo...

(breve entrada nuestra sin ánimo de interrumpir los comentarios)

Jack, muchísima gente hemos puesto en nuestros blogs individuales el tema de El Parnaso. Hay muchos poetas que lo han/hemos denunciado públicamente. Se han enviado emails, hemos recibido y pasado. No creas que la gente está tan pasiva como estaba antes. Evidentemente todo es mejorable pero nosotros sí vemos un cambio de tendencia. No estamos de acuerdo en esa frase, cargada de testosterona, de que "ninguno los tenemos". Por supuesto, siempre hay personas cuyo objetivo es medrar, y siempre las habrá en cualquier colectivo. Pero cada vez son más fáciles de detectar y los propios poetas les estamos dando la espalda y señalando.

Respecto a nosotros, hemos hablado muchas veces del tema. Hoy por hoy, con la cantidad de apoyos que hemos recibido en nuestro correo, con los poetas excepcionales que nos han escrito diciéndonos que la gente pensaba que eran ellos y les encantaba, casi sería más fácil decir los nombres de los miembros del colectivo. Por cierto, que aprovechamos para decir que sí ha habido una baja y un alta, ambas masculinas, alta que es ahora una de las dos personas que se encarga de la redacción final de las críticas. Hablamos de todo esto hace poco con un editor...

Nuestro pensamiento actual, con la renovación del equipo y todo lo ocurrido en nueve meses, tiene más que ver con la filosofía de la identidad dentro de la creación poética, y en concreto, dentro de la crítica. Tiene su origen en la carta que escribe Keats a Richard Woodhouse el 27 de octubre de 1818. Un día, como queremos explicarlo en la columna de la derecha, lo escribiremos y ya podréis opinar al respecto. De verdad, no es un tema de genitales. Es bastante más complejo.

(nos salimos ya)

Anónimo dijo...

A lo mejor, señores de Addison, la razón por la cual la noticia no ha aparecido en El Mundo o en El País es porque si realmente hubiera habido algo claro y demostrable, se habría denunciado ante un tribunal. En ese caso, sí que habría aparecido. Pero se ha quedado en una mera distribución de correos electrónicos que, sí, ha generado mucho ruido interno, pero poco externo. Y no digo que no haya serios indicios de irregularidades. Pero cuando se hace algo así, o vas a por todas o te quedas en tu casa.

Dicho lo cual, LAV me parece insoportable.

Anónimo dijo...

No todas las noticias que aparecen en prensa son denuncias, anónimo. ¿Lo de Martín López-Vega fue una denuncia y está en los tribunales?. No. Pero había sido crítico de El Cultural. Esa es la diferencia. Y los censuradores no eran importantes. Si hablas con un periodista y le cuentas el caso te dirá que esto es lo normal, lo de todos los días. Y sinceramente, creo que la denuncia, aunque no haya llegado a un tribunal, ha llegado muy lejos. Tanto que se quedará ya ahí para siempre.

Y sobre lo que decía anonimito, explicaré el por qué a mí me chirrían los oídos. No sé si coincidiremos :p. Me da igual que un poema incluya términos pornográficos. De hecho creo que todos disfrutamos de la pornografía de vez en cuando. O casi todos...Pero que se hable de una lacra controlada por las mafias como es la prostitución, y que no haya un asomo de condena, cuando esos chicos y chicas lo hacen o porque están obligados, la inmensa mayoría, o porque no tienen otra salida, me resulta desagradable, aunque seguro que ni remotamente tan desagradable como les resulta a ellos y a ellas.

Nos echamos las manos a la cabeza pensando en la esclavitud cuando la vemos en una película como si fuera una cosa de hace 200 años y la tenemos aquí, al lado.

Anónimo dijo...

A ver si lo entiendo, Anónima... Según tú, un poema sólo debería tocar según qué temas si decide hacerlo desde un punto de vista condenatorio. ¿Aún estamos así? ¿Volvemos a procesar a Baudelaire, a Flaubert, a Manet? No estaría mal que al fin dejásemos de confundir la literatura con las ciencias sociales. No hay mayor esclavitud que la del lugar común, ni mayor lacra que la corrección política.

Anónimo dijo...

