viernes, 2 de noviembre de 2007

Contracrítica de El Cultural, primera semana noviembre 2007. Crítica

Si la semana pasada nos sorprendió la portada de Babelia con un ensayo de anuncio de Springfield, esta semana nos sorprende El Cultural con una portada que, hemos de decir, ha gustado tanto a nuestro equipo femenino como al masculino, que somos muy raros, independientemente de que creíamos que era un catálogo porno que acompañaba al diario.

Desgraciadamente la noticia no se ha confirmado, y el interior traía lo mismo de siempre. En otra palabras, a partir de la portada, todo fue cuesta abajo. Literalmente en algunos casos.

Nuestro compadre de máscara, Juan Palomo, nos trae buenas noticias. Parece que se va a reformar el proceso que lleva a la concesión del Cervantes, aunque este año no tocará. Esperemos que la despolitización del premio no traiga consigo males mayores. Dice que este año toca poeta del otro lado del charco. Veremos.

Como sabemos de buena tinta que en el ministerio nos leen, pues bueno, creemos que entre todos los que hacemos y contribuimos a este blog hemos puesto un pequeñito grano de arena para este cambio, que insistimos, esperamos que sea para mejor. Ya que estamos, no estaría de más cambiar un poco el procedimiento del Nacional para mejorar, si cabe, su transparencia. Así que, queridos amigos del Ministerio, en unos días recibiréis una sugerencia de procedimiento especialmente preparado para el Nacional. Por si os pudiéramos dar alguna idea.

Respecto a la poesía, hay un artículo de Leopoldo María Panero sobre la exposición de Rimbaud en la Casa Encendida, Madrid. En nuestra modestísima opinión, Leopoldo es el poeta con mayor talento de la generación del 70 con una cierta diferencia con respecto a sus compañeros de generación. Ese talento lo supo aprovechar muy bien hasta quizás Poemas del Manicomio de Mondragón, y a partir de ahí, sinceramente pensamos que el nivel de Leopoldo ha bajado mucho.

Por otra parte, llamar a Leopoldo poeta maldito es un calificativo fácil pero en el que no estamos precisamente de acuerdo. Leopoldo está bastante más cuerdo que muchos otros poetas que sufren en silencio y callados el martirio de la enfermedad mental. Hay una parte de Leopoldo que es real y otro que es personaje. Hablar con él es muy divertido porque es un tío lo suficientemente inteligente como para cambiar de uno a otro sin que apenas se perciba. Pero los poetas malditos no han tenido el éxito en vida de Leopoldo, ni la familia de Leopoldo, ni sus amistades, señores periodistas. Y unos cuantos han pasado por la cárcel, y no precisamente por tráfico de droga. Así que dejen de usar adjetivos fáciles de primero de periodismo, porque no los necesita, y hablemos de Leopoldo María como lo que representa ya para la historia de la poesía del siglo XX: un extraordinario poeta.

La crítica de esta semana es del libro "Casa en construcción", de José Manuel Benítez Ariza. Edita Renacimiento y prologa Felipe Benítez Reyes. La crítica la realiza Francisco Díaz de Castro. En este caso hay dos hechos que afectan a la objetividad teórica de la reseña. Por una parte José Manuel es crítico de El Cultural, no de poesía, y por otra Francisco Díaz de Castro ha publicado en Renacimiento.

Objetividad a priori y teórica de la reseña crítica en nuestra opinión: 3 /10

Por lo que se refiere a nuestra objetividad, tampoco es muy elevada. Por una parte el prologuista no es el poeta que más simpatías nos produce, y por otra pensamos que El Cultural tiene otros críticos sin relación con Renacimiento para realizar esta crítica, ¿no?. Al margen de que incluso puedan encontrarse libros más interesantes para reseñar, ya que sólo se reseña uno. Un paso atrás para El Cultural. Con lo bien que ibais. Volvemos a las andadas.

Nuestra objetividad en este caso: 3 / 10

Y como ponernos una nota mala debería servir para tratar de ser objetivos y realizar penitencia, recordar nuestra educación "maldita" en colegios de curas y monjas, vamos a intentar serlo. La crítica de Francisco es correcta. Entendemos que cuando dice que cierta clase de poesía del poeta es preferible que otra, quizás quiera decir que una parte no le gusta y la otra le gusta más. Pero es sólo una posibilidad.

José Manuel escribe bien. Incluso nos atreveríamos a decir que es un buen narrador. Se le nota mucho su experiencia de traductor de clásicos de narrativa y su propia labor como novelista. Como poeta, sólo nos gusta cuando adopta un cierto tono reflexivo. Y cuando hace uso de sus sentidos sensoriales. Pero sus descripciones, sus enumeraciones, sus largas frases, sus narraciones, carecen de la emoción lírica que debe tener un poema. En el mejor de los casos entretienen y en algunos otros aburren bastante. Uno puede ser frío, como parece que le achacan al autor, y aún así, que su frialdad se nos transmita y nos logre conmover precisamente por distinta. Pero José Manuel no transmite su supuesta frialdad. Narra bien, pero para nosotros, como poeta, no es interesante. Sus poemas, en nuestra modesta opinión, nos parecen más relatos cortos, puestos en líneas versiculares, que versos. Algo que comparte con algunos poetas de su generación muy conocidos.

Valoración del libro "Casa en construcción": 5 / 10