Lo que ha pasado con el Parnaso no es nada nuevo, todos conocemos decenas de casos así, también en premios más pequeños de esos que publican las diputaciones. Y no ha cambiado nada. Es tristísimo, pero no soy optimista en cuanto a que ese agujero negro de nuestra poesía se vaya a iluminar.

Eso no pasará hasta que alguien denuncie a los tribunales, y si estos fallan a favor,y LAV tiene que pagar un huevo, y Chus Visor tiene que pagar más aún, y los del jurado son inhabiliotados para formar parte de eso... y como es normal, se recogería en la prensa. Pues ahí sí.

Si habláis con gente cercana a esos movimientos oscuros os dirán que los de este blog u otros similares no somos más que resentidos, envidiosos, fracasados que pataleamos. Perdedores, sí, porque siempre ganan ellos. Porque mucho ruido pero LAV tiene los tres kilos, el libro en Visor, el silencio complice, le seguiráninvitando a mil y una conferencia, volverá a tener a los jovenzuelos babeando para que los antologue o les haga una reseña positiva en babelia, etc, etc.

Eso no quita que este blog sea absolutamente necesario y cojonudo, pero es que el enemigo es muy grande.

Tricotilomanía dijo...

La soportabilidad o no soportabilidad de LAV(G?) no debería ser, creo, un tema discuti ble aquí. Está claro que esta reseña se ve afectada por muchos factores externos y que es difícil abstraerse, pero igual lo mejor sería leer el libro (cosa que no he hecho todavía) y luego opinar. También hay que tener en cuenta que los Addison se han dado un cero en objetividad, algo bastante consecuente. Sí señoras, señores, estamos leyendo lo que parece una buena crítica, cierto. Pero ellos mismos se han dado un cero (el mismo cero que seguramente me daría yo si hiciera una crítica).

Contracrítica está muy bien. Sí. Pero no nos dejemos llevar. Ninguno. Respeto a los Addison, no sé si respeto a LAV, pero hay que tener los pies en la tierra. Importa el libro. Y sólo el libro.
Salud a todos.

Pasaos por CASPA anda, que hace frío.

Anónimo dijo...

Nadie ha hablado de procesamientos a Baudelaire, dr. Stockmann. Qué fácil es caer en la demagogia. Entiendo que debe de ser muy fácil para ti decir que no hay mayor exclavitud que la del lugar común cuando no eres una chica a la que han traído engañada desde dios sabe dónde, a la que quitan el pasaporte y a que la obligan a mantener sexo no se cuantas veces al día con babosos porque si no se cargan a su familia. Si eso te parece progresista, cool, políticamente incorrecto o como lo quieras llamar, allá tú con tu modernez de anticuario.

Escribir sobre lo que ven nuestros ojos no es hacer ciencias sociales. Es participar del mundo en el que vivimos sin que parezca que estamos en una burbuja.

Desgraciadamente hoy el lugar común y lo que tu llamas corrección política es la explotación de chicas y chicos, en una nueva forma de exclavitud en pleno siglo XXI. Todo el mundo hace la vista gorda, no se legisla ni mucho menos se condena. Debería de decirte algo que los países más avanzados socialmente del mundo, como los escandinavos, son los que más están luchando contra esto. Si quieres seguir disfrutando sin complejos del tema, siempre te quedará Rusia, o Tailandia o cualquier país pobre y sin ninguna protección social, donde el dinero y las mafias campan a sus anchas.

Algunos defensores de la libertad, desde la falsa progresía y rebeldía, deberíais pensar en la libertad del individuo antes de en la libertad general como ente abstracto. No hay mayor fascismo que la exclavitud de la persona.

Anónimo dijo...

Sí, Anónima, todo eso está muy bien, pero ¿qué narices tiene que ver con la poesía? Podemos seguir con Baudelaire, por qué no: ¿sabes que estaba en contra del sufragio universal, incluso de cualquier forma de democracia? Eso no quita valor a sus poemas, ¿verdad? Entonces, ¿a mí que me importa lo que piense LAV de la prostitución o de cualquier otro tema? Valorar su (floja) literatura no tiene nada que ver con valorar la función social de lo que escribe.
El tema es tan viejo que da pereza discutirlo. Un ejemplo de lo más clásico serían los documentales de Leni Riefenstahl: propaganda nazi, sí, pero obras maestras desde un punto de vista cinematográfico. ¿Qué, las lanzamos a la pira?

Anónimo dijo...

Hola a todos, sin duda la mejor manera de desacreditarse a uno mismo es publicar malos poemas. Triste no tener orgullo, pero aún más triste publicar por publicar, por él sabe que ese libro es malo.

Anónimo dijo...

Stockmann, nadie ha hablado de quemar nada. Por favor, no pongas en mi boca palabras que no he dicho. Que afán de piromanizar tienes.

A mi me da igual que Baudelaire estuviera en contra del sufragio universal porque leo sus poemas y en ellos no aparece reflejado su ideario político. Aparece su vida y su mundo interior.

Si Baudelaire hubiera basado buena parte de su poesía en la defensa de valores antidemocráticos a lo mejor su poesía no me habría gustado, aunque estuviera bien escrita.

Otra cosa distinta es que un poeta del siglo XXI hable, desde la tranquilidad de una buena economía personal, de la dicha de la prostitución produce a los clientes mientras que la realidad es que estamos hablando de esclavos. Ahí radica la diferencia entre uno y otro, a parte de la calidad poética, donde la diferencia es inconmensurable.

La concepción puramente estética del arte, abstraído de todo lo demás, no me interesa lo más mínimo. No es un tema de juicios ni de hogueras. Pero para mi el artista no sólo lo es por su oficio sino por su actitud vital.

Y alguien que habla de la esclavitud del siglo XXI en uno de cada tres poemas como si nada pasara, sin importarle, aparentemente un carajo lo que esas personas tienen que sufrir, me interesa poco. Podré hacer una valoración estética positiva, no en este caso, de su obra, pero esa valoración no forma el conjunto de la valoración artística sino que es un apartado más. La tiranía del esteticismo, ¿no estaba superada ya?.

¿O porque puede estar bien escrito debemos de hacer una valoración positiva de poema que alabe a un violador y asesino de niños?. Según tú, si está bien escrito, no hay problema. Para mí sí lo hay. Y grave.

La estética es parte, no el todo, de la creación artística.

Anónimo dijo...

Una pregunta, Anónima: ¿seguirás sosteniendo la frase

"¿O porque puede estar bien escrito debemos de hacer una valoración positiva de [un] poema que alabe a un violador y asesino de niños?"

si en lugar de "poema" ponemos "novela"?

Anónimo dijo...

Esto se pone interesante.

Haces preguntas que crees sencillas porque las tienes muy claras, pero que son debates muy serios en filosofía.

Yo estoy lejos de lo que se podría llamar moralismo radical, tipo Tolstoi o Pierre Bordieu.

Tu posición sin embargo parece muy cercana al esteticismo, o autonomismo, radical. Para ti parece que el valor estético es completamente independiente, autónomo, del valor moral. Oscar Wilder, a nivel teórico, se encontraba en esta posición: "...to art's subject matter we should be more or less indifferent."

De manera curiosa, la defensa del esteticismo radical, desde un punto de vista filosófico, no puede hacerse sino entrando en la propia moral, como demostró involuntariamente Posner.

Pero lo más importante es que la defensa del esteticismo radical incluye una definición estrecha y raquítica del valor estético del arte, atendiendo exclusivamente a aspectos formales sin darse cuenta de que esos aspectos formales hacen referencia a una materia literaria, en este caso, que en ocasiones contiene aspectos morales. Se ignora, además, que el arte está extraordinariamente entrelazado a valores sociales muy importantes, entre ellos, los valores morales.

Es imposible que exista una obra literaria que no necesite la intervención del lector para llenar los huecos de información que se dejan, huecos que muchas veces son llenados por nuestro entendimiento moral. En este sentido, hablabas de Riefenstahl. Su Triumph des Willens, un tema bastante analizado, produce un enorme rechazo en las audiencias testadas precisamente porque el valor moral forma parte del valor del conjunto de la obra de arte. Y Triumph des Willens es una defensa del nazismo. A tu comentario un poco de aperitivo, que hace preguntas creyendo ya saber las respuestas como si todos fueramos o tontos y/o anticuados, te paso un artículo relativamente reciente sobre la directora alemana: Mary Devereaux 'Beauty and Evil' in Levinson, Aesthetics & Ethics, 1998. Quizás cuando lo leas, a lo mejor, te entra una pequeña duda en tu dogmatismo. No se trata de quemar nada. Se trata de tener una visión un poco más informada y completa.

Hay incluso novelas o poemas que tratan de romper los esquemas de la moral burguesa, pero necesitan la implicación moral del lector para hacerlo, sea con Eliot (Middlemarch) o con el propio Wilder (The picture of Dorian Gray).

En mi caso, me siento identificada con el denominado moralismo moderado, que básicamente viene a decir que algunas obras de arte pueden ser valoradas moralmente (en contra de la opinión del autonomismo radical) y que a veces los defectos o méritos morales de una obra de arte pueden afectar a la valoración estética del trabajo.

Si estás interesado en saber más sobre el tema, te recomiendo, a parte del artículo citado, algún artículo de N. Carroll sobre el moralismo moderado. Sobre el autonomismo moderado, te recomiendo a Anderson & Dean.

Y respecto a tu pregunta concreta, si la novela es un canto (como es este poemario de LAV en lo que se refiere a la prostitución y solo a eso), a la pederastia y al asesinato de niños, te imaginarás que tiene mi más absoluto desprecio, por muy bien que esté escrita.

Mira, dejo una lista completa de bibliografía. Para quien le interese:

Anderson, J.C. & Dean, J.T., "Moderate Autonomism," British Journal of Aesthetics, (Vol. 38, Issue 2, 1998). Defends 'moderate autonomism', arguing against both moderate moralism and ethicism.

Beardsley, M.C., Aesthetics: Problems in the Philosophy of Criticism, (New York: Harcourt, Brace & World, Inc., 1958). Considers some of the main issues in philsophical aesthetics.

Beardsmore, R.W., Art & Morality, (London: Macmillan, 1971). This book covers the more traditional positions on the ethical criticism of art.

Bell, C., "Significant Form," (1914) in J. Hospers (ed.), Introductory Readings in Aesthetics, (N.Y.: The Free Press, 1969). An argument for a narrow version of 'formalism' with respect to the evaluation of art.

Booth, W., "Why Banning Ethical Criticism is a Serious Mistake," Philosophy and Literature, (Vol. 22, 1998). A defence of the practice of the ethical criticism of art; particularly targetting Posner's arguments against it.

Carroll, N., "Moderate Moralism," British Journal of Aesthetics, (Vol. 36, No. 3, 1996). Introduces and defines the positions 'moderate autonomism' and ‘moderate moralism’, defending the latter against any form of autonomism.

Carroll, N., "Moderate Moralism versus Moderate Autonomism," British Journal of Aesthetics, (Vol. 38, Issue 4, 1998a). A further defence of 'moderate moralism' against objections from moderate autonomists, J.C. Anderson and J.T. Dean.

Carroll, N., "Art, Narrative and Moral Understanding," in Levinson, J. (ed.), Aesthetics and Ethics, (Cambridge: CUP, 1998b). An argument for the leitimacy of the ethical criticism of narrative froms of art.

Carroll, N., "Art and Ethical Criticism: An Overview of Recent Directions of Research," Ethics, (Vol. 110, 2000). Explains the three main forms of objection to ethical criticism - autonomism, cognitive triviality and anti-consequentialism - and attempts to answer each of these objections, defnding 'moderate moralism.

Conolly, O., "Ethicism and Moderate Moralism," British Journal of Aesthetics, (Vol. 40, Issue 3), 2000. Considers some possible interpretations of 'moderate moralism', compares moderate moralism with 'ethicism' and defends ethicism as the more plausible of the two positions

Devereaux, M., "Beauty and Evil: the case of Leni Riefensthal's Triumph of the Will," in J. Levinson (ed.), Aesthetics and Ethics, (Cambridge: CUP, 1998). Gives a detailed analysis of the morally problematic film Triumph of the Will, and through this analysis argues that 'formalism' and sophisticated formalism' are inadequate ways of responding to such a film.

Gaut, B., "The Ethical Criticism of Art," in Levinson, J. (ed.), Aesthetics and Ethics, (Cambridge: CUP, 1998). Proposes a new position with respect to the ethical criticism of art, ethicism, which argues for an 'all-things-considered' evaluation of aesthetic value which takes into account any moral merits or defects exhibited by an artwork.

Kieran, M., "In Defence of the Ethical Evaluation of Art," British Journal of Aesthetics, (Vol. 41, Issue 1, 2001). Argues for an ammendment to Carroll's 'moderate moralism’, called ‘most moderate moralism’, which focusses on the intelligibility of artworks.

Levinson, J. (ed.), Aesthetics & Ethics, (Cambridge: CUP, 1998). A selection of essays at the interesection of ethics and aesthetics, most of the essays dealing with ethical issues in narrative art.

Nussbaum, M., "Exactly and Responsibly: A Defense of Ethical Criticism," Philosophy and Literature, (Vol. 22, 1998). A defense of the practice of ethical criticism; in particular a defense of Nussbaum's thesis that certain works of literature potentially play an important supplementary role in moral education.

Nussbaum, M., "Finely Aware and Richly Responsible: Literature and the Moral Imagination," in Cascardi, A.J. (ed.), Literature and the Question of Philosophy, (Baltimore and London: The John Hopkins University Press, 1987). Explains the view described above with detailed reference to the novels of Henry James.

Posner, R., "Against Ethical Criticism," Philosophy and Literature, (Vol. 21, 1997). Argues against the practice of ethical criticism on the grounds of autonomism, cognitive triviality and anti-consequentialism.

Posner, R., "Against Ethical Criticism: Part Two," Philosophy and Literature, (Vol. 22:2, 1998). Responds to Nussbaum and Booth's defence of ethical criticism against Posner’s original article.

Stow, S., "Unbecoming Virulence: The Politics of the Ethical Criticism Debate," Philosophy and Literature, (Vol. 24, 2000). Suggests ways in which the debate between Posner, Nussbaum and Booth over the ethical criticism of art was heavily influenced by their respective political differences.

Tolstoy, L., What Is Art? (London: Bristol Classical Press, 1994). For the purposes of this subject, the significant aspect of Tolstoy's book is his emphasis on the moral import of art in society as essential to the (aesthetic) value of that art. Tolstoy is a 'radical moralist' with respect to the ethical criticism of art.

Wilde, O., "The Preface to The Picture of Dorian Gray," in Wilde, O., Plays, Prose Writings and Poems, (London: J.M. Dent & Sons, 1975). In the preface to his, ironically, very moral story, Wilde claims that the moral merits or defects of art should in no way influence its aesthetic evaluation.

Anónimo dijo...

Dr. Stockmann, el valor de una novela que hiciese apología de un violador y que estuviera magistralmente escrita no estribaría únicamente en lo sublime de su escritura, sino, y sobre todo, en su contenido moral, el cual, y de forma negativa por pregonar la inmoralidad, está apelando a la moralidad o, si lo prefiere por resultarle política e intelectualmente más correcto, al pensamiento sobre lo moral, puesto que provoca una reflexión. E incluso cuando no induce a reflexión, sino a simple entusiasmo o rechazo, dichas reacciones lo son por referencia a un posicionamiento moral. Lo mismo ocurre con los libros de Sade o las películas de Riefenstahl, que no serían lo que son al margen de una comunidad de significación moral. Usted no mira una película de Riefenstahl sin estar viendo al ejército nazi, ni lee a Sade sin tener en la conciencia la prohibición de sodomizar a su madre. No se lee ni se mira al margen de lo moral, o de la ley, o de su estructura, sea cual sea su contenido (al gusto queda de sus creencias o inclinaciones). Hace ya tiempo que la moral, en términos estructurales, no se separa de la estética, puesto que dependen la una de la otra. Incluso su postura de que la estética está al margen de lo moral es una postura moral. Y, por favor, no confunda lo moral con lo moralizante.

Anónimo dijo...

Jo, como está el nivel de las anónimas. Doctor, lo que te faltaba después del problema de credibilidad con tu informe del balneario ;-)

El denominador común de los comentarios parece ser que a nadie le gusta especialmente el poeta anteriormente conocido como Luis Antonio, hoy LAV, que no es ni un sindicato vasco, ni la quinta versión de LA, ni soy LA, mínimo por jurado Vnientos euros :p

Perdón por el bajonazo de nivel. Besos

Addison de Witt dijo...

Muchas gracias a todos por las brillantes intervenciones.

Anonimito, si te gustaba Bukowski, eso no es nada para ti. Un poco de realismo sucio no viene mal de vez en cuando. El problema del realismo sucio es que tiene que estar muy bien escrito para que quede bien. Y además, en el ejemplo que pones, no es nuestra sensibilidad sino nuestra moral, como le ha pasado a otros compañeros del blog.

Helena, como eres más cañera si cabe, aceptamos tu proposición de que la cursilería es pornográfica. De hecho, es lo que más nos separa de este autor.

Jose María, es verdad que a veces la importancia del ritmo acentual se sobrevalora. Pero es muy difícil llevar todo el ritmo de un poemario tan largo a base de figuras retóricas. Hay que trabajar de vez en cuando el ritmo versal para que no nos cansemos de aliteraciones y demás.

Jordi, de acuerdo en todo. Incluidas las correcciones.

Anónimo, podemos estar de acuerdo en que no sea un mal libro. Tampoco es un libro extraordinario y no lo podemos comparar con los libros de los finalistas. Quizás algunos correos que leímos en los que se decía que el libro era una mxyxyx estaban algo sesgados, porque no lo es. Otra cosa es que el libro no fuera del todo inédito, que LAV fuera miembro del jurado el año anterior y el resto de aspectos que se han comentado tantas veces. Pero LAV ha tenido la suerte de que es uno de sus mejores libros.

Ana, dejas muy clara tu postura. No podemos decir nada más que respetamos al máximo el gusto de cada, como no podía ser menos.

Toyen, gracias por tus palabras y bienvenido. Efectivamente, publicidad y calidad no tienen por qué ir de la mano. Te invitamos a que cuando haya un premio o un libro que te guste y que sea reciente, lo compartas con todos nosotros para que incluso lo podamos reseñar.

Joan, como le dijimos a Ana, respetamos tus palabras. En nuestra opinión hay poemas en prosa y prosa a secas, dependiendo del poema o relato.

Al primer comentario de Jack ya contestamos en su momento. Sobre el segundo comentario, somos más optimistas que tú pero es verdad que si la cantidad de pruebas era tan abrumadora como parecía, la conclusión lógica hubiera sido llevar el tema a los tribunales. No sabemos por qué esto no ha ocurrido, y ni siquiera sabemos si ocurrirá. Pero de alguna manera, es posible que haya un antes y un después de este premio. O al menos, tratarán de disimular más...

Trico, tienes razón, nos dimos un cero bien redondo, aunque la razón para hacernos esa valoración tan negativa es precisamente para tratar de ser lo más objetivo posible. El hecho de que a la gente parece que el libro le ha gustado más que a nosotros podría, y decimos podría, indicar que lo conseguimos en la medida de nuestras posibilidades. Y es verdad, hay que valorar el libro como libro y olvidarnos del personaje. Pero, también hay que valorar el premio, y para eso sí se necesita valorar también el libro. Pero aunque fuera el mejor libro del año, si fuera verdad todo lo que han dicho los tres finalistas, no merecería el premio.

A yomismo tampoco le podemos añadir nada. Es una opinión respetable, como ya hemos dicho de otras que no estaban de acuerdo con nuestra valoración del libro.

Y respecto a la excelente discusión entre las anónimas y el doctor, poco tenemos que añadir. Es un tema, como anticipó anónima, mucho más complejo de lo que parece a simple vista. Nosotros, particularmente, nos situamos en el lado del moralismo moderado, pero entendemos que exista gente que no piense de esa manera. Es decir, nosotros vemos un reportaje de Riefenstahl y somos incapaces de abstraernos de toda la carga simbólica e ideológica, y disfrutar simplemente de los planos y las imágenes.

Bueno, que gracias a todos por la participación. Un abrazo